¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Expresandome.

No se si existen imágenes que puedan describir lo que siento, incluso dudo de mi conocimiento en palabras y recursos literarios para encontrar la manera de expresarlo... Me puse a meditar y al menos, yo misma, no se definirlo y sin definición no hay término y sin término no hay etiqueta.

Cuando algo a ese nivel carece de etiqueta, seguramente existen varias maneras de tomártelo pero la mía es que me parece algo tan abstracto que incluso pienso que por eso  me supera más. Quizás todo se encuentre en mi miedo a ser sincera conmigo misma, la verdad es un trago profundo que te lleva a una inquietante realidad: la realidad de la responsabilidad, aceptar y tomar determinaciones, elegir, meditar y verse a uno mismo... Es parte del proceso (creo) pero lo cierto es que a veces me planteo huir de todo, sinceramente se me hace bastante grande el nivel de exigencia en éste tipo de dimensión, es como si no estuviese hecha de éste material y necesitase constantemente algún suspiro y mucha ayuda.

Solo pido un poco de benevolencia a mi misma, al universo, al camino y a mis guías... Benevolencia con el modo de enseñarme, con sus pautas de aprendizaje, solo pido algunos pasos fáciles, un poco de rienda suelta, menos obstáculos, menos dolor, menos nudos en la garganta... Mas holgadez, más libertad, más fácil, MÁS AMOR.

Me siento en el suelo y espero que el eco me responda mis mismas palabras.


martes, 8 de julio de 2014

Autobiográfico.



No soy excepcional, jamás lo he creido.

Siempre me he sorprendido cuando he visto que había personas que me envidiaban y me pregunté porqué... mi vida es un subi y un baja, un estoy aquí y de repente ya no.

Lo que tengo es que a veces no tengo nada y en otros instantes lo tengo todo, pero todo eso que para mi es importante... siempre voy con la cartera vacia, debo dinero y mucho agradecimiento, pero cuando me doy cuenta que lo tengo todo lo que quiero decir con todo es: toda la capacidad para admirar el cielo estrellado, todas las palabras adecuadas, todo el amor para crear una esquinita mejor en éste mundo... A veces mi madre, asustada, ha intentado sobreprotegerme "tú no eres de éste mundo" meditaba cabizbaja cuando observaba mi sensibilidad como la mayor de mis capacidades, se heria a si misma al ver que el mundo en vez de aceptar con alegría corazones sensibles y llenos de ganas por dar amor, los atacan para achicarlos, para estrecharlos, para convertirlos en piedra... y entre esas brechas que se generaron, de que a cada abrazo que intentaba recibir o repartir terminaba llevándome un buen pellizco, un mordisco, un moratón en lo más profundo... se generaron los miedos, las incertidumbres y los juegos.

Pero yo como todos, en un principio, era más pura y más buena, carecía de maldad ni siquiera sabía lo que significaba realmente encontrarse con las uñas a la defensiva... aún hoy en día existen personas que me recuerdan quien fuí, esa actitud hiriente contra los demás y contra mi misma por sentirme fuera de lo establecido.

A veces me pierdo entre el subidón de mis sentimientos, os puedo asegurar que cuando amo es como un chute de adrenalina que me llena por dentro y es un chute sin final, infinito, hasta que alguien me provoca otra herida... en ocasiones me he cuestionado que quizás es culpa mía que sea tan fácil de herir, como veo a las personas justicando la mayoría de las cosas vividas en su entorno con un "me compensa" a mi hasta me cuesta escribir esas palabras.

