¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

sábado, 30 de abril de 2016

Historia corta


Regresó agitado hacia mí, como cuando un niño va corriendo asustado al regazo de su madre.,, Yo no sabía actuar, me senté a observarlo viendo como su aceleración lo destrozaba, palpitaba descontrolado.

- ¿Qué te pasa? - Le pregunté sin saber qué más podía hacer. No hubo contestación, solo ese movimiento incesante, ese nerviosismo... era el único sonido que nos acompañaba:
- Dime ¡en serio! ¿qué puedo hacer? - Volví a preguntar, esta vez más desesperada si cabe.

De repente cesó, todo se quedó en una pausada y extraña calma:
- Soy tu corazón joder... ¿y no sabes qué hacer conmigo? - Me replicó indignado.

Y así era, allí lo tenía entre mis manos, mi propio corazón preocupado porque alguien no era capaz de haberlo reconocido... Y ese alguien era yo.

viernes, 29 de abril de 2016

Poema puro en prosa.



Yo no quiero que me quieras para toda la vida... quiero que me quieras de una manera sana ¡todos los días!.

Yo no quiero encerrarte ni cortarte esas alas tan bonitas, que son las únicas que te han traído aquí a mi vera... yo solo quiero besarte como si el mañana no existiera.

Yo no quiero un matrimonio de esos desgraciados que están enlazados con anillo al dedo y suspiros del pasado, yo lo que quiero es que me quieras entera tanto en mis días buenos como en mis días de pena.

Y yo lo que quiero, de este mundo corrompido, no es un amor romántico sin sentido... es la pasión del adolescente, el cariño de un niño y la madurez del adulto para ponerle cojones al asunto. Y que quizás estoy un poco loca, las señoras mayores me dicen que me pierdo por la boca... Pero ¿qué le hago yo? si me arrebata la cordura la propia vida con sus cambios inesperados ¡y joder! con tu sonrisa...

Déjame decirte al menos una última cosa, yo quiero un amor de esos que llenan el corazón ¡que lo rebosan! Porque no quiero que me quieran y que me amen como si tal, como si nada, como si el tiempo simplemente avanzara... Yo lo que quiero es esa magia, la que pocos conocen y de la que todos hablan.

Que yo no quiero un amor de esos solitarios, ni un amor donde la bronca sea el himno diario, yo lo que quiero no va por esa rutina... Lo que yo quiero es adrenalina.

Y ojalá algún día encontremos la manera, de querernos de manera tan buena... y mientras tanto yo me regozo en tus visitas inesperadas, en tus llamadas y en tus besos por la espalda.

Que seguramente nadie me ha querido como tú me quieres, porque también estás loco, pero a mi me queda por ver aún algunas cosas porque te conozco poco.

En mi mirada ya no cabe más ilusión y en mi corazón tampoco hay cabidad para otra persona distinta, ¿qué he hecho? ¡me he enlazado sola! En esta aventura que me devuelve el sentío, la vida y las ganas de vivirla...

No sé cómo llamarte, lo único que sé decir es que te quiero.

miércoles, 27 de abril de 2016

Hay gente que te vuelve loca y otra que te devuelve la cordura



Hay personas que te vuelven loco y otros que te devuelven la cordura, y por ilógico que parezca, yo prefiero al segundo grupo.

Ojalá algún día os topéis con una de esas personas, con solo una, el/tu mundo cambia. No necesitas nada más, saber que te sanan respetando cómo eres, hasta lo que más has odiado por años... Porque es verdad, hay personas que te vuelven loco y otros, que indiscutiblemente, te devuelven la cordura.

Y cordura es el saber avanzar, sentirse libre, cordura es el silencio y es el tacto sin nada más, sin tanta parafernalia ni maquillaje barato. Cordura es el detalle, el instante que se elige, cordura es la confianza plena incluso aunque aún queden resquicios de heridas del pasado... incluso en esas, en la profundidad donde se esconden las tormentas, cordura es eso de estar, de disfrutar el momento, de verlas venir sin dejar ganar a la ansiedad, cordura es estar agradecido con lo que te llena aunque para otros sea poco... Cordura es el respeto y la adaptación, es el observar en silencio y es el callar la mente ¿qué ocurre en los futuros? Pues lo que nosotros eligimos en este presente y eso también es cordura.

Hay gente que te vuelve loca, que te convierte en irracional, que hace brotar sangre de la piel sin apenas nada. Hay gente que juega con la armonía porque daña tu corazón, porque no va de cara y porque al final todo son medias tintas, esas medias tintas que destruyen, que te arrebatan tu más honrada serenidad. Tu sagrada paz.

