¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Lo que lloro en silencio:

Que tengo el corazón roto...
Junto a las semillas de mis antojos...
Vete a contarle a otra tus cuentos de loco...

Que me faltan palabras, me sobran lágrimas...
Que quiero besos y un abrazo sincero.

Me arden los miedos por dentro...
Los de un futuro sin futuro...
Los de un presente sin presente...
Los de un pasado... bueno, los de un pasado...

Es que no te has acercado, ni de lejos...
A saber como se escucha mi voz...
A qué sabe mi piel por dentro...
Y te haces llamar bueno.

Bueno es lo que te digo yo...
Cuando me cuentas alguna de tus mil historias...
Todas ellas carentes de raíces...
Ni amor, ni razón, ni gloria.

Te sabe la boca a mentiras...
El tacto a sobado...
Y el alma te huele a rancio.

Tu sigue encerrándote dentro...
Acumulando humedad...
Pudriéndote mientras te crees sincero...

Esto no es rencor, esto es un consejo...
Si no dejas que el alma disfrute...
Si te adelantas por impulsividad....
Si reprochas tus propias excusas...
No estás viviendo la vida,
Estás viviendo una mentira.

Y ahora yo te digo, sin acritud...
Cuando no bailen los vientos por ti...
Ni levanten las aguas de este lodazal...
Cuando te falten caricias, te sobre el frío...
Cuando nadie te vea brillar...
¿A quién crees que echarás de menos?

Entonces será tarde para nada...
Pero no te preocupes, lo tendré más que superado
Porque a alguien que si se abre a amar
Siempre le espera lo mejor en la siguiente jugada.

Nos han engañado...


La vida, en muchas ocasiones, es como un camino a la cuerda floja donde titubeamos y dudamos constantemente de nosotros mismos, eso puede ser debido a todo lo que hay construido a nuestro alrededor y nos influye, seamos o no conscientes de ello.

Siempre andamos entre el diálogo de nosotros mismos, de nuestra mente, cuerpo y espíritu y a la vez entre la lucha y la huída. Por otro lado nos da vértigo una realidad profunda, el amor por encima de cualquier excusa... lo peor es que no somos capaces ni de darnos ese amor a nosotros mismos. Y así vamos, avanzando de una esquina a otra, en ocasiones con control y en otros momentos sintiéndonos como si todo se tambalease.

Aquí he venido a decirte que te han engañado, a si que sí, ahora es momento de que muestres tu más profunda frustración, saca tu rabia si así lo necesitas. Cuando los seres humanos se centraron en convertir en gloriosos, únicamente, los logros materiales, dejaron de lado otros avances igual de importantes en su crecimiento como personas. Por eso no es de extrañar esa habitual sensación de muchas personas que actualmente se comportan como si hubiesen fracaso en su vida, un veneno que se extiende y que parece hacerte creer que sólo eres alguien o eres bueno si has logrado X cosas tangibles, X estudios, X cifras en tu sueldo... y sin embargo, la vida es más, mucho más que eso.

Una parte de mi se revuelve cada vez que alguien piensa que los logros son algo que se consigue con dinero, con trabajo... los logros son avances dentro de tu vida, pueden ser materiales pero no son los únicos y de nuevo, tampoco son los más importantes.

Existen muchas clases de logros que son esenciales, mucho más que los materiales, por ejemplo, para una persona que sufre una enfermedad, como un trastorno alimenticio, su mayor logro será superarlo, sanarse por dentro y por fuera, utilizar esa experiencia como una forma de crecimiento, como un impulso. Otro ejemplo, si eres una persona con tendencia a la negatividad despegarte de esa actitud será un gran logro, sin embargo cuando las personas hacen recuentos de sus logros obtenidos hasta ahora se fijan exclusivamente en los que parece que la sociedad más aplaude, dejando de lado por completo aquellos logros que les gratifican a diario, el simple hecho de haber conseguido ese logro ya es una gratificación en tu vida porque te ha dado una fortaleza como persona imposible de conseguir con otras maneras.

Ahora me gustaría hacer un pequeño recuento de mis logros conseguidos este 2016 (al menos hasta hoy 28 de diciembre) para que entendáis un poco porqué a pesar de que aún no tengo una carrera, ni una casa propia, ni un sueldo que me permita dar mil vueltas al rededor del mundo... yo me siento una triunfadora:

Este año, a pesar de las desagradables circunstancias que le han acompañado, uno de mis mayores logros ha sido mi rapidez para recuperarme de los malos tragos. También el conseguir un trabajo tras otro y no haberme rendido ni haber dejado que el miedo fuese mayor que el ímpetu.

Otro de mis grandes logros de este año han sido mi reconciliación con mi parte autónoma y autosuficiente, por otro lado también el mostrarme como un apoyo constante para todas las personas que lo han necesitado y de esta manera reforzar buenas amistades.

Otro logro para mí, el superar pequeños obstáculos debido a mi falta de autoestima, pudiendo así abrirme de corazón con otras personas y atreviéndome a dar oportunidades a pesar de lo que pudiese ocurrir.

Otro logro, superar mi miedo a conducir, aunque obtener el carnet es algo material me centro más en mi superación personal y emocional.

Otro logro que he conseguido es saber solucionar mis problemas sin necesidad de depender de nadie. Atreverme a dar pasos de aventura y decir SÍ al margen del vértigo.