No me mal interpretéis, tampoco pretendo ir de "eh, soy la mejor persona del mundo" porque me he dado cuenta que hasta por eso me flagelo. Pero en serio, no hay nada que envidiar en mi vida... lo que yo he logrado, mis pequeños tesoritos conseguidos con esfuerzo, no son únicos cada uno puede hacerlo, me ha costado mucho aprender a compartir, me ha costado mucho aceptar la humildad, me ha costado mucho matar de hambre a la parte de la queja constante y reiterativa y también a la parte critica y juzgona con los demás... me veis aquí sentada, en mi vida tranquila y relajada donde prefiero mil veces salir a tomar unas cervezas que ponerme unos tacones y tirarme la noche escuchando conversaciones vanales de borrachos vacíos que solo buscan una oportunidad de sexo con cualquier cuerpo que a la luz de la discoteca se vea decente... mi madre llama a eso madurez, yo no lo llamo pero a veces me doy cuenta que si sigo yendo a un ritmo más rápido que aquellos con los que comparto edad, aquellos que son de "mi quinta" es mucho más posible que me sienta aún más al margen o existe otra posibilidad y es que termine por construir mi propio mundo y aunque de vez en cuando mire con nostalgia a aquellos que se lo toman de la manera que es incompatible conmigo, quién sabe, quizás la fuerza de sentirme orgullosa conmigo misma sea más potente.

Reconozco que tengo la mala manía de ahogarme antes de que suceda un problema, pre-ocuparse: ocuparme antes del asunto, de un asunto que vaticino. Tengo esa piedra aún clavada en la planta de mi pie, ese patrón de conducta atascante y pesado... y hasta que yo no cambie no se separará de mi lado, es curioso en ese instante me doy cuenta de que tiendo a regalar a la gente un "date tiempo, no seas malo contigo mismo" mientras un poco más y me apuñalo sin piedad mientras me chillo "HAZLO YA, HAZLO YA"... y me cuesta hacer que la flor de la confianza renazca en mi vida cuando alguien, aunque sin intención de ello, la ha pisoteado.

Cuando me siento muy colpasada tiro de mi habilidad singular: la admiración; admiro mucho a las personas, incluso a los desconocidos, a veces me gusta sentarme a observalos y admiro esos pequeños detalles... admiro a las personas que han logrado realizar sus metas, a las personas que son buenas, a las personas que no guardan rencor, a las personas que son constantes, a las personas que perdonan, a las personas que sonrien a carcajadas casi todo el dia... admiro la belleza de la gente, la belleza de las personas de los ojos que son diferentes en cada individuo... admiro a las mujeres que se adaptan al concepto de feminidad pre-establecido y mucho más a aquellas que lo cogen y lo re-inventan, admiro la capacidad para la magia y la capacidad que tienen algunas parejas de aceptar el pasado de su otra mitad.

Y así vivo... de verdad, no tiene mucho más, a veces me observo, otras me pierdo, otras cierro los ojos, a veces lloro, a veces la melancolía puede conmigo y a veces rio hasta que casi me estalla la tripa, a veces me pierdo entra la realidad de ésta dimensión y el poder de mi imaginación... a veces es fácil hacerme sentirme querida y a veces me meto tan profunda en mi misma que ni siquiera yo soy capaz de encontrarme. A veces cambiaría el mundo, lo pondría patas arriba, a veces no... a veces admiro mi trabajo personal y otras veces me parece tan poco, a veces encuentro mi sitio y en otras ocasiones despierto y me pregunto "¿dónde estoy? ¿dónde debo ir?"... a veces me he creido el profeta de mis propios pasos, otras veces me he sentido tan integrada en el rebaño que era difícil sentirse única, a veces he añorado la libertad y a veces, hasta volando libre me he sentido cansada de eso... a veces he necesitado de etiquetas para comprender quién era, otras veces he roto con todo y he creado unos conceptos tan diferentes que ni siquiera las propias palabras podrian haberlo explicado.

Y con tantos "a veces" terminé chocándome siempre contra mi misma, mis diferentes versiones... soy cíclica, eso no lo voy a dudar nunca, cambiante... juzgada y admirada, como todos, seguida y perseguida, como algunos... En el pasado llegué a convertirme en mi propio Dios, para años depués rendirme a una fuerza aún superior que lo manejaba todo, he visto la peor parte de mi misma, el monstruo que llevo dentro que viste mi mismo traje de piel lo he visto en sus momentos más agresivos y me he repudiado por ello, he visto lo mejor de mi misma, el angel que comparte piel con ese monstruo, lo he visto en mis mejores momento en mis momentos donde ha existido compasión y donde la paz lo inundaba todo y me he sentido engrandecida por ello.

Quizás lo que ocurre es que estoy aprendiendo a ser más sincera conmigo misma, aceptando cuando me he atacado y cuales de las heridas que llevo con honor me las he provocado yo misma... quizás lo que ocurre es que aprender eso, a marchas forzadas, a veces puede llegar a ser muy desgastante y simplemente pido un instante para asumirlo con algo más de calma.

jueves, 19 de junio de 2014


Se deshace... como un mal helado congelado...
Se deshace, como una bocanada al aire en un día de invierno...
Se deshace, como un jersey mal cosido...

Y sólo me miro a mi, solo me miro a mi...
Me pregunto, si en algún momento cometí errores... y si tan malos eran
Y si tan malos eran...

Me puse a chillar al universo, hace no mucho, implorando regresar a tí...
Y hoy, me di cuenta porque no querían que fuese así...
Hoy me di cuenta.

¿En éstas historias existen pasos atrás? Ojalá se pudiese hacer... ¿no?
Evitarlo todo sería el mejor de los remedios, un susurro a mi corazón...
Un susurro a mi aventurero corazón... las advertencias, en éstos casos...
Deberían ser por derecho divino, por divino derecho...

Necesito tomar la decisión en base a tu claridad, a tu pura sinceridad.
 

miércoles, 18 de junio de 2014

Yo no quiero deshacerme de mi regla.



Es común ver anuncios de compresas y todo lo relacionado con "higiene íntima femenina" en la televisión sobretodo cuando se arrima el verano: tampones de todo tipo de tamaños y formas para que no sientas que eres una incomprendida y puedas disfrutar de remojarte como un garbanzo en la piscina sin dar importancia a nada más, compresas de última generación capaces de adaptarse a todas esas necesidades que el mundo del consumismo cree que se te generan cuando estás menstruando y bueno, luego la cómica manera que tienen de anunciar algunos de esos productos... tema que me da para otro extenso post.

Quizás lo que más me repatea no es sólo que desvaloran completamente a la mujer y le hacen creer que "ey tú, chica, jovencita, mujer adulta, mujer recién entrada a los 20 y tantos ¿estás mentruando? es un engorro! es un egorro!" básicamente es lo que te dicen con sus expots publicitarios que culminan con frases como "olvídate de tu regla" y otras variantes (un matiz: son poco pegadizas, un poco más de originalidad no vendría mal...)

La realidad es que YO no me quiero olvidar de mi regla y además  como mujer me siento ofendida porque sólo se vea el aspecto "negativo" de estar menstruando... bien, pues de ahora en adelante explicaré mi propia experiencia personal con la menstruación, lo negativo y lo positivo para que veáis que soy una mujer normal y corriente, pero que soy una mujer que no se siente mal por ser mujer y por todo lo que conyeva y que no me siento como una leprosa por estar con la regla:

Mi menstruación comenzó a la joven edad de 10 años, fui la primera de mi clase (con lo que ello suponía) y si es cierto que al principio me avergonzaba un poco e intentaba siempre ir a los baños del colegio más aislados, guardarlo como un secreto. En mi casa la noticia se tomó entre sorpresa y a la vez un susto muy grande... y yo, no terminaba de comprender nada; me avergonzaba ir a comprar compresas a las tiendas y encontrarme con gente que me conociese, me veía tan pequeña... y me enfadé mucho conmigo misma por tener tan pronto la regla ¿que absurdo, verdad? Me sentía sucia, y nadie me explicaba nada desde un punto de vista amigable, cariñoso o lleno de amor, sólo me comentaban que me había hecho mujer  y que sería algo a lo terminaría por acostumbrarme... fué realmente inesperado, sin dolores sin nada, pum, bajó y manchó mis braguitas de corazones. Mi perspectiva en aquel entonces, carente de experiencia y de madurez, era caótica, negativa y me hacía ahogarme en un vaso de agua.

Fui cumpliendo años y terminé por convertirme en la chica de clase a la que las otras chicas le contaban que les había bajado la regla, me contaban sus experiencias y me preguntaban... me convertí en un consultorio cercano para mis compañeras, me preguntaban aquello que se avergonzaban de preguntar a su circulo más allegado.

