¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

jueves, 5 de diciembre de 2019

Lo que no compartes, te pudre:


Somos contrariedad constante. Todos nos podemos contradecir. Todos podemos regalar buenos consejos que luego nosotros no seguiremos. Todos podemos pensar una cosa, decir otra y hacer una tercera completamente diferente. Todos somos varios en uno. Todos somos sacos de miedos. Todos somos el resultado de influencias. Todos somos dudas, somos respuestas, somos vacíos y somos llenos. 

Pero al margen de todo esto, lo cierto es que seas quien seas, en el hoy, necesitas y mereces compartir lo que tienes dentro. No importa si cambias de opinión. No pasa nada si cambias tú. No importa si era algo que te hacía reír y ahora te hace llorar. No importa si antes te atrevías y ahora te hace temblar. Te voy a decir algo: todo lo que no compartes, te hace pudrirte.

Quien guarda mucho dentro de si mismo, con recelo bajo mil millones de capas, pierde la capacidad para comunicarse. Se vuelve hermético. Quien guarda mucho dentro de si mismo pone a disposición de los miedos un montón de información con la que alimentarse y nutrirse. Quien guarda mucho dentro de si mismo no puede esperar que otros se abran delante de sus ojos. 

Hay que desarropar esas partes. Todos hemos sido engañados. Todos hemos sido humillados. Todos somos niños tiernos en vidas adultos y con disfraces de madurez y sensatez. Todos erramos. Todos estamos heridos... Pero a toda herida le hace falta tomar el sol, cicatrizar con al aire fresco. Igual que la piel que se cuece y se reblandece cuando la tapamos con un apósito si tiene una herida, hay partes dentro de nosotros que sufren de la misma manera. 

Lo que no compartes te pudre, porque hace eco dentro de ti y alimenta lo peor de tu personalidad, acrecienta las inseguridades, los miedos y te arrastra a tu lado más oscuro, así madura la sombra sin que le de el sol. Lo que no hablas te mata lentamente, te rebosa de tu propia basura mental, te conviertes en un estercolero de tu propios desechos, resultado de esas conversaciones íntimas interiores. Lo que no compartes, lo que no comunicas, asesina a tu corazón lentamente. 

Las cosas que no se utilizan se terminan olvidando, con el paso del tiempo. Uno se hace experto y se siente cómodo tras mucha práctica. Igual que ocurre con lo que aprendes o con la conducción, el comunicar lleva su tiempo y practicarlo solo te volverá más hábil. 

Comienza poco a poco, sin el pavor constante de que sea un arma arrojadiza que alguien pueda usar en tu contra, con o sin información quien quiere hacerte daño lo hará igual. Recuerda que comunicar es más por ti que por otros, compartir es para liberar la carga que hay dentro. 

La mayoría de las personas que arrastran terrible pánico a comunicar su sentir y que esconden lo que sienten, lo que piensan, lo que hay dentro... Sufren una ansiedad, que no son capaces de reconocer. Esa incomodidad que les empuja a esconderse dentro es precisamente ansiedad. Es una ansiedad a exponerse y convertirse en vulnerabilidad. 

Comunicar te permite a otros introducir luz, amor, calma, cariño... Conectar desde la comunicación te ayuda a entender que no estás completamente a solas para sostener lo que tanto te aflige. Te permite dar orden a los pensamientos (porque es más fácil ordenar el armario de alguien que sea fashion victim que lo que hay en el coco). Verbalizar te permitirá dar una estructura a las emociones, te permitirá identificar qué es lo que te ocurre y eso bajará considerablemente la intensidad de tus emociones, de tus sensaciones, de lo que pesa dentro. Verbalizar permite espantar los males, permite aprender más de ti a través de aquellos que te ven desde fuera. 

Cuando compartes lo que hay en ti, abres las puertas como quien ventila una habitación que ha estado mucho tiempo cerrada. Cuando compartes, todo crece porque emergen nuevas semillas, nuevos brotes ya que tras abrir una ventana, desatrancar la puerta y correr esas cortinas que tapan con ahínco tu interior... Entrarán los rayos de sol que tanto mereces y necesitas. 

Compartir lo que tienes dentro es la profunda respiración que libera la carga contenida en el alma y el corazón. 

sábado, 30 de noviembre de 2019

Múltiples inteligencias y plasticidad cerebral:


Hasta hace relativamente poco se consideraba sólo un tipo de inteligencia, la conocida inteligencia lógico-matemática que además según esta teoría podía abordar conceptos relacionados con la inteligencia espacial (la capacidad para imaginar espacio entre objetos o perspectivas de los mismos según el punto de observación). Con el tiempo, y tras varias hipótesis y teorías, diferentes profesionales han lanzado la magnífica idea de que el ser humano dispone de inteligencias múltiples.

 Todos podemos controlar diferentes aspectos referentes a la inteligencia en los que sobresalimos más que otros o que nos resulta más fácil, es nuestra zona de confort dentro de nuestras habilidades mentales y de nuestra capacidad para desarrollarnos o desenvolvernos en la búsqueda de solución, comprensión y aprendizaje. 

Hay personas, como comentaba, con una admirable capacidad para desarrollarse en todo el fascinante universo matemático. Otras tienen la increíble capacidad para desarrollarse con completa soltura en el fascinante universo artístico. También las hay con una desenvuelta habilidad para desarrollarse en el mundo comunicativo (ello implica capacidad para comunicarse con otros y/o aprender idiomas).

En principio esa variedad de inteligencia abarcaba una corta lista de solo 8 tipos compuestas por: musical, coporal-kinestésica, interpersonal, logica-matemática, inteligencia naturalista, intrapersonal y por último visual-espacial. 

  • Lingüística (o verbal-lingüística): Habilidad para utilizar con un dominio avanzado el lenguaje oral y escrito, así como para responder a él. Por ejemplo los políticos u oradores de prestigio.
  • Lógico-matemática: Habilidad para el razonamiento complejo, la relación causa-efecto, la abstracción y la resolución de problemas. Por ejemplo un campeón de ajedrez o científicos.
  • Viso-espacial: Capacidad de percibir el mundo y poder crear imágenes mentales a partir de la experiencia visual. Por ejemplo fotografía, video, creatividad 3D, arquitectos...
  • Corporal (o quinestésica): Habilidad de utilizar el cuerpo para aprender y para expresar ideas y sentimientos. Incluye el dominio de habilidades físicas como el equilibrio, la fuerza, la flexibilidad y la velocidad. Ejemplo: Danza o gimnasia.
  • Musical (o rítmica): Habilidad de saber utilizar y responder a los diferentes elementos musicales (ritmo, timbre y tono). Por ejemplo los músicos.
  • Intrapersonal (o individual): Habilidad de comprenderse a sí mismo y utilizar este conocimiento para operar de manera efectiva en la vida. Por ejemplo los psicólogos y filósofos .
  • Interpersonal (o social): Habilidad de interactuar y comprender a las personas y sus relaciones. Por ejemplo las personas solidarias, miembros de ONGs, campañas de ayuda a refugiados, etc
  • Naturalista: Habilidad para el pensamiento científico, para observar la naturaleza, identificar patrones y utilizarla de manera productiva. Por ejemplo científicos volcados en el naturalismo y la defensa de la naturaleza.
Actualmente esta teoría baraja la posibilidad de que estas múltiples inteligencias asciendan a un total de 12, sumando 4 inteligencias más que son las siguientes: emocional, existencial, creativa y colaborativa. 

En resumen, es innegable que no todos los humanos tienen las mismas habilidades inteligentes para desenvolverse en según qué ámbitos y aspectos de la vida. Cada cual desarrolla de forma innata, e incluso por propia experiencia y supervivencia, unas formas de inteligencia u otras. 

Desgraciadamente a pesar de estas teorías, la mayoría de sistemas educativos no quieren adaptarse a esas necesidades individuales humanas, lo cual mejoraría el rendimiento de los alumnos y aumentaría el potencial de cada uno. Al contrario, se utiliza una misma vara de medir para considerar si eres apto o no a nivel educativo. 

Todos somos unos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de escalar un árbol, vivirá su vida entera creyendo que es estúpido”.
Frase atribuida a Albert Einstein.

Según el diccionario la palabra inteligencia es descrita de la siguiente manera:




inteligencia1
Del lat. intelligentia.
1. f. Capacidad de entender o comprender.
2. f. Capacidad de resolver problemas.
3. f. Conocimientocomprensiónacto de entender.


Lo cierto es que conforme uno crece se da cuenta que los problemas, las comprensiones, el entendimiento... Que requiere la vida está muchas veces por encima de esos problemas que nos hacían realizar el clase.

Hay una comprensión que supera el conocimiento que un libro puede introducir en tu cabeza y ese tipo de comprensión es también una forma de inteligencia. Les redacto este artículo, de la forma más informativa posible, para animarles a entenderse a ustedes mismos.

Nos hemos criado y hemos sido nutridos con la idea de un único concepto como verdad absoluta en relación a nuestras habilidades mentales. Así muchos de los test de inteligencia realizados en diferentes momentos de nuestra vida cuando asistíamos a clase sólo tomaban como punto de referencia nuestra capacidad para poder desenvolvernos matemáticamente, sin tener en cuenta nuestra capacidad para comprender al entorno o nuestra habilidad para hacer arte con algo que el resto de seres humanos no son capaces de sacar potencial. Arrastramos la errónea idea de que somos inútiles o tontos porque a todos nos pusieron a hacer lo mismo, no se tuvo en cuenta la expansión mental individual de cada ser humano, no se tuvo en cuenta las características psicológicas innatas de cada uno de nosotros.

Desgraciadamente esa forma de evaluar está aún vivita y coleando y nosotros no podemos huir del sistema que aún las mantiene. A menudo queremos cambiar aspectos de nuestra vida y nos vemos empujados o forzados a entrar por incómodos aros. Son incómodos porque quizás sobresalimos en unas cosas pero nos toca utilizar precisamente las habilidades que no tenemos tan desarrolladas, algo que puede ser un choque muy fuerte para nuestra autoestima y puede de nuevo despertar los miedos de nuestro niño interior.

Igual que en el colegio, en muchos aspectos de la vida serás evaluado única y exclusivamente por unos modelos pre-establecidos cortados a medida donde parece ser que todos debemos ser idénticos y de no ser así, el problema lo tienes tú. Quiero decirte que aquí el que se equivoca es el sistema, también te pido que no desistas y no te entristezcas, a continuación te voy a compartir algo que te puede ayudar en ese proceso: A pesar de los aspectos que naturalmente sobresaltan de nuestra inteligencia nosotros podemos (y tenemos la capacidad) de mejorar otros muchos. Nuestro cerebro y nuestras conexiones neuronales tienen una habilidad "plástica" que les permite desarrollarse y aprender aspectos nuevos. Esto quiere decir que estás biológicamente preparado para aprender cosas nuevas, adaptar otras formas de pensamiento, de lógica y adquirir herramientas nuevas. Generalmente lo que ocurre es que es un arduo trabajo.

Les pongo un ejemplo: para una persona acostumbrada a un ambiente psicológico o filosófico puede ser muy difícil adaptar su cerebro a un ambiente lógico-matemático y alcanzar una forma de razonamiento como puede tener la mente de un matemático o de un físico tradicional. Sin embargo, les puedo asegurar que cada vez que uno tiene predisposición a adoptar algo nuevo en su vida (ya sea esto un conocimiento, una conducta, una filosofía, una rutina...) las neuronas que tenemos crean nuevas conexiones, generando así una red biológica(cerebral) que impulsará, memorizará y acumulará toda esa nueva información.

Es un trabajo arduo porque la red de pensamiento innata de una persona como la que comentaba no es esa, es un pensamiento más comunicativo, puede que algo abstracto, empático o comprensivo y observador de la vida y ahora toca utilizar un pensamiento de lógica, razonamiento básico, fórmulas... Y adaptar un nuevo lenguaje: los números. Los números forman parte del lenguaje y de la comunicación, es como un lenguaje diferente al que usamos de manera común para comunicarnos, pero a la vez se pueden mezclar con la comunicación "vulgar".

Uno se siente muy cómodo en aquello que hace de manera innata porque al salir bien, casi sin esfuerzo, aumenta su autoestima. Además, a todos nos gusta la comodidad. Hay que salir de esa zona de confort y creer en la capacidad del cerebro para expandirse y aprender nuevas formas de inteligencia, permitiendo su propio tiempo en cada una de ellas.

Posiblemente, al contrario que otras personas que de forma innata ya destacan en esas habilidad, esa persona que brilla en su inteligencia filosófica-psicológica requiera más tiempo para poder alcanzar un nivel decente o alto en las habilidades de lógica y matemática, pero es por lo que comentaba antes: tu cerebro está creando una nueva red de soporte y esa red requiere tiempo para ser sólida y tener unas bases sobre las que apoyarse. No venías con esa red ya creada, la estás construyendo en este momento.

La plasticidad del cerebro nos permite, no solamente aprender a desenvolvernos en temas de estudio, también desenvolvernos en aspectos de la vida diaria. Igual que podemos observar como los primates (que nosotros también somos) adaptan sus herramientas a las circunstancias del entorno, el ser humano tiene esa capacidad plástica-cerebral para adaptarse a las circunstancias del entorno social en el que se encuentra en cada momento.

Así la plasticidad del cerebro te permite aprender, adoptar, integrar... Diferentes maneras de comportamiento, de pensamiento, de filosofía... De lo contrario no podríamos sobrevivir, porque a pesar de vivir sobreprotegidos en nuestra jungla de hormigón, la vida es capaz de introducirse en nosotros con diferentes experiencias que nos exigen precisamente poner en marcha nuestro motor plástico neuronal y desarrollar otros aspectos de nuestras inteligencias.

Por ejemplo: una persona con una brillante inteligencia lógico-matemática puede verse en una situación en su vida que le haga tener que aumentar, sacar partido, desarrollar... Una inteligencia más emocional, social, filosófica o psicológica.

Al cerebro le rejuvenece y le favorece desempolvar esa habilidad innata suya, la plasticidad, y ponerla a trabajar en diferentes ámbitos de nuestra vida. Un cerebro que se nutre de esta manera favorece también un equilibrio personal muy importante, alimenta nuestra autoestima y como dicen "el saber no ocupa lugar".

 Antes de llamarte tonto investiga cuales son las áreas de inteligencia en las que destacas.Una vez las identifiques, utiliza herramientas adaptadas a tus necesidades para sacar partido también de las demás.

No te rindas, estás construyendo desde cero... Y cuando te frustres recuerda: tu cerebro es plástico y tiene una enorme capacidad de evolución. Todos somos genios a los que no se les ha facilitado ambientes y herramientas suficientes para brillar, sin embargo, armado con constancia e insistencia podrás superar incluso lo que más se te resista.

No generes enormes expectativas, al principio es normal equivocarse, fallar o no llegar a las cimas más altas, aunque requiera más tiempo disfruta del viaje expansivo de tu inteligencia y de tu ser, finalmente la realidad superará incluso a tu imaginación.

 Trabaja duro y no permitas que nadie te haga creer lo contrario, recuerda que muchos comentarios de los demás pueden introducirse en nosotros y echar raíces haciéndonos daño para siempre. Te diré algo que me digo a mi misma: si otros pueden, yo(tú) también.  

domingo, 24 de noviembre de 2019

Cuando destrozan tu amor propio:

Cuando el amor propio te pone una señal generalmente es la salida para huir del lugar donde lo están asesinando.

Nadie, excepto las personas malas, están libres de que una mala persona les haga daño. Porque entre ellas se huelen como animales que sólo buscan víctimas a las que cazar.-

La gente no siempre sufre cosas por su directa propia culpa, no se pueden culpabilizar a una víctima de un acontecimiento. Nadie puede ver lo que es incapaz de ver hasta que llega al límite de su propio aguante o hasta que se encienden las luces adecuadas, las únicas capaces de hacer que se abran tus ojos. 

Todos los humanos cargamos con algo muy frágil, algo que en una mudanza debería ser tratado con el más extremo cuidado y la máxima de las prudencias: nuestra psicología. La psicología humana es un baúl frágil que contiene aspectos tan importantes como la autoestima, el valor personal, el amor, las capacidades individuales, nuestra percepción cognitiva, nuestras herramientas personales, nuestra definición de nosotros mismos, nuestra personalidad... Y os aseguro que todo ello, por fuerte que puedas ser, es tan delicado que si se maltrata termina en mil pedazos. 

Todos vivimos experiencias traumáticas que de hecho marcan algunos de esos frágiles aspectos psicológicos que hay en nosotros. Dependiendo de la persona y del tipo de trauma esas marcas son más o menos profundas. 

Un hecho traumático no siempre tiene que ser algo extremadamente abrumador, puede ser cosas tan "comunes" como una ruptura en una relación que para ti era importante, no poder ejercer de aquello que era tu sueño, mudarte con una expectativa que luego no se cumpla y un largo etcétera. A veces un trauma es un choque de bruces contra una realidad que no queríamos sopesar, en otras ocasiones un trauma implica aspectos más "complejos" y pueden llegar a ser momentos más extremos o incluso acontecimientos injustos. 

