Ilustración: Helen Delmaire |
Hemos llenado todo de eufemismos baratos, de quejas sin motivos y de excusas.
¡Por el amor de Dios!¡O de alguien! ¿Cómo podemos tener excusas para no amar?... pues así estamos ¡idiotas! nos enlazamos con cuerpos, cuando no existe nada más íntimo en todo el santo mundo y decidimos llamarlo solo "derecho a roce" ¿a roce de qué? Si me has tocado la fibra más sensible de mi ser, si has penetrado los lugares más inhóspitos de mi propio cuerpo físico, si me has visto gemir y esconderme tímidamente por si hay algún ser divino, como un voyeur, pendiente de nuestras fantasías hechas realidad.
Nos vemos echando de menos como si eso no significase absolutamente nada... estamos tontos perdidos. Nos mordemos los labios porque quizás escribir un mensaje sea demasiado... ¿demasiado de qué? en serio ¿cómo va a ser demasiado decir a alguien "pienso en ti"? ¡En que cabeza cabe!.
Definitivamente estamos de una actitud que es de lo más absurda... entiendo la necesidad del espacio, del amor propio, de la lentitud y del observar, pero por favor si se te caen las palabras de la boca y los latidos del corazón ¡no lo detengas!... No seas de esos humanos cabezones que se convierten en piedra por miedo al sentir, por temor a experimentar como cuando eran jóvenes alocados... por favor, hazte un regalo y permite que la vida te deslumbre, al menos, una vez más y guarda esta coletilla en tu alma: haz el amor siempre una vez más, besa con los ojos cerrados siempre una vez más, di ''te quiero'' siempre una vez más, ama una vez más... y que siempre te acompañe esa vez más, como esa última copa de la noche (que nunca es la última).
Nos encontramos todos centrados en nuestro ombligo, mirando de reojo a ver si cruzan un poco las líneas del sentir y nos escondemos en banales disimulos a la voz de "es solo una follamiga" ¿perdona? ¿follar y amistad sin nada más? Lo que eres es un idiota y ella también si aún no ha sentido algo más que el contacto de piel con piel... Creo que nos hemos centrado tanto en el placer carnal que nos hemos olvidado completamente de lo que va después, de los lazos, del querer.
Pero no os equivoquéis, para nada os invito a un amor romántico vendido por una productora de Hollywood, al contrario, os invito a la verdad de la vida... En la vida los te amo nacen solos, los te quiero muchas veces surgen entre gemido y gemido ¡y tristemente nos atemorizamos y avergonzamos de ello! y cuando nos topamos con la sensación de que alguien es importante para nosotros... ¡huimos despavoridos como si fuesen llamas apunto de consumirnos!, sin embargo no es más que la realidad del ser humano: el sentimiento y la emoción.
Y aquí estamos, metidos y embadurnados con un miedo que nos impide abrir las alas porque "oh, que doloroso es tener un corazón roto" ¡Joder, claro que duele! También duele romperse un tobillo y no dejamos de andar por miedo a ello, también duele enfermar, también duele la vida en general... En serio, lo que más duele en este mundo son los "y si...", la sensación de haberlo querido dar todo y no haberlo hecho por nuestras propias corazas de supervivencia. Al final, incluso si sale mal, la experiencia del amor y del buen momento vivido vale más.
Una enfermedad que se expande como la peste: el miedo al amor que nos vuelve idiotas y más idiotas somos huyendo de algo natural que cayendo en sus redes. Espero que cada uno encuentre su sanación.
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