Hay gente que te vuelve loco, aunque la ames con esa pasión fogosa... que te destruye, que te lleva a lo peor de ti, que te hace dudar de quién eres, de tu presente, que te hace sentir solo incluso en su propia presencia, que hace que te derrumbes y llores desquiciado porque sientes que algo te ahoga los poros por donde respira tu vida, porque sientes que es un juego sin reglas claras, porque la nobleza ya no está en ellos, porque incluso cada beso es como un corte en tu vida.

Y luego está esa gente, que te vuelve cuerdo, que también amas con pasión, que construye, que te lleva a lo mejor de ti ¡aunque dudes de ti mismo!, que hace que te reconozcas, que le quita el peso a esa importancia que tú arrastras con vergüenza, que te hacen admirar el instante, que te hacen sentirte acompañado incluso en su propia ausencia porque están presentes de verdad, dentro de ti, de tu vida, porque te lo demuestran... Esa gente te hace alzarte y aunque llores delante de ellos, derrumbado y dolorido, esa gente te abraza y si hace falta llora contigo. Esa es la gente va de cara y eso los honra. Hasta el simple sonido de sus palabras es una caricia para el alma.

Hay gente de la que nos enamoramos que nos hace destrozarnos por dentro, que convierten en ruinas todas nuestras entrañas, que hace que nuestro corazón sea solo escombros... Y luego aparece esa otra gente de la que te enamoras o de la que te encariñas, que aunque no sea recíproco ni al mismo nivel con su serenidad y semblante te hacen crecer, que son ejemplo para que tú seas el propio motor de tu vida y que sacan partido incluso a las rocas más grandes de toda esa destrucción masiva que hubo dentro de ti... Por eso no desesperes porque todos tenemos esperando a una persona que aunque sea por un instante o por toda una vida, nos devolverá la cordura.

sábado, 23 de abril de 2016

El miedo al amor nos vuelve idiotas

Ilustración: Helen Delmaire


Hemos llenado todo de eufemismos baratos, de quejas sin motivos y de excusas.

¡Por el amor de Dios!¡O de alguien! ¿Cómo podemos tener excusas para no amar?... pues así estamos ¡idiotas! nos enlazamos con cuerpos, cuando no existe nada más íntimo en todo el santo mundo y decidimos llamarlo solo "derecho a roce" ¿a roce de qué? Si me has tocado la fibra más sensible de mi ser, si has penetrado los lugares más inhóspitos de mi propio cuerpo físico, si me has visto gemir y esconderme tímidamente por si hay algún ser divino, como un voyeur, pendiente de nuestras fantasías hechas realidad.

Nos vemos echando de menos como si eso no significase absolutamente nada... estamos tontos perdidos. Nos mordemos los labios porque quizás escribir un mensaje sea demasiado... ¿demasiado de qué? en serio ¿cómo va a ser demasiado decir a alguien "pienso en ti"? ¡En que cabeza cabe!.

Definitivamente estamos de una actitud que es de lo más absurda... entiendo la necesidad del espacio, del amor propio, de la lentitud y del observar, pero por favor si se te caen las palabras de la boca y los latidos del corazón ¡no lo detengas!... No seas de esos humanos cabezones que se convierten en piedra por miedo al sentir, por temor a experimentar como cuando eran jóvenes alocados... por favor, hazte un regalo y permite que la vida te deslumbre, al menos, una vez más y guarda esta coletilla en tu alma: haz el amor siempre una vez más, besa con los ojos cerrados siempre una vez más, di ''te quiero'' siempre una vez más, ama una vez más... y que siempre te acompañe esa vez más, como esa última copa de la noche (que nunca es la última).

Nos encontramos todos centrados en nuestro ombligo, mirando de reojo a ver si cruzan un poco las líneas del sentir y nos escondemos en banales disimulos a la voz de "es solo una follamiga" ¿perdona? ¿follar y amistad sin nada más? Lo que eres es un idiota y ella también si aún no ha sentido algo más que el contacto de piel con piel... Creo que nos hemos centrado tanto en el placer carnal que nos hemos olvidado completamente de lo que va después, de los lazos, del querer.

Pero no os equivoquéis, para nada os invito a un amor romántico vendido por una productora de Hollywood, al contrario, os invito a la verdad de la vida... En la vida los te amo nacen solos, los te quiero muchas veces surgen entre gemido y gemido ¡y tristemente nos atemorizamos y avergonzamos de ello! y cuando nos topamos con la sensación de que alguien es importante para nosotros... ¡huimos despavoridos como si fuesen llamas apunto de consumirnos!, sin embargo no es más que la realidad del ser humano: el sentimiento y la emoción.

Y aquí estamos, metidos y embadurnados con un miedo que nos impide abrir las alas porque "oh, que doloroso es tener un corazón roto" ¡Joder, claro que duele! También duele romperse un tobillo y no dejamos de andar por miedo a ello, también duele enfermar, también duele la vida en general... En serio, lo que más duele en este mundo son los "y si...", la sensación de haberlo querido dar todo y no haberlo hecho por nuestras propias corazas de supervivencia. Al final, incluso si sale mal, la experiencia del amor y del buen momento vivido vale más. 

Una enfermedad que se expande como la peste: el miedo al amor que nos vuelve idiotas y más idiotas somos huyendo de algo natural que cayendo en sus redes. Espero que cada uno encuentre su sanación.

jueves, 21 de abril de 2016


- Es jodido... 
- ¿El qué?.
- Tener un sueño como tuyo... 
- Bueno, más jodido es no tener sueños.
- ¡Como eres!.
- ¿Cómo soy?.
- De ninguna manera... es igual...

Que nadie destruya tus sueños con realidades ahogadoras.

miércoles, 20 de abril de 2016

Ama mis heridas

Hoy he tenido una conversación que me ha inspirado a escribir esta entrada, espero que os ayude y que me ayude:





Ama mis heridas, si me amas a mí. Ellas estarán ahí el mismo tiempo que yo este aquí, junto a ti y en este mismo intervalo podrán resurgir, podrán flotar, podrán esconderse y podrán reaparecer inesperadamente.

Yo soy como tú, una persona hecha de materia maleable; tanto en el alma, como en la mente, como en el corazón y como en la piel, que todo lo recubre.

 En esa composición se encuentran mis traumas, mis experiencias imborrables y mis cricatrices, que solo intentan disimular lo que hubo una vez: la profundidad de la herida, lo que sangró que ahora ya no sangra pero sigue ahí, para siempre.

 Hay días que ellas resurgirán con los vientos del pasado a mi mente y mi cabeza, a mi ser, que intentarán como monstruos volver a hundirme, hacerme retroceder en mis pasos... y en esa guerra interna me ofuscaré profundamente mientras intento lidiar con el presente que también marca, de buena y mala manera, continuamente.

Soy un ser de barro hecha de recuerdos, de pasado, de dolores y de alegrías... pero es importante que aunque no soy la víctima de nada solo la protagonista de todo, sepas que a veces los dolores resurgen, porque las heridas en el corazón, en la esencia profunda y en el alma... a veces son como lesiones que no se han recuperado de todo y ese ligamento, ese hueso, esa articulación... vuelve a recaer.

Déjame mostrarte lo más bonito de mi pero antes de que te hagas cien mil ilusiones, expectativas... quiero que sepas que mi parte brillante no enmascara nada aunque convive diariamente con esa parte de piel tierna, de reconstrucción, de pasado, de escombros, de hambruna para el amor, de sufrimiento para el cuerpo, de pena, de rabia y de la liberación en intervalos.

¡No te voy a engañar! Hay heridas donde cabe un puño entero y otras que apenas escuecen, pero todas ellas me han convertido en la guerrera de mi propia vida, en la superviviente de las batallas que se forjan en el tic-tac de la rutina diaria.

Yo en mi completa esencia soy el resultado de mis dolores y de mis tiritas, de mis lesiones y de mis triunfos. Pero contempla bien lo que sangra porque es el mayor obstáculo que encontrarás en mi persona.

Debes ser consciente de que si eres capaz de amar  a diario esos dolores, que a veces renacen, que afloran como bichos muertos de hambre... te daré todo lo que tenga a mi alcance y seré fiel también a toda tu esencia y a tus propios dolores, a tus propias pérdidas del pasado y a tus propios renaceres de las sombras.

No puedes amar la parte que brilla sin prestar atención a la fortaleza que ha resurgido de la parte más fangosa de mi experiencia.

Y amarme supone un compromiso, de estar ahí, de no flojear, de airear y de besar... de ser capaz de observarme derrumbarme sin añadir prejuicio a mi angustia. Amar supone quedarse junto a mi incluso cuando muerda rabiosa al mundo y entender, ver la raíz de lo que escuece profundamente en mi.

Si quieres amarme, antes de amar lo más bello de mi,... antes si quiera de besar mis curvas, de penetrar mi cuerpo, de acariciar mi piel... ¡Adéntrate en amar mis heridas!.

Si eres capaz de saltar a esos abismos sin huir despavorido, sin sentir temor, sin añadir más carga y más crítica, estaré ahí para ti, seré la compañera de tus aventuras, la sanadora de tus heridas... la amiga que te ayudará a llevar mejor el peso de la vida.

Haz las cosas con pasión



Haz las cosas con pasión, te gusten o no, te veas forzado a ellas o no, hazlas con pasión.

Añádele la energía del corazón, haz las cosas con pasión, ganes dinero de ellas o no, sean nuevas o antiguas... hazlas con pasión para que tu tiempo no sea en vano, para que se vuelvan sanadoras y constructoras.

