¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...
miércoles, 27 de abril de 2016
Hay gente que te vuelve loca y otra que te devuelve la cordura
Hay personas que te vuelven loco y otros que te devuelven la cordura, y por ilógico que parezca, yo prefiero al segundo grupo.
Ojalá algún día os topéis con una de esas personas, con solo una, el/tu mundo cambia. No necesitas nada más, saber que te sanan respetando cómo eres, hasta lo que más has odiado por años... Porque es verdad, hay personas que te vuelven loco y otros, que indiscutiblemente, te devuelven la cordura.
Y cordura es el saber avanzar, sentirse libre, cordura es el silencio y es el tacto sin nada más, sin tanta parafernalia ni maquillaje barato. Cordura es el detalle, el instante que se elige, cordura es la confianza plena incluso aunque aún queden resquicios de heridas del pasado... incluso en esas, en la profundidad donde se esconden las tormentas, cordura es eso de estar, de disfrutar el momento, de verlas venir sin dejar ganar a la ansiedad, cordura es estar agradecido con lo que te llena aunque para otros sea poco... Cordura es el respeto y la adaptación, es el observar en silencio y es el callar la mente ¿qué ocurre en los futuros? Pues lo que nosotros eligimos en este presente y eso también es cordura.
Hay gente que te vuelve loca, que te convierte en irracional, que hace brotar sangre de la piel sin apenas nada. Hay gente que juega con la armonía porque daña tu corazón, porque no va de cara y porque al final todo son medias tintas, esas medias tintas que destruyen, que te arrebatan tu más honrada serenidad. Tu sagrada paz.
Hay gente que te vuelve loco, aunque la ames con esa pasión fogosa... que te destruye, que te lleva a lo peor de ti, que te hace dudar de quién eres, de tu presente, que te hace sentir solo incluso en su propia presencia, que hace que te derrumbes y llores desquiciado porque sientes que algo te ahoga los poros por donde respira tu vida, porque sientes que es un juego sin reglas claras, porque la nobleza ya no está en ellos, porque incluso cada beso es como un corte en tu vida.
Y luego está esa gente, que te vuelve cuerdo, que también amas con pasión, que construye, que te lleva a lo mejor de ti ¡aunque dudes de ti mismo!, que hace que te reconozcas, que le quita el peso a esa importancia que tú arrastras con vergüenza, que te hacen admirar el instante, que te hacen sentirte acompañado incluso en su propia ausencia porque están presentes de verdad, dentro de ti, de tu vida, porque te lo demuestran... Esa gente te hace alzarte y aunque llores delante de ellos, derrumbado y dolorido, esa gente te abraza y si hace falta llora contigo. Esa es la gente va de cara y eso los honra. Hasta el simple sonido de sus palabras es una caricia para el alma.
Hay gente de la que nos enamoramos que nos hace destrozarnos por dentro, que convierten en ruinas todas nuestras entrañas, que hace que nuestro corazón sea solo escombros... Y luego aparece esa otra gente de la que te enamoras o de la que te encariñas, que aunque no sea recíproco ni al mismo nivel con su serenidad y semblante te hacen crecer, que son ejemplo para que tú seas el propio motor de tu vida y que sacan partido incluso a las rocas más grandes de toda esa destrucción masiva que hubo dentro de ti... Por eso no desesperes porque todos tenemos esperando a una persona que aunque sea por un instante o por toda una vida, nos devolverá la cordura.
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