¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

jueves, 22 de enero de 2015

Debe ser doloroso.

Que doloroso debe ser forzarse a ser quien uno no es. Que doloroso apretar los dientes cuando la conciencia bombardea por dentro con compartir tu opinión. Que doloroso debe ser decir SÍ cuando en realidad quieres decir NO. Que doloroso debe ser sonreír cuando tu naturaleza te pide llorar. Que doloroso debe ser forzar al cuerpo a realizar una actividad que un día no le sienta bien. Que doloroso debe ser aguantar que opinen de tí sin conocerte. Que doloroso debe ser cohartar la naturaleza por el que dirán. Que doloroso debe ser forzar a nuestro organismo por cumplir con una estética preestablecida. Que doloroso debe ser aparentar por el miedo a ser uno mismo. Que doloroso debe ser intentar cumplir con las expectativas de los demás nadando a contracorriente de nosotros mismos. Que doloroso debe ser haber nacido para que otros te digan como debes vestir, como debes llevar el cabello o como debes mostrarte... qué doloroso.

Qué doloroso debe ser vivir entre la hipocresía, hacer las cosas más por los demás que por nuestro amor propio. Que doloroso debe ser obsesionarse por la apariencia porque nos han enseñado más a juzgar que a aceptar... Qué doloroso debe ser para aquel que critica porque dentro de si mismo tendrá aún tanto por aceptar.

Qué doloroso debe ser pensar sobre los demás sin preguntarles antes si quiera, qué doloroso cometer un error sin pedir disculpas si alguien se ha visto afectado.

Y más doloroso para aquel que se cree en la obligación de vivir en esa realidad de forma constante e inevitable.

Compañeros de vida = mejores amigos.



En mi hogar se puede hablar de todo: mi compañero de vida y yo hablamos del politiqueo fangoso que nos rodea cada día a través de los medios de comunicación, del odio común al sabor de las anchoas, de miedos, de sueños, de lo diferente que vemos el mundo... él desde su perspectiva práctica y terrenal, yo desde mi mundo indestructible de ilusiones y magia. Porque amigos, así es una relación de amor de verdad, conserva una gran pizca de amistad, ya que al final del día sabes, sin duda alguna, que realmente aquella persona que está todos los días a tu lado que te ha visto llorar, reir, con la que has compartido broncas, te has tirado los trastos a la cabeza y acto seguido has hecho el amor como jamás en tu vida esperarías, aquella persona testigo presencial de tu crecimiento espiritual, personal, físico y mental... esa persona se ha convertido no sólo en alguien a quien amar y apreciar, si no que además es sin lugar a dudas tu mej@r amig@ (o al menos pertenece a la lista de los mejores) y cuando eso no es así, cuando dudas de la existencia de esa amistad... lo que estás viviendo no es una verdadera relación de amor.

No se puede separar la amistad del amor, aunque antes naciese el amor que la amistad o aunque antes naciese la amistad que el amor, no se puede porque al final del día a quien pides más consejo o con quien deseas compartir lo más profundo de ti... es esa persona que está contigo, antes incluso que ninguna otra.

Y llegados a éste punto de conciencia, te das cuenta que cuando has terminado con una relación de amor, has roto con una persona que ha sido tu mejor amigo durante un intenso tiempo... y es quizás lo que más duele de acabar con una relación ¿no? mucho más que el sexo, que los besos... lo que más duele quizás es que sabes que esa persona jamás te volverá a escuchar de la misma manera, desaparece esa amistad junto con ese amor... y aunque tardes más en desenamorarte, lo que te duele es que tu fiel compañer@ que escuchaba sin pestañear cada una de tus anecdotas... ya no está ahí para escuchar cómo te sientes ahora y es un palo.

