¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

miércoles, 31 de agosto de 2016

EL ICEBERG DE LA VIDA.



EL ICEBERG DE LA VIDA 
(El texto que os he recomendado por Instagram)

Hay muchas personas que nos rodean en la vida y la mayoría de ellas sólo ven una pequeña parte de lo que es nuestra vida: ven las partes que brillan, el triunfo, las calmas, las recompensas, los viajes, los caprichos... en esa imagen supondría solamente la punta del iceberg. 

Es la punta del iceberg lo que todo el mundo quiere, todo lo que parece fácil; la independencia, no tener que dar explicaciones a nadie, la libertad económica, el conseguir metas, el vivir en intervalos más relajados, poder pagar lo que uno desea o quiere... Sin embargo todas esas personas no saben de dónde llega eso, solo se preguntan "¿Cómo puedes viajar?" "¡Mira que cochazo tienes!" "Claro, es que tú tienes suerte de poder vivir así..." "Al final te has comprado esos zapatos de marca ¡no sabes lo afoturnado que eres!"... Y ahí se quedan muchas veces, en coletillas nacidas realmente de envidias y celos.

La realidad de las cosas que conseguimos, sean más o menos grandes, es mucho más profunda, igual de grande que la parte de un iceberg escondida debajo del mar.

Las personas sólo quieren y ven la punta y cuando les hablas de la parte profunda: la dedicación, el trabajo, la constancia, el sacrificio, las prioridades... No quieren eso, no quieren esfuerzo, piensan que las cosas se consiguen fáciles... Sin embargo uno de los mayores secretos de la vida es que tu camino estará lleno de pruebas que debes superar para llegar al sitio que mereces, que debes mantenerte lo más constructivo posible en esas pruebas y que algunos de esos exámenes serán fáciles pero muchos otros serán muy difíciles. 

Cuando veas el triunfo de alguien, las facilidades en la vida de una persona, su casa enorme, sus viajes a la otra punta del mundo... Piensa que eso es solo la punta de su propio iceberg, no te dejes engañar, para lograr grandes y hermosas cosas en la vida hay que currar (y mucho) la parte profunda del icerberg, la parte sumergida. Hay que cambiar muchas perspectivas del mundo y de uno mismo y eso, es sin lugar a dudas, parte de ese trabajo para alcanzar la punta del iceberg

Todos somos afortunados si tenemos salud y vida, si nos quedan años suficientes para volver a construir con una nueva perspectiva, entonces no envidies a los demás, simplemente ponte a trabajar tu propia parte del iceberg, la que te toca y antes de desprestigiar o desvalorar el trabajo de otros, antes de envidiar o sentir celos, antes de compararte... piensa qué puedes mejorar en tu propia vida, mejor entretente en ello, en seguir construyendo para alcanzar realmente lo que quieres.

¿Qué necesitas para conseguir lo que quieres? Motivación personal, cada uno lo encuentra en algo diferente, hay personas que se enfocan mucho en esas metas que se proponen y eso ya les vale como motivación. Por otro lado necesitarás un plan que llevar a cabo, jamás sale bien el dejar las cosas a su aire. Es posible que tengas que integrar realmente lo que significa la palabra "sacrificio", en mi caso supone ver muy poco a mi familia, tener muy lejos a personas que amo y renunciar a pequeños hobbies para con ese dinero tener algo más grande (aunque en muchas ocasiones mucho más esporádico). Ante todo sopesa lo que te compensa, haz un consenso contigo mismo, que el esfuerzo que hagas y la recompensa que vayas a recibir por ello te compense lo suficiente para no sentirte mal contigo mismo... Y ante todo, para conseguir cualquier cosa en la vida, debes amarte; ámate sin límites, pero no lo confundas con narcisismo. 

En palabras es sencillo, en actos es cuestión de ponerse en serio con ello... Fuera de bromas, es como coger un hábito, integrar una rutina sana o adoptar una nueva filosofía de vida: el triunfo personal, emocional, económico... nace de integrar que toda la vida es un iceberg y que en muchas ocasiones las pequeñas puntas que asoman por encima de nuestros mares serán el resultado de grandes trabajos profundos, trabajos que en la mayoría de los casos solo somos conscientes nosotros mismos.