Durante algunos años seguí avergonazada, escondía las compresas en el compartimento más insospechado de mi mochila o de mi bolso, me movía con cautela y sigilo para que nadie supiese que en aquel momento estaba menstruando... y pasaba a mis compañeras las compresas que necesitaban con urgencia, cuando les bajaba de forma inesperada, como el que pasa droga en una plza de una ciudad: a escondidas, palma de mano con palma de mano y vigilando los alrededores... ahora lo miro como algo muy absurdo y empiezo a entender porqué de ese comportamiento.

Siempre he sido de dolores, incomodidez, a veces retengo líquidos y las tengo excesivamente abundantes y durante una semana completita, 7 dias con sus 7 noches.

En plena adolescencia decidí coger el toro por los cuernos, aprovechando que tenía pareja estable tomé la decisión de hormonarme, una manera de evitar embarazos no deseados y de controlar mi ciclo menstrual ¡lo había escuchado tantas veces! más o menos conseguí un control, al menos en cantidad, el flujo era menor y los días se acortaron a 4 pero... se descontroló porque no era precisa en los días del mes y los dolores a veces eran incluso peor.

Visitas al ginecologo, también para las típicas "revisiones" y terminar cada visita con una sensación de llorar y de incomodidez que no terminaba de colocar ni de entender... llegaba a mi casa con estado depresivo después de las revisiones.

Tras varios golpes equivocándome en mi camino, porque así aprendo yo a tortazo limpio con la vida, me di cuenta de que esa no era la solución... con las hormonas me provoqué un problema en el cuerpo y tomé la decisión de no volverme a hormonar, salvo excepciones extremas. Mi regla, entonces, estaba libre de cualquier control químico y mental, de cualquier represión que le pusiese y volvió a su cauce: con su flujo abundante, sus 7 dias y sus 7 noches, con sus dolores y su incomodidez... y yo, solo me quejaba... lo veía todo turbio, me gustaba ser mujer pero aquello ¡aquello era como la televisión me lo vendía! Un estorbo.

¿Sabéis cuándo cambió mi perspectiva sobre mi regla? Cuando decidí verme a mi misma. Me presté atención, me di cuenta de que cuando ovulo a veces también me duele, se forma algo dentro de mi que espera una acción por mi parte, y no, no me refiero a quedarme embarazada... el significado del ciclo menstrual de la mujer es mucho más que conceptos biológicos.

Me picaba ya la curiosidad, había descubierto conceptos, ideas, perspectivas... muy diferentes y que en mi ámbito habitual jamás habia escuchado, y tras esos conceptos, ideas y perspectivas llegó el conocer a mujeres que se escuchaban a si mismas y la compartían con otras mujeres ¡se me abrió el universo! me senti realmente liberada, los dolores al menstruar podían seguir ahí, pero ni eran iguales ni me los tomaba iguales.

Finalmente me di cuenta de que cuando estoy con la regla mi mente se aclara, tengo más claro las cosas y sufro menos miedo, me siento con más fuerza a la hora de tomar decisiones, se me aclara el discernimiento, no dudo tanto sobre mi misma y me siento mucho más mujer, más sincera sobretodo emocionalmente... no me coharto por el que dirán y si me apetece romper a chillar, enfadarme o llorar ¡pues lo hago!. Ya no me parece una guarrada mi sangre y si es cierto que algunas ocasiones pueden venirme los fantasmas del pasado, sobretodo si estoy en público, por el miedo a mancharme y que todos se rian de mi ¡aún me falta madurez! y lo reconozco, pero creo que no llevo un mal camino. Cuando comprendí la importancia de la menstruación, tanto a nivel físico, como a nivel emocional y energético... creció en mi el orgullo y disminuyó considerablemente la queja.

Al enorgullecerme de mi menstruación, me di cuenta del daño que ocasionan todos esos anuncios que lo pintan como un impedimento para una vida "normal" y me di cuenta como todo eso repercute luego en la educación que se dará a las futuras mujeres del mañana... y me sentí triste. Esa perspectiva tan distorsionada sólo se tienen en las sociedades occidentales y en aquellas que tiene un fuerte sistema patriarcal, existen pueblos, tribus... matriarcales donde el tema de la menstruación se habla de una forma más enriquecedora, se aporta de forma positiva a la educación de las niñas, de las adolescentes y de las mujeres.