El tiempo pasa y decides iniciar una nueva relación amorosa. Durante los primeros meses andarás con pies de plomo, no vaya ser que te vuelques demasiado pronto y todo se derrumbe de nuevo como si nada. Te sumerges inconscientemente en un proceso que podría definirse como si estuvieses haciendo pasar unas exámenes especiales a la persona que está a tu lado, para que consiga llegar a ese punto de ser compañer@ y mejor amig@ a la vez... por ejemplo, al principio cuando hay algo explosivo que compartir lo haces con sumo cuidado; pero el tiempo sigue avanzando, va haciendo que cada día pases más tiempo con quién estás descubriendo y te está heciendo redescubrirte, lo cual te lleva a controlarte aún menos.

De repente, un día cuando menos lo esperas, ahí estás afligid@ contándole algo que realmente te ha hecho temblar en un mal momento y recibiendo un abrazo a cambio, que no sé si será para consolarte o para agradecerte el haber llegado a ese punto de confianza (o para las dos cosas a la vez). Después de algo asi, indiscutiblemente es@ compañer@ se ha convertido en tu mejor amig@... cuando habla te parece maravilloso todo lo que comparte, ves como se integra en cada rincón de tu vida con una armonía increíble, cada día os enriquecéis más... y lo mejor de todo, es que al contrario que el resto de tus amig@s, ésta persona además de confesartelo todo incluso lo más profundo de si, se encontrará a tu lado esas noches que tengas pesadillas para darte un abrazo que te haga sentir mejor, mucho mejor.

En el amor hay confianza, hay amistad, hay espejos y maestros, algo que nos cuesta reconocer realmente. Hay infinitos tesoros esperando a ser descubiertos por nuestros ojos, puesto que nuestro corazón siempre se entera antes que el resto de nuestro cuerpo, por eso mismo, yo digo con la cabeza bien alta que la persona con la que he decidido estar es mi gran maestro, mi gran amor y mi gran amigo.

viernes, 16 de enero de 2015

Cuando la mujer es altamente sexual.



Llega ese momento en el que de alguna manera, en ésta sociedad que se viene abajo, la mujer se da cuenta de ese pontencial tan explotado sobretodo para el público masculino y gusta de él, tanto es así que disfruta de ésta manera individual y en compañía... la mujer se encuentra entonces descubriéndose a si misma, reenamorándose, excitándose por sus propios encantos.

La mujer está aprendiendo a disfrutar de sus gemidos, de su compañer@ de aventuras "pornosas", de su intimidad mojada... está comprendiendo, está compartiendo ese potencial, embelleciéndose con su imaginación hecha realidad en una escena sumamente erótica que prepara con determinación previamente.

Lejos de la sensación de repulsión que sentían algunas abuelas y madres, la mujer de hoy está conociendo cuales son los puntos que le hacen sobrecogerse, encoger los dedos de los pies y humedecerse sin tapujos.

 Ella sale de la oficina con ganas de mambo, aunque una parte de si misma siente compasión por esa compañera que dentro de poco se jubilará y siempre ha hablado del sexo desde un tono asqueado y de resignación... "pobre" se dice la mujer de hoy cada vez que escucha a otra mujer quejarse del sexo como una obligación y no como un placer. Pero ésta mujer, que ya ha preparado lo que le espera en casa, ha dejado las cosas bien calientes y masticaditas con algunas fotos muy explícitas, mandadas desde el baño del trabajo en un hueco en el descanso y con algunas frases animadas con unos inocentes emoticonos, ésta mujer ha preparado concienduamente lo que le apetece de verdad: folleteo. Le apetece porque lo disfruta, primero por ella misma y después ¿por qué no? también por aquellas antepasadas que no han podido disfrutarlo debidamente. A ella le gusta el sexo y lo pide cuando lo siente, es de las que repiten si ha quedado realmente satisfecha... la mujer de hoy está abierta a nuevas experiencias, lejos del mojigato "Ay Paco! Por ahí no!" la mujer de hoy se lanza, y no porque esté en celo, si no, porque nota como el disfrutar de su sexualidad le sube la vibración y la autoestima.

 No necesita lavarse la boca con jabón si se le escapa alguna cochinada entre jadeo y jadeo, ha tenido sueños muy descriptivos con amig@s y conocid@s de los que no se arrepiente. Ésta fuerza de la mujer de hoy no está vinculada a su condición sexual, ésta potencia sexual está relacionada con su género.