No te rindas. Tienes todas las habilidades para llegar a donde realmente quieras, solo necesitas encontrar esa luz que te guíe, esa energía que te motive, ese interruptor dentro de ti que te encienda hacia una nueva vida.


sábado, 27 de agosto de 2016

Lo mejor que me pudo pasar



Lo mejor que me pudo pasar es que fueses valiente para dar el paso y quedarme yo sola, en esta casa donde vivíamos dos y pasé a vivir solo conmigo, te lo agradezco de todo corazón.

Lo mejor que me pudo pasar es que el amor se consumiese a si mismo, que desapareciese hasta la pasión, que apareciese el enfado, la incomodidad... Es lo mejor que me pudo pasar, para poder afrontar que aquella situación iba llegando con paso firme.

Lo mejor que me pudo pasar es decirte que sí, que aquella era la mejor decisión y aún mejor, que no sucumbieses a mis intentos de que volvieses aquella primera noche, de verdad te estoy muy agradecida por ello y te admiro.

Porque lo mejor que me pudo pasar es que lo nuestro terminase (bien, mal o regular) y después de eso me encontrase yo conmigo misma, hasta hoy, estoy tremendamente agradecida con la vida por esta enorme oportunidad. Lo mejor que me pudo pasar fue que separasemos vidas, esto me ayudó a reconocer lo peor de mi y a vivirlo en primera persona, también me ha ayudado a tener más claro que es lo que quiero y por supuesto que no querría nunca jamás.

Lo mejor que me pudo pasar fue que cogieses aquellas maletas y todas tus pertencias, fue ese hueco en el armario, esas noches en soledad llorando, ese vacío por las mañanas, ese teléfono ausente, esa falta de presencia que lo único que hacía era ocupar hueco... porque no nos vamos a mentir, ya no había amor. Lo mejor que me pudo pasar fue pasarlo mal, entristecerme y renacer.

Desde que te fuiste he viajado más, he comido más, he experimentado más, he amado más (sobretodo a la vida y a mi misma), desde que te fuiste me vi sola y entonces recogí todo lo que me pertenecía, toda esa fuerza y esa capacidad autosuficiente, desenvuelta en todos los ámbitos de la vida. Desde que te fuiste río más, apenas lloro, sueño más, vivo constantemente con la sensación de que me espera siempre algo mejor y ese algo mejor termina por llegar.

Desde que te fuiste me he hecho una gran amiga de la soledad y la amo con todo mi corazón... porque lo mejor que me pudo pasar fue aquella terapia de choque para darme cuenta de lo mucho que puedo hacer, de lo mucho que me queda por vivir, de lo libre que soy, de mi gran potencia interior y de mi preciosa personalidad, arrolladora y con carácter a la par que generosa y bondadosa.

Desde entonces me he dado cuenta de quién soy, sinceramente y te lo repito de nuevo: lo mejor que me podía pasar.

Gracias.

sábado, 20 de agosto de 2016

Empoderamiento...


Te hicieron creer que eres débil, que tienes una tara, que estás mal hecha... te hicieron ver tu sangrado mensual como una barrera, un obstáculo, te hicieron creer que con falda algunas cosas y con pantalón el resto. Te enseñaron que las tetas no se muestran, que la vulva debes sobreprotegerla, que el sexo poco y con pocos. Te dejaron entrar gratis en aquel pub a tomar copas mientras a tus amigos les hacían pagar, te recomendaron vestido y tacón para la entrevista mientras Guillermo va con un look casual... Te hicieron luchar sin vencer, de hecho, te introdujeron en una encarnizada lucha contigo misma de la que siempre sales mal herida.

Te inculcaron ser decorosa, que la caja de condones no fuese de 24, te mostraron que la libertad sexual es de libertinas y no de mujeres autosuficientes... Te alejaron de la llave inglesa para arreglar el desagüe de la cocina, no te enseñaron a cambiar los manguitos en el coche, infravaloraron tu amor por la adrenalina y la velocidad, por los azotes en el culo, por el sexo duro, por comer pizza desnuda tras una larga semana de curro intenso... Te obligaron a dar más, no te enseñaron a dar lo que te apetecía o con lo que te sentías cómoda. Te enseñaron que poesía sí, pero poca y te alejaron de la filosofía, te enseñaron la historia y no te mostraron NUESTRA HISTORIA, te vendieron la moto y te hicieron creer que hay más ruido entre bambalinas que entre carabinas, rifles y fusiles, por desgracia es muy posible que no sepas cargar ninguno de los tres.

