Fragilidad al ocaso de mi valentía...
Reflejos que allanaron un camino desconocido...
Despertares inesperados en noches, teóricamente, tranquilas...
Ansiedades de mañanas trempaneras...
Finales esperados, versos doblados, palabras agotadas.
Inviernos largos y calores cedidos ante una necesidad...
Abruptos paisajes, puertas cerradas...
Indefinible mundo de sensaciones, vulnerabilidad.
Me dicen, me cantan, me exigen y señalan...
Me escondo, me agoto, me sumerjo y desaparezco.
Te sorprendes cuando digo que sólo tenemos una oportunidad...
"¡Dame más!" me exige tu imperecedero ego.
"No hay más..." respondo.
Una vida, una oportunidad, una muerte, un nacimiento.
No vuelvas, no vuelvas ahora ni nunca, vete lejos...
Y si piensas que soy de extremos...
Mira al centro de mi corazón lleno de grises y de medios...
De raíces, de ramas, de cicatrices...
De tonos para otros que no me caben en el cuerpo...
Te digo que no soy para todos los públicos...
Te ríes incrédulo ante esa seguridad.
Te dejo observar que soy esa pieza que no encajará...
Que la belleza de mi ser se encuentra, precisamente, en esa profundidad...
Y cuando a veces sufro y me digo a mi misma "me gustaría ser normal..." ahora entiendes...
Ahora sabes que no exagero.
Soy capaz de extraer las sombras más densas de las estrellas más hermosas...
Besar donde jamás nadie besará...
Apostar todo a nada aunque vaya a perder, me enamoré de la esperanza...
Me cambié...
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