¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

lunes, 30 de mayo de 2016

Destinatario: el cielo


Hola abuelo, llevamos ya unos meses sin tenerte aquí físicamente, las cosas han cambiado bastante, la abuela te añora mucho, la familia te echa de menos también un montón y creo que cada uno está encontrándose consigo mismo en un trabajo individual bastante profundo. No hablamos mucho de ti, creo que es nuestra manera de protegernos ante las emociones... hay muchas cosas que se me han quedado a medio decirte y bueno, no sé, hoy tengo el día sensible y pensé que era el momento.

Te doy las gracias porque tengo la certeza de que pediste un día más a la vida, primero para poder felicitar a tu nieta en su cumpleaños y segundo para poder disfrutar del amor de tu vida y estoy muy agradecida por ello. Después, sin dudarlo mi capacidad de lucha y de salir adelante, de no ser rencorosa y de mantener las puertas abiertas de mi casa para todas las personas que conozco y he conocido viene de ti y por eso también te estoy muy agradecida, también me gustaría pedirte un pequeño favor: no te preocupes por mi, en serio, no lo hagas, aunque pase por una fase que parezca inestable saldré de esta lo tengo claro y tú podrás verlo, desde ese lugar al que van las almas claras como la tuya. 

Tengo un poco más claro hacia donde enfocar mi futuro, sé que eso te llenará de alegría y satisfacción, me habría encantado que me vieses cumpliendo mis metas, llegando a ese porvenir que sabías que estaba destinado a mi, pero aunque no estés físicamente te prometo un momento para ti en cada una de esas celebraciones, para que andes orgulloso con tu sonrisa bien puesta y tu pecho hacia fuera donde estés diciendo: esa es mi nieta, la única nieta que tengo. 

Tras tu ida aprendí a darle importancia a eso de coger el teléfono y devolver las llamadas, también a que el tiempo pasa demasiado rápido como para callarse los "te quiero", aunque también he aprendido a no arrastrarme por nadie y a intentar, en la medida de lo posible, disfrutar de la compañía de los que tengo cerca. Además me he propuesto liberarme de cargas, no sentirme encadenada a procesos mal cerrados... y aunque necesito algo más de tiempo también me he propuesto volver a amar con todo mi ser, como mi naturaleza es. 

Tú sí eras de fútbol a si que te envío la noticia de que el Madrid ha ganado, enhorabuena habría sido una buena celebración con tus nietos pequeños, yo nunca fui de fútbol pero compartíamos ese amor por las cosas humildes, la naturaleza, las plantas, las hortalizas y las comidas de toda la vida... tengo una planta nueva, de albahaca, si me mandas consejos para cuidarla haré todo lo posible para que salga adelante. 

Abuelo me hubiese gustado haberme abierto más contigo, haberte contado mis miedos profundos, como lo mal que llevo el rechazo o lo sola que me siento a veces... pero no lo hice, te contaba poco de mis dolores porque pensaba que así en esa ignorancia estarías más feliz ¿y sabes de lo que me he dado cuenta? Ocultar las cosas profundas del alma solo hace que nos quedemos sin consejos con los que labrar un futuro... 

Estuve en Francia y me acordé de ti, sé que no te hablo a menudo y que no te escribo a menudo porque cuando lo hago lloro y a veces eso me hace sentir un paso atrás... no te lo tomes como algo personal que siempre te voy a querer, bueno allí en París te encendí una vela... a ti y a todas las personas de mi vida y me acordé de la historia que me contó la abuela, cuando te pidió que la llevases a París y como siempre tu jamás le dijiste que no a nada, te pusiste a ahorrar e hiciste que cumpliese ese sueño, yo quise hacer un viaje parecido pero me salió un poco rana, aunque los planes siguen ahí para la persona indicada. 

Siempre has sido una persona de referencia en mi vida y cualquiera que me conozca sabe que se me llena el pecho cuando hablo de mis abuelos, el pecho, la sonrisa, el corazón... Que me alegro de haber sido vuestra nieta y no necesito que nadie me diga lo especial que sois, lo tengo bien claro. 

Por último y antes de despedirme te pido un favor muy muy grande: cuidame a la abuela, hazla estar muchos años aquí con nosotros, aún no puedo despedirme de ella porque su manera carismática de ver la vida y su cariño incondicional son de mis mayores pilares... ¡ay! como entiendo que te enamorases de ella... si hasta yo que soy su nieta la amo. 

Espero que las cartas al cielo no lleguen con retraso, pronto te escribiré con buenas noticias ¡lo sé!.

