Estaba acojonado, no había otra manera de definirlo, aquella mierda se le comía vivo por dentro y a pesar de eso no terminaba de soltarse de su propio miedo.
Era una lucha muy interesante, la de preferir atarse a un monstruo antes que tener los cojones de saltar al abismo, con los ojos abiertos o cerrados, pero al menos dar el puto paso definitivo...pues no ¿para qué? era mucho mas entretenido perder el tiempo entre pausas acompañadas de excusas y de cosas a medio hacer, de labia descomprometida. Y es que es muy jodido cuando uno se enamora de verdad y en esa franja de segundo para aceptarlo permite al cerebro tomar el control de la situación, colarse de por medio y con una soga ir viendo como ahoga el corazón sin remordimiento alguno.
Todo se convierte en medias tintas, en dudas, en canciones desarmónicas, en ahogo, en ansiedad, en asfixia... porque, sabiendo cual es el destino que hay que ir corriendo, fuerzas tu propio camino hacia un lugar completamente diferente y hasta que todo se adapte a tu decisión, te tocará vivir con esos efectos secundarios. No importaba demasiado, al final del día si te ves demasiado saturado por lo emocional, este mundo tan material y carente de cualquier responsabilidad tiene cientos de soluciones para que olvides, de una manera vanal, todos tus problemas profundos y sigas introducido de lleno en la huída, la falta de amor y alejandote peligrosamente de tu propio destino.
Solo reconoces algo así cuando tú mismo lo has vivido, aunque fuese por una milésima de segundo... pero lo ves, reconoces el aroma, el sabor y te llega el regusto a esa batalla, lo primero que te abrumará será la desesperación porque sabes que todo esto solo puede causar sufrimiento y querrás que aquella persona que lo vive pueda evitarlo por encima de todo, pero al darte cuenta de que no tienes control sobre ese universo, que está realmente fuera de tu jurisdicción, te empezará a llegar la compasión, gotita a gotita hasta llevarte a un estado de aceptación, que finalmente te llevará a una dualidad donde sólo tu corazón será el más indicado a seguir guiándote.
Y te das cuenta, que por mucho que te esfuerces, realmente cada uno debe cargar con su propia mierda, que las culpas ya no sirven sobretodo si no son tuyas.
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