Te hicieron estallar, te convirtieron en mártir, esclava, sumisa, indebida, prohibida... en pecado hecho ser. Convirtieron tu fuerza interior en maldición, tu vagina pasó de ser tabú a ser trofeo, te tallaron como se talla el mármol, con cincel y paciencia; nos convirtieron a su imagen y semejanza.

Nos han alejado de la manada, esa potente manada que caza en grupo, que no se cansa y que colabora, nos convirtieron en enemigas, primero de nosotras mismas y después de las demás. Nos han humillado haciéndonos creer que la sensualidad solo en la intimidad (o solo con fines productivos: venta, marketing y demás), pasamos de ser humanos libres a ser productos, a ser resultados de cuentas meticulosamente calculadas.

Y lo peor, lo peor de todo, te hicieron temer a la soledad más que a nada en este mundo. Acojonarte viva por vivir sola, convivir contigo misma a diario sin escapadas y también por admitir que el sexo es una necesidad primaria, prima hermana del comer, el respirar y el cagar. Nos han lavado la boca con jabón por ser mal habladas, por decir coño, polla y chúpamelo.

Nos han devaluado, desprestigiado... te han herido, profundo, te han herido y lo llevas arrastrando desde antes de ser concebida, aceptar eso es realmente difícil.

Te convencieron de tu falta de inteligencia y de los muchos tipos que existen dentro de ti, te taparon los ojos para que no te vieses desenvuelta, te enseñaron la dependencia y te escondieron la fuerza de una auto-independencia. Pintaron de negativo y débil las lágrimas, ahora lloras poco y mal, a veces a solas o a escondidas por el puto "qué dirán..." y de ahí transformaron a otra parte de la sociedad donde el sentir era algo oscuro que debilitaba e impedía lograr algo mayor. Por un lado te enseñaron a amar y ahora te enseñan a odiar al amor, en vez de enseñarte a ser tú misma y libre para elegir.

Nos han empujado a un odio con nuestro cuerpo, a ruborizarnos y fustigarnos por las marcas de la vida, nos empujan solo a ser madres y juzgan a quienes no lo quieren ser. Nos enseñan solo la luz de la maternidad, engañándonos pues el cuerpo cambia, la vida cambia y sin embargo apenas nos recuerdan que no estamos tan asfixiadas por el paso del tiempo gracias a los avances científicos. Te enseñaron que el pilar es papá, sin embargo no te han mostrado que mamá fue el principal pilar pues es la única que en un momento tan delicado se debate entre la vida y la muerte, ese momento es tu nacimiento y es la única que así lo puede sentir.

Te dijeron que sí delicada, que no musculada, que sí coser y que no grasa en las manos, te enseñaron que las uñas limpias, que la sonrisa bien puesta, que el escote cortito, que si te violan seguro que es culpa tuya y que seguramente no es para tanto.

Resignada, andas resignada y frustrada porque tienes que llevar la fortaleza por dentro, con cuidado de andar correctamente con los tacones y que no se suba la falda de tubo, con cuidado también de que no se caiga el bolso y salga rodando el dildo que tanta alegría te da en tus horas de descanso... Porque te enseñaron a entrar con antifaz y capucha a un sexshop. Por otro lado te han enseñado a venderte a nivel emocional y físico, mucho antes que a disfrutarte.

Te chillan por la calle que donde vas tan solita, te silban y te llaman a besos, invaden tu espacio personal, mental, emocional... y siempre tienen la mejor excusa para insultarte si en el último momento cambias de opinión. Eres una frígida si les dejas a medias, pero te tienes que autoconsolar si ellos te dejan a menos de la mitad.

Y por otro lado, solo te creen lúcida si tienes estudios, para todo lo demás eres relleno en esta sociedad, la cara bonita de esa empresa donde trabajas, la sonrisa y un "que tenga buenos días" de tu jornada laboral, la imagen física y vacía de aquellos que dicen que apuestan por ti, pero no te dan nada y te juzgaron en el primer momento por un físico y una mirada de ensueño.

Con todo esto, mujer, te han hundido, te han jodido literalmente, te han alejado de tu empoderamiento femenino, el que mereces, tienes y debes disfrutar.

pd: lo más gracioso es que te han dicho que tú no follas, que siempre te follan.

martes, 16 de agosto de 2016

Capturada desde dentro...


Se me antoja una realidad, no sé si ficticia o de verdad. Se me atraganta y se me engancha, la tengo atravesada en los párpados y me sesga por dentro, me rompe y a ratos me vence, sale victoriosa en una encarnizada lucha interna. 