Haz las cosas con pasión, genera ese halo a tu alrededor de conocimiento, de amor, de energía impetuosa, de aire y de propagación. Hazlas así y podrás sacarles jugo, hazlas aunque creas que son una obligación, aunque te inviten a moverte cuando quieres estar quieto... haz las cosas con pasión.

Esa es la magia del compartir, del no rendirse, es la magia del aquí, del ser feliz y del agradecimiento. Es el impulso desmedido, mucho más que miles de pulsaciones por nuestro cuerpo.

Por favor, haz las cosas con pasión y nunca dejes de creer en la magia de la vida.

Besa con pasión, folla con pasión, come con pasión, anda con pasión y rie con pasión. Aunque el día esté gris, aunque llueva tanto fuera como dentro de ti...  demuéstrale al mundo que aún tienes más de ti, que eres esa fuente inagotable de energía, de impulso.

Eres la pasión de tu vida, el chillido de un recién nacido, el suspiro de un señor mayor, eres el vuelo del pájaro y el viento que azota los mares. Sí, eres todo eso, eres la vida misma en su mayor expresión, eres el fuego tintineante de miles de estrellas, la explosión del sabor, eres el amor para alguien que aún no conoces y eres tu propio protagonista.

Eres el prodigio de cada uno de tus pasos, el superviviente nato de tus exámenes vitales, eres el protagonista de tu vida... y todo ello es merecedor, tú eres merecedor, de experimentar desde la pasión. Llora con pasión, siente rabia con pasión, alégrate y enfádate con pasión, atrapa un instante y no lo dejes pasar ¡ponle pasión!, ama efímeramente en un trayecto de metro pero con toda tu pasión, viaja con pasión, expándete... sueña con pasión, lucha con pasión.

Al menos, cada día, ten un momento ¡o todos! para sentir la pasión. Hazte ese regalo que te otorgó la vida, el vivir a flor de piel, el no rendirte, el ser la gracia divina de tu propia existencia.

martes, 19 de abril de 2016

La condena de una 34 o una 36.

Hola a todos, mi nombre es Amalia y mi naturaleza es de ser delgada.

Solo unos 3 años tuve algunos kgs de más debido a una ansiedad clínica que me superó y a un consumo excesivo de gluten, el resto de mi existencia en estos 24 años ha sido de ser siempre delgada, muy delgada, de usar tallas pequeñas y eso, aunque parezca una bendición, muchas veces es una condena.

Vives constantemente acompañada de comentarios de "niña, come más!" "niña, te vas a quedar en nada!" "niña, sufres anorexia!" y no sabes ya qué hacer, si tu cuerpo decide que para gestionar las emociones, aumentar el metabolismo y eso consume aún más. Si puedes llegar a comerte un paquete de spaguettis para cenar, tomar 5 comidas al día y aún así seguir con lo mismo.

La gente desea estar delgada, pero es a veces una condena. Cuando buscas esa talla 34 que solo viene una por caja en cada tienda de ropa a la que vas, cuando la gente te dice "si no tienes fuerza, no ves que no tienes ná de músculos", es doloroso. Te desvaloran o te desprecian, y lo jodido es que sabes que también lo hacen con quienes pesan de más... ¿en ésta sociedad qué es lo correcto con el físico? No, lo digo en serio.

Las personas que somos muy delgadas recibimos constantemente prejuicios asociados con trastornos que ni siquiera sufrimos, nos señalan y nos humillan en público con comentarios como "¿tú? pero ¿cómo vas a poder tú con eso, si apenas tienes cuerpo?" cuando quizás has demostrado, en más de una ocasión, que puedes coger cosas que pesan la mitad de lo que pesas. Cuando vas a un restaurante te sientes completamente observado, y si da la casualidad de que es justo el día que antes te sacias y te dejas un poco en el plato, la cantidad de lluvia de prejuicios y de supuestos, que son falsos, comenzará en breve "por no comértelo todo estás como estás".

 Es también doloroso desear formar parte de un equipo de rugby, como es mi caso, y que la mayoría de gente te diga "tú, tan delgada no puedes formar parte de un equipo así, enseguida sufrirás y no puedes contra nadie" y te callas, por no argumentar que un buen bloqueo no va de la mano del peso, si no de una buena técnica porque la física se pone a tu favor a pesar de tu peso.

Lo sorprendente es cuando todos dan por hecho que ser delgada es ser perfecta, y las delgadas también podemos sufrir celulitis o estrías porque el tocino no tiene nada que ver con la velocidad.

Estoy tan harta, en serio, pero tan harta. Si te preocupas de verdad por mí, los comentarios que hagas sobre mi físico están de más, piensa lo que quieras pero no me lo escupas, ni siquiera sabes lo que tengo que aguantar a diario.

Yo no me esfuerzo por estar delgada, ni siquiera tengo báscula en casa, No busco llegar a una talla más pequeña de ropa porque bastante suplicio es encontrar ya mi talla. No quiero ser el centro de todas las miradas, ni sentir que un pantalón que me está bien de cintura me sobra de pierna por todos los lados... Y de hecho de las cosas que más adoro son cocinar y comer. Ir a un buen restaurante, pedir un primero, un segundo y un postre ¡al menos para compartir!vy a pesar de eso no engordo. Llamadlo genética o llamadlo como os de la gana, pero no me llaméis anorexica cuando no estoy sufriendo anorexia.

Esta sociedad, que es toda prejuicio y que hipocritamente, se posiciona en juzgar los cuerpos muy delgados, dando como natural los que son más gorditos pero a la vez a través de los medios de comunicación muestra una imagen nada natural de la mujer... en esta sociedad es imposible no pasar sin ser juzgado. Y es una pena. 

Cuando peso 50 kg con mi tamaño no es porque yo lo busque, es porque soy así. No tengo más tetas o más culo no porque no quiera, es porque soy así. Y sí tengo forma y curvas a pesar de ser delgada, es también porque soy así. Sí, tengo celulitis en las nalgas de mi trasero y estrías en algunas partes de mis piernas... pero lo único que quiero es que el mundo detenga esa actitud de impedirnos vernos bien, vernos bonitas.

Formo parte del canon de belleza de aquel que se sienta atraído por mi, porque para gustos colores y para colores ¡infinitos! y lo que digan los demás está de más.



domingo, 17 de abril de 2016

Hay que vivir



Hay que cagarla de vez en cuando, para ser capaces de vernos en la mierda. En serio, y no hay nada tan malo.

Hay que liarla un poco, en algunas edades y con algunos temas, llegar exhaustos, meter la cabeza debajo de tierra y aprender, como un ser sintiente; dónde está la herida y cómo afecta el entorno cuando aún hay algo que sangra y que no queremos ver.

Tenemos que chillar por la calle, coger un pedo que ni Alfredo, llamar a tu ex y dos opciones tienes: o le sigues amando o lo mandas lo más lejos que puedas, por suerte yo soy super mala para memorizar números y no tengo teléfonos de exs, pero llamo a personas que son importantes y lloro o chillo o imploro al cielo.

Hay que ser experiencia en esta vida, buena y mala, tanto la vida como la experiencia. Mucho más que un ser que anda, mucho más que una persona. Hay que sentir, no callar, hay que abrazar, aprender a perdonar y por Dios bendito, hay que cargarse el orgullo ¡zamparlo con patatas!. Hay que darse la oportunidad de conocer a quién creías conocer, de sobrepasar el límite y de volver derrotado por ti mismo.

A veces hay que destrozar lo que eramos para sacar afuera lo que somos, hay que dejarse vencer, hay que estallar, hay que vomitar. Hay que avergonzase para luego saber trazar esa vergüenza como riqueza, como sabiduría y como risa.

Hay que leer entre líneas, hay que tener tiempo para agotarlo. Hay que sorprenderse de que en un intervalo que percibes como pequeño avanza toda la noche y tú con una copa en la mano.

En ésta vida hay que probar la propia vida, es necesario sentirse solo, rendirse y vencer. Luchar y parar. Hay que saber con quien follar, a quien amar, con quien hablar y a quien observar.

Hay que ser menos apariencia y más realidad. Hay que ser reales, compuestos, inspirados... ser como el aire de los pulmones, la sangre de las venas, el latir del corazón, lo que sale y lo que entra.

Hay que tener miedo, aunque a veces eso pueda ser de cobardes, porque al final quienes tienen miedo y lo vencen se convierten en héroes de su propia existencia. Hay que entender la fragancia efímera del latido, del verdadero significado de estar vivo.

Hay que conocer ciudades desconocidas por la noche, hay que ser sinceros y a veces tercos, hay que sentir la rabia y transmutarla cuando estemos preparados. Hay que vivir sin odio, con recuerdos y con lagunas mentales, con esos lapsus que nos dejan vacíos de aquello que los demás sí han visto.

Hay que mostrarse humanos, pedir ayuda y demostrar el auxilio. Hay que abrazar a un desconocido, ofrecer lo que tenemos.

Hay que desequilibrarse para saborear el verdadero significado del equilibrio y la armonía, hay que vivir en primera persona la desgracia, el fracaso, la desilusión y la frustración, para cuando todo eso cambie poder también experimentar en primera persona el triunfo, la ilusión, la paz.

Porque en esta vida, lo único que se pide es que vivamos sin arrastrar constantemente la culpa. Porque vivir es arriesgarse, un "all in" en una partida de póker que durará todos los años de nuestra vida.



viernes, 15 de abril de 2016

Ave



No te preocupes, en serio, no estoy metida en una jaula.

