¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

viernes, 5 de junio de 2020

Tipos de "pause":


"Ponlo en pause" te dicen cuando quieren que pares el juego para ponerte a hacer otra cosa. Tu madre quizás te llamaba a la hora de comer y tú estabas enganchado/a a lo que ella llamaba 'la maquinita' y te pedía, por favor, que lo pusieses en pause para poder hacer lo que realmente te correspondía a esa hora. 

Así aprendimos a que uno puede "pausar" o "tomarse una pausa", que en el mundo adulto es transcribe de muchas maneras... Por ejemplo, en el horario de trabajo esa pausa es tu "descanso" donde dejas pausado, interrumpes, la actividad que estabas realizando para poder respirar aire fresco y recargar fuerzas. Tenemos "medio normalizado" el acto de pausar, quizás algo más común en el ámbito de los vídeo juegos, pero sin duda muchas veces pausamos cosas en nuestra vida terrenal y material. 

Una pausa es una interrupción temporal, quizás no tenga un tiempo "ajustado" o "determinado" en lo que se refiere a vida práctica, quizás procuramos que ocupe la menor cantidad de tiempo posible. A veces necesitamos pausar, es como un impulso, una voz animal que nos empuja a ello, algo que nos lleva a esa sensación o sentimiento. 

Pausamos cuando nos recostamos a descansar, incluso cuando dormimos hay cierta sensación de pausa, pausamos cuando dejamos un proyecto a medio terminar lo retomamos días después, generalmente pausamos nuestro horario habitual gracias a los fines de semana, también pausamos nuestras rutinas laborales gracias a las vacaciones... Pero hoy quería hablar desde otro enfoque en relación a los tipos de pause. 

Creo que es necesario que las personas tomemos responsabilidad en relación a aprender a pausar a favor del descanso. Tomar una pausa para descansar, en cualquier ámbito de nuestra vida, considero que es algo fundamental para el bienestar mental, físico y para conseguir una armonía saludable en nuestra vida. A veces es como si no supiésemos y como si algunas situaciones exteriores nos empujasen, obligatoriamente, a tomarnos esos descansos. 

He llegado a la conclusión de que tenemos tan interiorizado y normalizado el hecho de estar "realmente ocupados" o de trabajar tantas horas, que se nos hace extraño tomar una pausa para recuperarnos. Es como si el cansancio, el desgaste y toda la apatía que le puede acompañar se convirtiese en una mala droga de la que nos volvemos adictos. Pero lo cierto es que la vida enseña duro y generalmente la mayoría de personas que viven a ese nivel y con esas revoluciones, se ven al final en circunstancias que les enseñan a través de terapia de "choque" a pausar.

Ese es el principio, al final uno aprende a sacarle el lado positivo a la pausa, a quererla y a coexistir con ella de una forma constructiva y positiva. Aprende a que es algo realmente necesario y bueno, muy bueno de hecho. Nuestras formas de pensamiento cambian en ese momento, pasamos de un programa de producción a un programa de comprensión individual relacionado con el auto cuidado. 

Hay personas que se toman años sabáticos como esas necesarias pausas de las que hablo. Otros se toman pausas para estar más tiempo a solas y conocerse más a si mismos y recortan o reducen su vida social, otros se toman pausas para hacer planes más tranquilos, pausas en las redes sociales... En fin, una gran cantidad de posibilidades que tienen un mismo punto en común: son pausas reales. 

Aquí viene lo interesante de esta reflexión y que quería compartir a través del blog, es cuando creemos que estamos en pausa o llamamos pausa porque hemos parado o porque hemos reducido algo, pero realmente no es una pausa auténtica. En la vida el discernimiento y es saber objetivamente qué es cada cosa es fundamental para todo y en el desarrollo personal también es un pilar esencial. 

Todos en alguna ocasión hemos podido llamar "pausa" a algo que realmente no lo era ¿a qué me refiero? Veréis a veces paramos algunas cosas de nuestra vida o incluso nuestra auténtica forma de vivir para en seco, y lo que realmente está ocurriendo es algo más profundo y más complicado. Puede que n ese momento nos encontremos en un bajón personal, que más que una pausa es una auto-trampa donde estamos cavando nuestro propio hoyo y poco a poco nos enterramos vivos en él. Por eso es tan importante compartir tus sentimientos y conocerte a ti mismo/a, para saber realmente en qué punto te encuentras... ¿es realmente una pausa auténtica o estoy en uno de esos pozos que crean falsas imágenes pero que realmente te detienen la vida de una forma negativa?. 

Y no me mal interpretéis, es fundamental que cada uno conozca la profundidad de sus propios pozos, pero también es importante saber hasta cuándo queremos regocijarnos en ellos y cuánto tiempo merecen, dicho con otras palabras, cada instante que estás dentro de tus pozos es un instante perdido e irrecuperable. Descansar para recuperarse es una forma saludable de invertir tu tiempo, porque el auto-cuidado te devuelve toda la energía que has estado utilizando para realizar algo. Por otro lado, pasar demasiado tiempo en esos profundos agujeros es como exponerse a tirar en un saco roto toda tu energía personal, no obtendrás nada saludable a cambio y puede que el precio a pagar sea demasiado. 

Descansar está bien, llamar descanso a un hábito que realmente es una comodidad en un punto bajo de nuestra vida, puede ser peligroso. 

Este texto es una simple reflexión para que cada lector alcance su propia idea y su propia percepción de si mismo y sea honesto consigo mismo, para sacar aún más partido a su vida y a su presente.