Me cuesta, en esa realidad, diferenciar lo que es para bien y para mal, lo que viene a crear o lo que viene a vaciar... Y surge, titubeante entre la verdad o la imaginación, como un caos creador de un universo paralelo. Perpleja me encuentro ante tanta energía que me agarra por dentro, me reconcome los sesos y acorta, peligrosamente, mis horas de sueño. 

Se me antoja una realidad, una dimensión paralela, un pensamiento, una idea o quizás una vana ilusión pasajera, hija de esta necesidad mía, de esta creencia enraizada, de esta educación asesina. En ella todo se encuentra en una estado latente pero a mi pesar sin paz ni sosiego, un momento en el que todo se detiene, se sostiene en el aire sin soporte alguno, vacila descaradamente a las leyes universales y también a la maldita gravedad, esa puta gravedad que lo deja caer todo por su propio peso, por su propia naturaleza, por su propia esencia... En este pensamiento, que ahora es escrito para darle algo más de real sin que llegue a rozar la locura, se me vencen las horas y los días, los bucles hacia el infinito son una expansión de fuera hacia dentro corrompidos por los miedos

Me ha capturado esta creencia mía, esta entidad pensada, imaginada, esbozada en la nada... Me ha capturado como una filosofía aprendida, un patrón comportamental: excusa y verdad, condición y promesa, cadena y libertad... 

Si vienes...


Si vienes y te cruzas, quédate un instante más, un instante más largo de lo que tenías pensando. Si vienes y me marcas no vale retroceder con un "esto ya está...". Si vienes y me marcas, al menos aunque solo sea por una noche, muéstrame tu lado más vulnerable.

Si te cruzas, en ésta vida mía, si te cruzas para ser o no ser mi vida, si te cruzas... sé responsable con tu ser, se responsable con mi ser, se responsable con aquello que emergerá o no emergerá, con lo que se espera o lo que se supera.

Si me desnudas de cuerpo y no pretendes hacerlo de mente, si en ese entramado momento de ir quitando capas te encuentras un corazón de por medio... si no te atreves, si te da vértigo el aire, si te da miedo la profundidad, si titubeas, si no crees... Mejor déjalo estar, déjalo así. Prefiero que no sea a que sea para mal y si escondes algo de humanidad entre tanta naturaleza salvaje, entre tanto instinto básico, si todo esto ocurre... escucha esa parte más noble, más humana, más pura, déjame desnuda y sin rasguños, es un pequeño favor que te pido.

Si vienes a destruir, mejor que no sea. Si vienes que sea claro, conciso, sin juegos para tu cabeza y dolores para mi cuerpo.

Si imaginas con besarme, con acariciarme entera, con lamer mis pechos... Si sueñas con eso, si me conoces y entonces todo eso despierta, respira hondo, porque con este cuerpo se entrega también un corazón y una potente alma... lo cual es una advertencia y también un regalo, pues deberás pensar si estás dispuesto y preparado para tanto.


lunes, 15 de agosto de 2016

La guerra conmigo solo para cuando me amo...


La guerra conmigo solo para cuando me amo, me auto-enamoro, me beso, me corro...
Hay un instante donde dejo todo, un instante donde suelto armas, donde abandono la lucha.

Hay un instante, un instante donde puedo ser tuya o puedo ser de otro, un instante donde puedo ser mía, un instante entre el anochecer y el amanecer, entre una tarde casual y un ameno medio día. Hay un instante entre la rutina y lo habitual, un instante entre lo inesperado, entre las lunas de un coche, entre las sábanas, entre las mantas de un sofá... Hay un instante en el que vuelvo a ser del cielo, de allí de donde todos venimos.

Hay un instante donde me bajo a los infiernos para ser la reina de mi propio inframundo... Hay un instante que se hace efímero entre el aire, entre lo sucio y lo agradable, entre lo normal y la exploración.

En ese momento renazco, me desnudo entera, palmo a palmo, me beso el alma, me siento por dentro, me lleno de futuros recuerdos... Hay un instante que me tiendo a ser tuya sin tenerte conmigo.

 Hay un instante que me pregunto, después de haber sudado, donde estarás y porque tardas tanto en llegar... En ese instante, en esta ausencia, te dedico un orgasmo: a mi amado desconocido.

domingo, 14 de agosto de 2016

Conocer las normas no te hace un experto.