Te quiero.

Amalia.

sábado, 28 de mayo de 2016

A ti


A ti, que serás una parte del cosmos, como lo soy yo y como lo somos todos.

A ti, que no sé si te conozco o no, pero que cuando te reconozca dentro de mi será algo diferente y espero tardar un poco en reconocerte, no por ti es más bien por mi, no quiero que te responsabilices de mis heridas abiertas, estoy aún en mi cueva aprendiendo a lidiar con mis mundos... ojalá resuene todo en un momento de paz, de paz interna en mi misma. 

A ti tengo que decirte que soy de peli y manta y de ahí no me saques muchas veces, también que me gusta la extravagancia, que doy un fuerte e importante significado a la palabra ''familia'' y para mi ''familia'' también es gente con la que no comparto genes ni sangre... A ti tengo que advertirte que igual que en algunas ocasiones soy un prado lleno de flores hay en muchos momentos que soy un mar embravecido, que no me idealices porque me harás responsable de cumplir con unas expectativas que no son mías. 

A ti, antes que nada debes saber que soy más fiel a mis ideales que al mundo material, y así me va a veces racaneando, que amo la música antigua y que soy una romántica, que creo en las oportunidades y que dentro de mi hay dos cosas que laten: el corazón y la esperanza. Debes también conocer una parte de mi que nunca se separa de mi, esa parte de nostalgia y decadencia, de tristeza arrastrada, con la que convivo y que en algunas ocasiones emerge y me hunde en su presencia, que no debes luchar contra esa parte porque también soy yo. 

A ti, que no serás la mitad de nada porque no creo en medias naranjas, pero creo en compañeros de equipo de vida, a ti te dejaré ver lo más bonito de mi sin reparo ninguno y lo más feo, con ello te aseguraré un cuidado continuo, un cariño perpetuo y espero ayudarte a seguir volando. A ti te dejaré todo lo que sea mío, te enseñaré como veo yo el mundo y espero que lo veamos de manera parecida y si no es así, que tú tengas ganas de enseñarme tu manera de verlo.

A ti te invito a hacerme reír porque no hay cosa que más me guste que reír a carcajadas. Te invito además a dormir conmigo bajo un cielo estrellado, a recorrer alguna parte del mundo y a ver mi capacidad de superación, porque aunque a regañadientes reconozco que soy una persona con una gran capacidad de superación e invencible. 

A ti, que espero que no tengas reparos en el amor, te escribiré habitualmente y tendrás que soportarlo, normalmente pequeñas cartas, porque así soy yo que no concibo la vida sin letras. 

No pretenderé idealizarte pero espero que en la medida de lo posible tengas el coraje para luchar por mi en cualquier circunstancia, la voluntad para no dejarte influenciar por las sombras o por los demás, la ilusión por llenarme de flores una habitación y el tiempo sin limite para escucharme hablar día tras día.

A ti tengo que decirte que ahora mismo estoy descubiéndome, que vivo sola y que a veces eso es una bendición y en otras ocasiones una condena, que me encanta cocinar y que amo un buen té calentito, tanto en invierno como en verano. También amo los ramos, el sonido del mar, que me cojan de la mano y que me den besos sorpresa. 

Contigo espero compartir mi locura, que seas  tan inocente en esto del amor como lo soy yo y si así es te prometo segundos, minutos y horas, te prometo compañía, apoyo y trabajo en equipo. 

Y hasta entonces aquí estoy, quizás ciega al no verte, quizás ausente en tu vida, quizás todavía una auténtica desconocida para ti... pero no te apenes porque estoy bastante bien, experimentando momentos diferentes que serán los que me conviertan en esa luz que te deslumbre, que toque esa tecla dentro de ti y despierte tus adormecidas mariposas.

Los prejuicios de quienes hemos sido y quienes somos.



Hola mundo, este post lejos de querer ser algo inspirador o emotivo, lejos de ser algo literario, es una opinión, una gran opinión sobre la crítica ajena, la queja, la manera que tenemos tan sutil y dolorosa de etiquetar a los demás, de creernos con la verdad absoluta y de condenar a personas por haber trabajado de, haber experimentado tal y haber vivido nose qué, pues allá va con todo mi corazón:

Como muchos saben, mi mundo podría decirse que se divide en 2 variantes principales, por un lado la variante más "normal", rutinaria, que consta de trabajo que me da un sueldo (cuando lo tengo), de amigos de mi edad, de actividades más normales como ir de copas, salir, experimentar con la vida misma... Por otro lado tenemos la otra variante, la variante "espiritual" que consta de mis actividades místicas y alternativas, de mi vida como terapeuta, de mis consultas de tarot, de mi asistencia a terapias y rituales y ceremonias, de mis experiencias místicas y de mi crecimiento personal a nivel emocional, humano y consciente.