La mujer de hoy no tiene tapujos para hablar con libertad sobre el sexo, sobre sus gustos, sobre sus deseos y normaliza ese antiguo estado de tabú comentándolo entre amig@s o con su compañer@ mientras cenan.

La mujer de hoy ha recuperado quién es, su potencial ya no es para ser idolotrada por otros, si no, para ser idolotrada por si misma, tampoco es para ser desvalorada mientras otros cumplen sus fantasías... la mujer de hoy ha cogido el toro por los cuernos, disfruta de sus orgasmos, de la técnica, de la experiencia, de las posturas, de su cuerpo y de aquel cuerpo que tenga cerca. Ha comprendido lo sagrado del roce con roce, ha visto en el sexo mucho más que una válvula de escape o que una terapia completamente natural, es algo mucho más profundo, aquello es lo que le lleva sin lugar a dudas a amarse más a si misma cuando se mira en el espejo, despues de hacerlo, tan despeinada y con las mejillas sonrojas. Ésto ocurre solo cuando la mujer alcanza un grado alto de sexualidad y de aceptación con esa energía sexual dentro de su ser... cuando lo aprecia como algo imprescindible en una vida sana, cuando lo desea sin más impulso que el que siente dentro de ella.

Pero por desgracia, la sociedad tiene que seguir avanzando y evolucionando hasta liberar completamente de todos los tabús a la mujer en el aspecto sexual, y que los hombres, todos, puedan aceptar sin miedo esa energía sagrada dentro de nosotras mismas, y que nosotras, al contrario de lo que podamos haber recibido, se la otorguemos a nuestra futura descendencia libre de patrones, de juicios, de dudas y de miedos, sumergida en una educación que despierte conciencias y la presente como una bendición solo capaz de ser disfrutada.

miércoles, 14 de enero de 2015

Seamos más perros.

Jamás aprenderemos más lealtad y amor que de un perro.

El perro es ese ser de amor incondicional, capaz de amar más a su entorno que a si mismo, con esa confianza plena en aquellos con los que convive les deja su vida en sus manos y aunque le pongan entre la espada y la pared, el perro no duda, no huye y sigue amando por encima de cualquier densidad, turbulencia, daño o necesidad. El perro, criatura que ama tanto que es capaz de dejar la vida de sus propios cachorros en mano de aquellos con los que vive, nos acompaña de forma incondicional a lo largo de todo lo que dure su vida.

El perro, fiel a sus principios de amor, animal gregario y de manada capaz de proteger y reconocer a aquellos que la forman simplemente por los lazos del corazón... El perro siempre ha sido el mejor amigo del hombre, porque no existirá sobre la faz de la tierra criatura que sea capaz de amar tanto a los seres humanos como el perro, aunque a veces por desgracia no sea algo recíproco.

Una vez me dijeron "como amas y cuidas a tu perro es como te amas y cuidas a ti mismo y a tu corazón" y cada vez que entiendo más al perro, más comprendo esa frase. El perro es esa criatura que se involucró en la evolución de los humanos entre la necesidad de un buen compañero de trabajo, defensa y ayuda y entre el entendimiento de que es mucho más que algo así. Ha sido paciente y lo sigue siendo en lo que la apertura del corazón de la humanidad supone... es paciente en el cuidado del prójimo, dandole más cariño que a si mismo, es paciente en el intento de la comprensión de la escurridiza mente humana, porque el perro, amigos míos, el perro es la representación gráfica de ser un corazón con patas.

Seamos más perros y menos personas... quizás seríamos más felices y entenderíamos el amar sin medida, sin miedos, sin incertidumbres y sin huidas. 

martes, 13 de enero de 2015

Elévate.



Si fuesemos perfectos no estaríamos encarnados aquí para seguir aprendiendo.

Y por encima de lo que yo considero mi imperfección, se encuentra algo más poderoso, mi capacidad de reconocimiento hacia mis aciertos y mis errores, y por encima de mis odios, se encuentra algo más poderoso, la capacidad del cariño, del amor.