En los traumas que afectan directamente a nuestro amor propio es cuando podemos vivir una situación traumática que crea una disociación de nuestra objetividad sobre nosotros mismos y sobre las cosas que nos rodean. En ese momento nos volvemos seres fácilmente manipulables. Aunque todos somos carne de cañón para la manipulación, y la vivimos día a día como por ejemplo a través de los medios de comunicación y de la mayoría de sistemas políticos y sociales que nos rodean, lo cierto es que una vez que esa energía sibilina de manipulación entra dentro del amor propio, ahí perdemos todo nuestro poder y definitivamente perdemos la vista objetiva, la escucha objetiva... 

Porque sin amor propio, sin ese valor personal, nos perdemos a nosotros mismos.-

Nosotros, nuestra definición de quienes somos, lo que nos gusta, lo que queremos y lo que no queremos, de nuestros sueños, de nuestras ilusiones y de nuestra vida... Esa parte de decir "YO" está dentro del amor propio.

El amor propio puede ser destruido por un entorno negativo laboral, donde un compañero o superior nos hace sentir como un cero a la izquierda. El amor propio puede ser destruido por maestros o profesores que en vez de motivar o incentivar a sus alumnos se ríen de ellos por sus fallos o intentan valorarlos de la misma manera sin tener en cuenta la individualidad de cada ser humano. El amor propio puede ser destruido por el "inofensivo" (pero ofensivo) comentario hiriente de alguien que valoramos profundamente, como un familiar que te dice que todo lo haces mal o un amigo o pareja que te comente solo cosas negativas sobre tu persona. El amor propio puede ser destruido en cualquier entorno, no dista de entornos, porque cuando los comentarios se hacen y llegan al amor propio la herida es imborrable. 

Muchas personas han sufrido dolor en su amor propio y eso les ha llevado a renunciar a cosas en su vida, a perder una visión positiva de su persona, a creerse la percepción que otros tenían sobre ellos y pusieron al nivel del subsuelo su propio valor como persona. Y cuando el amor propio es destrozado, además, a sabiendas y con intención para ello, es cuando eres capaz de darte cuenta que la psicología humana es muy frágil y que el dolor causado en el interior es tan profundo y real (porque el dolor psicológico es real) como un golpe físico. 

Generalmente cuesta recuperarse de una situación donde destrozan nuestro amor propio, porque un amor propio destrozado es uno de los mayores traumas y de las mayores heridas que puede llevar consigo un ser humano. Y la sanación del amor propio es un camino de ondas. Como dice una amiga mía "sanar no es lineal" y ya si nos metemos a sanar nuestro amor propio, el sube y baja está completamente garantizado.

El amor propio es tu delicado salvavidas. Es delicado por la fragilidad que comentaba y a la vez tan útil como un salvavidas. Bien cuidado, a menudo recosido y arreglado un millón de veces, el amor propio es lo único que finalmente nos permite levantar la mirada y ver más allá, respirar más allá, vivir más allá, sentir más allá y sobretodo nos permite volver a SER. 

Para mi el amor propio es una forma del propio SER interior que cada uno lleva y como decía antes creo fervientemente que el amor propio es una donde se encuentra quienes somos.- 

Cuando destrozan tu amor propio te destrozan a ti. Todos somos inocentes personas vulnerables con ilusión de poder confiar en otros, lo necesitamos porque somos seres sensibles, emocionales... No somos seres individuales, somos seres de comunidad y de conexión. Por eso creamos vínculos afectivos, sociedades, familias... No somos piedras solitarias. Con esa intención y esa necesidad básica humana de conectar con otros, confiamos en los demás. 

Me gusta observar la confianza como un bello camino donde permitimos a los demás entrar en nosotros. Les abrimos las puertas de nuestro jardín y la gente transita en el interior de nuestro ser y de nuestros corazones.-

Cuando alguien juega con nuestra confianza, entonces, le arrebatamos la llave de entrar en nosotros y los desterramos de esa zona sagrada. Después reconstruimos los lugares donde han estado caminando. Porque cuando uno se abre a confiar queda ya marcado para siempre por aquellos en los que confía (confiaba) y cuando estas figuras ya no están presentes en su vida, queda volver a sembrar todas las flores que pisaron por el simple hecho de mantenerlos firmes en nuestro interior. Así es como yo visualizo la confianza; abro las puertas del templo de mi corazón y la gente transita hacia el interior, conociendo lo más vulnerable de mi persona. 

A través de esas ganas de confiar (porque cuando logramos confiar en alguien es honestamente liberador, como una respiración profunda que nos relaja... Ya que en la confianza hay un amor impecable y precioso) uno se abre a los demás y cuando uno se abre los demás entran e interactúan. Hay quienes entran con malas intenciones y desde esa posición con las herramientas de la manipulación comienzan a trazar un plan destructivo hasta llegar al núcleo de nuestro ser, ese núcleo es nuestro amor propio. 

Así es básicamente como funciona el maltrato psicológico. Confías ciegamente, porque cuando confías ya no deberías estar a la defensiva. Confiar es bajar los brazos, abrir las puertas del castillo y retirar a los arqueros de las torres. Una vez que la confianza está hecha, lo que queda es pura inocencia y vulnerabilidad... Y a por ello van los perfiles de las personas que maltratan interiormente a los demás. 

El maltrato psicológico no es solo un concepto de pareja, es un concepto de muchos ámbitos de la sociedad y sus secuelas son tan graves y profundas como una paliza física. A menudo hay un dolor físico causado por un agotamiento emocional y mental. 

El maltratador siempre va a buscar destrozar el amor propio. Sin amor propio dejas de ser tú y sin ser tú no te puedes identificar, definir ni buscar un lugar de pertenencia. El ser humano necesita pertenecer, aunque le escueza reconocerlo. Cuando estamos en familia sabemos que pertenecemos a esa familia, cuando estamos en pareja pertenecemos a ese núcleo llamado pareja, cuando estamos en un deporte de equipo pertenecemos a un equipo e igual en el trabajo. Pertenecer puede ser un aspecto importante de la definición sobre uno mismo. 

Una vez que un maltratador comienza a mermar tu amor propio, tus ojos se van cerrando y no escuchas nada. Pierdes tu "yo" y quedas completamente a la deriva de su propia manipulación. 

Y como en el mito de la caverna de Platón, la realidad que ves no es más que aquella que ese maltratador proyecta sobre ti, a pesar de que dispongas de mil herramientas personales, a pesar de que seas una persona inteligente, intelectual o culta, a pesar del aspecto fuerte que siempre has aparentado... Recuerden la fragilidad humana. Sin embargo en mi caso diré que el amor propio no desaparece por completo, pueden arrebatarte mucho pero una pequeña parte se quedó ahí, agonizando y viva hasta que finalmente, aun siendo minúscula, tomó el control de la situación. Doy gracias a esa parte rebelde de mi, ha sido la que me devolvió la cordura. 

Perdí mi amor propio, perdí amigos, perdí trabajo, perdí dinero, perdí entornos y me perdí a mi misma porque destrozó mi amor propio. Cuando destrozan tu amor propio te toca reconstruirte prácticamente desde cero y recordar y recuperar quién eras, aunque sea en otro lugar del mundo, pero te tienes que recuperar a ti. Y poco a poco comenzarás a dar valor a tu persona, otra vez.

A veces recordarás las frases de las personas que más han destrozado tu amor propio, fueran quienes fueran, y te preguntarás si llevaban razón, sobretodo si la herida aún es reciente y sigue sangrando un poquito. 

A mi me pasa, a veces recuerdo cuando me decía "tus amigos no te quieren" "me asombra que hayas sabido vivir como una adulta siendo como eres" o aquella frase tras haberle dejado "los hombres que vas a conocer solo te van a dar la razón y van a hacer que te escuchan para follarte y dejarte tirada después"... En mi subconsciente tengo una colección de recuerdos con frases que destrozarían a la persona más fuerte del mundo. Doy gracias que soy una mujer rebelde y suelo responder salvajemente, doy gracias que al menos esa parte salvaje de mujer jamás se dejó doblegar, porque honestamente ha sido la única que en la medida de lo posible no hizo que lo perdiese todo por completo y de manera irrecuperable, incluyendo el perderme para siempre a mi misma.

Es normal que cuando destrozan tu amor propio te sientas como si no fueses nada, ni nadie. Es normal el vaivén, ese trajín de movimiento interno una vez que te das cuenta de que tu amor propio está roto. Y es normal que requieras de tiempo, que en ocasiones sufras crisis personales hasta que todo ocupe de nuevo su lugar. Es normal que cuando recuperas la cordura sientas vergüenza por haber permitido que ocurriese, que alguien dañase tu amor propio y con ello tu propio valor.