Otro logro, ilusionarme a pesar de que las cosas pintaban muy grises. Aprender de los duelos vividos que la vida es maravillosa, incluso con sus más y sus menos.

Y del que estoy más orgullosa: trabajar mi valor propio sin dudar en que recibiré todo lo que merezco o incluso más.

Puede parecer poco si lo comparamos con una persona que ha estudiado una carrera o que ha obtenido un trabajo de renombre, pero no sé cómo se encontrarán esas personas por dentro después de haber logrado esas metas... yo sin embargo sé que me encuentro mucho más fortalecida, bella y en paz.

Ojalá seamos capaces de observar los verdaderos logros de la vida y esto nos haga entender mejor nuestro propio camino y el de los demás... ahora que lo sabes, no dejes que te sigan engañando, en la vida el mayor logro es seguir adelante sin perder la sonrisa.


martes, 27 de diciembre de 2016

Todos estamos un poco rotos...


Todos estamos un poco rotos, porque la vida te rompe y en esos huecos que quedan se forma una nueva materia prima, sustancia primaria de tu nuevo ser, gotas incesantes para las nuevas moléculas que compondrán tu vibración personal.

Todos tenemos nuestras cicatrices y eso ya nos convierte en seres rotos, muchas piezas son imposibles de volver a juntar y otro tanto parecen ir esparciéndose conforme avanzamos en el camino de la vida, eso no significa que estemos incompletos, significa que sufrimos la vida en si misma. El sufrimiento, bien gestionado, no debe compararse a un estado de depresión constante, a mi modo de ver es simplemente parte de la melodía de estar vivo, quién no ha sufrido no ha vivido, no por ello debemos justificarnos o acomodarnos, solo experimentarlo, aunque según los budistas el sufrimiento es un enganche a aquello que no podemos manejar, una dependencia a lo material. Al margen de esto, nuestra vida está llena de viejas costras, de piel renovada que deja la marca de una piel antigua, de caídas físicas y emocionales... porque, la verdad, todos estamos un poco rotos.

A pesar de esta realidad, que me atrevo a afirmar como una verdad absoluta, nos empeñamos en buscar una perfección sin comisuras, sin pequeñas marcas, sin sangre, sin lágrimas, sin experiencias... porque tenemos tanto miedo a ciertas responsabilidades que tachamos de complicado el simple hecho de que los demás también arrastran un pasado. Esta generación de nuevos jóvenes, como yo, nos agarramos al clavo ardiendo de la huida en menos de lo que canta un gallo, nos cuesta entender el significado de la humanidad y la realidad de las pequeñas fisuras que hay en cada persona que la compone... cualquier cosa que se salga de nuestro abstracto concepto del mundo, nos hace temblar las piernas y sentir un pánico incontrolable a que nuestras heridas se vuelvan abrir y nos rompamos aún más por dentro.

Bajo mi punto de vista, debemos pensar que los rotos de nuestro ser son por muchos motivos, el amor no es lo único que lo ocasiona, porque como he dicho antes, yo creo fielmente que esas partes quebradas que nos componen vienen de la vida en si y eso supone, ciertamente, cada experiencia, cada vivencia, cada partícula que hemos tenido cerca... Cualquier motivo que se salga de algunas ilusiones, de algunas expectativas o de una realidad que queríamos construir de otra manera, nos desquebraja por dentro y nos invita a formarnos de otra forma, aunque nos falten piezas y nos sobren huecos.

Somos de una materia maleable, sensible a todo lo que a su alrededor se encuentra, con una increíble capacidad metamórfica que hasta las mariposas monarcas envidian, y eso que ellas pasan de ser orugas a ser unas princesas aladas... pero nos cuesta el cambio, la verdad, nos cuesta el dolor, nos cuesta tanto porque nos han engañado. Nos engañaron educándonos haciéndonos imaginar siempre una vida como la soñada, sin darnos herramientas para cuando en ocasiones las cosas cuando  no saliesen como esperábamos al menos nosotros si pudiésemos caer de pie, nos invitaron a soñar ¡sueña en grande! y lo cierto es que es maravilloso, sin embargo hoy yo te digo, sueña en grande con los pies desnudos y bien apoyados al suelo.

Hay tantas cosas que escapan a nuestro control, desde lo que los demás opinan de nosotros hasta lo que nos espera a la vuelta de la esquina a pesar de nuestro esfuerzo irrefrenable por construir algo en lo que creemos ciegamente... La posesión y el control nos contaminan, nos atemoriza reconocer que lo mejor siempre está por llegar y normalmente viene de la mano del destino, lejos incluso de cualquier idea que tengamos.

 Nos cuesta dar segundas, terceras o incluso cuartas oportunidades y sobretodo nos cuesta darnoslas a nosotros mismos. Imagina que frustrante puede resultar para la parte de tu alma que sí cree en la libertad, sobretodo en la libertad de equivocarse, levantarse y volverlo a intentar.

Nos sentimos amarrados a la facilidad y nos faltan cojones para la aventura, si en casa de papá y mamá se está tan calentito con el cocido asegurado de los domingos ¿para qué intentar exprimir la vida? Me quedaré aquí, quejándome un poquito, acomodado en mi cama de cuando era más niño y veré como otros despegan, se conocen, no titubean, tienen seguridad en si mismos... porque reconocieron que salir de casa les rompió la cabeza, el corazón y las manos, pero siempre se mantiene la esencia intacta.