Por encima de mis elecciones, se encuentra algo más poderoso, mi destino.
Por encima de mis deseos, se encuentra algo más poderoso, mis sueños.
Por encima de mis lágrimas, se encuentra algo más poderoso, mis sonrisas.
Por encima de mis enfados, siempre se encuentra algo más poderoso, mi felicidad.
Por encima de mi ego, se encuentra algo más poderoso, mi humildad.
Por encima de mis miedos está mi confianza.
Por encima de mi sufrimiento está mi plenitud.
Por encima de mi sordera al subconsciente se encuentra algo más sagrado: mi alma.
Por encima de las broncas se encuentran las disculpas.
Por encima de los roces siempre se encuentra el cariño.
Por encima del desorden siempre estará el orden.
Por encima de la rabia siempre estará la aceptación.
Por encima de la ansiedad siempre estará la quietud.
Por encima de la enfermedad siempre estará la salud.

Y cuando creas que la situación es tan densa que no te permite pensar que hay por encima, cálmate y elévate amándolo todo:  Lo siento, perdóname, te amo, gracias (H'oponopono).

Todo lo bello está por encima de cualquier situación que nos abruma, por encima de esa niebla que a veces creemos que nos impide seguir avanzando... el propio sol se encontrará siempre por encima de las nubes, como ejemplo de que la iluminación, la tranquilidad y lo positivo siempre está por encima.

Cuando creas que no puedes más, piensa que eres el sol y asciende por encima de tus propias nubes, cuando temas asciende también, cuando dudes asciende a la calma del saber que todo está bien.

Creer da valor a las cosas.




Creer da valor a las cosas:

Creer genera una fuerza cósmica increíble que puede resonar hasta los recovecos más inóspitos del universo, por eso es tan importante ser conscientes de dónde prestamos nuestra atención y energía.

Cuando crees en algo, lo compartes de alma si hablas sobre ello, cuando crees en algo es sólo cuando es realmente posible... La fuerza de "creer" es la base para llevar a cabo, básicamente, todo en nuestra vida.

Un fuerte vendabal de energía que se puede usar de forma constructiva o destructiva, por eso antes de creer en algo pregúntate ¿es realmente beneficioso creer en ello? Vivimos en un mundo que nos enseña a manejarnos entre lo que nos quieren hacer creer (para obtener esa energía) y lo que es de verdad... Cada vez que crees en algo es como si abrieses un camino directo a tu corazón y tu alma con aquello en lo que crees, por eso, si crees en el amor abrirás un camino directo de amor entre tu corazón, tu alma y aquello que reflejas de ti mismo, sin embargo si crees en algo negativo: en algún miedo que se propaga por la sociedad, en alguna necesidad nacida del ego, en alguna obligación autoimpuesta, en los celos, en la falta de confianza... construyes un camino directo de esa energía turbia entre tu corazón, tu alma y será esa energía la que reflejes hacia fuera.

Creer es magia cotidiana, poderosa, que engrandece y puede convertir en sagrado todo lo que podamos imaginar... y la palabra sagrado y la energía sagrada debe ser enfocada desde la perspectiva correcta, no desechada y desvalorada. Por eso, cuando la gente me dice "¿Crees realmente en lo que lees en las cartas del Tarot?" Por supuesto que sí, creo realmente en ello como una potente energía sagrada, herramienta comunitaria para la ayuda al prójimo, lo creo como una apertura del subconsciente y una ayuda para abrir los ojos, como una forma de guiar desde el alma con humildad, y no sólamente creo en el tarot, creo en como yo lo siento y lo comparto, creo en mí en el momento que toco las cartas... Y no solamente creo en mí con el tarot, si no, con cada paso que doy desde el corazón, con cada terapia que comparto, con cada capacidad reconocida en mi ser.

LA FUERZA DEL CREER es la base primordial para poder llevar a cabo proyectos, para iniciarnos a abrir las alas, para liberarnos de los temores si realmente nos enfocamos en lo que deseamos de corazón.

¿Y tú? ¿En qué te permites creer?