Solo quiero recordarte, con este extenso texto, que ese dolor que sufres porque alguien hirió tu amor propio terminará sanando, aunque te deje una pequeña muesca. Y que no eres como te han dicho hacer creer que eres para hacerte aún más daño.

Ojalá encuentres de nuevo esa sensación de paz contigo, porque te lo mereces. Ojalá puedas volver a confiar pronto, porque es algo bellísimo y con un valor incalculable. Ojalá puedas alcanzar una vida que te haga sentir dicha a cada segundo, a pesar de las cosas inevitables que te puedan doler. Y ojalá toda la sabiduría alcanzada, desgraciadamente tras una situación donde tu amor propio ha sido destrozado, te permita ayudar a más personas y así entre todos nos acompañemos en el proceso de nuestras heridas. Ojalá te rodees de personas a las que jamás se les pase por la cabeza hacer el mínimo daño a tu amor propio y que al contrario lo cuiden con tanto mimo como debes hacerlo tú. Ojalá nunca más se repita ninguna situación, en ningún lugar ni ámbito de tu vida, donde tu amor propio sea tocado, dañado o hundido. 

lunes, 18 de noviembre de 2019

Quien no conoce su sombra, está condenado a repetir errores:


No se puede huir de cumplir años y por lo tanto no se puede huir de crecer. Mi experiencia personal me ha llevado a una conclusión; para crecer bien uno necesita conocerse concienzudamente, externa e internamente. En este proceso de auto-conocimiento hay partes que rechazamos de alguna manera trabajar, esas partes suelen estar ligadas con el lado menos "agradable" de nuestra persona. 

Ahí podemos encontrar todo lo que compone nuestra sombra. Pueden ser resortes, pensamientos automáticos, falta de herramientas emocionales, respuestas inadecuadas, patrones de conducta, hábitos dañinos, estrategias personales, el papel donde nos sentimos más cómodos en comunidad, como victimizarnos. También pueden ser emociones estancadas que con el tiempo se han convertido en rencor, rabia, dolor, tristeza, enfado, resquemor... Pero bajo mi punto de vista es muy importante llegar hasta aquí.

Una vez aquí te das cuenta que esto es un trabajo para toda la vida. Igual que es para toda la vida el cumplir años y el crecer, pero de nuevo repito, si uno quiere crecer bien necesita introducirse por los caminos más incómodos de su psique y descubrir qué es lo más sucio de su persona. Dónde guarda los pedazos de las veces que se ha resquebrajado, en qué rincón habitan sus miedos más fuertes, cuál es el nombre de las resistencias que le impiden abrir el corazón, qué es lo que causa tanto miedo... Todos tenemos algo, algo donde la luz del día no llega, algo en la zona más sobreprotegida de nuestra cabeza y de nuestro corazón y ese algo es una pieza fundamental de esa sombra que hay que ir conociendo, poco a poco, como quien descubre la punta de un iceberg y bucea para ver el tamaño real que se esconde bajo el oleaje. 

Creo que igual que ocurre con las civilizaciones, que aquellas que no conocen su pasado se condenan a repetirlo, algo similar pasa con nuestra sombra, con ese lado no-reconocido de nuestra persona. 

Quien no se concede la oportunidad de conocer su sombra y su oscuridad se condena a caer en patrones tan integrados y normalizados que impide el desarrollo de su persona. Repitiendo una y otra vez lo mismo entra en un bucle infinito donde todo es igual o similar. Condiciona su vida a un número limitado de experiencias y se encadena de por vida a esa actitud reincidente. Finalmente el alma y el corazón se agotan de vivir lo mismo de manera continua, igual que la mente de una persona se puede agotar de examinarse una y otra vez de lo mismo. 

En la vida, igual que en la escuela, hay que sacar conocimiento para pasar de curso, para cambiar de asignatura y para seguir progresando. El conocimiento se obtiene, precisamente, en el viaje que uno realiza hacia su interior y en la capacidad humilde y abierta de reconocerse lo máximo que se pueda. 

Necesitamos poder comentar abiertamente nuestra forma de percibirnos a nosotros. Sólo a través de ese primer paso de exteriorizar podemos ir quitando todas las capas del asunto y comprender en qué ámbito de nuestra vida carecíamos de amor, puesto que me he demostrado que la mayoría de sombras humanas son una carencia que se ha ido retroalimentando por años y que, por paradójico que suene, lo que sufre es desnutrición de amor. 



lunes, 4 de noviembre de 2019

La herida que te inspira a actuar:


Aunque vivas completamente aislado, hay heridas inevitables. Aunque no te relacionases con nadie, aunque tomes las decisiones más sensatas, aunque seas muy responsable, aunque tengas mucha consciencia, aunque pienses cuatro pasos por delante de lo que te toca, aunque seas muy comprometido, aunque cumplas con todos tus propósitos... La vida tiene heridas que te esperan, heridas que te tocarán y no es malo, es natural.

Somos seres mutables, sensibles en nuestra fragilidad inherente, y por eso necesitamos de ese contacto, para seguir evolucionando y tomando nuevas formas, tomando nuevos senderos, experimentando nuevas situaciones. 

Hay algunos dolores que podrían haber sido prevenidos, pero quizás no lo hicimos. Y aprendimos de ellos. Otros eran completamente inevitables, tocaba vivírlos así, crudos y a flor de piel. 

Todos tenemos una colección de cicatrices y de heridas. Son nuestros secretos personales, y los que escondemos con cuidadosa intención son los que muestran nuestra más sensible vulnerabilidad. 

Pero aquí vengo para recordarte algo, una cosa muy importante... ¿puedes visualizar alguna de tus heridas? No pierdas mucho tiempo imaginando cuántas tienes, la primera que te venga a la cabeza será suficiente para comprender lo que hoy te explico. 

Toma mentalmente esa herida y analiza que hizo en ti y cómo afectó eso que hizo en ti dentro de tu vida. Posiblemente hemos dado con ella, con LA HERIDA (aunque algunas personas podemos tener una colección de esas heridas tan potentes). Pongamos que en tu caso es sólo una (si tienes varias eres bienvenido a mi club). Esa fue LA HERIDA, la herida que te inspiró a actuar. 

Posiblemente ha sido una situación que te motivó a un movimiento diferente, una decisión inesperada que surgió como contacto con esa experiencia. Posiblemente esa herida te ha llevado a este presente y posiblemente esa sabiduría te ha llevado a un nuevo conocimiento. 

Constantemente andamos con nuestra fragilidad, es necesario que seamos frágiles, recuerden que somos frágiles pero re-construíbles. La fragilidad nos lleva a la exposición y la exposición nos lleva a la posibilidad de sufrir alguna herida, las heridas nos llevan a la experiencia y la experiencia es el pilar fundamental en el que se sostienen importantes decisiones de evolución y madurez en nuestra vida. 

Vamos a dar calidez a esa herida, agradeciendo incluso el sabor amargo de ese recuerdo en el pasado que ahora cruza tu cabeza. Sin esa herida o heridas, no serías quien eres. Y necesitabas ser quien eres ahora, no sólo lo necesitabas por ti, también por todas las vidas en las que intervienes de manera consciente e inconsciente. El universo necesitaba de esa forma de evolucionar, de esa nueva realidad de ti, de este nuevo tú. 

Por ti y por todos, le doy las gracias a la herida y heridas que me han inspirado a actuar. Por ti y por todos, te recomiendo darle las gracias a la herida y heridas que te inspiraron a actuar. 

sábado, 12 de octubre de 2019

Tu existencia es importante, gracias por existir:


Tu existencia es tan importante que no eres capaz de imaginarlo. Es igual que intentar tener en la cabeza el final del universo, el último número del mundo... Hay cosas enormes, reales, tan inalcanzables para la mente que resulta imposible darles forma con la imaginación, pero están, existen... 

La importancia de la existencia es como ese final infinito del universo, llega más allá de lo que podemos percibir a diario y quizás por eso se nos olvida con tanta rapidez. Porque no es algo fácil de mantener, no es un concepto con forma exacta y definida, es algo más abstracto y lo abstracto es difícil retenerlo dentro de uno mismo. A veces resulta difícil incluso visualizarlo. ´

Ésta carta es para ti, quizás te ha llegado a través de alguien que pensó en ti al leerla o quizás por "casualidad", sea como fuere aquí estás, prestando atención a estas palabras. Y en esa atención hay algo que vibra en ti y que conecta con la realidad que se dibuja conforme sigues leyendo. Todo esto engloba una afirmación poderosa: mi existencia es importante. 