Todos estamos un poco rotos y eso nos vuelve un poco locos. Quizás no son los pedazos quebrados, más bien el concepto con el que vivimos constantemente; la incapacidad para amarnos así, el creernos listos, pero en realidad ser unos idiotas, idolatrando siempre una actitud donde huímos de sentirnos, de vez en cuando, un poco tristes porque, aunque es cierto que tenemos derecho a disfrutar de la felicidad, no sabemos manejarnos ni con unas emociones ni con otras.

Buscamos cierta alegría en tragos de bebidas alcohólicas, en mucho sexo vacío, en la falta de regalos sin motivos, en ningún "te quiero" cuando alguien se desnuda de alma frente a nuestra ojiplática expresión... Nos hemos fallado y nos conformamos follando, si nos echan del trabajo vamos al trago fácil y a cuatro caricias manipuladas y previamente calculadas, nos falta la esencia de improvisar porque eso nos da miedo ¡no vaya ser que nos haga daño!.

Somos incapaces de mirar para atrás y reconocer que siempre, todas las personas, han estado un poco rotas y que eso no ha supuesto un muro para su avance personal, emocional y profesional... pero nosotros, la generación del tinder, del twitter, del facebook y youtube... nosotros nos excusamos más y eso demuestra que nos queremos menos.

Cuando conozcas la vida en si misma, incluso el trabajo de tus sueños, el sueldo que deseas, la mujer o el hombre que esperas, los hijos que sueñas, la casa que imaginas o los viajes por el mundo acompañado de ti mismo como única compañía... te darás cuenta que hasta esas piezas que compondrán tu existencia están un poco rotas por dentro, igual que lo estás tú ahora, la diferencia es que si te quedas ahí, si te estancas, todo pasará a ser una efímera ilusión de lo que pudo llegar a ser y nunca fue. Porque nos encanta regocijarnos en nuestros huecos vacíos, nuestras piezas y deshechar un tiempo que jamás recuperaremos en la banalidad de los gestos, en los momentos para olvidar y si tenemos recuerdos, que sean pocos y mediocres, no vaya ser que nos acostumbremos a lo bueno y eso nos vuelva a romper por dentro.

Al final tienes dos opciones: la primera, puedes reconocer que todos estamos fracturados por dentro, y tienes la segunda opción, no lo reconoces y sigues tu juego inconsciente de una verdad que puede darte toda la paz que añoras. Yo lo he reconocido y es por eso que ya no me sobreprotejo, dejar de ser la generosidad que muestro, la sonrisa que me sale, la emoción que siempre expreso, la quietud y la seguridad para quién conmigo quiera contar... si abandonase todo eso, simplemente, porque estoy rota por dentro, terminaría estando vacía, siendo dura y fría y creeme... no hay nada peor que eso.

domingo, 25 de diciembre de 2016

Ser la rara de ese alguien...



Yo quiero ser la rara de alguien, de ese alguien.

Que abra los ojos al verme, los brazos al tocarme, el corazón para recogerme. Que abra la mente para entenderme, la vida para dejarme un hueco, los días para planear juntos alguna salida.

Compartir todo lo que tengo dentro de mi pecho, dentro de mi rutina; los centímetros de mi cama, el tacto de las sábanas, el postre para darnos un capricho en conjunto. Yo deseo dar todo lo que tengo dentro de mi, sin miedos, sin cicatrices... alguien que no huya cuando las cosas se pongan tensas, cuando exista alguna lágrima o algún escurridizo "ahora no...", alguien que comprenda los ciclos de la vida, que tanto sepa reír, cantar, ver un mar en calma como mantenerse firme ante las tempestades, las responsabilidades y los sueños para construir en conjunto. Alguien que entienda los espacios, que no le de miedo la vida, que comprenda el tesoro del presente y deje puertas entre abiertas a posibilidades infinitas y a tramas del destino cosido por el universo.

Alguien que se recuerde a menudo lo bella persona que es y que me lo contagie, alguien que jamás cierre los ojos al verme, que admire mi avance personal y yo admirar el suyo de la misma manera. Alguien aventurero, sin miedo a lo terrenal, con ideales celestiales, que no le cueste abrazar y que entienda mi timidez... alguien que me lea sin yo escribir una sola palabra, que me llame bonita cada poco tiempo, que sepa que soy fuerte y ese empoderamiento mío le encante, lo goce.

Que me diga soy de cara guapa, de alma vieja y de corazón perfecto. Que no abuse de mi generosidad, que la disfrute dando lo mismo o todo lo que me pueda dar. Que de importancia a los segundos, porque aunque intangibles, son irrecuperables.

Alguien que ame el arte, que no se encierre dentro de si mismo, que sea culto y me abra a un mundo nuevo, alguien con quien poder abrirme sin que salga huyendo, alguien que no me manipule, que no me utilice para buscar algo mejor, alguien que de valor a mi confianza como un regalo tan valioso que no existe en el mundo oro para poder pagarlo.

Porque me gustaría encontrar a ese alguien que cante en la ducha, que comparta el agua caliente, con quien no arroparme porque a pesar de la vergüenza hacia mi cuerpo me diga que es precioso con cada una de sus marcas, me gustaría que me enseñe a abrir mis propios caminos, que se entretenga dormido en mi pecho mientras yo leo una novela que me haga reír de vez en cuando... alguien con quien compartir un desayuno, un juego con los pies desnudos, cosquillas, un abrazo mirando a un horizonte desnudo. Ese alguien en quien poder confiar de verdad, sin que exista el mínimo hueco para la duda.