¿Qué tienen en común conducir y follar? Que creemos que por conocernos las normas lo hacemos bien y eso es mentira.

Bienvenidos a la cruda realidad, las normas están bien pero no afinan la habilidad. Hay peligros al volante y entre las sábanas, crédulos de una realidad que es mentira, de un ego desmedido que les lleva a imaginarse como unos grandes en algo que realmente no lo son... ¡que penita, señor mío!.

En este aspecto hay gente que conoce las normas viales y conduce genial, gente que las conoce y conduce fatal, gente que las conoce y su habilidad va más allá, y de manera totalmente paralela hay gente que conoce las normas de la sensualidad, del sexo y de la conexión sexual y follan divinamente, gente que las conoce y son de lo peor que te puedes  topar, gente de la que sientes cierta compasión y gente que encima se creen los mejores y bueno... dejemoslo con una gran señal de peligro.

Conocer algo no es saber desenvolverse con soltura en ese algo, la conexión, la especialidad, la generosidad, el control y autocontrol, el dar y recibir, el tomar precaución, el examinar... No va ligado al conocer... ¿Sabéis la de veces que os habéis montado en un coche pensando lo mal que conducía alguien? y no lo digo porque lo haga de manera más o menos agresiva, lo digo porque lo haga mal... Pues con el sexo, los juegos en la cama, los polvetes y el folleteo muchas veces te topas con algo bastante parecido ¡y aquí no hay ningún funcionario que levantase la mano para darles la capacidad de llevarlo a cabo! A si que no hay culpable al que juzgar, ni siquiera podemos hacer la típica broma de "te lo dieron en una tómbola...", es que te has topado de lleno con un/a cafre ¡horrible!  ¡fatal!.

He llegado a la conclusión de que ya que solo queremos follar ¡vamos a esforzarnos! ¡JODER! al menos vamos a llevarnos una sonrisa de oreja a oreja (empiezo a pensar que soy muy exigente...). No vas a poder estar toda tu vida compartiendo orgasmos, un día la churra no se te levantará, la almeja no se mojará y tendrás pocas ganas de suspirar entre orgasmos profundos que dejen vibrando tu cuerpo... un día todo eso solo pasará a ser recuerdo. De la misma manera, un día tu vista no te permitirá ver los carteles a lo lejos, no tendrás los mismos reflejos, no podrás disfrutar del aire en la cara con unas gafas de sol y unos cuantos km por recorrer... Y antes de que ambas cosas sean pasajeras, antes de que formen parte solamente de un recuerdo del pasado, antes... vamos a esforzarnos para que valgan para algo.

Tenemos mucho conocimiento en las señales, en las normas, en lo que se puede y no se puede... pero nos falta inquietud en la experiencia, en investigar, en probar cosas nuevas, en sentir la libertad... Si estamos en una sociedad que solo quiere físico, si solo quiere un "aquí te tomo y aquí te dejo" que sea un épico momento, que se quede la piel ardiendo, que se queden pegados a fuego los besos... Que no sea algo para olvidar, que no sea algo para rellenar, que no sea para solo calentar y luego no culminar... Que nos tiramos mucho tiempo follando (y también conduciendo) y quizás hacerlo bien, realmente bien, no sea tan difícil.

Quizás solo implica inquietud, ganas de disfrutar... y que ya que nos tiramos tantas horas haciendo ambas cosas (o no tantas por desgracia, pero las suficientes para que sean irrecuperables), que ya que forma parte de la vida misma, al menos que no forme parte de una rutina banal, que no sea algo para simplemente ocupar hueco... Que merezca la pena, la alegría, el segundo, la hora, el día o la noche que jamás recuperaremos... que le demos valor a ese tiempo que no volveremos a tener en esta vida... ¿Es tan difícil? Que lo mismo, es como he dicho antes... lo mismo soy demasiado exigente.

Cuando nos dan el carnet pensamos que sabemos conducir, pero nos queda mucha experiencia, vivencias por delante, inquietud y ganas... ganas de coger y pensar en viajes largos, en compañías agradables, en música adecuada, en vacaciones durmiendo en la parte trasera de una furgoneta...

Cuando perdemos la viriginidad pensamos que sabemos follar, pero nos queda mucha experiencia, ante todo nos queda pensar más en el otro, entender la parte delicada, la vulnerabilidad, el tacto adecuado, la penetración según de qué manera y según en qué lugares, nos queda mucho por saber de nosotros para dar a los demás y para enseñar, nos queda mucho por saber de los otros para conectar.

