¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

viernes, 25 de abril de 2014

Mujeres reales, mujeres leales a si mismas.



Si buscamos depresión o cualquier sinónimo por internet, encontraremos que la gran mayoría de resultados se deben a mujeres que explican su odio hacia si mismas, sobretodo en relación a su cuerpo, de hecho hay un alto porcentaje de mujeres, niñas, adolescentes... que sufren a diario un maltrato de si mismas y para si mismas y todo por el cuerpo, esa envoltura que nos ha sido dado, donado, cual regalo, que no pudimos escoger y que, por muchas ideas fantaseosas que tengamos en la cabeza, no siempre podemos moldear al gusto que nos imaginamos.

Así, comienza una obsesión con una misma... empiezas por dejar de llevar determinada ropa y terminas incluso agrediendote, de manera fisica, verbal y psicológica. Quizás lo más duro de éste camino es cuando llega el punto en el que tienes que reconocer que realmente sí vas arrastrando esa batalla contra ti misma, porque te quedan dos últimas opciones: superar la batalla o seguir forzando la situación. Sin aceptación de una misma nos volcamos en buscar la aceptación del entorno o de la pareja, pero realmente nos es insatisfactoria... nadie nos puede dar aquello que somos incapaces de darnos nosotras. Nadie nos podrá llenar de amor y resaltarnos lo bellas que somos (a pesar de esa falta de perfección presente en éste mundo y en ésta dimensión) si nosotras no somos capaces de verlo igual.

¡AY MUJER! Da un golpe sobre la mesa y tira abajo esos bichos que te comen la cabeza, se introducen en tu alma y te van haciendo añicos desde dentro, no cierres los ojos cuando pases por delante de un espejo y no permitas que esos condenados demonios modifiquen como te tienes que ver en realidad. Deja de ser tan intransigente contigo misma; el erotismo, la sensualidad, la belleza y la felicidad nacen de la falta de prejuicios, nacen cuando somos capaces de ahogar a ese juez que tan impunemente nos castiga de forma diaria, ese juez que habita en todas nosotras.

La mayor belleza, de una misma, se observa en los pequeños detalles... las mujeres más aclamadas, deseadas, eran mujeres de curvas ¡la mayor perfección femenina! y cada una las porta de una manera diferente... algunas en unas explendorosas caderas, otras con una pronunciada cintura, hay quienes las marcan en unas hermosas rodillas que aguantan el peso de todo su cuerpo físico y etérico, las hay que su sonrisa es la mayor curva de todo su cuerpo o incluso de pelo ondulado, curvas infinitas que enmarcan el rostro.

El poder una misma se encuentra en la capacidad de darse valor, cariño, amor... de parar esa esclavitud autoimpuesta, de traer sosiego y calma a esa condena que se arrastra por diversos motivos. Mujer, mereces ser libre de esas cadenas y para ello hay que dar un paso decisivo, aunque a veces complicado, el paso de la aceptación: no existe una belleza perfecta, pero aquella belleza que portas es la que es perfecta para tí y la única persona en éste mundo que podrá recordartelo a diario de una manera que al final termines por comprenderlo, de una manera que lo escuches de verdad y que termine por convencerte... eres tú misma.
Posicionate desnuda delante del espejo: no existe una altura perfecta para el pecho, los push-up han hecho mucho daño a la sociedad haciéndonos creer que las tetas de una mujer siempre deben estar juntas, escotadas y turgentes... el culo es esa parte del cuerpo que tiene una forma única en cada uno, no lo tienes caido, no es demasiado grande y tampoco es demasiado pequeño ¡creéme! da igual como sea, porque no lo vas a ver en condiciones hasta que cambies tu manera de verlo... tu piel refleja tus ataques mentales, se hiere conforme a cada daño que te has permitido, se ha rasgado o se ha secado, le han salido motitas... pero tu piel recupera su belleza singular si consigues darle el amor que se merece y nadie se va a quedar atascado observando esas "imperfecciones" si tú eres la primera que consigue salir de ese patrón repetitivo.

¿Demasiado alta? ¿Demasiado baja? ¿Querrías tener otro color de pelo? ¿Ojos demasiado pequeños? ¿Sonrisa torcida? Empiezas a notar como, en ese reflejo, sólo eres capaz de ir sacando excusas para no quererte... nada de eso es tan cierto como piensas, lo imaginas y lo creas desde ese ángulo en el que estas posicionada y hasta que no lo cambies no lo verás de otro modo... aunque sigamos sacandole pegas a tu cuerpo, no te rendirás por mucho daño que te hagas, no hasta que seas capaz de darte cuenta de cómo repercute ese odio hacia ti misma en todos los aspectos de tu vida.

Regalate amor, se leal a ti misma, se fiel y se buena contigo... no es tan difícil, primero conviertelo en rutina aunque te lo tengas que recordar y cuando, de repetirte todos los dias lo bella que eres, te vaya saliendo solo... significará que por fin lo has memorizado en tu interior.

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