Me gusta, simplemente, la quietud en todo su esplendor. No hay nada que me de mayor dicha que la calma, que la paz, que el silencio o que el sonido de la naturaleza. Tiendo a esa relajación.

No tienes que quedarte, puedes irte. Yo no estoy atada, ni encerrada, ni condicionada, ni perdida, ni enganchada.... ahora solo estoy observando, en una rama que hay en la copa del árbol. Y desde allí lo veo todo, la selva, el bosque, el amanecer por un costado y el anochecer por el otro.

No te preocupes, yo no nací en cautividad, jamás me atraparon más de lo que les permití y tampoco morí por esa experiencia temporal. No tengo anilla, ni nada que me marque... a fin de cuentas siempre he sido un pájaro libre, de vuelo ligero y sabiduría engalonada.

Agradezco tu esfuerzo, pero no hace falta más. El tiempo es oro, lo es para los dos. Para mí, que me gusta observarlo sin apenas hacer nada y para ti también, como quieras aprovecharlo.

Me encanta la sensación de saber realmente porqué... Siempre fui una mujer alada y eso explica que la mitad de mis tatuajes sean con aves. Añoro mis plumas, mis vuelos y mis piruetas... y la honradez de ser el animal más libre del mundo, que en muchos casos elige amar para toda una vida.

Ahora, entre cantos, bailes, llantos y risas, volví. No podré alzarme siempre, pero mientras pueda diré lo mismo: soy un ave de mil colores, soy un oso y soy una, de las muchas representaciones, de la belleza misma.

jueves, 14 de abril de 2016

El reponerse y otras habilidades



Hay mucho testigo, lejano y ajeno al dolor, al proceso, a la vivencia y al escalofrío. Hay mucho testigo de puertas para afuera de mi alma, de mi corazón "sentío"... y ahí se encuentran siempre, porque aunque amigos y compañeros, no dejan de ser testigos, más o menos cercanos, de lo que late por dentro de mi, de lo que corre por mis venas, de lo que siento, de lo que percibo y de lo que he tirado contra el suelo, de lo que he destrozado, de lo que he tachado.... solo son eso, observadores y conversadores.

Pero después de tanto, uno se mira para adentro. Lo bueno y lo malo que ahí habita solo lo puede sentir uno mismo: la soledad cuando aterra, las estampidas de los recuerdos, el morderse los labios o el miedo a volver a enamorarse, de nuevo, de alguien que no sabes quién es... todo eso, lo sientes a flor de piel porque lo vives tú y los demás opinan, dentro de sus experiencias, de sus habilidades, pero sobretodo dentro de sus parcelas.

Y ahora, en este siglo que vivimos donde creemos que una llamada será suficiente, una visita sin llevar nada y esperando a que se lo pongan a ellos, una fiesta sin regalo, un estar sin estar y un mensaje por el móvil, un contacto que es sin ser, porque no es entero ni es completo.

En estos últimos meses he perdido mucho, no puedo negarlo porque la realidad está ahí. Se rompió una relación de 2 años y medio, semanas después murió la persona a quien más he admirado en este mundo y pocas semanas después perdí mi trabajo, fuente de ingresos principal de mi vida. Y ahora estoy en un proceso de recuperación física, con fiebres altas.

¿Pero sabéis? Lo más maravilloso de ese proceso es el reponerse y todas esas habilidades que surgen a su encuentro. Si hay momentos que no te puedes levantar, donde estás afligido mental y físicamente, no te queda más que disfrutar de la cama porque la vida es caprichosa y es posible que en breve no tengas tanto tiempo libre para ti mismo.

Si hay días que estás con fiebre y lo único que puedes hacer es escribir en casa, relajado, pero ves que remite temporalmente... aprovecha esa temporalidad para hacer algo que realmente te apetezca. Porque es la vida precisamente eso.

Si hay momentos en los que necesitas mimos, pídelos.

Esa es la facultad del reponerse y el resto de habilidades. En este proceso, tan duro pero tan precioso, he conocido a alguien que me da siempre una vuelta al mundo. Y lo agradezco, a veces es importante que pongan patas arriba todo lo que creías de ti mismo, sobretodo lo malo que creías tener en ti mismo, que le quiten miga, que te aligeren el peso. Es importante que se porten bien dentro de esas heridas donde tú no has sabido hacerlo, y que te enseñen. 

