Resulta que ese sentir en nuestro interior aún está dispuesto a una nueva transformación. En ocasiones ocurre que nos hemos empecinado tanto en querer transformar algo, que al no encontrar resultado hemos arrastrado una amarga sensación de frustración y de cansancio, pero ¿quién podía adelantarnos que algunas de esas marcas en nosotros existen para otros? Dicho con otras palabras, a veces esa "magia" de la vida (para aquellos que aún están abiertos para, hacia, algo más en la vida, separados de los significantes lógicos y que a veces resultan vacíos) tenía un plan tan bien cosido que en el fondo hasta la vivencia más dolorosa parece tener una conexión directa con algo que nos ocurre en el futuro y en ese futuro hay "otros"; "otros" que observan lo que somos, lo que fuimos y posiblemente lo que creerán que seremos.
Otro(s), que con sus intenciones introducen luz en nosotros, en una realidad donde nos tocó soportar un sufrimiento y ahora "otros" comparten dulces bálsamos que nos calman. Y quizás ahí encontraremos esa razón de lo que ocurrió... Porque los capítulos de la vida se siguen de cerca, inter-conectados a través de nuestra propia existencia y conforme sigamos existiendo serán todos esos "capítulos" consecutivos y relacionados.
Hay personas que llegan a nuestra vida como un poderoso rayo de luz, no se sabe durante cuánto tiempo estarán porque la vida es caprichosa y nosotros, a veces, aún somos niños en pañales tomando decisiones de adultos. Llegan personas que sin decir nada lo están diciendo todo. Personas que sanan, así como las hay que hieren, pero las primeras nos hacen conectar con algo nuevo que en un camino áspero y duro resulta como la fragancia de una flor salvaje, inesperada, con la que nos hemos cruzado una mañana que decidimos hacer senderismo por el campo. No es un aroma que reconozcamos, no es el picazón de una ortiga que nos irrita... Esto es algo nuevo, una forma de amor que entra en nosotros y nos ayuda a conectar con el entusiasmo aunque solo sea por un segundo. Es una forma de esperanza que nos aporta brisa fresca.
Porque igual que existen personas que hacen daño, que duelen y destruyen, también las hay que sanan, que construyen y que aportan. Y quizás, todas aquellas personas que te destruyeron solo estaban haciendo hueco dentro de ti para que otras llegasen y que con la innata conexión humana te ayudasen a construir algo nuevo, algo que no podrías haber empezado a edificar dentro de ti si no se hubiese creado ese hueco, ese vacío, con aquella amarga destrucción. Quizás tenemos un espacio limitado dentro de nosotros.
- quizás todo estaba mágicamente planeado para que estés en este presente y no antes.
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