Decidí que dejaria de alimentar a los bichos que crecen con la desvaloración de ser mujer y tomaría cartas en el asunto, el día de mañana educando desde el punto de conocimiento al que he llegado y en el día de hoy compartiendo lo que me he demostrado, lo que he aprendido... mi humilde experiencia.

jueves, 12 de junio de 2014

El frenesí de sus corazones que nació de su mundo:



Qué podemos decir... ella era así, creaba cuando los demás estaban absortos en todo lo demás, y le gustaba beber café aunque no lo hacía a menudo, soñaba, pintaba con los dedos, comía con las manos y era capaz de besarte desde la punta de los pies hasta el último pelo de tu cabecita. Porque ella era así, tan pura y tan llena, tan como es ella. Y él... él se estaba descubriendo a si mismo ¡ah! que momento más dulce, ese en el que uno comienza a darse valor, comienza a sanarse y comienza a atraverse con todo lo que antes le creaba un miedo tan grande ¡que le hacía huír despavorido!.

Ella nació con un manual de amar bajo el brazo, de pequeña se encariñaba con los pájaros que rescataba de una muerte segura y les ponía nombres de Dioses o personajes importantes en la humanidad... porque decía que los pájaros eran los dioses encarnados que nos vigilaban de cerca, que nos regalaban los cantos... no le fué difícil adaptarse al amor: al amor infantil, al amor adolescente y poco más adelante, al amor adulto, quizás en lo que tardó algo más fué en el amor propio... pero por repartir amor ¡que no fuese! lo hacía con una singular facilidad.

¿Casualidad que se encontrasen? Las casualidad no existían en su mundo, ni en éste mundo... estaba todo hablado y era todo parte del juego del universo.

Él, nació con una asignatura pendiente: amar, amarlo todo, amarse a si mismo, saber amar a otro, compartir amor... siempre se había esforzado, pero no desde el corazón, porque nadie le había advertido que para amar de verdad uno tiene que tirarse sin miedo al abismo del amor. Hasta que ella apareció en su vida, pero nuevamente cuando re-apareció: más curtida, más engalonada, más sabía, más adulta... todo fué diferente.

Atrás quedaron los juegos de niños, comenzaron a amarse como adultos, desde el roce de la piel con la lengua, hasta las palabras e incluso alguna que otra pelea para añadirle algo de pimienta a la situación.

Ella era puro yin, y él estaba comenzando a darse cuenta de que era el yang que podía complementarlo todo. Lo cierto es que pertenecían a mundos realmente diferentes, pero con muchas variantes en común, la más importante de todas, la que perduraba por encima de todo, era que el "te quiero" y el "te amo" eran sinceros y se quedaban por encima de cualquier obstáculo, sobrevivían a las embestidas, a los llantos, a los "no comprendo"... y otra cosa, también muy importante, sobrevivían al ego. Ámbos eran mentalmente muy inteligentes, podían expresarse con rapidez y cambiar conceptos con el sólo uso de su imaginación, claro que sus neuronas tenían la capacidad de recorrer caminos cortos para llegar a conclusiones extensas, aunque pocas veces compartían ese tipo de conversaciones porque sabían que su relación, aquello que ellos compartían, no se alimentaba de una admiración en base a un juicio mental... no se necesitaba una demostración de inteligencia, aquello se alimentaba de emoción, de pura sensibilidad a flor de piel, eso era lo que realmente compartían: pura sensiblidad a flor de piel.

Otra peculiaridad que compartían esque ambos portaban una mirada, unos ojos, realmente singulares... los de ella grande y oscuros, mirada profunda, inquietante... el reflejo, de como ya he comentado, lo yin que era. Él, ojos claros, critalinos y cambiantes con la luz, pupilas que hablaban por si mismas y que se dilataban al son de las pulsaciones del corazón. Había demasiadas cosas en común, pequeños detalles ¡los más importantes! que daban verdadera importancia a lo que compartían... a quienes eran, a lo que conseguirían.

