¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

sábado, 30 de mayo de 2020

La importancia de los viajes sutiles:


La sutileza es apreciable de una forma muy particular; se puede admirar la belleza sutil de un gesto, de la naturaleza, de un instante... Hay un reconocimiento al poderío que habita en lo sutil, tanto para bien como para mal. Sutilmente se pueden comunicar mensajes importantes, dar a entender algo o encender una situación. Una parte muy importante de nuestra forma de comunicación se encuentra apoyada en la sutileza. Ocurre igual con nuestras formas de conexión o nuestras percepciones emocionales y psicológicas. 

Dentro de lo sutil, aunque a priori parezca algo pequeño y sin fuerza, se esconde una cantidad de información y conocimiento muy importante. La sutileza, además, suele llevarse muy bien con nuestro "yo" intuitivo, salvaje y espiritual. 

Hoy quiero compartir algo interesante relacionado con la psiconáutica y la experimentación en relación al desarrollo y la consciencia. El otro día caí en la cuenta de la importancia que existe en los viajes sutiles. De hecho, los primeros síntomas para cualquier viaje psiconáutico se denominan "síntomas/percepciones/sensaciones sutiles". La sutileza es apreciada por aquellos que realmente conectan con el propósito y con las herramientas que tienen a su alcance. La sutileza también tiene sus propios niveles, hay sutilezas ligeras y livianas y otras un poco más intensas, hasta que los síntomas son tan evidentes que dejan por completo de ser sutiles. 

Los cambios sutiles en el cuerpo pueden ser suaves percepciones en la piel, ligeras sensaciones de cambios emocionales, ligero cambio de pensamiento, repentina sensación de un suave y ligero bienestar... En fin, hay una gran cantidad y varían dependiendo de cada persona. 

Muchas psiconáutas buscan solo experiencias intensas, algunas de ellos no se han parado nunca a apreciar la belleza de lo sutil y cómo lo sutil también te conecta con propósitos, experiencias, conocimiento, sabiduría y entendimiento. Mi experiencia personal es que apreciando lo sutil y disfrutando de ese punto, sin buscar algo más intenso o fuerte, he llegado a comprender muchas cosas de mi misma con una claridad y un entendimiento brutal. Igual que ocurre con una práctica sexual, el "climax" no es el único placer de la práctica, valorar el resto de placeres y apreciarlos con objetividad nos abre a un abanico más amplio de sensaciones. También viajar desde lo sutil me ha proporcionado importantes herramientas para sacar más provecho a las experiencias intensas. 

Creo que no puedo ubicar un único motivo para definir"la importancia de los viajes sutiles" y por eso prefiero compartir lo que he ido viendo, lo que me ha pasado a mi. Los viajes sutiles me permiten estar comprendiendo con más apertura mental, mientras mantengo una presencia más terrenal. Eso me ayuda a ordenar mis pensamientos sin que, como puede pasar a veces, llegue un chorro excesivo de información que parezca desordenarlo todo, hasta que después consigues darle forma (aunque a veces no a todo).

La sutileza es como una caricia bien dada en el momento oportuno, como un pequeño beso que se ha podido saborear más que uno largo porque se compartió justo cuando había que hacerlo. La sutileza es como una mirada que dura un instante pero que te hace sentir vivo/a, la sutileza es ese toque especiado en esa receta que tanto te gusta. 

La importancia de los viajes sutiles se halla en la habilidad que terminas adquiriendo para apreciar la grandeza de cualquier forma sutil que entra en conexión contigo. Te permite apreciar aquello que está más allá de un simple gesto. 

También siento que lo viajes sutiles son maravillosos porque, en su mayoría, son percepciones más físicas a las que con los ojos cerrados y meditación se le puede sacar mucho más partido. De esta manera puedes controlar el aquí y el allí con más responsabilidad. Me pareció sentir que los viajes sutiles son una forma de colocar información en nuestro interior sin que resulte excesivamente abrumador, como unos pre-eliminares para más experiencias futuras o para más información a fondo en otra ocasión. 

