¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

viernes, 27 de noviembre de 2020

Sensibilidad e independencia:

 

La sensible inocencia de un niño le empuja a proteger un gato de la lluvia con su propio paraguas.

A menudo se asocia la sensibilidad con un concepto débil, frágil y estrechamente ligado a la codependencia. El mal pensar genérico nos hace creer que todas las personas sensibles son frágiles, poco resolutivas, necesitadas de apreciación externa, sin capacidad para encontrar soluciones, sin ímpetu para tomar decisiones, sin valor... Como almas en pena que necesitan sí o sí del empuje de otros para caminar en su propio sendero. 

Se asocia sensibilidad con un perfil delicado, donde una persona puede llorar constantemente, duda de si misma o no tiene la voluntad ni la capacidad para defenderse o poner límites. Es como si asociásemos la sensibilidad a todo lo que nos convierte en alguien incapaces, hasta un punto donde pensamos que las personas sensibles no pueden hacer nada. Pero esto no es así.

Yo voy a partir desde mi propia percepción, que puede ser parecida, igual o diferir de la percepción del lector que me está presentado ahora atención... Sí, puede que Ud. y yo tengamos una opinión diferente en esta cuestión. Me gusta considerar que la mayoría de personas son sensibles, cada humano con su grado de intensidad o profundidad, algo que no les convierte en alguien mejor o peor, simplemente en alguien diferente. 

La sensibilidad es la capacidad para sentir, sin ella no podríamos querer, encariñarnos, defender lo que nos parece injusto, no podríamos empatizar... La sensibilidad también nos empuja a construir nuestra vida personal, nuestros lazos sociales, nuestras conexiones emocionales. Teniendo en cuenta esto, podemos imaginar que como decía todos somos sensibles con sensibilidades diferentes, con niveles distintos. Hay personas que se caracterizan por tener una sensibilidad a flor de piel, pueden proyectarlo/exteriorizarlo o pueden llevarlo por dentro.

Sensibilidad no es solo llorar por una situación emotiva, muchas personas son sensibles y apenas lloran. Sensibilidad es sentir, lo quieras compartir, mostrar, expresar o no. Por otro lado, la codepencencia y la sensibilidad pueden coincidir en un perfil de persona o puede que no, pero ambas características son divisibles la una de la otra. Sin embargo, desgraciadamente, nos han hecho creer lo contrario y eso ha empujado a que intentemos ser lo menos sensible posibles, porque no vaya ser que por sentir nos pongamos a depender y eso sería la ruina de nuestra existencia. 

De forma objetiva habría que analizar la dependencia. Y me explico, para todo se necesita depender aunque según la cantidad la dependencia es sana o insana. Dependemos del sentido de pertenencia que es el que nos empuja a "sentirnos parte de algo" en la familia, en el grupo de amigos, en el equipo deportivo, en el equipo de trabajo e incluso en una relación sentimental. Sé que muchos, empujados por el miedo y el desconocimiento, al leer esto negaran rotundamente... Les doy un consejo: no nieguen nada con rotundidad, déjense sorprender por la vida. 

Ahora que entendemos que existe la dependencia sana, porque está ahí y es lo que nos empuja a sentirnos parte de algo (forma parte de la naturaleza humana) seguiré desmigándoles sobre la sensibilidad. La sensibilidad es fundamental para un mundo más empático ¿saben quienes carecen de sensibilidad? Psicópatas, narcisistas y perfiles parecidos. 

La sociedad nos hace asociar solo algunas formas demostrativas de sentimientos como sensibilidad y muchas de ellas, como decía, las etiqueta de algo negativo para nuestro propio desarrollo. Considero que estamos en el momento más importante de nuestra vida para de-construir esa forma de pensamiento y transformarla en algo más evolucionado. En resumen considero que existen tantas formas de sensibilidad como de personas hay en el mundo y que ser sensible no está reñido con aprender a ser independiente, individual y resolutivo de forma saludable. 

Es más, me atrevo a decir que muchas personas que son independientes, resolutivas, fuertes... Y que lo han demostrado a lo largo de su vida, son a su vez personas con una alta sensibilidad. Porque precisamente la sensibilidad es la que nos empuja muchas veces a la superación, pero también a la colaboración, a la ayuda, a la transformación, a la re-construcción... Sentir las cosas es lo que nos enseña, de buena y mala manera, a tomar mejores decisiones de forma autónoma y decidida. 

Me parece prioritario dejar de vincular conceptos y perfiles humanos, creo que es urgente y esencial comprender las cosas por separado y no confundirnos más. Las personas sensibles también maduran su sensibilidad, tienden a ser introspectivas y responsables emocionalmente, procuran adelantarse a acontecimientos emocionales y por eso son precavidos. 

La codependencia es una necesidad por falta de confianza en uno mismo y falta de valoración personal, que muchas veces se ve proyectada como una desbordante cascada donde el individuo busca desesperado en el exterior lo que no es capaz de aceptar en su interior (o de aportarse) ocurre en personas que no saben estar solas, personas que sienten un vacío que les aterroriza. No todas las personas sensibles son codependientes, ya que muchas aman su soledad porque les ayuda a poner en orden sus pensamientos y a gestionar mejor las emociones y las emociones de las que se han impregnado en sus entornos. 

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