¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

sábado, 23 de diciembre de 2017

Con mi pan no se juega.


A veces cruzamos, raudos y sin precauciones, la frontera de la ingenuidad y nos llevamos un gran batacazo. Por suerte, si uno sabe amarse es capaz de dar marcha atrás y defender lo que con tanto esfuerzo y constancia se ha ganado.

No ayudes a quien nunca ha sido capaz de verte, al menos en alguna ocasión, tal y como tú eres. Tan grande y sagradx.

(Podrías haberte tirado la vida jugando conmigo y entre algunos sollozos apenas me habría inmutado. Decidiste dar rienda suelta a tus dejadeces, a tu orgullo y a tu egoísmo y salpicaste así algo que para mí es sagrado: mi trabajo. Conmigo, si lo permito, se juega a ratos, con mi pan ni un poco. )

Con mi pan no se juega
- Poema dedicado a la ayuda sin fronteras, cuando ayudar al otro puede suponer hacerte mucho daño... Es necesario ponerse límites y no permitir determinadas cosas, no engañarse con amores tortuosos y ser fiel siempre a uno mismo, por encima de todos los demás impulsos humanos. -
Tengo la esperanza 
De olvidarte en algún momento...
De sacarte de aquí dentro...
Y poder ver a otra persona...
Completa, entera y llena...
Sin temores, ni gestos
Por aquel amor dañino, roto y seco.

Tengo la espina...
Tan clavada, que me impide reír...
Respirar o ilusionarme.

Tengo tu rostro...
Tu olor y tu aliento...
También guardo los malos recuerdos...
Para no volver corriendo 
Bajo las faldas de tu abrigo...
Bajo el arropo de tu abrazo...
Bajo el peso de tu orgullo...
Crecido y venenoso.

Tengo presente tus malos actos...
Mucho más que los buenos...
Y también están presentes
Tus ojos castaños...
Tu pelo moreno...
Tu voz de ensueño...
Tu falta de querer...

Te convenciste...
Y con ello, yo marché...
Jugaste con el pan de mis días...
Aún habiéndote dado todo...

Y aunque siempre seremos humanos...
Yo habría preferido no saber de ti...
Porque se me traba el corazón
Y las palabras ya no fluyen
En la ausencia de tus caricias...

Alimentas mi nostalgia...
Y mi coraza protectora 
Que me aleja del amor
De esa tontería loca...
Como esas experiencias que mal vivimos...
Durante un escueto espacio de tiempo.

Dejaste de estrujarme...
Y en presencia de otros labios
Hiciste como si yo no hubiese estado ahí...

Pronto se borraron mis palabras...
Mis miradas...
Mis dibujos por tu espalda...
Pronto me convertí en pasado...
Se mostró la poca importancia
Que depositaste en este juego...
Que terminó convirtiéndose...
Por desgracia...
En una partida de colores tristes 
Y finales extremos.

Llegaste...
Follaste...
Y tomaste...
Hablaste y te piraste. 

Creía que la culpa estaba en mi...
Me condené y me juzgué...
con el paso del tiempo...
Pude verme...
Yo fui la única que amó...
¿Cómo puede haber responsabilidad ahí?
Ni siquiera temiste no volverme a ver...
Ni siquiera fuiste capaz de comprender...
Que más allá del no querer...
Mi vida era mucho más...

Sobretodo, cuando después de ayudarte...
Con tanto...
Diste tus pasos egoístas
Al margen de las consecuencias...

Poco te importó si afectaba a mi vida...
O si me quedaba sin dinero...
Si volvería a verlas venir...
Entre futuros lamentos que tú no ibas a consolar...
Entre penas donde tú no estarías ahí...
A ti aquello te dió igual.

Aprendí a no ayudar...
Y que cada cual busque su sustento...
Sin depender del trabajo y esfuerzo ajeno.

Y emergió un muro enorme...
De separar mi constante 
Y no volver a ofrecer cobijo...
Aunque otros se desesperen 
En estos maltrechos tiempos de crisis 
Sin sueldos, ni oportunidades...
Sin trabajos, sin recompensas...
Condenados a una sensación...
De pánico e inutilidad...
Que nos hace sentir resignación...
Por no encontrar la dignidad...
Que se halla al poder trabajar.

Creo que siempre te echaré de menos...
Y por eso, ojalá, no te hubiese conocido...
Ojalá no te hubiese besado...
Ojalá no te hubiese compartido...
Ojalá no te hubiese ayudado...
Y sobretodo...
Ojalá no te hubiese follado. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario