¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

jueves, 12 de mayo de 2016

La realidad de mi ahora.



En esta libertad impuesta me vi las alas y me acojoné yo sola. Puedo ascender, moverme, ir, venir, volver y probar... Pero tengo un cuaderno de tantas equivocaciones que me duele volver a escribir sobre lo mismo. No se pueden esquivar los aprendizajes para el alma.

La excusa es siempre la misma: eres demasiado sensible. Y el tiempo no parece ir a mi favor. Encontrar el hueco dentro de mi misma que sea la guarida para las piedras que caen sobre mi tejado, sobre mi vida, sobre los cielos que me arropan y que a veces me aprietan tanto que parecen que me ahogarán... Me aferro a esa fe y recuerdo aquella frase "cielo ¿qué quieres de mi?" y la repito tres veces, como el mantra que guiará mis pasos.

Me queda un poco de optimismo entre tanto vaivén, por ejemplo saber que aunque se de todo nunca quedas vacío al cien por cien, conocer la fuerza de la voluntad y ser testigo del poder de la creación. 

Podría ser suficiente, pero a veces no lo es y ahora es una de esas veces. Estoy algo cansada, miro atrás en el tiempo y me pongo a pensar cuál fue la condena que me impuse, miro adelante en el tiempo sin poder vislumbrar nada y me quedo pendiente de mi presente que parece una prueba de riesgo donde esquivar mil obstáculos y superar cientos de pruebas diarias, y lo único que espero es no salir mal herida.

Me falta voluntad, me falta fuerza así en general, me sobran horas, echo de menos unos abrazos, la risa, el luchar... Incluso siento nostalgia por algo que jamás tuve de verdad. Nací con tantas lecciones a medio aprender que se me acumulan conforme avanzo, me encantaría mandarlas todas a tomar por culo pero lo cierto es que no puedo porque mi concepto sobre la responsabilidad y el compromiso me lo impide.

Antes para sobrevivir me aferraba a las ilusiones, incluso de realidades inciertas aunque era un autoengaño funcionaba de maravilla como un motor propulsor... Pero la verdad es que ya no puedo volverlo a hacer, que no me quiero mentir ni un poquito, a si que siendo sincera lo único que estoy haciendo es tomar decisiones desde "perspectivas", no sé, tengo el convencimiento de que quizás me de un buen golpe después.

Tengo ansiedad, vivo prácticamente en una ansiedad perpetua nacida de mi obsesión por un control que pocos conocen dentro de mi y por un sueño que para nada se parece a los que suelen tener los demás, porque hace mucho tiempo dejé de dar importancia a los sueños materiales y me centré en la vida emocional y sentimental como el centro de mi rutina, de mi día a día... ¿por qué? Pues porque cuando mueres no te llevas lo material, porque puedes sobrevivir una semana comiendo arroz con tomate pero... en serio, la gente que carece de una riqueza emocional y sentimental malviven el resto de su vida, cual zombies vacíos. El amor propio y la autovaloración te aportan muchas cosas, y son imprescindibles, pero no creo que sean lo único porque no se puede negar que somos seres sociables y esa es una necesidad imposible de arrancar de nuestra naturaleza, imposible de extinguir de raíz, imposible de transmutar en su totalidad... Por eso cuido a la gente que amo y que quiero y por eso me centro en amar y querer, dándolo todo, volcándome en ello ¿cómo si no? No conozco otra manera de sentir la vida. 

Y aunque hay momentos que me encanta disfrutarlos sola, normalmente incluso en esos instantes tengo las puertas abiertas para dar la bienvenida a cualquier persona que quiera acompañarme... Me encanta leer en soledad pero leer en compañía es también un gran momento de autoplacer, adoro viajar pero viajar en compañía me descubre cosas en mi misma relacionadas con la tolerancia, el compañerismo, el compromiso, el cariño... No lo puedo evitar, soy de esas personas que adora hacer cosas grandes acompañada y no es por presumir, es por compartir.

En fin como comentaba, me encuentro en un momento donde estoy más bien perdida, con un batiburrillo emocional, un saber sin saber, un sentir incesante y un trabajo constante conmigo... Que ahora me toca vivir conmigo misma, ya no hay posibilidades de grandes momentos para compartir, porque me siento en la esencia, en el estado primigenio de supervivencia de cualquier ser vivo, en la reconstrucción con errores... Se me da a mi bastante mal esto de ser adulta, quizás entré antes de estar preparada y ahora parece que lo tengo todo encima. Que pase pronto o se me haga corto este proceso, es lo único que pido, para todo lo demás me encuentro siempre a la voluntad del destino.



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