Que ese mismo alguien no se atemorice con las diferencias y las encuentre incluso atractivas, alguien capaz de ver que si nos hemos encontrado es porque pertenecemos al mismo mundo, alguien que añada la misma intención que yo, que no se rinda conmigo y tampoco consigo mismo, alguien que vea mi potencial y me ayude a proyectarlo aún con más fuerza. Alguien a quien poder contar un cuento, que me deje de vez en cuando sacar mi lado de niña inocente, que me regañe si salgo con los pies mojados de la ducha pero que me dibuje un corazón en el vaho del cristal... alguien que me de mucho espacio pero me integre en su vida, alguien que me valore sabiendo que valgo la alegría, la pena, la lucha, la constancia y la vida ¡si así fuese necesario!.

Alguien que crea en la magia de mi vida y en la suya también, alguien abierto a verse entero... lleno de alegría y de intención. Alguien inagotable, que entienda cuando me siento vulnerable y débil frente al mundo, compañero de peleas contra el sistema para mejorar el mundo, alguien que sea empático y que entienda el valor de cualquier ser vivo.

Alguien, que dentro de mis rarezas, encuentre ese misticismo que me hace especial. Alguien a quien no le agobie mi cariño, ni mi cuidado constante, alguien que entienda que yo cambio rápido... alguien con un alma vieja, como yo, con los ojos puestos en la confianza hacia la vida.

Pues eso... eso es lo que merezco, no es tanto ni tan poco, es del preciso tamaño para mi corazón, del tamaño ideal para mi valor personal y para la persona que soy, no me conformo con menos.




viernes, 23 de diciembre de 2016

Gracias al 2016...

Gracias al 2016 que, aunque me arrebató a mi abuelo, me lo puso como un ángel a mi lado.

Gracias al 2016 que, aunque me hizo llorar, me dejó mirar bien que es lo que me hacía mal.

Gracias al 2016 que, aunque terminó una relación, me hizo reconocer cosas que no quiero repetir más

Gracias al 2016 que, aunque me han despedido 2 veces, he visitado sitios nuevos.

Gracias al 2016 que, aunque he cambiado mucho de compañero de cama, he disfrutado de muchos orgasmos.

Gracias al 2016 que, aunque no he estudiado nada grandioso, conseguí el carnet (a regañadientes).

Gracias al 2016 que, aunque con achaques y algún pequeño susto, conservo la salud.

Gracias al 2016 que, aunque me ha dado mucha soledad, me ha transmitido mucha autonomía.

Gracias al 2016 que, aunque se han acabado amistades, me ha traído nuev@s amig@s ¡y mejores!.

Gracias al 2016 que, aunque no tengo mucha idea de cómo será su último día, el resto han sido profundos.

Gracias al 2016 que, aunque con mis momentos, en general me ha demostrado mi fortaleza.

Gracias al 2016 que, aunque firme y muy rígido, ha sido un gran maestro.

Gracias al 2016 que, aunque con llanto, me ha enseñado realmente qué merezco.

Gracias al 2016 que, aunque con resistencias, me ha cambiado por fuera y por dentro.

Gracias al 2016 que, aunque jamás lo habría imaginado, me ha enseñado buenos cócteles.

Gracias al 2016 que, aunque no estaba en mis planes, me ha dejado con la boca abierta.

Gracias al 2016 que, aunque lo empecé haciendo cosas que me hacían infeliz, lo termino diciendo ¡sí!.

Gracias al 2016 que, aunque ha sido un golpe duro, me ha enseñado que la esperanza nunca se pierde.

Gracias al 2016 que, aunque me ha costado algún disgusto, me ha mostrado mis pozos.

Gracias al 2016 que, aunque como en una guerra, me ha enseñado mi parte más luchadora.

Gracias al 2016 que, aunque yo tengo ganas, él llega ya a su fín.

Que conserve para siempre lo que me has aportado. Gracias por haber sido un maestro a ratos duro y amargo, pero sin embargo, efectivo y constructivo.

Ojalá aprendamos a amar...

Somos tan jóvenes...
Y a la vez somos tan mayores...
Cómo para perdernos en esta incertidumbre...
De temores y temblores.

Somos escurridizos...
Y a la vez somos tan sólidos...
Como para escucharnos sinceros y sin cerrar los ojos.

Nos hemos escondido...
En mil y una excusas...
Para dejar de amar con ternura.

Y ahora lo más sencillo, de todo esto...
No es anteponerse a lo opuesto...
Lo que más nos libera y luego nos encarcela...
Es quitarse la ropa sin una sola mirada buena.

Somos tan jóvenes y a la vez tan idiotas...
Que hemos decidido propagar una locura rota...
Sin amor nos vencemos a los brazos de cualquiera...
Y llamamos cariño al vacío que hay entre la mierda.

Somos tan cobardes y a la vez tan ignorantes...
Que se nos acaba la vida sin haber amado...
Sin haber llorado, sin haber gritado...
Sin haber sonreído y sin haber tocado...
Sin haber tocado nuestra fibra.

Hola a las redes de contactos...
Y adiós al contacto sincero...
Hola a la excusa perfecta, al muro, al escudo...
Y adiós al cariño, a la palabra, al tacto...

Hola a la comodidad de jugar con emociones.
Y adiós a la responsabilidad...

