¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

martes, 16 de diciembre de 2014

El valor mágico de los animales.


El valor mágico de los animales podría ser el título de mi futura novela, de un futuro proyecto documental sobre lo místico relacionado con esos corazones salvajes que habitan en cuerpos de seres con formas muy diferentes a las nuestras o podría ser el título de una canción callejera que, entre ritmo de bombo y caja, relatase la historia profunda del sentir... pero lo cierto es que, lejos de todas esas ideas, es real, algo tan real como que tú estás leyendo ésto y alto tan real como que yo me he atrevido a escribirlo para compartirlo con el mundo.

Las personas pueden sentir a los animales, los sienten cuando los acarician, cuando los miran a los ojos o cuando les dan una segunda oportunidad rescatándolos de una vida incierta. El sentir es la empatía, la alegría, el contarlo como uno más, el darles valor dentro y fuera del núcleo familiar... el sentir es también tomarse un momento para ayudarlos, dar alimento a  aquellos que estén necesitados y sobretodas las cosas, por encima de todo, tenerles en cuenta. Es en ese camino mágico donde descubres esa resonancia con lo indescriptible que nace de ellos, de sus corazones y se conecta con los nuestros y con todo a la vez... es lo que yo llamo: el valor mágico de los animales.

Un perro es mucho más que un perro, más allá de su aspecto, ya sea lanudo, delgado, gordito, alto, bajo... y más allá de su actitud: tranquilo, defensor, ladrador, nervioso... es un compañero fiel, leal, que seguramente hará un trabajo contigo y con su entorno mucho más profundo de lo que puedas conocer, aunque te lo expliquen con palabras, aunque consigas conectar con él... ese poder que llevan dentro, esa magia de ellos mismos, sigue creciendo cada día porque ese canal que los enchufa a todo, al universo, a la tierra, a lo visible y a lo invisible, está siempre encendido para dar a los demás antes que a si mismos. Lo mismo ocurre con gatos, aves y otras muchas especies, incluso fuera del ámbito "doméstico".

No es una fantasía, es ser consciente de que el resonar de unas pisadas de elefante pueden hacer retumbar la energía hasta conseguir llegar a China y solucionar el dolor de un árbol... Es la mística, pero real, interconexión de la vida, del cosmos y del todo, en esa madaja ordenada de canales, se encuentra la magia de los animales.

El valor mágico de los animales es aquello que las antiguas civilaciones no dudaban un solo segundo en venerar, pero es increíble cuando aún está presente incluso en animales que no están en ésta dimensión, porque han ascendido. Animales que son guías y espíritus de nuestra vida o que forman parte de nuestra alma, éstos increíbles seres nos acompañan continuamente, podemos sentirlos presentes por ejemplo: al lamento de una noche amarga, se nos aparece en sueños un lobo solitario para arroparnos con su mensaje o también a la desesperación de una mente enfermada por el desequilibrio en un cuerpo excesivamente emocional, se le aparece una imagen, como una premonición, de un animal salvaje con un mensaje contudente, frase tras frase te llega dentro de ti... Esos guías espirituales, en ocasiones se hacen presentes de forma física a través de otros guías encarnados, como aquel día que manteniamos una inquieta pregunta dentro de nuestra cabeza y en ese preciso instante se nos cruza un gato espectacular o se apoya, como de la nada, la pluma de un ave salvaje delante de nuestro camino; ese es un buen momento para darnos cuenta de que somos escuchados por el universo durante todas las horas del día.

El valor mágico de los animales, es la realidad de su ser y de su trabajo para con nosotros, con el universo, consigo mismos, con todo... Es el poder, es lo cotidiano que hay en ellos y es también por lo que deberíamos verlos con otros ojos, sentirlos con otras manos, besarlos con otros labios y hablarles con otro tono. Cuando estemos solos, profundos en un pozo de emociones, si se lo pedimos a ellos es posible que nos venga a visitar un animal, quién sabe, quizás un buho que nos rescate de esas sombras, una serpiente que nos enseñe a iluminarlas o un buffalo americano que nos indique que la familia cósmica siempre está pendiente y eso es lo más importante. Ese hechizo que nos inyectan con sus latidos, con su haber estado presentes y con su estar cuidándonos, se puede ver reflejado en nuestras relaciones amorosas... cuando sentimos que nuestro gato nos mira bondadoso al besar a la persona con quien hemos decidido compartir vida, cuando sentimos que nuestro perro se desespera entre tanta discusión mental e innecesaria y que se interpone para parar esa destructiva energía o cuando, simplemente no sabes porqué, desde dentro te recorre una sensación de conexión con todo... también esa presencia mágica lo podemos sentir en nuestra familia, cuando la llegada de un ser tan diferente hizo tantos cambios positivos en cada uno de los miembros humanos y eso es algo que no se podrá olvidar jamás.

Amigos, todo ésto es lo que yo llamo el valor mágico de los animales y lo llamo valor por la valentía que tienen de destaparlo, incluso en situaciones que saben que será despreciado y también porque vale más que el oro... lo llamo mágico porque esa es la magia, más allá de los cuentos de hadas con hechizos de estrellas y chispas, la verdader magia de la vida es humilde y se encuentra en el corazón de aquellos que solo saben ser humildes... bienvenidos a la percepción correcta del mundo.

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