 Y aunque los años pasan y para muchos aquella primera vez, de ambas experiencias, queda ya muy atrás la realidad es que viven en un presente conformándose con cosas que no están bien hechas... Y digo yo, ya que estamos vivos ¡vamos a esforzarnos!, la vida pasa demasiado rápido, hay mucho trago amargo inesperado a la vuelta de la esquina... A si que, ante esas posibles circunstancias, vamos a hacerlo lo mejor que podamos, ante todo como siempre me digo a mi misma, vamos a valorar el tiempo porque el tiempo es aquello que avanza peligrosamente rápido y a lo que nuestra vida está ligada, que escapa a nuestro control y que nos somete... Podremos recuperar el dinero perdido, incluso los besos mal dados pero jamás podremos recuperar el tiempo invertido, los segundos olvidados ni los momentos vividos, por eso, espero que cuando vuelvas atrás la vista y te recuerdes follando sea sabiendo que es una experiencia del pasado pero que te hizo tocar las estrellas (y le hizo tocar las estrellas a quien estuvo contigo) y cuando vuelvas la vista atrás y recuerdes esos 600km en dirección a la playa recuerdes más las ganas de la libertad al conducir que el posible dolor de espalda, el cansancio acumulado o el calor agotador en las paradas de descanso en medio de una Córdoba ardiente.

Si vuelves a experimentar algo en la vida, sea lo que sea, recuerda que conocer las normas no te hace un experto... que siempre hay algo más y que lo bonito de la vida es la inquietud de seguir buscando, solo así se afina, solo así se mejora, solo así se supera. Pero mientras tanto, mientras esta idea llega a todos, nos seguiremos topando con l@s típic@s creid@s al volante y el mismo reflejo de esos egos entre sábanas... ¡que peligro! a todos los que lo habéis vivido, os acompaño en el sentimiento.

pd: yo conduzco fatal jajaja pero me gusta pensar que lo otro no se me da tan mal... al menos sexual soy un rato.

jueves, 4 de agosto de 2016

Las personas pasamos a ser trapos.



Que irónico pensar que con la evolución de la sociedad el ser humano evolucionaría en valores, igualdad, respeto, amor, conciencia... Porque lo que te encuentras a día de hoy, en pleno meollo del S XXI es un estancamiento y una considerable desmejoría de muchos puntos importantes para ser realmente humanos.

Las personas debemos evolucionar pero no por ello perder la conciencia hacia el otro, eso es algo que se nos da especialmente bien porque solo requiere de egoísmo y el egoísmo es algo bastante fácil de llevar ¿sabéis por qué? Porque solo tienes que pensar en ti mismo.

Somos millones de seres humanos en el mundo, algunos con corazones dolidos, otros con mentes dolidas, otros enteros y puros... Nos mezclamos y nos vamos conociendo, coincidimos y pensamos que son casualidades, desaprovechamos instantes que aunque no pudiesen ser eternos podrían ser enriquecedores, damos puerta y nos vamos a otra cosa que la vida son dos días, porque bien que nos hemos aprendido el "carpe diem" como sinónimo de un libertinaje dañino, sin embargo se nos han olvidado otras muchas frasecitas que tatuarnos en el alma, sin ritintín en latín, frases como: no seas bobo colega, ámate que eres hermosa, eres un privilegiado ¡disfruta de ello!, agradece con el alma ancha... y mi favorita por sobre todas: es un honor que seas el principal testigo de tu maravillosa existencia.

El amor propio es fundamental pero claro siempre bien llevado. Muchos confunden el amor propio con el narcisismo o con una actitud ególatra y peligrosa. Amarse es importante, también amar al resto... y entre ello se encuentra el respeto a uno mismo, la conciencia tranquila ante las heridas que podemos ocasionar (es decir, evitarlas en la medida de lo posible) y también el respeto, fundamental, hacia los demás... ¿acaso es tan difícil ser sincero? El mundo se desborda de mentiras tras mentiras con un único fin: acrecentar lo que es mío para mí independientemente de cómo puedan sentirse los demás. Podríamos tipificar esta situación como un mal menor si no fuese porque se ha extrapolado al ámbito de relaciones personales y sociales, algo que hace tambalear peligrosamente la perspectiva colectiva sobre las personas, los demás, las relaciones y además sobre cómo mostrarnos hacia los demás. Nos importa ya poco si mentimos y somos cazados, pues lo volvemos a hacer, es más fácil que mostrarse como uno es ¿no? que rollo eso de ser sincero y vulnerable, de ser humilde, honrado, noble... Os propongo un pequeño y sencillo juego, tenéis 3 minutos para decir al menos el nombre de 5 personas que consideréis al 100% y sin duda alguna que cumple con los requisitos de un ser humano humilde, honrado, sincero (sin ser dañino), noble y real... Os sorprenderéis al ver que la mayoría fallan en algo.