En ocasiones me encuentro que algunas personas o situaciones de mi vida espiritual se encuentran enfrentadas con la otra mitad de mi mundo, o al revés, lo cual a nivel personal me genera una sensación de confusión, pero no porque alguien pueda convencerme de algo en lo que no creo, lo cual no es posible, si no porque no entiendo la dificultad para simplemente aceptar cosas que no nos influyen a nosotros directamente y me explico mejor, cuando hablas de un mundo delante del otro mundo siempre salta el típico juzgón que tiene que poner la guinda sobre el pastel, como si aquello fuese con él cuando para nada está implicado y es algo que no entiendo, pero aún menos lo entiendo cuando ocurre más desde el mundo espiritual hacia el mundo más terrenal. Quizás estoy equivocada pero entiendo que las personas iluminadas y espirituales tienen más consciencia y por lo tanto más tolerancia y responsabilidad para aceptar el libre albedrío de los demás sin juzgar ni utilizar condicionantes, sin creerse con la verdad absoluta, pues considero que la verdadera espiritualidad es alcanzar la humildad en su estado más puro y eso implica lógicamente entender que hay personas que recorren caminos totalmente distintos.

La verdad que me siento bastante privilegiada de conocer gente tan diversa, personas que han ejercido en todo tipo de lugares y que han experimentado la vida como les ha resultado más armónica para su camino en ese momento, gente luchadora que no se ha rendido, que ha sobrevivido y que lo sigue haciendo, que aprende y que sigue saliendo a flote y aunque con muchos de ellos no estoy de acuerdo en el trabajo que les toca realizar no les juzgo por ello pues sé que un ser humano es mucho más que el trabajo que hace. Gracias a eso tengo amig@s que son médicos, enfermeros, ingenieros, dependientes, mecánicos, bomberos, militares, policias, informáticos, fotógrafos, escritores, periodistas, músicos, farmacéuticos, psicólogos... Y ellos no son lo que ejercen, aprenden de lo que ejercen una enseñanza con un valor descomunal, pero no son solo aquello que les da un sueldo, porque nadie lo es y porque es lógico que la vida es mucho más.

Quizás con este mensaje lo que intento es apelar al sentido común y que dejemos de etiquetar a personas por lo que ejercen o han ejercido, sobretodo es un llamamiento para todas esas personas espirituales que desde esa posición equivocada de sabiduría, que se han auto-otorgado, no se rían ni señalen, ni juzguen ni se crean más que cualquier otra persona que pueda llevar a cabo un trabajo que simplemente no aceptan, porque realmente ese camino no va con ellos, es más, lo que va con ellos, con las personas espirituales, es alcanzar la capacidad para ver la belleza en las personas por encima de lo que hacen, si no han llegado a ese punto que no se crean ni tan importantes, ni tan conectadas y mucho menos tan espirituales, porque realmente se comportan de una manera bastante más oscura que cualquier trabajo "de tierra".

Es momento de liberarnos de los prejuicios, la evolución de la conciencia colectiva se encuentra en la aceptación, en la belleza sobre la bruma, en la conexión de corazones por encima de los trabajos físicos, kármicos y energéticos.

En primera persona debo decir que he realizado trabajos que no me han gustado nada y que a priori pensaba que no me transmitían algo importante, sin embargo con el paso del tiempo te das cuenta que determinadas experiencias te convierten en una persona más empática y tolerante, más libre pues te libera precisamente de poner prejuicios sobre las personas por aquel oficio que han llevado o llevan a cabo, de esa manera te das cuenta que aunque dos personas trabajen en un mismo lugar eso no las convierte en lo mismo y que muchas personas se iluminan precisamente experimentando en primera persona situaciones bastante duras, porque como se suele decir "nadie se ilumina fantaseando con la luz, si no haciendo consciente su oscuridad".

Por eso ni dos personas que ejerzan en un mismo ámbito son lo mismo ni tampoco dos personas que se consideren espirituales tienen porque ser igual de iluminadas y sabias. Los detalles y los matices son importantes y solamente los encontramos si nos liberamos de los prejuicios hacia los demás.

viernes, 20 de mayo de 2016

La encrucijada.


