¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

jueves, 22 de enero de 2015

Compañeros de vida = mejores amigos.



En mi hogar se puede hablar de todo: mi compañero de vida y yo hablamos del politiqueo fangoso que nos rodea cada día a través de los medios de comunicación, del odio común al sabor de las anchoas, de miedos, de sueños, de lo diferente que vemos el mundo... él desde su perspectiva práctica y terrenal, yo desde mi mundo indestructible de ilusiones y magia. Porque amigos, así es una relación de amor de verdad, conserva una gran pizca de amistad, ya que al final del día sabes, sin duda alguna, que realmente aquella persona que está todos los días a tu lado que te ha visto llorar, reir, con la que has compartido broncas, te has tirado los trastos a la cabeza y acto seguido has hecho el amor como jamás en tu vida esperarías, aquella persona testigo presencial de tu crecimiento espiritual, personal, físico y mental... esa persona se ha convertido no sólo en alguien a quien amar y apreciar, si no que además es sin lugar a dudas tu mej@r amig@ (o al menos pertenece a la lista de los mejores) y cuando eso no es así, cuando dudas de la existencia de esa amistad... lo que estás viviendo no es una verdadera relación de amor.

No se puede separar la amistad del amor, aunque antes naciese el amor que la amistad o aunque antes naciese la amistad que el amor, no se puede porque al final del día a quien pides más consejo o con quien deseas compartir lo más profundo de ti... es esa persona que está contigo, antes incluso que ninguna otra.

Y llegados a éste punto de conciencia, te das cuenta que cuando has terminado con una relación de amor, has roto con una persona que ha sido tu mejor amigo durante un intenso tiempo... y es quizás lo que más duele de acabar con una relación ¿no? mucho más que el sexo, que los besos... lo que más duele quizás es que sabes que esa persona jamás te volverá a escuchar de la misma manera, desaparece esa amistad junto con ese amor... y aunque tardes más en desenamorarte, lo que te duele es que tu fiel compañer@ que escuchaba sin pestañear cada una de tus anecdotas... ya no está ahí para escuchar cómo te sientes ahora y es un palo.

El tiempo pasa y decides iniciar una nueva relación amorosa. Durante los primeros meses andarás con pies de plomo, no vaya ser que te vuelques demasiado pronto y todo se derrumbe de nuevo como si nada. Te sumerges inconscientemente en un proceso que podría definirse como si estuvieses haciendo pasar unas exámenes especiales a la persona que está a tu lado, para que consiga llegar a ese punto de ser compañer@ y mejor amig@ a la vez... por ejemplo, al principio cuando hay algo explosivo que compartir lo haces con sumo cuidado; pero el tiempo sigue avanzando, va haciendo que cada día pases más tiempo con quién estás descubriendo y te está heciendo redescubrirte, lo cual te lleva a controlarte aún menos.

De repente, un día cuando menos lo esperas, ahí estás afligid@ contándole algo que realmente te ha hecho temblar en un mal momento y recibiendo un abrazo a cambio, que no sé si será para consolarte o para agradecerte el haber llegado a ese punto de confianza (o para las dos cosas a la vez). Después de algo asi, indiscutiblemente es@ compañer@ se ha convertido en tu mejor amig@... cuando habla te parece maravilloso todo lo que comparte, ves como se integra en cada rincón de tu vida con una armonía increíble, cada día os enriquecéis más... y lo mejor de todo, es que al contrario que el resto de tus amig@s, ésta persona además de confesartelo todo incluso lo más profundo de si, se encontrará a tu lado esas noches que tengas pesadillas para darte un abrazo que te haga sentir mejor, mucho mejor.

En el amor hay confianza, hay amistad, hay espejos y maestros, algo que nos cuesta reconocer realmente. Hay infinitos tesoros esperando a ser descubiertos por nuestros ojos, puesto que nuestro corazón siempre se entera antes que el resto de nuestro cuerpo, por eso mismo, yo digo con la cabeza bien alta que la persona con la que he decidido estar es mi gran maestro, mi gran amor y mi gran amigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario