A ti, que serás una parte del cosmos, como lo soy yo y como lo somos todos.
A ti, que no sé si te conozco o no, pero que cuando te reconozca dentro de mi será algo diferente y espero tardar un poco en reconocerte, no por ti es más bien por mi, no quiero que te responsabilices de mis heridas abiertas, estoy aún en mi cueva aprendiendo a lidiar con mis mundos... ojalá resuene todo en un momento de paz, de paz interna en mi misma.
A ti tengo que decirte que soy de peli y manta y de ahí no me saques muchas veces, también que me gusta la extravagancia, que doy un fuerte e importante significado a la palabra ''familia'' y para mi ''familia'' también es gente con la que no comparto genes ni sangre... A ti tengo que advertirte que igual que en algunas ocasiones soy un prado lleno de flores hay en muchos momentos que soy un mar embravecido, que no me idealices porque me harás responsable de cumplir con unas expectativas que no son mías.
A ti, antes que nada debes saber que soy más fiel a mis ideales que al mundo material, y así me va a veces racaneando, que amo la música antigua y que soy una romántica, que creo en las oportunidades y que dentro de mi hay dos cosas que laten: el corazón y la esperanza. Debes también conocer una parte de mi que nunca se separa de mi, esa parte de nostalgia y decadencia, de tristeza arrastrada, con la que convivo y que en algunas ocasiones emerge y me hunde en su presencia, que no debes luchar contra esa parte porque también soy yo.
A ti, que no serás la mitad de nada porque no creo en medias naranjas, pero creo en compañeros de equipo de vida, a ti te dejaré ver lo más bonito de mi sin reparo ninguno y lo más feo, con ello te aseguraré un cuidado continuo, un cariño perpetuo y espero ayudarte a seguir volando. A ti te dejaré todo lo que sea mío, te enseñaré como veo yo el mundo y espero que lo veamos de manera parecida y si no es así, que tú tengas ganas de enseñarme tu manera de verlo.
A ti te invito a hacerme reír porque no hay cosa que más me guste que reír a carcajadas. Te invito además a dormir conmigo bajo un cielo estrellado, a recorrer alguna parte del mundo y a ver mi capacidad de superación, porque aunque a regañadientes reconozco que soy una persona con una gran capacidad de superación e invencible.
A ti, que espero que no tengas reparos en el amor, te escribiré habitualmente y tendrás que soportarlo, normalmente pequeñas cartas, porque así soy yo que no concibo la vida sin letras.
No pretenderé idealizarte pero espero que en la medida de lo posible tengas el coraje para luchar por mi en cualquier circunstancia, la voluntad para no dejarte influenciar por las sombras o por los demás, la ilusión por llenarme de flores una habitación y el tiempo sin limite para escucharme hablar día tras día.
A ti tengo que decirte que ahora mismo estoy descubiéndome, que vivo sola y que a veces eso es una bendición y en otras ocasiones una condena, que me encanta cocinar y que amo un buen té calentito, tanto en invierno como en verano. También amo los ramos, el sonido del mar, que me cojan de la mano y que me den besos sorpresa.
Contigo espero compartir mi locura, que seas tan inocente en esto del amor como lo soy yo y si así es te prometo segundos, minutos y horas, te prometo compañía, apoyo y trabajo en equipo.
Y hasta entonces aquí estoy, quizás ciega al no verte, quizás ausente en tu vida, quizás todavía una auténtica desconocida para ti... pero no te apenes porque estoy bastante bien, experimentando momentos diferentes que serán los que me conviertan en esa luz que te deslumbre, que toque esa tecla dentro de ti y despierte tus adormecidas mariposas.
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