Adán le preguntó a Lilith: - ¿Por qué? ¿Por qué estás mas guapa ahora? ¿Por qué se te ve más feliz y segura? ¿Por qué ya no lloras ni titubeas? ¿Por qué confías, consigues? ¿Por qué me pareces más fuerte y más sexy?...
Y ella, muy segura de si misma, respondió mirándole a los ojos: - Porque aprendí que cuando la vida dispone, generalmente nos pone más gloria que pena. Aprendí que hay dolores que son aciertos absolutos, estuve conmigo porque no tenía a nadie más y de entre tanto escombro pude entender que no importa tanto lo que construyas... importa más lo que conservas cuando los vientos del destino, inesperados y feroces, hacen su aparición. He regalado "te amos" a oídos que ni siquiera querían escucharlos, he viajado, he construido y destruido con sumo gusto y a mi antojo, me he acojonado viva y he emergido de ese pozo... emergí volviéndome una aliada en las batallas que aún me quedan por lidiar. Implanté la paz ante un odio desmedido que me convertía en alguien infeliz... pero sobretodo, entendí perfectamente aquello de: mejor sola que mal acompañada... y en tu ausencia aparecieron todos los que siempre me habían amado sin condiciones.
El camino siempre se hace cuesta arriba cuando te empeñas en seguir al lado de alguien que no te valora lo suficiente... vuela lejos y déjate llevar por las sorpresas de la vida, ella te cuida como una madre y te aseguro que te hará alejarte, de una manera o de otra, de todo lo que no tiene cavidad en tu corazón.
Lo mejor que me ha podido pasar es encontrarme a mi misma y recordarme cada mañana, cada santa y bendita mañana, que me tengo a mí, que soy fuerte y que mi amor propio es más poderoso que cualquier opinión externa. Así me repuse, así me he repuesto, así me he construido y así quiero verme en TODO LO QUE ME QUEDE DE VIDA.
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