¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

lunes, 27 de enero de 2014

Hijas de Lilit.

Adán y Lilit nunca hallaron armonía juntos, pues cuando él deseaba tener relaciones sexuales con ella, Lilit se sentía ofendida por la postura acostada que él le exigía. «¿Por qué he de acostarme debajo de ti? —preguntaba—: yo también fui hecha con polvo, y por lo tanto soy tu igual». Como Adán trató de obligarla a obedecer, Lilit, encolerizada, pronunció el nombre mágico de Dios, se elevó por los aires y lo abandonó.

Se amaba más profundamente a si misma, a su puro ser, tanto que quiso amarse aún más (una pequeña advertencia: si amas a una mujer que se ama, siendo capaz de amar a sus demonios, ámala al límite de tus capacidades, al extremo, ámala con fuerza porque si no, será insuficiente... si no eres capaz de acunar sus miedos, sus bichos, jamás serás capaz de amarla a ella. Si amas, ámala verdaderamente) deseaba amor de verdad, no sucedáneos. No deseaba escandalizar, deseaba ser vista tal y como era, sin juzgamientos, deseaba poder caminar descalza sin dar explicaciones. Deseaba entrar dentro de su ser, para poder amarse incluso desde dentro, tener la capacidad de conocerse verdaderamente y desde ahí comenzar a crear.


Imagen: Brookeshaden
Deseaba parirse a si misma, sentir sus propias contraciones antes de parir a nadie de su sangre.
Lilit es la representación de la mujer sin miedo, con carácter, que es capaz de amar por encima de las circunstancias pero sin sucumbir un solo instante a ser sumisa, usada o maltratada. Lilit es la representación de fuerza, la representación de la madre que ha sido capaz primero de criarse a si misma, es la representación de la mujer que entró en su oscuridad para aprender a acunar sus monstruos y después los amó a todos, se acostó con ellos para que así de ellos naciese algo bello; Lilit asusta porque tiene fuerza y es consciente de ello, tiene las ideas claras desde joven y con el tiempo se va convirtiendo en más sabia.

Lilit es el extremo, es la verdad sin tabúes, con honor y representación de si misma, es quien mejor escucha y quien tiene la capacidad de salir volando con las plumas de los buhos; Lilit es quien se dió cuenta de que la magia y el amor están por encima y no por debajo, es quien sigue trabajando diariamente consigo misma, es mirada con miedo porque tiene la capacidad de decidir ella misma sin necesidad de consultar a nadie más.

"...se permite llorar un día a la semana, dos como mucho, sumida en su soledad. Aprendió a caminar orgullosa por encima de cuantas veces se permitió deshacerse y volverse a rehacer, fue sembrándose humildemente, regándose con sus propias palabras; aún recuerda cuando aprendió a observar ¡cosa más bella! eso le ayuda a disfrutar. Se dió cuenta que todo aquello la transformaba, la sumia en un cambio cíclico que aumentaba su sensibilidad y rodedada de tanta ignoracia y tanto ataque, se dió cuenta de que aquella sensibilidad la llevaba a sentirse vulnerable; así pues, decidió alejarse de todo lo que era tóxico para ella..."

En pleno S XXI somos muchas las hijas de Lilit, que hemos tomado decisiones con nosotras mismas para recorrer nuestros propios caminos sin tener que depender de los demás. Las hijas de Lilit somos aquellas mujeres que tomamos decisiones, con carácter y capacidades para realizar lo que deseamos, con fuerza, valentía, aunque en ocasiones nos escondemos tras una fuerte barrera porque estamos ocupadas viéndonos por dentro.  Nos duelen más las palabras que los golpes, nos hemos enfrentado a nosotras mismas cientos de ocasiones... muchas somos artistas, sensibles, corremos desnudas en nuestros sueños. Las hijas de Lilit hemos sido criadas por madres valientes, madres que parieron a futuras mujeres con capacidad de ir más allá de los sueños, de tener valentía frente a las pesadillas, de acariciarse y de reconocer como son.

Las hijas de Lilit hemos sido enseñas por abuelas que nos demuestran la fortaleza, la capacidad para seguir adelante a pesar de los obstáculos; hemos tenido la capacidad de encontrar una familia más allá de la sangre, de sentir como hermanas a aquellas que comenzaron siendo amigas, de madurar meditando en nuestra sombra y viendo asombradas como los monstruos van cambiando conforme uno es capaz de verlos cada vez más cerca. Las hijas de Lilit hemos nacido de un coño sangrante, de una realidad que es una dualidad entre la muerte y la vida, de lo escandaloso visto como bello, de lo natural sin censuras.

Las hijas de Lilit somos las que amamos de verdad, desde lo más profundo. Las que hemos sido etiquetadas, criticas y humilladas, las que hemos ido vistiendo un traje que no era nuestro hasta que tuvimos la capacidad de vernos. Las hijas de Lilit nos alzamos al vuelo, vimos como hermanas a aquellas mujeres que comenzaron siendo amigas, las hijas de Lilit queremos a las hijas de Eva porque ellas también son nuestras hermanas y las invitamos a recorrer junto a nosotras los caminos del autoconocimiento.

Las hijas de Lilit somos artistas, madres, doctoras, científicas, creyentes y ateas; somos verdaderas y puras, complicadas, sencillas y bellas. Nos necesitan y a la vez nos repudian, somos admiradas, abrumamos con una sola sonrisa, somos comprendidas e incomprendidas.

Somos sinceras, somos las que hemos vivido las mayores batallas contra nosotras mismas. Somos las que creemos que todo es más allá de lo que se ve, somos las que nos enamoramos de nuestra propia antagonía, las que buscamos dentro de nuestro yin y las que danzamos sobre nuestro yang. Guardamos cicatrices de haber sido desgarradas por dentro, las que nos tocó vivir en nuestro propio miedo para ir convirtiéndolo y que finalmente dejase de ser  miedo. Las que han tenido el coraje de volar entre la niebla y no cancelar ni un solo viaje, llegando a cada destino de nuestro sino.

Las hijas de Lilit hemos ido madurando meditando en la oscuridad, vestidas con capa roja y viendo a nuestros bichos cara a cara, dándonos cuenta que cuanto más cerca los mirabamos más cambiaban.

Hemos sido camaleónicas para ir sobreviviendo en algunos aspectos de nuestra vida, nos hemos conservado intactas de alma y corazón, nos hemos juntado entre nosotras y hemos creado conceptos nuevos en ésta, la distorsionada realidad.

Las hijas de Lilit nacimos de un linaje femenino con capacidad de seguir elevándose, con herramientas de observación, admiración y crecimiento.

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