No digo que debamos ser todos Ghandis que cambien el mundo, pero sí que conservemos una sencilla perspectiva de que todos los que nos rodean también sienten. Nuestro ombligo no es el centro del universo ¡ni mucho menos!, el universo es infito en su propia existencia, algo que personalmente me tranquiliza bastante pues esa palabra abarca muchísimas posibilidades, a todos los niveles posibles en la vida.

A día de hoy nos vamos lanzando a un abismo donde solo descansan nuestras almas olvidadas y nuestros corazones desgastados, nos quedamos con nuestros cuerpos y nuestros antojos, nuestros enchochamientos mentales, nuestras contradicciones como excusas y nuestras excusas como más excusas ¡valga la redundancia! y a todo ello se ha sumado un sistema que se forra, literalmente, de ese vacío que vamos generando... desde redes sociales de contacto, citas exprés, locales solo para contactos esporádicos... Se agotan las citas con nervios, los te quiero en bajito después de un pequeño beso, el enamorarse al acostarse por primera vez con alguien, el descubrir e ir abriendo capas con empeño y se desbordan todas las demás cadenas, los momentos con polvos vacíos que se convierten en algo habitual, el no dormir en casas ajenas, el escapar de puntillas nada más ver el sol entrar por la ventana, las despedidas en silencio, los picos como un último "jamás nos volveremos a ver"... Y entre tanta mierda, ahí estamos nosotros, los que seguimos creyendo a pesar de encontrar un tropiezo tras otro.

Las personas pasamos a ser trapos donde se vende humo a cambio de una noche de sexo, que además en muchas ocasiones deja mucho que desear (¿o será que soy demasiado exigente?). No sabéis la cantidad de veces que me ha apetecido decir "quedas lejos de ser el top 1 de mi lista de polvos mágicos" total, ellos ya mataron tus ilusiones con sus balazos, a si que te queda destruir lo poco por lo que barren, pero no lo hago porque ante todo intento cumplir esas pautas de ser realmente una buena persona, que no se diga nunca lo contrario de mi... esa es mi meta a cumplir en la vida.

Estoy cansada del pico y pala incesante para luego decirte adiós al instante de probar a qué sabes. Esos juegos de manipulación, de cazador que encima hace sentir culpable a la presa, de ser humano corrompido por dentro. Uno puede desear solo sexo y eso está muy bien, pero hacer determinadas acciones, pronunciar determinadas mentiras y caminar por determinados lugares para hacer daño emocional a una persona y conseguir solo sexo, personalmente lo veo demasiado trabajo para un solo polvo y demasiada energía derrochada, además de demasiado daño generado.

Que pena esto ¿eh? Con la cantidad de cosas buenas que tenemos los seres humanos y nos hemos quedado en aprovecharnos de la energía mágica de otros para hacer simplemente más muescas en el cinturón que nos rodea, hasta batir un récord o hasta rozar un futuro arrepentimiento al vernos solo rodeados de sexo, porque el sexo sin más no será quien el día de mañana venga a abrazarte cuando algo de tu vida se venga abajo, ni cuando estés enfermo, el sexo no podrá luchar en contra del mundo por preservar tu santo hueco en el que mereces ser respetado y amado, querido y valorado... El sexo sin más es precisamente eso y al final es solo un número más, un gemido más y un amor menos.

martes, 2 de agosto de 2016

La fuerza de mi vestido llamado: ser valiente


Aunque los bosques sean oscuros, con mi vestido desentono. Como esa gente que sabe bailar sin haber ido nunca a clases de danza o esa otra, esas maravillosas personas, que contemplan la vida en silencio y guardan hermosas experiencias en las retinas de sus ojos.

Las arrugas del tiempo nos afectan a todos, aunque no todos las mostremos, algunos lo llevamos más por dentro y pocas veces las sacamos afuera, un método evasivo para tapar sin ser vistos.