Las emociones son mucho menos desbordantes cuando estamos en esa percepción sutil y a pesar de lo que la gente cree, aunque en el punto de sutileza de los viajes no existe una evidente división con el "yo", sí que puede llegar a existir un consenso con la mente y con el interior, permitiendo que ambos disfruten esa experiencia desde sus propias herramientas. 

Me gustó apreciar la belleza de lo sutil y al terminar, comprender que esa belleza habita en todo lo sutil que nos rodea. Todas las formas de sutileza que están a nuestro alrededor también desbordan esa belleza y sabiduría. Creo que precisamente las "causalidades" casuales que nos ocurren y las sincronicidades emergen del poderoso canal "de lo sutil", una vía por la que transcurren situaciones, momentos, aprendizajes, experiencias, instantes... Que serán sumamente importantes en nuestro propio camino personal y en nuestra persona. 



martes, 26 de mayo de 2020

Viajar con alas de mariposa:

Imagen que he creado para publicaciones de mi página TAROT SANADOR EVOLUTIVO.

Reconstruirse y demostrar fortaleza y resiliencia es una de las cosas más "básicas" pero más importantes de la vida. Es una hazaña que llevamos a cabo una y otra vez. Sin embargo, en el meollo del asunto es cuando una descubre que los mejores viajes se realizan con alas de mariposa. 

La delicadeza de ese ''metamorfoseante'' insecto es precisamente lo que todo ser humano necesita para transitar por la vida, en todos los sentidos y en todas sus formas. Pasar de la vulnerabilidad de esa profunda transformación, siendo una pupa colgada y "camuflada" entre la vegetación de la naturaleza que nos rodea y que habíamos elegido aquel rincón cuando eramos pequeñas oruguitas, hasta convertirnos en la más "cercana" versión de una mariposa humana. 

Ésta imagen es el resultado de una interesante inspiración que evocó tras un psiconáutico viaje de encuentro, principalmente, conmigo misma y con lo que realmente quiero en mi vida: felicidad. 

Pude observar desde el profundo abismo del atrevimiento como lo más bello del humano es precisamente la humanidad más tierna y la que tanto sobre-protege. Cómo todo se confunde cuando el "yo" y el "ego" se fortalecen y sin embargo cuando se disuelven en un mar temporal de apertura, todo se simplifica. Simplificar, amar, caminar y experimentar, los cuatro pilares de una vida más enriquecida, más llena y posiblemente más feliz. 

Cuando uno se pregunta a si mismo el motivo de su existencia resulta extraño reconocer que es reconocerse a si mismo. Tu existencia primero existe para ti y luego, algo más tarde y de forma más consecutiva, para los demás. 

En un océano de preguntas internas y de complicaciones que se disolvían con facilidad, recuerdo haberme sentido plenamente feliz y libre, era muy libre en aquel instante donde comprendí que demasiada preocupación empequeñece el alma, que quien no perdona termina perdiendo en el juego de la vida, que la rabia es común en la mayoría y es porque en el fondo siempre buscamos amor y a veces en esa búsqueda nos encontramos lo opuesto... Un amargo trago de realidad que a todos disgusta. Atrapar aquel momento y traerlo al presente como una nueva realidad filosófica, material, psicológica y material habría sido una gozada, pero se me escapan esas habilidades (si es que pueden existir).

Que la sombra y la luz es inherente a la vida y que a la par que podemos estar siendo la mejor versión de nosotros mismos, es posible que con otros (o incluso con nosotros) estemos siendo la peor.

Aprecié con admiración como vivimos cerrados y sin embargo anhelamos vivir abiertos de par en par. En un mundo material donde todo se protege con barrotes, cerraduras, candados y cadenas, por miedo al robo, al hurto y al abuso. Nuestro corazón también está sobreprotegido bajo millones de kgs de hormigón compuesto por diversos comportamientos, diferentes patrones, una gran cantidad miedos, acumulación de enfados y la tan complicada desconfianza. Y por si eso fuese poco, parece que avanzamos hacia una realidad más encarcelada, donde se deben cumplir ciertas normas que establece la sociedad para poder denominar todo de una manera concreta, sin permitir su evolución o su libertad. 