Eres un engranaje del plan divino, eres un pieza dentro de esa enorme obra de ingeniería que es la vida. Sin tu presencia aquí, las cosas no serían como son, porque lo cierto es que hasta los pequeños e insignifantes detalles de la vida tienen una gran importancia, aplica eso a cada vida, a cada interacción, a cada acontecimiento... Muchas veces no sabemos porqué estamos aquí, solo estamos y en esa cantidad de veces nos inundamos de dudas. Esas dudas nos separan de la parte más importante de nuestro camino: saber que somos esenciales y para la vida también somos imprescindibles. 

Todo es muy difícil conforme vivimos, pero la dificultad de las cosas desvela también otro gran secreto, en la dificultad de otros nosotros hemos sido bálsamo, cura, alivio, apoyo, cariño y luz. Y cuando estamos tan hundidos, profundamente sumergidos en la oscuridad de nuestro momento, se nos olvida que nuestra propia existencia ha sido el salvavidas de otras existencias y viceversa. Esa es la maquinaria cósmica de la vida, la conexión del gran ecosistema universal en el que cohabitimos, nos desarrollamos, crecemos, evolucionamos... Ahí se encuentra todo aquello que la ciencia exacta no ha logrado descifrar. Y se encuentra también la respuesta que a veces tanto deseamos: estamos aquí porque nuestra presencia ha permitido, permite y permitirá la presencia de otros. 

Como un esquema donde todo queda enlazado, nuestra vida está conectada al pasado, presente y futuro de un sinfín de realidades posibles e imposibles. Nuestros pequeños gestos como adoptar a un perro, ayudar a una señora a cruzar la calle, escuchar a alguien en la parada del autobús, desear un buen día a un señor, ser ejemplo para aquellos que vienen detrás... Muestra como nuestra propia sintonía individual, propia e intransferible funciona como una vibración, como sismo, que lo menea todo haciendo que el resto de cosas choquen, se fusionen o haciendo que algo sea posible. 

Tu existencia es de vital importancia no sólo para ti, si no para todos aquellos de cualquier especie que han entrado en interacción contigo. Puedes haber sido las palabras de aliento de alguien que buscaba desesperado un consuelo, puedes haberte convertido en la oportunidad para que alguien aprenda algo, puedes haber sido el maestro que ha enseñado algo fundamental para que otra persona pudiese proseguir con su evolución personal... Así como la interacción y participación de otras personas ha sido un motor de continuidad para tu propio camino. 

Aunque todos somos prescindibles es cierto que la importancia de nuestra presencia se muestra en todo aquello que hemos logrado hacer nosotros mismos y en los demás, por eso la "prescindibilidad" es relativa. Ninguna de las personas sería como es hoy si no hubiesen entrado en interacción contigo, porque hay una parte del aprendizaje humano, es un aprendizaje osmótico, una forma de compartir inconsciente donde los demás integran habilidades, conocimientos, formas de pensamiento... Que provienen de aquellos que conocen. Ellos no serían quienes son sin tú no existieses, igual que tú no serías quien eres si ellos no existiesen. 

Por desgracia olvidamos esto porque estamos demasiados enzarzados en un sistema que busca otra clase de importancia. Algo aún mayor que infle nuestro ego y nos separe de la conexión real hacia la vida. Así andamos desesperados buscando ser más importantes, buscando ser "alguien" porque las redes sociales y el sistema actual nos bombardean creándonos una necesidad de protagonismo y de utilidad que está lejos de los valores humanos, es solo fachada. Si uno se pone a pensar cómo su propia vida es fundamental para el funcionamiento de la realidad que actualmente vive, cae en la cuenta de que esa importancia de la vida, de uno mismo, es la más importante y la más grande que existe. Esa importancia está por encima de cualquier necesidad de protagonismo, de cualquier cantidad de followers o de cualquier tipo de trabajo que parece fabuloso y perfecto. 

El mero hecho de existir, así tal cual, crea una nueva frecuencia en el universo. Un canal de sintonías donde tu vida se enlazara con otras vidas, abriendo un gran abanico de experiencias y favorenciendo la siembra, germinación y fertilización de diferentes tipos de semillas. Esas semillas crecerán y madurarán y darán como resultado que tu presencia sirve para otros, es como convertirte en pinceladas que embellecen un cuadro. 

Tu existencia es fundamental y por ello hoy te digo: gracias por existir. 

martes, 1 de octubre de 2019

Bienvenid@ a tu nueva vida:



Todo va a estar bien más pronto que tarde. Tú vas a estar bien, más pronto que tarde.

Date tiempo. El alma necesita su tiempo. El corazón necesita su tiempo. Y la cabeza, ella también necesita su tiempo. Porque cuando nos han destruído en una relación abusiva, donde hemos sido utilizados y nos hemos autoengañado esperando lo mejor, sólo el tiempo podrá ayudarnos a poner orden a la destrucción, armonía al caos, belleza a lo feo, luz a la oscuridad... Es un trabajo de días y constancia y sobretodo de plena aceptación.

Una experiencia traumática no sana en un par de días, sana con la suma de muchas horas y de muchos días. Dentro de ese camino, uno sufre vaivenes curativos. En esos procesos parece que todo vuelve para atrás y otro día te levantas con mucho ánimo, hay recaídas mentales y otros días de inmensa paz. Es normal, el cuerpo se limpia a base de revolver profundamente las aguas más internas de nuestra psique. El subconsciente trabaja incansable por las noches, habrá mañanas que amanezcas como si no hubieses descansado nada, recordando sueños extraños que te dejaron del revés.

Pero con el tiempo serás tú quien sane las heridas. Y te perdonarás, porque de entre todos los sentimientos hay uno que te asfixia: la culpa.

Los supervivientes de relaciones de maltrato, abusivas, de relaciones con narcisistas etc... Podemos arrastrar durante un periodo una amarga sensación de culpa. Esto es debido a querer asumir las consecuencias totales de la situación. Hay varios ejemplos desde donde nace la culpa, para empezar todos aquellos donde alguien nos advirtió y no quisimos escuchar. También aquellos donde nuestro propio instinto fue quien nos quería ayudar. Por otro lado aquellos donde ni siquiera por unas cosas o por otras veíamos ver lo que iba a ocurrir y nos atormentamos repitiéndonos "como no me di cuenta antes...". Porque éstas relaciones no solo nos dejan mal psicologicamente, también trastocan toda nuestra vida.

Algunas personas tienen que cambiar completamente de vida, otras pierden por completo amistades, familiares, pueden perder el dinero, el trabajo, su hogar... Hay tantas relaciones abusivas que nos dañan a todos los niveles, que luego recomponerse es la obra de nuestra vida.

Pero nada es imposible y si estás leyendo esto es porque has recorrido una parte muy importante del sendero. Te queda otra pequeña parte, pero cada día estás más cerca y esto es solo una señal del universo para recordártelo.

Ahora quiero que veamos junt@s como estas situaciones que tenemos en común, tú y yo, nos han llevado a un lugar mejor. Ahora tenemos más claro que es lo que queremos y por suerte la experiencia nos permite ver a la legua perfiles parecidos, así que no volveremos a caer en las mismas telarañas que nos han destruído. Ahora podemos apreciar con mayor importancia nuestra propia personalidad, esa que se vio distorsionada y afectada mientras vivíamos una experiencia delirante. Sabemos que no tenemos que cambiar nada para gustar a nadie y que por encima de todo está el poderoso amor propio, que es capaz de levantar muros y gracias a él llegaremos al lugar que nos corresponde y que tanto merecemos.

Éste mensaje no es para comprender porqué algunas personas hacen algunas cosas. Éste mensaje es para recordar a l@s supervivientes que no están sol@s.

El tiempo va a sanar las heridas y nos permitirá reír con libertad, incluso quién sabe si con el tiempo encontraremos a alguien con quien caminar a nuestro lado. Mientras tanto, podremos caminar en solitario y por el camino reconoceremos millones de cosas con un valor incalculable, entre ellas todas esas personas que ahora te apoyan. Y te reconocerás a ti, con todo tu potencial. Y te propondrás cosas nuevas para vivir y experimentar, sin tener que pedir permiso, explicaciones o sin tener que avergonzarte. Porque estás en el camino de volver a tí y aquí no existe nada más importante ni más beneficioso.

Miremos un momento atrás, en nuestros caminos, y sintamos como la buena intención de nuestra personalidad y la ingenuidad de nuestro corazón nos permitió caer ante una trampa calculada. Eso nos hace mejores personas de lo que creemos que somos, aunque ahora estemos convencidos con castigarnos aún más, como si no fuese suficiente el dolor que ya vivimos.