Y mientras pasan los años esto se echa a nuestras espaldas...
Envejeceremos, nos haremos grandes...
Con una enorme sensación de pánico...
Porque habremos crecido alimentando el miedo a sentirnos amados.

Ama bien, pero ama.
Quiere bien, pero quiere.
Enternécete, suelta las riendas...
Pero comprométete con tu corazón...
Comprométete a no hacer de este mundo un lugar peor.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Abierta en canal.

Puedes irte lejos, lo único que te pido es que no te alejes.
Suena contradictorio pero son dos cosas diferentes...
No me importa si nos separan km...
Y tiemblo si nos separan enfados.

Me gusta el tiempo a solas...
Y me mata el silencio por las broncas...
Que no son tantas, son más bien pocas.

Sigo siendo una desarmada desconocida...
Con los brazos tendidos y de gesto firme...
Y tú, sigues siendo un fuego bravo...
Con mucha energía y luz para los malos días.

Yo, no te voy a imponer nada...
Solo quiero besarte y disfrutarte...
Y ojalá entendamos, antes de que sea tarde...
Que siempre existen diferencias,
pero lo importante es aquello que se sobrepone...
Sin etiqueta y sin nombre.

Tendrás mi hombro, mi mano...
Mis herramientas y mis palabras...
Porque soy noble, valiente y honrada.
Pero si escapas, si huyes, si descuidas...
No me arrastraré con una sonrisa,
no es vanidad ni orgullo...
Es que yo quiero cosas sanas, no mentiras.

Cuando me equivoque yo, perdiré mil veces perdón...
Cuando te equivoques tú...
Te perdonaré incluso sin decirlo...
Porque entiendo que no es fácil
Reconocerse errando. 


Aunque suene egocéntrico...
Puedo asegurarte que soy más de lo que jamás has soñado...
No te rindas, no cedas,no dudes...
Pues puedes perder el tesoro por la mera incertidumbre. 


No te voy a bajar la luna...
No te juraré para siempres...
No te aseguro nada...
Absolutamente nada...
A excepción de este presente.

Si lo tomas o lo dejas...
Eso ya no es cuestión mía,
Es cuestión de tu decisión y de tu mente.

martes, 20 de diciembre de 2016

La princesa de los osos II


Es la encarnizada lucha que llamamos vida y que nos morimos sin saber,precisamente, vivirla. 

Despojamos al pasado en nuestros andares hacia un futuro, que se empeñe quien se empeñe, siempre es incierto. La muchedumbre de la experiencia, que suben y bajan las calles de nuestro sentir, de nuestras vivencias y experiencias.

Y ante tanto cambio e improvisación, en el escenario de nuestra madurez, siempre te encuentras ahí tú y me haces recordar quién soy. Inamovible, inmutable, sólido, fiel.

Me abrazas en un mundo que pocos conocen, me consuelas cuando regreso a mi cueva. Siempre me esperas, con tu pelaje que está ahí, porque enseñas los dientes por mí cuando no veo venir el peligro... ¿y cuántas veces has acunado los pedazos de mi corazón? que a cada experiencia  quedan menos y son más pequeños. 

Pero tú sigues ahí, para que yo siempre sea fiel a mi. Y me has enseñado a decir perdón y a sentirlo desde dentro. Que eres esa parte de mi alma, siempre presente, reconocida y soñada. 

Te amo mi oso, gracias por ser consuelo y caricia, verso, sonrisa y desnudez en un mundo lleno de capas que visten cebollas podridas. 

"Y es que soy yo la que se alza, como el sol, de buena mañana. 

Soy yo la que calza, la que viste, la que baila... en el susurro de los sueños que aún están por venir.

Yo sólo sé ser como soy, porque el que da todo... honra merece. 
Y aunque honrada lo único que me apetece es la calma. 


Sentirme vulnerable entre cientos de hojas otoñales...

Y mecerme intuyendo algo mejor, con la esperanza como bandera.


Me gustan las moras, las noches oscuras, el silencio de la luna...
Y adoro tanto el cantar de los pájaros, las plumas inesperadas...
Y ante todo, la parte salvaje de mi lado indomable. 

Hay más de 500kg de empoderamiento sagrado dentro de mi ser. 
A pesar de mi aspecto dejado y mi delgadez...
Nací entre las estrellas antes de venir a este mundo...

Me hice amiga de los ocasos escondidos en las esquinas del universo. 


Eres mi amigo del alma, la esencia de mi verdadero ser.
Compañero fiel, eterno, hasta el fin de mis días.
Que nunca te separas, que siempre estás cerca de mi...
Y aunque otros te crean solo como si fueses un resultado de mi imaginación, 
como un absurdo amigo inexistente...
Tú, mi oso, eres real como el amor que sentimos y el oxígeno que respiramos."



domingo, 11 de diciembre de 2016

Estás...


Conversaremos de los cambios del mundo entero y haremos de menos aquello que es diferente entre los dos... es la ventaja de vernos, de habernos enseñado los dientes y sin embargo saborearnos enteros.

Me empapa por dentro esa agridulce sensación donde entiendo la libertad del ser y sin embargo me encantaría pedirte que siempre te quedes a mi lado... pero qué relativos son los "siempres" y qué mal suelen terminar esta clase de deseos. Al margen de esto, yo no puedo retenerte a mi lado y tampoco puedo retener tus caricias o tus abrazos, ni mis palabras medio dichas por miedo a un dolor que emerja de lo más profundo: el miedo al amor.