Aprendieron a hacerse el amor con las caricias, a compartir momentos en silencio, ambos aprendieron a escuchar, aprendieron la importancia de las oportunidades... ella podía parar el ruido del mundo, solamente, para escucharlo a él y él comenzaba a aprender a hacer lo mismo, la curiosidad le vencía cuando ella le invitaba a ver las cosas que descubria dentro de si misma... y él miraba, al principio no muy convencido, pero luego si ella le cogía la mano era tan fácil dejarse llevar. Se complementaban incluso en aquello a que a ella a veces le enrabiataba: ella escribía, a él no le gustaba leer... él luchaba, a ella no le gustaba la violencia... ella no podía permitirse tirarse un día entero durmiendo porque lo consideraba como una falta de respeto hacia la vida, él era amigo íntimo de la pereza y se tomaba su tiempo consigo mismo abrazado a la almohada; la mayor demostración de que aquello debía funcionar, una demostración defendida por las ciencias: los polos opuestos se atraen.

El sexo era mucho más que un polvo pasajero donde desahogarse, la energía comprendida entre aquellos cuerpos desnudos o semidesnudos ¡aquello era magia!... era mucho más que unos gemidos entre sábanas, habia miradas, frases entrecortadas, había bocanadas de aire, había sensaciones humanas muy primarias, pero sobretodas las cosas, no cabia duda de que había una demostración física del amor, del puro amor. Ella habia sentido cosas que jamás experimentó con sus amantes del pasado y en silencio se aferraba a que fuese recíproco: que ambos se hubiesen ofrecido, en ese aspecto, algo que jamás pudieron ofrecer a otra persona... y que ambos lo hubiesen experimentado, de una manera tan pura, tan natural... y sobretodas las cosas, tan inolvidable e irrepetible.

Aquello era una canción en movimiento, una batucada, una percusión de la pura vida sujeta a la atracción de 2 corazones portadores de almas que se reconocían en cada encarnación... así, de aquel mundo que creaban simplemente viéndose, sanándose mutuamente, perdonandose y siento valientes al saltar, al unisono, hacia el amor... nació el frenesí de sus corazones, una energía tan alta que creaba estrellas en el cielo, flores en el campo y esperanza en el mundo entero.




Los mundos en los que se divide el mundo.

Tras algún que otro coscorronazo contra la realidad, he decidido compartir quién soy, cómo lo veo y desde dónde... han sido esos coscorronazos los que me llevaron a tomar la determinación de dar más valor a mi propio don y asi poder ayudar a las personas y también han sido esos coscorronazos los que me han llevado a compartiros la siguiente reflexión:


Se podría decir que éste mundo se divide en 2 variantes principales, a las que yo denomino como:
variante 1: mundo matrix.
variante 2: mundo juan palomo.

Y aunque las variantes tienen una frontera muy fina, casi inapreciable, que las divide... lo cierto es que existe. Son 2 variantes que conviven en el día a día con sus más y sus menos, que viven en el mismo plano y dimensión material, en el mismo planeta y en la misma época.

El mundo matrix es el más conocido, podríamos decir que es el sistema del que casi todos terminamos saliendo escaldados... manejado por bichos muy densos y alimentados por la energía que esos bichos generan en los demás y por la credulidad que intentan inyectar, y que en muchas ocasiones, logran conseguir.

La variante 2, como yo lo llamo, es el mundo de Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como. Aquí es cuando uno se da cuenta de quién es, por lo tanto se responsabiliza de si mismo, y conforme más se despierta se va dando cuenta de que al ser responsable de si mismo también es responsable de su entorno, de lo que crea en su vida e invierte más consciencia en ver que realmente uno se guisa su propia vida: aquello que pides, se termina por cumplir... aquello que deseas es escuchado con atención... éste mundo se alimenta de una constancia en la fé, en la confianza y contribuye a que cada uno sea responsable de ser consciente de lo importante que es mantenerse con una vibración alta, al contrario que el mundo de matrix, no obliga a creer en nada y respeta el libre albedrío, gracias a esa capacidad es cuando uno realmente llega a conocer la verdad absoluta...