El tiempo te ayudará, con amor propio, autoestima y constancia, a mitigar esa sensación que ahora pareces sentir casi a diario. Y comenzarás, como decía, a hacer cosas nuevas y a explorar de nuevo quien eres. Y te prometerás, tras esta experiencia, que nadie más te llevará a renunciar a todo ello.

Te queda todo el mundo por conocer. Y lo conocerás siendo la mejor versión de ti, porque esta destrucción te llevará al renacimiento que tu interior imploraba.

Bienvenid@ a tu nueva vida.

sábado, 14 de septiembre de 2019

Improvisar y los puenting del amor:


(El título de este post surgió después de escribirlo)

Supongo que como a la mayoría, algunos de mis planes se me fueron al garete y se nos fueron al garete. Algunas cosas no surgieron. Otras no ocurrieron ni como teníamos pensando. Algunas carecían de fuelle, otras fueron una cadena de errores que dieron como consecuencia un desastre monumental... Porque como la mayoría, yo no sé cómo vivir y estoy improvisando.

Voy a ser honesta con ustedes y conmigo, porque al final en estos procesos lo más difícil es precisamente eso tan doloroso que emerge del fingir. Y se acabó el fingir. 

No soy ni seré la mejor persona del mundo, pero tampoco soy ni seré la peor persona del mundo. Cuando vivo, vivo con intensidad. Cuando amo, lo hago con completo cariño. Cuando camino, procuro estar presente. Y cuando me pierdo... Termino en unos laberintos muy complicados, aunque lo bueno es que saco de ellos enormes aprendizajes que más tarde, con tiempo, evolucionan en profundas sabidurías. 

A veces las noches se me hacen eternas, me gustaría que el tiempo pase más rápido, a la vez me asfixia el pasado mañana y al mismo tiempo me aprisiona la sensación de un pasado demasiado cargado, no recomendado para corazones sensibles, como pueden describir en algunas recetas de pastillas que manda el doctor. 

Tengo la amarga sensación de haberme anclado y el pánico a quedarme ahí colgando, atorada en medio de ese lugar inhóspito sin salida. He adquirido otras formas de pensamiento y planteamiento y he tomado cartas en el asunto, he comenzado a bordar la historia de otro posible futuro más centrado en mi propio bienestar, pero aún está tierna la herida que tanto sangra y me apuñalo con miles de preguntas cuando llega el ocaso; ¿acaso no lo vi venir? ¿por qué me siento tan culpable? ¿a qué se debe inmenso tamaño de mi pena? ¿mi vida se ha convertido en una zancadilla constante? ¿donde terminaré?... Y al final de tanto bombardeo solo me queda una cosa por decir: lo siento, mucho. 

Que me perdone el amor por haberle confundido y haber caído en un lugar que me ha hecho salir mucho peor de cómo entré. Uno no busca que una relación le sane, pero sí espera un remanso de paz donde sanarse a si mismo mientras alguien hace guardia en la puerta de la cueva donde te lames las heridas. Mi fallo quizás sea el ideal de lo humano, obviando la realidad cruda tan difícil de digerir. 

Como buena piscis tomar la decisión de una despedida es algo que se me hace inmensamente complicado, he debido llegar al límite de mi paciencia y soporte para poder lanzarme de esa manera. Los piscis no son muy desapegados, en general, somos más bien comunitarios. 

Activos en la bondad hacia el entorno y también en general tendemos a compartir, ayudar, empatizar. Quizás tenemos demasiado de todo eso, lo cual precisamente es lo que nos hace tan vulnerables y luego la vulnerabilidad requiere de ciertos resortes para no terminar hecho trizas, aunque seamos sinceros... Muchas veces terminamos siendo un millón de pedacitos más enanitos de lo que ya éramos y de nuevo toca la reconstrucción. Menos mal que somos agua y el agua se adapta... qué difícil sería si fuésemos cemento, hormigón o roca. 

Este texto es un simple desahogo terapéutico que comparto con todos ustedes con la intención de seguir aportándoles algo y a la vez conseguir poner en paz una parte de mi psique y de mi corazón. Y como terapia que es, toca reconocer cosas a las que me resisto. A día de hoy me siento mal reconociendo con amplitud y sinceridad que he amado mucho, que nadé a contracorriente con todas mis fuerzas y que a pesar de haber enseñado dientes a personas que me advertían, decidí perderlo todo por mi absurda creencia. ¿Y saben la conclusión que saqué? A menudo nos enamoramos más de lo que tenemos en la mente, de nuestra creencia, que de lo que es palpable y evidente. 

Yo veía luces donde todos veían sombras, incluso cuando sonreía. Hasta que las sombras fueron tan poderosas que me sacaron de una sacudida la absurda idea que tenía. Fantaseosa realidad. ¿Y saben lo que pasó? Eso encendió una ira y una rabia que yacían pausadas en mi interior, aunque a la espera, porque algo ya me lo iba advirtiendo pero como buena ilusa no quise escucharlo ni verlo. 

También hay que pasar por duelos de relaciones tóxicas. En primer lugar desprenderse de la idea de volver, porque desgraciadamente el humano tiende a las mismas dinámicas con las mismas personas. Así lo tiene normalizado en su cerebro y solo un milagro, o un sobre-esfuerzo, lograría sacarlo de ese patrón. 
En segundo lugar despedirse de la persona, la persona que eras tú y también la persona con la que estabas, incluso con las cosas buenas que pudieseis tener a solas y en conjunto. En tercer lugar, también muy importante, admitir que existió una forma de ideal mental (tuyo propio, auto-convicción) que te hizo soportar y aguantar hasta desgastarte. En el amor no todo vale y en la guerra tampoco. Siempre hay códigos y quienes los saltan están saltando algo más que unos límites de moralidad, ética, respeto y educación. Hay algo sagrado trazado ahí y una vez que se salta a la torera, todo de desmantela y se hace añicos. 

Me lo advirtieron después; es normal que tengas momentos de tristeza. Aparecerán de repente. Incluso sin ninguna señal. Estarán ahí... Es normal, tu cerebro está creado una nueva estructura y haciendo limpieza te pondrá todo patas arriba. Se lo compartí en el texto anterior pero se lo vuelvo a decir ahora... Para que quien se sienta identificado sepa que no está loc@. 

Una buena limpieza de armario requiere de un previo desorden para elegir buenas prendas y deshacerse de las que ya no nos sirven. Una buena limpieza de alma, corazón, cuerpo y mente requiere también de cierto caos, para elegir concienzudamente y deshacerse responsablemente de lo que ya no nos sirve.

Quizás una de las cosas más difíciles de llevar es la propia sensación de soledad. Aunque muchos te acompañen, te agarren de la mano o te ofrezcan una casa donde tomar un café y llorar sobre un hombro, lo duro de esa "limpieza" es que tienes que hacerlo a solas, porque esa compañía física no puede hacer ahínco en la profundidad donde debes sumergirte para cambiarlo todo. Y a eso, amigos míos, se le llama toma de consciencia (una de las mil millones de maneras que existe).

Madurar duele y madurar a base de palos duele el doble. Vamos amoratados, resistiéndonos con todas nuestras fuerzas y aferrándonos a la ilusa idea de que en otra ocasión será. Pero toca abrir los ojos y admitir: debemos responsabilizarnos de nosotros mismos, de lo que permitimos, de a quién abrimos la puerta y sobretodo debemos responsabilizarnos del salto de amor que hacemos. Porque cuando uno entra en una relación da un cósmico salto de amor y no lo hace forzado.

El salto de amor es como el puenting: realmente nadie te puede obligar a hacerlo. Y realmente te pone a mil por minuto y sueltas una adrenalina increíble. Pero luego toca responsabilizarse: fue tu decisión, la de nadie más. Y recoger todo lo que hemos dado, mientras lloramos como niños abandonados y desconsolados y volvernos a refugiar en nosotros, porque como en el interior de nosotros no se está en ningún sitio, y menos en un sitio donde hemos visto que no hemos sido bien queridos. Ni aceptados (posiblemente aquí pienses: ojalá si lo hubiésemos sido... Pero no lo fuimos. Toca tragar ese bocado duro da la vida).

Yo no sé vivir, estoy improvisando. A lo mejor llevo arrastras unas cuantas asignaturas y de ahí tanta dificultad, solo pido paz, armonía, serenidad. 

Me retiro de esto de los saltos de puenting amorosos y me voy a dedicar a hacer cosas tangibles mucho más fáciles de conseguir, como un futuro estable, una carrera, una fuente de ingresos y una vida material. Quizás así el corazón duela menos, porque soporto más el dolor de cabeza que el alma quejándose por haberla envenenado en un sitio donde nunca se sintió libre (y no quiero más jaulas para mi propio vuelo).

