¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...
domingo, 10 de abril de 2016
La claridad de quien eres.
Si eres capaz de encender una cerilla en medio de tus propias tormentas que todo lo arrasan y si mantienes esa llama mucho más de un minuto, pero además de eso, la usas como la esperanza de que todo pasará, si aclaras el camino, si avanzas por encima de las nubes, si te enfrentas a la oscuridad. Si eres incapaz de esconder las emociones: sonríes, ríes a carcajadas y también lloras. Si eres humano en todo lo que haces sin miedo a mil equivocaciones, si a veces te ausentas incluso delante de los demás, si reapareces, si has huido y has aprendido... Estás más cerca de la divinidad de lo que sientes.
Si sientes tu corazón latir, si no temes decir "te quiero", si tu mayor miedo es que la gente no sepa lo que es el amor, si eres incapaz de guardar rencor, si al final todo lo perdonas, si no te flagelas más y cuando aún lo haces te pides disculpas, si sabes estar, si reconoces los errores, si ideas un futuro que brille... Eres más noble de lo que crees.
Si no temes que el tiempo avance, si tienes la palabra correcta para el dolor ajeno, si te has dispuesto a vivir desde dentro, si aunque ocurran mil sucesos inesperados te pones de pie... Eres mejor de lo que piensas.
Si te has identificado con todo lo escrito, entonces es momento de que observes con aceptación, con admiración y con amor propio la claridad de quien eres. No hay nada que importe más ahora... después de tanto; te has mantenido íntegro y has vuelto, siempre.
Has reconocido y has encontrado paz en tus guerras internas... entonces, en serio, ya no hay nada más prioritario, solo que seas capaz de llenarte de fuerza, autoreconocimiento y valentía propia.
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