El mundo de la matrix es un mundo muy denso, contaminado, un mundo de control, de gente vacía muchas veces, un mundo de cosas predeterminadas por otros y donde se cohibe la libertad de nuestros propios sueños, un mundo de patrones pre-determinados por otros humanos en vez de por el mismo universo, a veces es un mundo de gente que se vuelve ciega o sorda porque deciden que es más fácil no querer ni ver ni oir... se alimenta mucho de la queja, de la desgana y es difícil, aunque no imposible, darse cuenta que uno pertenece a ese mundo cuando realmente quiere cambiar quién es y donde está. Es un mundo lleno de personas que están atadas a rutinas vacías, un mundo de personas sin expectativas que solo cumplen lo que la sociedad ha determinado sin verse a si mismos como individuos únicos y por lo tanto, poderosos... es un mundo lleno de incredulidad, muy turbio, lleno de miedo, donde se olvidaron motivos profundos y donde se señala con el dedo, se critica con facilidad y donde, hasta uno a si mismo, se juzga con severidad incluso por aquello que en vez de ser juzgado debería ser aplaudido.

El mundo de Juan Palomo, como lo llamo yo con cariño, se alimenta de la ilusión, de la unión, de capacidad con un todo, de la ayuda y te enseña que la humildad es un regalo traido del cielo. Estimula que las personas escuchen y vean más allá de lo físico. El mundo de Juan Palomo comparte el sentir, el escuchar, el vivir a través del corazón, sin miedos, ni "peros" y deseando las cosas con amor. Es un mundo de valientes sin cohibir, un mundo de personas que comienzan a aceptarse y que desean que todo salga desde la emoción más pura del universo, desde el amor. Es un mundo de personas que son capaces de sanar con una simple sonrisa, que son conscientes de que cada paso retumba más allá de donde creemos... es el mundo real.

A día de hoy no existen medias tintas: eres de matrix o de juan palomo, no existe un punto intermedio... y aquellos que piensan que se encuentran en el punto intermedio, les compartiré un secreto a voces: pertenecéis a la matrix siendo manipulados por una mentira, a base de excusas, de justificaciones etc... que os hace creer que estáis en el punto intermedio.

miércoles, 11 de junio de 2014

Las almas.



Debes alimentar tu cuerpo, pero... también debes alimentar tu alma.

Las almas también mueren de hambre y de miedo, de sed, de amor... ¡las almas pueden morir de amor! hay almas abandonadas, como perros, porque no se responsabiliza uno de su alma ¡¿por qué?!.

A las almas también les gusta la compañía, también necesitan ser reconocidas... tener un alma dentro del cuerpo es como saber que somos 2 en uno, las almas también toman decisiones y a veces esas decisiones difieren del resto de nuestro cuerpo, ellas pueden alejarse por un tiempo porque necesiten re-conectar o mejor dicho ¡que re-conectemos! y las encontremos de nuevo... las almas también pueden implorar un amor para ser sanadas, un alma externa que las conozca de otras vidas, entonces se ven y se cuidan y se aman y se miman y se respetan y siguen el camino que les toca caminar.

Las almas, como las hadas, pueden morir porque dejen de creer en ellas... pero un alma muere sólo cuando su portador, efectivamente, decide no creer en ella... ¿sabes una cosa? no es una muerte para siempre, porque si esa persona despierta de su letargo puede revivir su alma... un alma es un ser individual y a la vez es un ser que forma parte del colectivo, pero dentro de nosotros mismos puede ser como un consejero externo que vive en nuestro ser... depende de nosotros y nosotros dependemos de nuestra alma... y ésto no es un cuento, es la realidad.

A veces la forma en la que se nos muestra nuesta alma puede ser de un animal, puede ser un color o incluso una oración o una cancion... ellas deciden cómo es mejor que las veamos, ellas nos conocen mejor que nosotros mismos, en muchas ocasiones es cuando se ve que realmente las almas son quienes paren a los seres humanos y no al revés.