Les acompaño en sus sentimientos. Aquí tienen los míos para que vean que no están solos en estos asuntos de la vida.

viernes, 6 de septiembre de 2019

Sanarse la herida de una relación muy dañina:


Al final de todo eso que arde, terminas encontrándote. Hay aromas que traen recuerdos, algún comentario, alguna frase, algún perfil parecido, algún acento o simplemente la mente que cuando hace limpieza lo pone todo patas arriba y de nuevo se te cruza un instante del pasado frente a los ojos. 

Sanarse de una ruptura no es fácil, pero sanarse de una ruptura de una relación muy dañina es aún más complicado. La esperanza es un gran alivio, pero a veces la usamos en condiciones donde no corresponde. Esperanzados somos capaces de abrazarnos a situaciones, a personas y a momentos que lejos de aportarnos, pueden llevarnos a un camino de desolación, profunda tristeza y destrucción. 

A menudo no oímos los primeros síntomas, las primeras señales que la vida, las personas, las situaciones... Nos ponen frente a los ojos, porque humanamente somos capaces de justificar que todo el mundo está evolucionando, que todo el mundo está aprendiendo, que todos necesitan tiempo para crecer, para darse cuenta, para progresar.  Luego esas situaciones se acumulan y son tantas que te asfixian, aunque aún ahogándote sigues justificando con la buena intención de la comprensión amorosa. Ese ahogo puede sacar de ti lo peor, es un acto de supervivencia, de defensa, es un resorte de una alarma interior importante... Y comienzan las dinámicas en círculos donde uno daña a otro, el otro se defiende dañando, de nuevo se vuelven a dañar... Y así constantemente sin parar. 

Lo más duro es el tiempo perdido, la sensación de agotamiento por haber vivido en una guerra continua y la culpa que arrastras después por haber caído, por haber hecho caso omiso a las señales que parecía no tener ninguna importancia pero que lo decían todo. 

No se puede tocar más fondo después de haber caído en una relación donde te han saboteado, destruyendo tu persona y te han ninguneado y maltratado juzgándote a diario. Yo solo quería amar, compartir, viajar, experimentar sano y vivir feliz... Porque tenía en mente que todas esas experiencias en pareja podían ser más enriquecedoras. Adoro compartir mi tiempo, mi sabiduría, mi atención y mi cariño, por eso imaginé que hacerlo en pareja sería algo mucho más gratificante. 

Juro que tenía buenas intenciones y por supuesto juro que amé desde lo más profundo mientras sentía que una parte de mi agonizaba histérica. El primer insulto tendría que haber sido suficiente, pero no lo fue, porque yo intento acompañar a otros en el proceso de evolucionar hacia la comprensión amorosa y así me dispuse con él. Iluminar su camino y hacer algo enriquecedor juntos. 

El primer abandono ya tendría que haberme puesto las pilas, cuando me caí al suelo y me dejó tirada en una calle de Madrid. Pero no lo fue porque de nuevo sentí que todo necesita ser perdonado para dar un cambio diferente a las cosas. 

Y así de constante. Cuando me llamó drogadicta y ahora me río con mis amigos pero aquello me creo un enorme estigma personal. Me plantee si realmente lo era, si yo era esa bala perdida que él decía que yo era, si era ese desastre que me decía que yo era... Si realmente no soy la persona que creo ser, si realmente lo he hecho todo mal en mi vida. Y dudé tanto de mi, que hice que una parte de mi se fuese y desapareció, ahora a veces vuelve pero no se siente a gusto para habitar en mi ser, tenemos que hacer las paces y sera un proceso lento y largo. 

No quiero que nadie se compadezca de mi. De hecho me responsabilizo y agacho las orejas admitiendo que voluntariamente elegí aquella situación y aquella pareja. No se puede cambiar a nadie, yo no podía cambiar su forma rígida, intransigente e hiriente de ver la vida y él no podia cambiarme a mi, a mis ganas de seguir vibrando experimentando lo que siento, compartiendo lo que vivo, aportando lo que puedo, permitiéndome que la vida entre en mi y me sorprenda a cada instante. 

Este es un texto para todas las personas que han pasado por algo así; sanarse la herida de una relación muy dañina, donde uno ha sido maltratado y humillado, requiere tiempo, paciencia y cariño. Tras eso vas en un vaivén y como me pasó a mi es posible que esa persona quiera volver a tu vida. Y como me pasó a mi, es posible que te lo replantees. Y como me pasó a mi, algo sucederá para demostrarte que las oportunidades se acabaron hace mucho y lo único que hiciste fue estirar y forzar una situación donde no podías sacar tu propia esencia. Y entonces te darás cuenta; con lo mucho que me ha costado salir, ya no quiero dar un paso atrás. 

Y aunque los sueños sean pesadillas agotadoras y tengas miedo a caer en enamoramiento. Y aunque sientas que has salido de una guerra, que te duele el cuerpo mientras tienes que seguir lidiando con las obligaciones de la vida. Y aunque a veces puedas dudar de si todo irá bien. Aunque te mueras de miedo... Es mejor morirse de miedo siendo una misma que atada a una persona que no te permite vivir bien. Habrá gente que te crea y estará a tu lado, muchos otros harán como que si pero será que no y habrá gente que nunca se pondrá a tu lado, pero tu realidad es solo tuya y no necesitas eso para confirmar y aceptar lo que ocurrió, ni tampoco para avanzar. 

Lo bueno de todo es que una vez fuera podrás recuperar la objetividad sobre ti, sobre la perspectiva que tienes del amor, sobre la vida. Y experimentar esa libertad te hará sentir cada día un poco mejor, haciendo que sanen las heridas donde solo recibías ataques porque todo lo que hacías estaba mal hecho. 

E integrarás con más fuerza que si algo no es sano, es hora de salir de ahí sin media explicación. Comprenderás que el amor es permitir ser al otro, el amor solo crece en respeto... Y lo verás muy claro: con tus amigos. Ellos te amarán y te esperarán con los brazos abiertos, y te recordarán con pequeños detalles la fuerza que tienes dentro. Te liberarás de una carga que te estaba matando en vida, que te volvía loca creándote una amarga sensación de disociación destructiva. 

Te lo vas a tatuar a fuego en el alma "si no hay tacto, si no hay respeto, si no aceptación, si no hay libertad, si no hay comprensión... entonces eso ya no es amor". 

martes, 3 de septiembre de 2019

Ojalá tener un manual debajo del brazo.


Hace tanto que no me paso por aquí que siento todo muy polvoriento. No sé si estaré a la altura de lo que hacía y de quien era, pero sentía la necesidad de compartir con ustedes lo vivido y quizás les sirva de algo.

Ojalá hubiese escuchado lo que no quise escuchar. Ojalá nunca hubiese ocurrido y no estaría ahora tan rota y tan mal. Ojalá aprendiese sin necesidad de darme golpe tras golpe. Pero no es así y eso es algo que desgraciadamente a día de hoy ya no puedo cambiar.

A veces pienso que si fuésemos aves, gatos o lobos otro gallo nos cantaría y sabríamos amar, amarnos bien, sin dolor, sin daño, sin abuso, sin tonterías... Pero no lo somos y nos rompemos los unos a los otros. Es entendible cuando uno es nuevo en esto de amar y hay actos, involuntarios y sin maldad, que pueden dañar... ¿pero qué ocurre cuando se da otra realidad? Una mucho más difícil de aceptar.

El ser humano es el peor enemigo del ser humano, no me cabe la menor duda. Podemos hacernos trizas normalizando lo que va a contranatura del bienestar, de la paz y de la armonía. En algo que debe ser tan sencillo como amar, somos capaces de crear un campo de batalla antes que un valle florecido y en paz.

Estamos normalizando la intensidad desmedida en las relaciones, haciendo que nos turbien e impidiendo que relativicemos. Hemos normalizado la tensión, las exigencias, el apego sin límite... Y en general se observa que está muy normalizado lo tóxico. Somos adictos a la toxina de una relación tumultuosa y eso nos lleva de cabeza a situaciones abusivas e injustas. Pensamos, o hemos sido criados, con la creencia de que el amor es complicado... Y entonces pasamos por el aro con todo.

No vemos más allá. El amor complicado hace referencia a dos humanos abriéndose y conociéndose,  conviviendo y madurando... No hace referencia a discusiones diarias, vejaciones, daño, batallas, ataques... Es aquí donde uno necesita armarse de valor y ver objetivamente.

La música habla de amores complicados. La poesía describe amores imposibles. El arte nos lleva a amarres de amores. Y el descontrol emocional nos empuja de cabeza a esas situaciones.

