¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

jueves, 20 de octubre de 2016

Soy mía.


Soy mía, cuando soy agua embravecida y vientos huracanados, también cuando soy calma y quietud de bosques encantados....

Soy mía desde el primer pelo de mi cabeza hasta el último dedo de mi pie.

Fiera, fuerte, sibilina si me place, inteligente... no necesito escucharlo en boca de otros, cuando me lo digo a mi misma es porque lo sé, lo creo, lo tengo bien claro. Soy bella y hermosa, no rozo ni de broma la perfección y eso es lo que me convierte en más mía, en más fuerte, en más bonita. 

Soy mía, única y exclusivamente mía, porque si tengo que pertenecer a alguien... sólo quiero pertenecerle a mi alma. Lo he dicho mil veces y con esta van mil y una: soy mía, pero siempre generosa y me comparto por las noches contigo, con tus ganas, con lo que crees que es posesión de mi cuerpo y es un juego a dúo, de besos y sexo. 

Soy mía y jamás permitiré que me digan lo contrario, soy fortaleza en la soledad, fiereza en la batalla, ingenio en la vida, adaptación en cada circunstancia. Yo no voy acompañada de una manada de lobos, lejos de los que opina Clarissa Pikola Estés, yo no corro con ellos, yo corro con mi coraje como bandera, mi cuerpo desnudo, mi propia pertenencia, mi mente clara, mis objetivos dispuestos, mi conciencia tranquila... fiel seguidora de mis propios monstruos internos. 

Soy mía, sobretodo soy mía en mi propia locura ¡bendita condición humana! que me sube a las estrellas, me hace alejarme y acercarme, centrarme en mí, aislarme, construirme y destruirme, follarme... siempre he creído que la cordura estaba sobrevalorada. 

Soy mía, intento en la medida de lo posible serlo siempre, tenerme firme, confiarme la vida, los sueños, las ilusiones, las ganas, la magia... porque soy mía, mi propio centro, mi sistema, mi sol, mi luna, mis vísceras que gritan desde dentro ¡queremos eso que te da la vida!... ya nada me reconcome, desde que soy mía, desde que me dejo serlo, soy puro verso en medio de un párrafo en prosa, soy el pensamiento hecho cosa, la personificación de mi verdadera esencia, la tranquilidad de que todo fluye, la confianza, el amor, la alegría, la pena y la gracia. 

Mi propia constructora de un mundo nuevo, ocupada constantemente con desmigarme las tripas, deshilachar pensamientos, enrojecerme las mejillas y cumplir con mis expectativas de en sueño. 

Soy más mía hoy en día de lo que he sido nunca, porque si una cosa tengo clara es que ya no puedo fallarme a mi misma, soy la propia mano que se ofrece a levantarme, las dureza de las rocas, la magia de la madera, el frescor de la hierba... 

Soy mi ausencia y mi presencia, mi paranoia descontrolada, mis sentimientos en bucle, mis putos enganches emocionales, mi rabia desatada, una palabra mal dicha, un punto bien puesto y un párrafo y a parte en mi propia existencia. 

Soy mía y soy el universo que brilla y también el que se queda a oscuras, soy la que tiene un par de huevos para sacarlo todo adelante, la guerrera, curandera, hechicera, sabia, la que observa, la novata, la aprendiz y la maestra... Desde que soy mía y a tantos ratos me tengo, he descubierto que no hay precio que pueda pagar esto. 


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