¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

sábado, 28 de octubre de 2017

Es alguien, no algo.


Me enamoré de mi perra cuando me salvó la vida. Y me salvó la vida cuando estuve apunto de renunciar a todo porque sentía que no tenía nada ni nadie. 

Desde entonces, desde aquella gran experiencia... Me di cuenta que es alguien, no algo. Como lo son todos, aunque no hablen el mismo lenguaje que tú y que yo. 

Es alguien porque tiene su personalidad definida y si la observas verás que prefiere unas cosas antes que otras. Es alguien porque expresa con su mirada sus emociones, porque empatiza conmigo, porque comprende (aunque a algunos humanos les cueste asumirlo). 

Me enamoré de mi perra cuando me cambió la vida, cuando tuve que ponerla como prioridad pues era lo único que me importaba lo suficiente como para no rendirme. Me enamoré cuando sabiendo que necesitaba de mi y yo pensaba que no podía más, ella me empujaba a salir de mi terror. 

Me enamoré fuerte cuando alejó a todas esas personas que no servían como compañeros de vida. Lo hizo solo con su presencia y sus muchos pelos, pero finalmente creó la excusa perfecta para que se diese el acontecimiento idóneo que tirase abajo las máscaras de aquellos que mienten y fingen.

Me enamoré de mi perra cuando me enseñó el valor de un paseo, en plena noche, con nuestra única compañía. Me enamoré más cuando yo enfermaba y ella dormía a mi lado ¿qué otra cosa podía hacer?.

Me enamoré el otro día cuando rompí a llorar en la ducha y ella vino a ver cómo estaba. Me enamoré cuando hace algunos veranos saltó al agua de un río, con el terror que le tiene, porque pensaba que yo realmente me estaba ahogando.

Me enamoré de mi perra cuando le ofreció un enorme significado a mi existencia. Cuando cada día es fiel y leal a su palabra de quedarse conmigo, al menos por todo lo que dure su existencia.

Por todo esto, es alguien y no algo. No, para mi no es una condena tener a mi perra, tampoco supone un gran sacrificio... Para mi es un honor aprender de un ser tan humilde, sencillo, real y protector.

Para mi es un regalo cada segundo de su vida, porque soy consciente sobre lo poco que dura un perro comparado con un ser humano. Para mi es maravilloso que me quiera y ame por encima de las cosas que más odio de mi misma y que no me abandone, ella a mi, que no se marche, que no me deje, que no se rinda jamás... Todo eso es magia, pura magia, con la que tengo el milagro de vivir cada día.

Ella no es algo, es alguien; alguien a quien le late el corazón, alguien que tiene preferencias, alguien con opinión propia, alguien con necesidades emocionales, alguien con pensamientos complejos, alguien capaz de razonar y hacer estrategias, alguien que alguna vez hace trastadas igual que un niño pequeño, alguien que aprende y se adapta, alguien que evoluciona, alguien que transforma, alguien que también ha ido cambiando aspectos de su forma de relacionarse igual que me ocurre a mi... Para mi ella no es algo, es alguien, alguien sagrado.


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