Lo cierto es que me siento en una encrucijada, la propia selva en la que vivo se me hecha encima. No sé si alguien podrá entender cómo me encuentro, en este vacío mío que llevo por dentro.

Las personas pueden ser de dos maneras y yo generalmente soy de la manera menos "adecuada", quizás sea por eso que me siento cazada por mis propias decisiones, aquellas que me han llevado a este destino mío, a este presente propio. Las dudas corrompen a los hombres y los miedos alteran los regalos del destino y a pesar de tenerlo bien claro, porque realmente lo tengo claro, es como que en este instante no puedo evitarlo, leí el otro día que el miedo se puede usar como propulsor y es una gran idea, la cuestión más importante es ¿propulsarme hacia dónde? Quizás me equivoque de sentido cuando me puse a mirar al horizonte, cuando aposté todo a nada, cuando me escondí entre aquellas cartas y cuando a pesar de que era una locura seguí adelante, lo cierto es que ya no queda nada de entonces, vanos recuerdos de hace algunos años y una sensación que me reconcome por dentro, supongo que es porque hasta ahora en mi vida nunca había experimentado el arrepentimiento.

El verano se avecina con sus ganas de luz, su fuerza desembocada, sus cambios constantes, su ritmo acelerado y sus horas alargadas... Y a mi todo eso me repatea bien fuerte, aún no me encuentro en condiciones para ver como la luz proyecta más grande mi sombra. Como decía en la primera frase, estoy en una encrucijada, concretamente en medio de un cruce, ahí en pause con el miedo a volver a equivocarme.

Hace años me separé de un lugar, ahora ya no tengo hogar donde regresar, siento que estoy sola en una trinchera de una batalla llamada vida y que me faltan recursos para liberarme de la angustia.

Otra noche más me abrazaré a mis pedazos rotos, conectaré con mi lado más salvaje y por encima de todo intentaré que mi fe resplandezca aunque sea efimeramente imponiéndose sobre las nubes de mi cabeza.

jueves, 12 de mayo de 2016

La realidad de mi ahora.



En esta libertad impuesta me vi las alas y me acojoné yo sola. Puedo ascender, moverme, ir, venir, volver y probar... Pero tengo un cuaderno de tantas equivocaciones que me duele volver a escribir sobre lo mismo. No se pueden esquivar los aprendizajes para el alma.

La excusa es siempre la misma: eres demasiado sensible. Y el tiempo no parece ir a mi favor. Encontrar el hueco dentro de mi misma que sea la guarida para las piedras que caen sobre mi tejado, sobre mi vida, sobre los cielos que me arropan y que a veces me aprietan tanto que parecen que me ahogarán... Me aferro a esa fe y recuerdo aquella frase "cielo ¿qué quieres de mi?" y la repito tres veces, como el mantra que guiará mis pasos.

Me queda un poco de optimismo entre tanto vaivén, por ejemplo saber que aunque se de todo nunca quedas vacío al cien por cien, conocer la fuerza de la voluntad y ser testigo del poder de la creación. 

Podría ser suficiente, pero a veces no lo es y ahora es una de esas veces. Estoy algo cansada, miro atrás en el tiempo y me pongo a pensar cuál fue la condena que me impuse, miro adelante en el tiempo sin poder vislumbrar nada y me quedo pendiente de mi presente que parece una prueba de riesgo donde esquivar mil obstáculos y superar cientos de pruebas diarias, y lo único que espero es no salir mal herida.

Me falta voluntad, me falta fuerza así en general, me sobran horas, echo de menos unos abrazos, la risa, el luchar... Incluso siento nostalgia por algo que jamás tuve de verdad. Nací con tantas lecciones a medio aprender que se me acumulan conforme avanzo, me encantaría mandarlas todas a tomar por culo pero lo cierto es que no puedo porque mi concepto sobre la responsabilidad y el compromiso me lo impide.

Antes para sobrevivir me aferraba a las ilusiones, incluso de realidades inciertas aunque era un autoengaño funcionaba de maravilla como un motor propulsor... Pero la verdad es que ya no puedo volverlo a hacer, que no me quiero mentir ni un poquito, a si que siendo sincera lo único que estoy haciendo es tomar decisiones desde "perspectivas", no sé, tengo el convencimiento de que quizás me de un buen golpe después.