Hay tiempos y husos del tiempo mismo, aunque suene repetitivo, hago aquí un inciso y me invito al uso de la redundancia para hacer más ahínco, para entender que somos mundos diferentes donde nuestros minutos avanzan distinto.

Me gusta a qué sabe tu boca, tus abrazos, tu tontería loca... y esas cosas que tanto gritas sin mediar palabra, porque creo, aun conociéndote poco, que siempre has sido más de gestos, pues los gestos son firmes como un bloque de hormigón y al final a las palabras, que son livianas como plumas, se las puede llevar el viento.

Sé que hay dentro de ti una pequeña disputa y me gusta ser testigo, quiero demostrarte que soy dura y fuerte y es fácil contar conmigo, sobretodo, en las cuestas más empinadas de esta experiencia a la que hemos denominado vida.

No quiero sonar a la típica escritora que se engancha en clichés de caminos por tu cuerpo cuando tengo que soñar contigo, cuando encuentro esa inspiración divina en el roce de piel con piel... prefiero comentar, aquí en público y delante de todo el mundo, que sin lugar a dudas lo que más me gusta, mucho más que el sexo ¡y eso ya es mucho, mucho! es tu manera de moverte conmigo, tu forma de estar ahí, tu aprendizaje rápido de mi ser, tu respeto sin inmiscuirte, tu apoyo constante... no te quiero idealizar, porque esa es otra de esas cosas que siempre acaban mal, pero he de decir que has derrochado tanto cariño en tan poco tiempo que me siento completamente embriagada.

 No hablo de esos polvos nocturnos, diurnos y a deshoras que me hacen temblar las piernas y pensar que quiero más, siempre más, cada vez que tu mirada se cruza con la mía. Yo hablo de esa manera de ser amigo estando cerca o lejos, de ese inspirado "cosa guapa" que me escribes las noches que sales de marcha, casi volviendo, cuando curiosamente se cruza por tu cabeza un pensamiento... me gusta imaginar que ese pensamiento es "quiero verla" aunque nunca te lo he preguntado por miedo.

Y así cuando tú no estás yo siempre siento que estás cerca, que estás dentro. Y así cuando yo no estoy, tú... tú me buscas con cautela, disimulando y en silencio.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Escritor: intermediario de dos mundos esenciales.



La virulenta enfermedad que se expande, dejándonos secos y tontos, no es más que un pánico masivo a unos errores inventados, sobretodo el pánico a no ser quienes debemos ser y a la comodidad de las cadenas que nos atrapan, porque más vale malo conocido que por conocer. Si bien ayer os comentaba la importancia de liberarnos de la culpa, un texto y un aprendizaje desde un tono más cercano y cálido, hoy vengo con buenas nuevas sobre otros temas mucho más profundos.

Cuesta encontrar el camino correcto para hacer llegar determinados mensajes. Lo cierto es que, en muchas ocasiones, los escritores los escondemos bajo el pseudónimo de recursos literarios, de novelas, de fantasía... pero al margen de eso, son realmente verdad... ¿qué ocurriría en una sociedad, totalmente infectada, si sacásemos a relucir una verdad dicha como tal? Sin la artimaña de esconderla detrás de telares que solo dejen vislumbrar los secretros para unos pocos... la respuesta a esta pregunta es que se destruiría, mandarían hacerla añicos, quemarían hasta los cimientos de donde viene esa idea, ese sentimiento, esas palabras... y si pudiesen, sin dudarlo un segundo, accederían al árbol del conocimiento para arrancarlo de cuajo y convertirlo en un mueble desmontado al más puro estilo IKEA. Es por ello que de las artes, la literatura y todo lo relacionado con escribir, está tan ligada a la verdad del mundo.

El artista tiene una obligación sobre sus hombros, sea más o menos consciente de ello, representa el intermediario entre las emociones de un mundo abstracto pero real y el mundo tangible en el que nos movemos. Dicho papel solo puede llevarse a cabo con unas grandes dosis de sensibilidad y pocos filtros ante lo emocional, cada artista recorre un camino diferente y sin embargo en común tienen lo mismo: un enrevesado destino lleno de experiencias a flor de piel.

Hace algún tiempo, cuando aún no era quien soy ahora, una persona con la que trabajaba me comentó que todo artista, sobretodo se refería a los escritores, tiene que vivir muchos amores, vivir muchas experiencias porque sólo en un terreno tan fangoso, como una vida llena de vaivenes, se puede cultivar el fruto de un talento tan poderoso. Esto no me sorprendió, pues simplemente echando un vistazo a los escritores más influyentes, la gran mayoría, han tenido una vida llena de experiencias, de contactos con muchas realidades, de enganches a todo tipo de situaciones, sustancias y personas.

Lo que me aflige realmente por dentro es que se pongan tantas trabas, a todos los niveles, para evitar expandir el arte como una parte que es fundamental en la cultura y la evolución social, política, cultural y ética. Considero, desde mi perspectiva, que toda forma de arte no violento expande al ser humano hacia su más iluminada versión y promueve un sinfín de crecimientos interiores incapaces de entender con la mente... aunque me aflija, entiendo perfectamente que es necesario para el control de una sociedad que sigamos en nuestro papel de sumisos, subordinados y acatando todo tipo de órdenes... las alas del arte son lo que invitan al humano a sobrevolar todo lo que está a su alcance y eso no conviene a los poderes, humanos, superiores. Que lo entienda, que entienda ese roll y esa lógica, esa manipulación masiva, no quiere decir que lo comparta.