Entre tanto pensamiento, alguno más concreto, otros más obtusos... Empecé a recordar personas que quiero profundamente y con el alma, porque realmente les amo. Y me di cuenta de que en esta sociedad tan encarcelada, cerrada y cuadriculada, el "te amo" solo es lícito para parejas, como si alguien no pudiese enamorarse o amar sin necesidad de tener una relación afectiva, romántica o ninguna clase de vínculo parecido... ¿en qué momento se nos ocurrió que era mucho mejor atrapar las emociones con palabras cuyas definiciones no dan para más y vincularlo a una "realidad inamovible"? .


jueves, 7 de mayo de 2020

Los amigos:



Echo mucho de menos a mis amigos. Quizás esta no sea la mejor manera de empezar este post, pero es la más auténtica y la más realista sobre todo a mis propios sentimientos, ya sabéis... me gusta serme fiel.

Será la pandemia, será la distancia, serán los cambios particulares en mi propia vida o no será nada de eso, a lo mejor simplemente soy yo que soy así, pero no veas cuánto quiero a mis amigos. Los amigos son esa gente que te elige con completa libertad de entre miles de cientos de personas y de probabilidades. Te acompañan a su manera y con su hermosa libertad también, y te quieren. Te quieren a su forma: presentes o ausentes, en círculo o en rombo, con palabras o con gestos, en silencio o de charla... Pero bueno, sabes que te quieren y ellos lo saben de ti. Es una de esas cosas que parecía que no había que decir en voz alta y sin embargo ahora, mucho más que nunca, me apetece decirles "os quiero". Os quiero mucho, no un poco. Y me gustaría poder saber aún más de vosotros y que nos re-elijamos una y otra vez, como todas esas veces en las que quedamos y preferimos nuestra compañía a la de otros. Porque precisamente ese "preferir", es la mayor y la mejor muestra de amor en una amistad.

Mis amigos son esa gente estupenda, con sus luces y sus sombras, y algunos tienen unas sombras que agüita... Pero me han elegido como compañera en esta experiencia terrenal y eso me llena de una indescriptible felicidad y bienestar. Me siento muy agradecida y es un agradecimiento que no puedo transmitir ni siquiera con mis mejores gestos.

Los amigos escuchan tus movidas y crecen contigo, algunos pasan a ser parte de tu "club selecto" de personas en muy poco tiempo, porque esas formas de conexión y de amor no entienden de distancias, no entienden de tiempos y no entienden de fronteras. Esas conexiones simplemente se crean y una vez creadas, se notan y se notan mucho y muy bien. Mis amigos son esas personas "del buen querer", ¿qué es del "buen querer"? Ellos saben que yo también estoy creciendo, me perdonan, me acompañan, me guían o simplemente están a mi lado. Y eso es "el buen querer".

Mis amigos me han salvado la vida porque con ellos he descubierto que hay personas que siempre te van a querer, y que son personas con las que no compartes un "enamoramiento" o una "relación de sangre", a pesar de que les ames con toda tu alma. Yo vivo locamente enamorada de que cada uno de mis amigos y de mis amigas. A veces yo no soy la mejor persona, pero la amistad que tengo con ellos me hace creer que quizás si soy una buena amiga.

Los amigos te perdonan en silencio y te ayudan a comprender las cosas que realmente tienen importancia, o que no. Me he reído con ellos, he llorado con ellos, he vivido momentos con ellos y pagaría por vivir muchos más. Recorrería el mundo con ellos... Porque para mi la amistad es el regalo más grande que puedo tener en esta vida.

Yo soy la pesada de todos los amigos que conozco, la intensita, la que siempre está pendiente, la que manda mensajes de amor... Y ellos lo aprecian, me dejan ser sin cortarme las alas y valoran que es mi forma de apreciar lo sagrado que hay en una amistad.