Tengo ansiedad, vivo prácticamente en una ansiedad perpetua nacida de mi obsesión por un control que pocos conocen dentro de mi y por un sueño que para nada se parece a los que suelen tener los demás, porque hace mucho tiempo dejé de dar importancia a los sueños materiales y me centré en la vida emocional y sentimental como el centro de mi rutina, de mi día a día... ¿por qué? Pues porque cuando mueres no te llevas lo material, porque puedes sobrevivir una semana comiendo arroz con tomate pero... en serio, la gente que carece de una riqueza emocional y sentimental malviven el resto de su vida, cual zombies vacíos. El amor propio y la autovaloración te aportan muchas cosas, y son imprescindibles, pero no creo que sean lo único porque no se puede negar que somos seres sociables y esa es una necesidad imposible de arrancar de nuestra naturaleza, imposible de extinguir de raíz, imposible de transmutar en su totalidad... Por eso cuido a la gente que amo y que quiero y por eso me centro en amar y querer, dándolo todo, volcándome en ello ¿cómo si no? No conozco otra manera de sentir la vida. 

Y aunque hay momentos que me encanta disfrutarlos sola, normalmente incluso en esos instantes tengo las puertas abiertas para dar la bienvenida a cualquier persona que quiera acompañarme... Me encanta leer en soledad pero leer en compañía es también un gran momento de autoplacer, adoro viajar pero viajar en compañía me descubre cosas en mi misma relacionadas con la tolerancia, el compañerismo, el compromiso, el cariño... No lo puedo evitar, soy de esas personas que adora hacer cosas grandes acompañada y no es por presumir, es por compartir.

En fin como comentaba, me encuentro en un momento donde estoy más bien perdida, con un batiburrillo emocional, un saber sin saber, un sentir incesante y un trabajo constante conmigo... Que ahora me toca vivir conmigo misma, ya no hay posibilidades de grandes momentos para compartir, porque me siento en la esencia, en el estado primigenio de supervivencia de cualquier ser vivo, en la reconstrucción con errores... Se me da a mi bastante mal esto de ser adulta, quizás entré antes de estar preparada y ahora parece que lo tengo todo encima. Que pase pronto o se me haga corto este proceso, es lo único que pido, para todo lo demás me encuentro siempre a la voluntad del destino.



viernes, 6 de mayo de 2016

Y yo ¿de qué me quejo? ¿y tú?



Cuando nos dicen que siempre hay alguien en una situación peor que la tuya, no te lo crees... hasta que lo ves. Y esas enseñanzas son la vida misma chillándote: ¡eres un idiota desagradecido!.

Y es así nos tiramos más de la mitad del tiempo quejándonos ¡y yo soy de esos/as!, nada nos parece suficiente; autoexigencia y exigencia también hacia los demás, nada nos hace sentir satisfechos del todo, nada nos transmite calma, la dicha parece temporal y efímera ¿y de la felicidad? Creemos que es pura utopía, estamos tan enredados con el tic-tac de una vida ficticia que ante todo nos ha enseñado a ser pejigueros, refunfuñones, desilusionados... Que nos hace temer al amor, que nos hace atemorizarnos por invertir todos nuestros ahorros en un viaje por el mundo y vernos sin absolutamente nada a nuestro regreso.

No es suficiente que tengamos un trabajo, sea temporal o no, no es suficiente que tengamos dinero, sea mucho o poco, y tampoco es suficiente, para nuestro ego, que tengamos mil oportunidades para hacer mil cosas suficientes... ¿Por qué? Porque somos egoístas desmedidos. 

Tenemos la vida misma cada día y si al día siguiente despiertas, se te ha vuelto a otorgar el mismo regalo ¿no es suficiente?... Nos creemos solidarios, pero de solidarios tenemos poco cuando no somos agradecidos con lo afortunados que somos en nuestra vida ¿qué solidaridad existe en que te creas con derecho a quejarte por, básicamente, la vida misma? Cuando hay gente que apenas tiene vida, que muere, que sufre, que agoniza, que viven muertos porque ni siquiera tienen dinero para comer.

Que idiota soy, que idiotas somos... Nos obcecamos en nuestros planes, en nuestras metas, en nuestras ambiciones ególatras y cuando los planes se tuercen y todo termina saliendo del revés a lo que teníamos pensado, en vez de agradecer la oportunidad de poderlo rehacer, nos sentamos a quejarnos desde esa inmadurez que jamás nos va a abandonar hasta que te despojes de ella, a través de la propia voluntad, por una de esas hostias de humildad que reparte la vida cuando menos te lo esperas.