Y también agradezco a este proceso el mostrarme mis herramientas como una persona auto-suficiente, con capacidad para sacar la cabeza, para tirar adelante por encima de cualquier bache, para mantener sobretodo el optimismo, para escarbar y sacar para afuera todo aquello que me hace buscarme la vida y haber hecho resurgir con una fuerza increíble mi capacidad para renacer, para no hundirme, para perdonarme, para sonreír ¡recuperé en este proceso mi risa a carcajadas! y el consiguiente dolor de tripa de la felicidad. Y además, agradezco ser la protagonista de esta situación, la de vivir intensamente, la de experimentar dificultades, la de recibir noticias que son para siempre, la de darme la oportunidad de comenzar libros desde cero, de escribir poemas nuevos, de regalar de nuevo mis versos ¡pero esta vez a alguien que lea de verdad!, agradezco no ser una simple observadora de un proceso fortaleciente, constructor de resistencias, de ideas, despertador de dones, de capacidades divinas y psicológicas.

Ahora se tercia un futuro, un desconocido futuro con mucho más que aportar... y justo ahora, es cuando más preparada me encuentro: te espero con los brazos abiertos, a tí y a todos tus sucesos, con la resiliencia que el pasado me ha otorgado, como un regalo imborrable.



miércoles, 13 de abril de 2016

Utopía o imaginación



- ¿Dónde te gustaría viajar?.- Me preguntó.
- A tu interior, para verte por dentro ¿utopía o imaginación?.- Respondí. (En el interior es donde se esconde lo feo, las heridas, lo oscuro... y yo siempre he tenido esa manía de abrazarme a lo que los demás esconden.)
- ¿Cómo?.-
- Quiero ver lo que escondes o lo que no escondes pero aún no enseñas. Las raíces, las ruinas, lo que se ha deshecho y lo que tiene cicatrices porque has tenido que construirlo mil veces....-
- No sé...-
- En serio, quiero sembrar las flores que quieran crecer donde nadie más se atrevió a llegar. La vida es increíble si te das la oportunidad de llegar dentro de los demás y antes de conocer el mundo, antes de volver a coger un avión, antes de poner un pie en un sitio desconocido, lo único que quiero es verte, entero, la parte que has destruido y también la que has enterrado debajo de tu alfombra, yo no pretendo cambiarte...-
- ¿Entonces?.-
- Yo pretendo cuidarte, hablarte, sanarte, que mis besos sean el bálsamo de aquello que callas, que mis aplausos sean aquello que te animen aún a volar más lejos... quiero estar donde estoy, pero también quiero estar aquí. - Señalé su corazón.- Ojalá pudiese estar ahí, quitándote los miedos, desenredando,... observando y sintiendo.-
- Una única petición: bésame el alma si la encuentras, porque sigue ahí, acúname  y convierte las aristas que me hicieron sangrar en las curvas de tu cuerpo.-

martes, 12 de abril de 2016

Eres más amanecer que imperfección

A veces las personas solo se quedan con lo peor de ti mismo, distorsionado e irreal.
Se quedan con los malos segundos, pasando por alto los grandes amaneceres. Y lo peor es cuando acrecentan esa parte mala de ti, que no es tanta ni tan abundante.
Aquellos que se pierden en las pequeñeces de los errores, de las faltas, de las equivocaciones y de las imperfecciones, se ciegan a observar la inmensidad del corazón y del alma, la grandeza del ser, el sentido, la parte que brilla y lo mejor de cada persona.
Por eso, aléjate de ellos antes de que te convezcan, desde su prejuicio y autoritaria actitud, de que eres más imperfección que belleza, pues eso no es verdad pero hay mucha alma perdida que necesita algunos años más de experiencia antes de adentrarse a experimentar la vida desde el amor.
Malos días tenemos todos, dolores tenemos todos,  problemas, preocupaciones... asique si algún día estallas, no te sientas culpable ni mal... tu ser es mucho más que un día o dos y los que te aman lo saben de verdad...

domingo, 10 de abril de 2016

La claridad de quien eres.



Si eres capaz de encender una cerilla en medio de tus propias tormentas que todo lo arrasan y si mantienes esa llama mucho más de un minuto, pero además de eso, la usas como la esperanza de que todo pasará,  si aclaras el camino, si avanzas por encima de las nubes, si te enfrentas a la oscuridad. Si eres incapaz de esconder las emociones: sonríes, ríes a carcajadas y también lloras. Si eres humano en todo lo que haces sin miedo a mil equivocaciones, si a veces te ausentas incluso delante de los demás, si reapareces, si has huido y has aprendido... Estás más cerca de la divinidad de lo que sientes.

Si sientes tu corazón latir, si no temes decir "te quiero", si tu mayor miedo es que la gente no sepa lo que es el amor, si eres incapaz de guardar rencor, si al final todo lo perdonas, si no te flagelas más y cuando aún lo haces te pides disculpas, si sabes estar, si reconoces los errores, si ideas un futuro que brille... Eres más noble de lo que crees. 


Si no temes que el tiempo avance, si tienes la palabra correcta para el dolor ajeno, si te has dispuesto a vivir desde dentro, si aunque ocurran mil sucesos inesperados te pones de pie... Eres mejor de lo que piensas. 