La amistad es esa energía que te permite flotar, estar en comunión con la pertenencia, con la sensación de tribu, con la familia sagrada que has elegido de verdad. La amistad es esa forma de reconocer, de ver, de entender... Que existen muchas formas de amor que te hacen sentirte vital, que te hacen sentir dichoso. Cuando tus parejas te dejan, tus amigos estan ahí. Cuando las cosas en el trabajo no terminan de salir como tú quieres, tus amigos están ahí. Cuando tus planes de futuro se cumplan, tus amigos estarán allí para celebrarlo y disfrutarlo contigo. Cuando no creas en ti, tus amigos estarán allí para recordarte quién eres. Cuando te equivocas, tus amigos están ahí para darte un bálsamo de consuelo en las heridas que quedan en el alma.

Porque a lo mejor tus amigos no te han arropado nunca cuando has tenido frío en la cama, pero sí te han escuchado cuando sentías que estaba algo roto dentro de ti. Y cuando tu madre estaba lejos, tus amigos han llenado un hueco familiar, de protección y de nutrir para calmar tu vacío.

Los amigos son esa magia que te hace brillar los ojos cuando estás sin energía. Porque puedes tener mil cosas en casa, puedes tener cientos de miles de euros en el banco... Pero ¿qué sería de la vida sin la amistad? Puedes vestir las mejores marcas, llevar tus zapatos favoritos, tener la casa de tus sueños.. Pero nada sería lo mismo si no puedes celebrar la vida con amigos.

La amistad es precisamente esa celebración de la vida, del camino, del estar, del presente... Es la sonrisa de quien te admira, de quien te cuida, de quien sigue sumando a tu vida. La amistad es ese lugar mágico donde puedes ser tu mismo, sin condiciones, porque eso es una buena amistad... El lugar donde te muestras tal cual eres y a nadie le importa, es más, lo aman y lo agradecen.


¿Qué sería del mundo sin la amistad? ¿Qué sería de la sociedad sin la amistad? No puedo ni siquiera llegar a imaginarme una realidad así. Yo por mis amigos haría lo más increíble, porque mis amigos son los que me han abrazado cuando ni yo misma quería abrazarme, los que me han querido cuando yo misma me he rechazado, los que me han motivado cuando estaba dándome por vencida... Los amigos están contigo en las trincheras de la vida.

Los amigos te motivan a ser mejor persona, a ser mejor versión... Y lo hacen dándote el amor que a veces ni tu mismo sabes darte. Aportándote el cariño que tanto necesitas en tus días bajos. Un mensaje inesperado, escribiéndote que eres querido o valorado, y ves el remitente... Es tu amigo/a, el semblante te cambia y la vida parece otra a partir de ese momento. Una llamada perdida, un mensaje en el buzón de voz, lo escuchas y es la voz de tu amigo/a, recordándote a qué hora os veréis la caras o apoyándote incondicionalmente en ese proceso de recuperación.

Los amigos son los maestros de la vida que te ayudan a estar mejor contigo, mejor con el mundo entero y mejor con la vida, a pesar de la adversidad inherente a ella. Un amigo puede que no solucione todos tus problemas, pero los problemas son menos pesados cuando podemos hablarlos con alguien que te escucha desde esa lealtad y fidelidad, desde esa integridad que aporta una amistad honesta y real.

Hay muchos amigos en la vida; los que estuvieron, los que están y los que estarán. Aquellos que eran colegas ahora son amigos y aquellos que eran amigos ahora son colegas. Los hay que se han marchado y no volverán y los hay que son firmes, fieles y leales y llevan años acompañándote de la manera que mejor saben y pueden. Los hay en la infancia, en la adolescencia y en la adultez. Los hay que ocupan rápido tu corazón y los hay que con el tiempo han sabido ganarse tu amor, y tú el de ellos. Hay amigos con los que imaginas el resto del camino y en tu cabeza no cabe otra posibilidad.

 A todos mis amigos les doy las gracias, de verdad.