Te das cuenta que el silencio de la vida es un bien preciado, que el tiempo no suele correr a nuestro favor, que estamos rodeados de marcha atrás sin sentido porque no vamos para atrás pero sin embargo todo va restando hasta convertirse de nuevo en un cero, el final y el inicio. Pero ¿qué queréis que os diga? Soy adicta a esas cosas que no todos saben apreciar, no me gusta dejarlas escapar así como así. Observo el instante, lo cojo, lo veo desde dentro y entonces ya sí lo suelto... una vez que se ha ido será mio para siempre, es lo que tiene la memoria, ese conjunto colectivo de recuerdos donde cada vivencia forma parte de cada latido de tus propias células.

No te puedes hundir en ocasos emborronados ni en atardeceres cristalinos... la idea es seguir vivo, siempre seguir vivo. A mi me gustan las pequeñas cosas, prefiero una palabra a un objeto inanimado, será que es mi manera de darle sentido a esta vida donde lo efímero y lo barato va ocupando un preocupante y prestigioso puesto, mientras las cosas de verdad van quedando en segundo plano.

Me gusta una cal y otra de arena, las cercanías y los distanciamientos, coger una experiencia y morderla como una manzana del paraiso y que sea ese instante el que me inspire durante meses. Me gusta disfrutar de la ausencia y del completo placer de estar tirado en la hierba sin tener en que pensar. Esas cosas sencillas, que para mi son mucho más complejas,  guardan una filosofía tranquila y calmada de la vida que me protege de la siniestra moda de dejar de ser humanos.

No creo en las equivocaciones, solo en apuestas de todo o nada e incluso cuando sale nada y yo pierdo siento que no ha sido una equivocación, para mí esas cosas siempre son regalos del cielo.

Tenemos un descontrol desmedido sobre el ego, entonces no entendemos cuando tomamos una situación donde elegimos determinadas pausas y nada sale como queremos... En vez de alegrarnos a la voz de "¡será para bueno!" nos quejamos como criajos en plan "¡¡es que no es lo que quiero!!"... Esto no es más que una forma desagradecida e infantil de descontrolarnos, de ponernos en situaciones imaginadas, irreales y fantaseosas que nos alejan del verdadero presente, del aquí y del ahora.

Yo he sido mucho de planear, de hecho como he comentado en alguna ocasión sufro una especie de necesidad de control sobre muchos acontecimientos de mi vida, pero reconozco que esa actitud solo me ha llevado a frustraciones y el sabor de la frustración es doloroso, amargo, pegajoso y dañino, una bomba autodestructiva. Por eso, siendo consciente de mi misma, decidí que no podía seguir viviendo así y tomé cartas en el asunto, decidí que estaba bien si solo era un segundo porque a cada segundo se construye la vida, decidí que también estaba bien si nunca era, lo que fuese, si nunca era nada... porque lo cierto es que "la nada", en si misma, libera de cargas. Por ello construí dentro de mi determinadas premisas y consensos con mi cabeza, le dije que estaba ya bien de hacer tanto el garrulo y que debíamos aprovechar esta iluminación interior y física para hacer algo en la vida, aunque fuese único o repetido, duradero o efímero, importante o casual... Y llegamos al acuerdo, tras mucha charla nocturna con sabor a insomnio y cafés a deshoras para llevar mejor el avance del día, de que debíamos fijarnos en el ahora mismo, incluso con nuestras pequeñas manías, con nuestras barreras y nuestros obstáculos... Y lo firmamos con sangre y bajo el nombre de: soy valiente.

Por eso e hilo desde el principio, aunque los bosques sean oscuros con mi vestido desentono. Cuando las aguas son cristalinas atemorizan a los cobardes que son incapaces de verse el rostro reflejado en ellas, porque saben que estarían viéndose a si mismos y sibilinamente se deslizan entre las escapatorias más cercanas, entre las excusas más baratas y entre los silencios más prolongados... Sin embargo otros nos asomamos a esos lagos, esos ríos y esos mares infinitos y si hace falta nos bañamos en ellos, al grito de "¡aquí no me hunde nada!" sin vacile ninguno.

Recuerda: aunque la bruma sea densa, aunque el día esté negro, aunque el mundo cambie y tú no cambies de la misma manera, aunque estés fuera y a la vez dentro... recuérdate que los bosques pueden ser muy oscuros, pero tú siempre desentonaras en ellos, porque eres la fuerza de tu propia existencia.