Si te has identificado con todo lo escrito, entonces es momento de que observes con aceptación, con admiración y con amor propio la claridad de quien eres. No hay nada que importe más ahora... después de tanto; te has mantenido íntegro y has vuelto, siempre.

 Has reconocido y has encontrado paz en tus guerras internas... entonces, en serio, ya no hay nada más prioritario, solo que seas capaz de llenarte de fuerza, autoreconocimiento y valentía propia.



viernes, 8 de abril de 2016

Concédeme tu valentía

Si me dejas abrazar los árboles,  hablar a las piedras, cantar a las aves y tocar las estrellas...

Si me dejas rozar las nubes, esconderme en mi cueva, llorar de alegría y ver la luna llena...

Si me dejas viajar a tu centro, sanar tus heridas, hablar desde dentro y hacer retumbar los miedos...

Si me dejas cogerte la mano, andar descalzos, mirar al mismo lado y convertirnos en ballenas...

Si me dejas experimentar una libertad compartida, un beso en el alma, un nada que sea todo y un eterno segundo...

Si me dejas más de un momento contigo, a solas o en compañía, te demostrare los colores mágicos de la vida, te enseñaré a mirar más allá de la realidad ficticia, te acunaré, te cuidaré y te sacaré de tus propios fangos cuando te metas en ellos.

Concédeme tu valentía, la de atreverte a saltar junto a mí... te espero allí, donde los sauces bailan, donde los corazones laten... donde se vuelve a ser niños con goce de adulto, te espero allí donde se esconde el regalo para el que vinimos a esta vida: amarnos.

martes, 5 de abril de 2016

Hay vida después del despido.

El jueves me despidieron. Bueno, no me despidieron así... decidieron no renovarme (es que hay gente que dice que es diferente, pero para los que nos quedamos en la calle el sabor es igual).

Lejos de creer que me lo tomaría, como todas esas veces anteriores, con un mar de llanto incontrolable y una ansiedad venenosa por dentro, lo que hice fue respirar hondo, en serio, varias veces. Acto seguido me senté y me puse a pensar en mi vida.

Me encontraba en el retrete sentada, porque justo me llamaron cuando acababa de salir de la ducha. Así que ahí estaba como un sushi envuelta por una toalla blanca y con otra, algo más pequeña, en la cabeza. Tenía el samsung en la mano y a la vez, la sensación de que sabía que aquello había ocurrido ya antes... bueno, mejor dicho, esa sensación de que iba a ocurrir la llevaba arrastrando días, una semana concretamente.

Después de ese pequeño momento de reflexión, me levanté con fuerza. Aquel instante me hizo plantearme todas mis capacidades, calculé rápidamente con el coco para saber de cuántos ahorros disponía y pensé en todas esas personas, que antes de que me ocurriese nada ya me habían ofrecido soluciones para "por si acaso".

Me vestí, llamé a las personas más cercanas para contarles sobre mis novedades de vida y me dije a mi misma "24 años, toda una vida por delante, sin hijos..." y salté, salté de la alegría. Y es que quizás, para otra persona en una situación de desempleo más extremo este texto puede resultarle doloroso y por ello le pido disculpas de antemano, pues para nada es esa mi intención. Al contrario, lo que pretendo es que la gente soñadora, de mi edad, coja en ese momento su vida cara a cara y haga algo que jamás olvide: cumplir su sueño.

Y ahí me puse, a plantearme mi vida. A repetirme "soy fuerte para aceptar negaciones" "soy fuerte para volver a construir ilusiones" "soy fuerte, por si acaso me quedo sin dinero, soy fuerte". Cabe destacar que vivo sola y dependo única y exclusivamente de mis ahorros y además que mis únicos compañeros de piso son mis gatos y mi perra, que también dependen exclusivamente de mis ingresos.

Pero me siento tan bien, porque tengo la sensación y la paz de que hay vida después del despido, algo que brilla más, que resuena más, que encaja más conmigo... algo que me haga sentirme orgullosa de verdad y que no me lleve por el camino de la duda ni de repetirme "y si hubiese..." porque ya no hay "y si", estoy en el preciso momento de eliminarlos todos de mi vida, haciéndolos realidad.

Cuando te encuentras en una situación así rodeado de personas maravillosas que esperan a que despliegues tus alas, te das cuenta de lo mucho que vales.

Gracias al cielo por ayudarme a conectar con la vida de verdad. La pasión por luchar por mi realidad, por mi sueño, la pasión de crear mi presente y de no sentirme atada a una rutina en un sitio vacío donde mi voz no era escuchada.

Buscar mi sitio no va a ser fácil, pero mantenerse en un trabajo que no te hace feliz tampoco lo es. Adoro estos golpes de la vida que te llevan a reflexionar y sobretodo, a conectar.