¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

martes, 22 de agosto de 2017

Tiempo para aligerarse las cargas:


El paso adecuado de los acontecimiento sumado al mágico tiempo suele poner todo en el lugar más correcto, en armonía con quienes somos, con quienes nos mostramos, con cómo nos sentimos. Una vez más te digo y te pido, suelta antes de volver a agarrar.

No puedes cargar tu corazón hasta la saciedad colmado de heridas, recuerdos, insanas quejas o profundos dolores... Como tampoco puedes cargar con una mochila repleta de peso creyendo que nunca te pasará factura. A veces, muchas más de las que creemos, toca soltar, descargar, liberar y desde ahí priorizar. 

El amor está por encima del ego, de la necesidad, del "ojalá tu fueses como él" o del "ella era más cariñosa que tú" Algo que no se suele decir en voz alta pero que muchos sienten al no dar prioridad a la individualidad del ser, a la belleza de cada uno, a lo majestuoso que resulta observar a las personas de forma independiente sin tener la más mínima intención de ponerlos sobre un mismo sistema de medida basado en una experiencia, que muy posiblemente, esté hiper-idealizada. Porque el pasado se digiere diferente cuando regresa a este presente. 

Solo por esta vez deja de hacerte daño de esta manera. Deja de hacer daño a la persona que está a tu lado y sobretodo... Solo por esta vez, solo por esta vez... Deja de repetirte que ojalá fueses otra persona, porque gracias al destino eres quien eres y eso es hermoso. 

Lo sé, tu ego herido me dice que si fueses otra persona, si fueses ese aquel o esa aquella, si tuvieses estas o aquellas cualidades todo sería distinto, piensas que todo encajaría con la imagen que ha emergido de tu ideal, de un pensamiento irreal. Por suerte tengo buenas nuevas para ti; te espera algo mejor. 

Te lo digo yo que lo he vivido en varias ocasiones. 

¿Sabes cuántas veces me he hecho daño por dentro por desear ser otra persona? ¿Cuántas veces me he atacado y me he odiado? ¿Cuántas veces he deseado que ese amor que se daba a otros se me diese a mi? ¿Cuántas veces me he arrastrado? ¿Sabes cuántas veces me he desmerecido como una condena asfixiante que aniquilaba lo más importante de mi vida? Te sorprenderías, te lo aseguro. A golpes aprendí que nada de eso es bueno, nada de eso es sano, que aquello solo me consumía. 

Y aunque en ocasiones pueden saltar atisbos de esos anhelos, un poco descontrolados al principio, no echan raíces ni se quedan el tiempo suficiente para destrozar lo que ya he construído. 

Bendito tiempo, que todo aclara, todo cura y todo hace pasajero. Bendito tiempo que todo aligera, todo alinea, todo muestra, todo enseña. 

Antes de hacerte daño o de hacer daño a otros... Aligera las cargas, comienza un bloc nuevo, date la oportunidad y dásela a aquellos que estén en tu entorno. Antes de si quiera plantearte lanzarte al vacío, abrazar otro cuerpo, besar otros labios, decir un "te quiero"... Mide si al imaginarte hacerlo quien te viene a tu cabeza es quien, precisamente, debes ir dejando lejos. 

Que no te pese, que no te hunde, que no sea cadena, que no te condene, que no te quebrante, que no te convierta en pena... Que no sea el material que te haga ser una roca, ni el veneno que te colapse al imaginarte un futuro junto con otra persona. 

Antes de que el remedio que tu crees pueda ser bastante peor que la enfermedad, por favor, permítete sentir desde el alma y saborea cada instante como un desintoxicante lleno de segundos que todo lo arregla, poco a poco, a un ritmo sabio y sin apresurarse. 

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