La emoción es bella, como un diamante que habita dentro de nosotros y nos permite ver la hermosura de la vida desde un prisma singular. Sin embargo, la emoción pierde su naturaleza increíble cuando nos ciega y no nos permite posicionarnos con los pies en la tierra.

Estamos acostumbrados a amores inmaduros. Cumplimos años y aún nos seguimos abrazando, enredando y comprometiendo en amores inmaduros. Y de ahí salimos medio locos, todo rotos, descolocados y desorientados, como pedos de borracheras que se van de las manos.

Qué difícil es decirse a una misma: lo has hecho mal, no has escuchado ningún consejo y te fuiste de cabeza contra tu propia destrucción. Una destrucción con unos bellos abdominales, un acento exótico y un pelo frondoso que te decía mi amor mientras cruzó los límites del respeto como nunca hay que cruzarlos... Lo has hecho tan mal que hasta siento que me merezco esto que ahora cargo.

Ojalá hubiese llegado a esa reflexión mucho antes. A ese poder. Ojalá... Esa puede ser la guía que lobos, aves y gatos traen consigo para crear esos vínculos sanos afectivos.

Los 27 y su reflexión de la vida. Revolucion saturniana para ponerme frente a las cuerdas y recordarme a partir de ahora una promesa básica: que sea una relación adulta, madura, para que sienta que se encuentra a la altura y poder ir avanzando.

No nos damos cuenta pero esas caídas repetidas en relaciones inmaduras nos frenan la vida y eso es un tiempo irrecuperable. Mi parte infantil desea que todo se hubiese dado como esa expectativa que yo tenia: una amistad amorosa donde nace una relación sana; una compenetración donde aceptarse mutuamente sin condiciones. Pero mi parte madura acepta la realidad, agacha las orejas, se lame las heridas, llora la rabia y aprieta los dientes.

No permitan que nadie abuse de ustedes. Que nadie corrompa su ser y su esencia. No permitan que les insulten y menosprecien con la excusa del amor. Elijan amores maduros donde no tener que vivir esos patrones extremos y sin sentido. Elijan siempre desde la obtención del progreso propio, así la vida no pondrá en su camino personas que les frenen, solo dispondrá personas que les sumen.

¿Cuanto tardan este tipo de escombros en recuperarse y convertirme en quien era? Me echo de menos y me siento tan destrozada que me cuesta mantener la mente clara.

miércoles, 26 de junio de 2019

Fuimos ángeles y ahora somos humanos:


Me corté las alas para llegar hasta aquí, en esta realidad y en esta dimensión.
Lo hice para ser humana, acepté las reglas del juego:
Aprenderá más de sus errores que de sus aciertos. Muchos de esos errores arrastrarán dolores y horrores durante años, pero sin embargo todos ellos estarán repletos de conocimiento, sabiduría, experiencia y aprendizaje.

"Lo que usted integre en su aprendizaje será lo que pueda otorgar a todos los que vibren en su frecuencia. Será una herencia, no sólo para su linaje, también para aquellos que conecten con su esencia. Porque aquí usted viene no sólo a crecer individualmente, viene a enriquecer el grupo, la tribu innata humana que está conectada más allá de kilómetros y diferencias. 

Caminará entre las sombras y las luces de la vida más poderosa que existe. Y en esa vida, la terrenal, usted irá coincidiendo con otros que necesitan de su presencia porque es fundamental dentro del camino de sus propios universos, ninguna coincidencia es porque sí.  Procure poner su mejor intención en cada cosa que haga, muchas de ellas serán imborrables, pero recuerde que aún poniendo su mejor intención en ocasiones puede dañar de manera inevitable a otros y tendrá que aprender a vivir en paz con esa amarga sensación. A veces tendrá la suerte de no ser testigo de ello, pero en otras ocasiones lo verá todo cara a cara y no podrá ni siquiera plantearse el huir. 

Aquí ha decidido usted que viene para descubrir lo que aún le queda por ver, por vivir, por venir. Se dará de bruces contra la complejidad humana y aceptará que lo único capaz de calmar esos océanos acelerados es el amor. Y tendrá que aprender a vibrar en amor incluso hacia aquello que ha podido destrozarle. 

Poco a poco y con el tiempo llegará al sabio conocimiento de que lo que importa, de verdad, no es tangible, no es materia... Es aquello que abraza el corazón y la esencia. Y verá que las prioridades en la vida no son cuánto cuesta o cuánto vale, al final la prioridad es poder hablar con libertad, sentirse abrazado, sentirse apreciado de verdad, sentir cariño, repartir cariño, sentir amor, compartir amor... Esas cosas que ni todo el oro del mundo podría comprar. 

En algunas ocasiones caminará en un océano de dudas y con los ojos cerrados tendrá que aclararse por una decisión. A veces se arrepentirá de sus decisiones y tendrá que asumir, humildemente, a vivir con las consecuencias de sus decisiones. En otros momentos el éxtasis del acierto será tan enorme que le subirá de golpe y porrazo de nuevo al cielo, sintiendo una enorme bendición repleta de dicha y gozo. 

Muchas veces no encontrará razones lógicas, o a la altura de sus necesidades, sobre muchas de las cosas que vivirá. Y también tendrá que vivir con la ausencia de esas respuestas. 

Usted se cortó las alas para vivir a fuego lo que es realmente el vivir. Usted se quitó las alas para comprender el momento del "ahora" y para entender, cuanto antes, la fragilidad de cada instante y el incalculable valor del presente. Usted renunció a su condición para aceptar una experiencia con principio y final, llena de intensidad, de subidas, bajadas y de complejos procesos emocionales que le acompañarán cada día. 

Con el tiempo será testigo de que donde usted dijo digo dirá Diego. Que la contrariedad forma parte de la condición humana y que hay algo fundamental que ayuda muchísimo en esta experiencia: aprender a perdonar y también aprender a perdonarse a si mismo. Y esa es la herramienta, la capacidad, que le hará sentir mejor y más libre. 

Usted ha venido aquí para aprender a verse todas sus caretas y facetas, todos los rincones de su ser, sus luces y sus sombras. Y también para aprender a ver las careas y facetas, los rincones, las luces y las sombras de todos los que están o estarán en su vida. 

Viene aquí para aprender a dar la bienvenida pero también para aprender a despedirse, para aprender a estar cerca y también para aprender a alejarse, sin que esto suponga una carga o algo insuperable.

Aprenderá a dar paz a las mayores de sus guerras, solo viviendo como humano podrá ser consciente de lo que significa ser realmente humano. Como los esquemas mentales se vienen abajo cuando intentamos poner en práctica pero interviene siempre cierta ambivalencia emocional y compleja que no siempre es fácil de controlar y que a veces es ella la que nos controla, la que le controlará a usted. 

En esta experiencia usted será testigo de lo efímero que es todo, y cuando se encuentre en el último de su días se dará cuenta de que al final todo pasó más rápido que un suspiro. Y en ese suspiro ocurrieron todas las cosas que le hicieron descubrirse; sus mejores y sus peores cosas. Y de ninguna de ellas podrá huir, porque van en su esencia y allá donde vaya. 

Usted vino aquí para experimentar a flor de piel. Para sentir, realmente, el tacto de esta inigualable y auténtica vida. Única y diferente para cada ser. 

Manténgase firme. No se rinda antes de tiempo. No busque de manera incesante, a pesar de lo difícil, contará con ayudas extraordinarias que llegarán cuando menos las espere. Porque aunque tomó la libre decisión de venir aquí, siempre estará respaldad@ por el universo. Usted es un/a hij@ del cosmos y eso es algo que nadie podrá arrebatarle. 

Respire hondo. Acepte, incluso lo que es muy difícil de aceptar. Permita que la vida le sorprenda y aprenda a colaborar con lo inevitable. La resistencia, más que una muestra de fuerza, es una condena que le causará aún más sufrimiento. Fluya. Y cuando sienta que ha perdido el norte, mire al cielo de donde usted viene y pida amorosamente claridad mental, visión objetiva, salud y prosperidad. Después de eso, nuevas pistas serán depositadas con amor en su camino, sutiles pero poderosas ayudas que estarán a la espera de ser descubiertas, abra los ojos y el corazón para acogerlas. 

Y este es parte del contrato que todos hemos firmado. Quedan muchas clausulas y explicaciones, individuales, que cada cual ha firmado según su condición y su vida. Pero lo fundamental es común para todo ser que viene aquí."

A pesar de todo, podemos seguir vibrando en amor. Y el amor es la ayuda más poderosa que podemos tener a nuestro alcance. Recuerde lo importante y siga caminando en su vida, sin perder la esperanza.