Por otro lado, el camino del escritor, sobretodo cuando aún es un desconocido entre toda la humanidad que le rodea, es arduo desde el principio. Empezamos amando leer y sin darnos cuenta seguimos imitando todo aquello que admirábamos, hasta encontrarnos de bruces con nuestro propio estilo, que sin un guía adecuado quedará sin pulir durante bastante tiempo pero emanará una autenticidad llena de ilusión.

Conservaremos eso a pesar de los golpes que nos dará la realidad del consumismo, pues ya no solo vale escribir y de poco sirve la calidad de tus palabras o la sonoridad de tus párrafos... lo que importa, en este sistema capitalista, es que vendas... ¿y cómo vas a vender algo que despierta conciencias en un entorno profundamente deshumanizado? Ya no interesan los libros que te hagan abrir los ojos porque los que más se venden, a espuertas, son aquellos que solo entretienen... qué banal es la emoción del entretenimiento y a la par, por contradictorio que sea, cómo de importante es para nosotros, porque en el aburrimiento sentimos un profundo sufrimiento, es el sufrimiento de saber que deberíamos aprovechar ese tiempo para crecer de dentro a fuera y en vez de hacernos cargo, huímos despavoridos hacia cualquier actividad que no requiera de un compromiso más allá que el de mantenernos embobados. Supongo que es de este mismo sentimiento de donde nació esa fuerte admiración por la televisión y por quedarte enganchado a cualquier programa gestionado por cabezas generadoras de dinero y representado por una persona de sonrisa perfecta que hace algún tiempo puso ya su entidad en venta.

Tengo la fuerte sensación de que es ahora o nunca; captamos el mensaje y nos ponemos a ello o perdemos una magia fundamental que es la única que nos puede mantener lejos de las garras que intentan mantenernos atrapados por mucho tiempo más.




martes, 6 de diciembre de 2016

LIBÉRATE DE LA CULPA:


Las decisiones se toman constantemente, a diario tienes que decidir si ir a la derecha o a la izquierda, si vestirás con calzado marrón o negro, si prefieres bolígrafo rojo o verde, si vas a comer pasta con tomate o con aceite de oliva, si elegirás postre o no, si irás al gimnasio o si por hoy lo dejas pasar... Como ves, estamos rodeados de tomas de decisiones constantes.

Algunas de estas decisiones son de manera más consciente, pudiendo depositar en ellas una intención clara y planificando algo en relación al futuro, otras son más banales y no requieren de tanta atención. Las decisiones son esos pasos que al final nos llevan a ser quienes somos, porque te aseguro que no serías la misma persona si hubieses estudiado otra carrera, si no hubieses cambiado de trabajo o si por algún motivo no hubieses roto esa relación... y eso, eso es realmente bueno.

Son las decisiones las que te llevan a darte cuenta de que este presente que vives era ese futuro que tanto temías, tomas decisiones sobre donde invertir tu dinero, que caprichos darte, qué tono de voz utilizar o donde centrar tu mente. Las decisiones te llevan a experimentar y aunque creamos que con ellas lo controlamos todo, lo cierto es que no es verdad. Nosotros controlamos la decisión en sí, responder de forma negativa o positiva, pero lo que ocurra después de esa respuesta puede encajar o no con lo que teníamos pensado, con esa expectativa pre-concebida.

No temas tomar decisiones, al final la vida que caminas está compuesta de ellas. Como te decía, a veces tomamos decisiones de manera inconsciente, como elegir siempre el mismo camino de vuelta a casa, tomar siempre el mismo autobús, desayunar a la misma hora o llamar a mamá siempre una vez al día... dentro de esa rutina, a la que estamos acostumbrados y que desborda de decisiones, ocurre la magia de la vida... porque dentro de las decisiones que ya forman parte de nuestra zona de confort, hay otras, más o menos grandes, que se alejan de esa zona y nos llevan a experimentar grandes situaciones en nuestra vida... momentos que sin duda nos inyectan un gran conocimiento sobre nosotros mismos y una madurez que no tiene precio, e incluso me arriesgo a decir que en esas decisiones del día a día, las que ya forman parte de nosotros y de nuestros horarios habituales, hay magia incandescente, latiendo, que nos puede hacer encontrarnos con una persona que cambie el rumbo de nuestra historia o un suceso que rompa todos los esquemas y nos haga experimentar libertad.

La vida, de todo tipo de animal, está compuesto del resultado de la suma de un montón de decisiones que hilan y cosen con tesón nuestro el destino y los siguientes pasos. Las decisiones condicionan y a la vez liberan, nos introducen como protagonistas en un precioso vaivén de contrariedades sumamente necesarias para llevarnos al crecimiento que nos merecemos, un crecimiento que nadará con libertad entre nuestra mente y en aquello que podremos transmitir a las futuras generaciones.