Que pensamos que el equilibrio y el bienestar están de puertas para afuera, nos mantenemos a la espera de que alguien arreglará nuestra vida o que todo se solucionará con un novio nuevo, una casa nueva, un trabajo nuevo... Pues claro que todo se va a solucionar, principalmente se solucionará sobretodo si tienes salud y  si tienes vida porque para serte sincera, tienes mucho más que la gran parte de la población mundial.

Si no estás siendo esclavizado, si una enfermedad mortal no te ha elegido a tí de entre todos los seres humanos que habitan este lugar, si no te han hecho algo que no puedas superar, si no te han comido la cabeza convirtiéndote en un niño soldado, si no te han arrebatado lo único que conocías por unas leyes que te tratan como mercancía... Si no has sufrido de verdad, respira profundo porque ¡joder! vives en la mejor de las situaciones.

Si tienes dos brazos y dos piernas, te mantienes de pie y puedes caminar  de manera autónoma, sé consciente de que aún te queda mucho por tirar adelante. Deja de quejarte.

Si tienes un intervalo de estrés en grandes cantidades en ese trabajo, al cual perteneces porque decidiste entrar por tu propia voluntad, respira profundo y no seas desagradecido, el estrés es temporal y tu situación y posición un lugar de honor y privilegio, te lo puedo asegurar. Busca en la vida las herramientas que mejor se adapten a ti para sobrellevar y mejorar ese estrés, pero antes de quejarte y volverte un ser deshumanizado y egoista piensa solo un instante: hay alguien en una situación peor que yo, lo que vivo es un regalo del universo y voy a demostrarle que me merezco este regalo... Porque ¿sabes? El universo está en todo su derecho de arrebatarte lo que te aporta si no eres consecuente y agradecido.

Entonces por favor, si las siguientes preguntas tienen una respuesta afirmativa, piénsatelo mucho antes de tu próxima queja y ante todo... se humilde y agradecido, no sabes la de vueltas que da la vida:

- ¿Tienes salud?: SÍ
- ¿Has amado? Aunque solo sea una vez en toda tu vida: SÍ
- ¿Has visitado, aunque sea, un país extranjero?: SÍ
- ¿Te has dado un capricho? Aunque fuese hace años o efímeramente: SÍ
- ¿Te queda mucho tiempo por delante para hacer lo que realmente te apetezca en tu vida?: SÍ

Con todas esas respuestas afirmativas que me has dado, solo me cabe decirte: ¡Enhorabuena! Te ha tocado la lotería. 


pd: dedicado a todos aquellos que han perdido la vida, que la están perdiendo, que han pasado por verdaderos sufrimientos humanos o que lo siguen viviendo.

lunes, 2 de mayo de 2016

no llores vida mia


No llores vida mía... hasta las heridas más profundas del alma tienen su porqué. No llores ni temas dejar tu fragilidad a otro ser ya que si le amas, así debe ser. 

No podemos evitar el incesante avance de la eternidad donde terminaremos convirtiéndonos en recuerdo para otros, en un pasado que se entierra y que es polvo y arena. Antes de eso mi única recomendación es que te dejes revolotear. 

No decaigas en el dolor, al final incluso lo que escuece es más pasajero que el daño que quieres hacerte por ello. No te pierdas en los sentires, eres libre incluso de lo que late en tu pecho, incluso de tu propia respiración, porque aunque la resignación amenace con tirarlo todo abajo, aunque no quede más condicionante que el esperar entre suspiros... no llores vida mía pues te quedan más regalos de este presente, de este camino que siempre guarda sorpresas inesperadas. 

Yo sé que es difícil, pues he estado en tu lugar el de esperar sin llegar a sentir nada; el del vacío, el del salto, el de la rabia desbocada, el de ira sin control... Yo he estado en ese momento que vives tú, el de la incertidumbre e incluso la añoranza del veneno de un pasado que te ha traído a esta brecha que tanto sangra pero en serio no llores ni un poquito por eso. Respira profundo, lo que tienes ahora es lo que cuenta, lo que más cuenta de echo. 

A pesar de que en el ritmo de este camino nos encontremos aun más de mil espigas enganchándose en los flecos de nuestro cuerpo ni el dolor es más profundo que la alegría del saber seguir. A pesar de que el vino se quede sin sabor, sin dinero y con el tiempo apretando en lo más profundo de las entrañas... No llores vida mía, porque lo único que tengo para poder darte son mis palabras de aliento, soplarte en esa espalda que tanto ha cargado y en ese corazón que, por todos los medios, ilumina incluso en esa oscuridad en la que amenazas por entrar.