Pero en ocasiones arrastramos una insana y destructiva emoción en relación con las decisiones que tomamos... nos sentimos culpables por tener tal capacidad, por poderla disfrutar, porque añadimos más responsabilidad a la vida de la que realmente tiene. No nos educan con saber que hay decisiones buenas y otras un poco menos buenas (a priori) pero que al final todas las decisiones son esenciales y son maestras... nos educan con una carga de responsabilidad hacia nosotros mismos y nuestro camino, nos educan con un peso a la hora de tomar decisiones que nos lleva a no saber digerir lo que puede ocurrir después, parece que estamos programados a vivir siempre esperando que cada decisión convierta en realidad nuestras expectativas. Esto ocurre porque nadie nos ha dicho que a pesar de que la vida en una gran cantidad de ocasiones sea dura, hay maneras mucho más sencillas de digerirla y de entenderla. Incluso a pesar de las cosas complicadas, asumir la vida es mucho más sencillo... y la cosa es que esta sencillez nace de la simpleza de vivir, precisamente, sin expectativas. Partiendo de esa ecuación, podemos tener entonces en mente que tomar decisiones, en la mayoría de las ocasiones, es mucho más fácil.

Es muy importante que cuando queramos iniciar algo en nuestra vida nos liberemos de la culpa a la hora de elegir que pasos dar. Esto debemos tenerlo a cuenta con nuestro día a día... y es algo primordial para entender que hay decisiones que hemos tomado que estaban destinadas a hacer que nos equivocásemos, porque los aciertos y las equivocaciones son maestros del mismo palo; inevitables, superables, integrables y liberadores.

Suelta de tu mente la culpa por haber tomado decisiones o haber llevado a cabo determinados actos en tu vida, aléjate de realidades alternativas que no se han cumplido... sé más benévol@ contigo mism@ ¡no estamos aquí para arrastrar pesadas cargas y mochilas que nos descompongan! ni para mantenernos tan rígidos, no hemos venido para mutilar nuestra conciencia con cosas que no son tan densas ni tan dolorosas, ni hemos venido para hacer de un grano de arroz una montaña de problemas que al final son humo... hemos venido a asumir, aceptar, integrar, liberar y entender que la sencillez de nuestro camino depende única y exclusivamente de cómo nos tomamos las cosas, del control que ejercemos sobre nuestras emociones y ante todo... de cómo de sanada tenemos la condena de la culpa.

Simplifica tu vida entendiendo que todas las decisiones te están llevando, sin lugar a dudas, a un futuro mejor, porque siempre te espera algo mejor: una persona mejor para tu camino, un aprendizaje mejor, un trabajo mejor, una vida mejor, una casa mejor, un momento mejor, un viaje mejor, un proyecto mejor, un presente mejor que ese futuro que habías pensado.

No tienes mucho tiempo para amarte, empieza ahora que la vida es más corta de lo que imaginas.




viernes, 2 de diciembre de 2016

Si echas raíces...


(No seremos los que fuimos, ni somos quienes habíamos pensado ser, quizás es esa complicada simpleza la que le añade un detalle especial a la vida.) 


No me importa que eches raíces si luego no me las arrancas de cuajo.
Puedes crecer a mi lado y a la vez dentro de mi, hay hueco para ambos, soy de corazón holgado.

Eres la pluma más liviana que he observado en este mundo de ventiscas, el mar en calma en un temporal de océanos embravecidos. Eres la incógnita, la pregunta y la certeza, la curiosidad que mató al gato.

Causalidades, como te gusta a ti llamarlas, son las que se unieron para encontrarnos. Yo, en pleno proceso de floración individual y tú, sin buscarlo, te has encontrado con una sorpresa más.

Me gusta la magia que quiere emerger de tu interior, quizás sea esa parte de ti la que me observa en silencio incluso mientras duermo... lo hiciste el otro día y lo has hecho más veces... ¿serán en esos momentos cuando las dudas te pueden? Existen diferencias, porque somos diferentes.

Pero resulta que cuando me coges de la mano nuestros dedos encajan, como cuando me besas desprevenida o me abrazas. Resulta que hay cierta armonía cuando me tumbo en tu pecho y me dejo vencer por el sueño y tú sigues siempre tan activo y tan despierto... Hay cosas muy iguales, como mis curvas que parecen corresponder solo a tus palmas, algunos pensamientos que son totalmente parecidos y ante todo esa atracción física, mental y espiritual que nos hace sentirnos cerca, incluso cuando no nos vemos ni nos sentimos.

Ya te lo dije, te lo repito de nuevo: el otro día me propuse aceptarlo todo, sin condiciones ni peros, su verdadera naturaleza sin maquillajes ni evitando lo que al final, con el tiempo, siempre sale. No me importa que a veces seamos como el día y la noche... no me abruma mi oscuridad, ni tu fuego salvaje, ni las cosas que se olvidan con 30 segundos de besos y caricias... porque lo importante, lo verdaderamente importante, es que a este mundo hemos venido con una capacidad: crear a nuestro antojo... y a mi se me antoja tu boca, tus manos, tus palabras, tu voz, tu risa, tus pensamientos cuando salen entrecortados con tus carcajadas... Se me antoja tu actitud bandida, tu mirada canalla, tu cariño hacia mi sin decir ni media palabra, tu valor como persona íntegra, tu alma humana, tus ideas claras, tus puños en alto, tu sutileza cuando sabemos que me protegerías ante cualquier ataque que yo sola no pudiese lidiar... Se me antoja tu persona, tu entidad, tu inteligencia, tus anécdotas, tu confianza plena, tu ilusión escondida con esmero para no sentirte vulnerable y también se me antojan tus pánicos, tus agobios, tus enfados, tus heridas que aún sangran, tus aperturas de corazón sin medias tintas cada vez que te lo pido, tu sinceridad, tu transparencia...

Si como humanos hemos venido a crear, creemos pues... ya que entre tú y yo hay aún mucha anécdota por escribir/vivir.