Tu cielo y mi cielo que están llenos de estrellas y que re-lindo es esto de viajar viéndolas todas por habernos quitado la venda de la expectativa tonta. Aquí expongo uno de los muchos regalos que he obtenido en mi último viaje, un excueto recorrido hacia otro lugar del mundo que sin duda de nuevo me ha llevado a descubrir más cosas en mi que a mi alrededor, y por algo tan hermoso le doy las gracias a la vida.
Lo más increíble de un viaje sin expectativas, de un viaje con una intención más profundas que la de abarcar mucho y rápido, una intención más humana que la de solo hacernos fotos, una intención más intensa que la de borracheras inolvidables... Lo más increíble de un viaje, que contenía una intención de "bien mayor" como era el hecho de regar una amistad y de amar a una persona, es que gracias a ello me he abierto a cosas que no habría visto de otra forma.
Y es que creo que uno de los regalos más inmensos que he recibido en este corto, pero interesante, trayecto-estancia es la cantidad de personas que han confiado en mi con un simple vistazo y han abierto su corazón conmigo contándome cosas personales, de esas que habitan en el fuero interno y que esconden la parte más tierna y sensible de una persona. Eso me ha hecho toparme con una parte de mi misma que no podría haber hallado desde otro lugar.
Me he sorprendido porque prácticamente desde el minuto uno, todo ha ido fluyendo de manera que una gran cantidad de personas que han participado activamente en esta aventura, no solo me han ofrecido su ayuda, si no, que también me han entregado algo más: confianza hacia mi perosna. Una hermosa y profunda confianza, rebosante de una fuerte luz interior, donde además de conversar conmigo han tenido en cuenta, desde la humildad, mi propia perspectiva y las cosas que yo compartía con ellos.
Me he encontrado personas que me han reconocido haber sufrido mal de amores, haber sufrido fuertes dolores con las relaciones, tener pánico a los aviones, personas que me han contado su dura infancia pasando hambruna y viendo escenas muy desagradables y otras que me han contado como su padre les abandonó siendo pequeños... Personas que me han contado como han recorrio medio mundo y han abierto su pequeño negocio de alquiler de bicicletas y otros, hermanos europeos, que han ido a cumplir con una pequeña pasión relacionada con la cocina... Y ahí se encuentra la verdadera hermosura de un viaje. No tiene tanto que ver con el paraje, porque el paraje por mucho que haga "clic" en el alma o te llene la vista, se queda vacío si no te nutre más... La belleza de este viaje se ha encontrado mucho más en esa facilidad con la que los demás, sin un atisbo de miedo a ser juzgados, han mirado a mis ojos y han podido ser ellos mismos contándome un sinfín de experiencias personales y agradeciéndome, desde el corazón, mi presencia y mi habilidad para escucharles y acompañarles en esa franja de tiempo que nos ha permitido la vida y el universo.
Cuando un desconocido te abre el corazón llegas a una conclusión muy importante: todos nacemos con profundos dolores y descubrimos otro tanto de ellos conforme crecemos. Y entre unos dolores y otros buscamos exhaustos alguien que los comprenda, alguien que nos invite o inspire a transmutarlos. Porque en un mundo rebosante de "gente" nos faltan personas... Y cuando encontramos a una, inconscientemente, hacemos lo posible por no perder esa oportunidad.
Le doy las gracias al universo por permitirme escuchar tantas historias y por ponerme en mi camino personas humildes que han sido capaces de desnudar una parte muy íntima y real de su persona... ¿qué obligación tienes de hacer eso con alguien que no conoces absolutamente de nada? Porque exponerse de tal manera puede conllevar efectos secundarios indeseados. Sin embargo, todas estos encuentros maravillosos e inesperados han fluído con una naturaleza digna de envidiar y de desear en cualquier futuro.
Cuando un desconocido te abre el corazón, es una señal del universo para mostrarte que no es tan "perjuicial" ni tan dañino vivir con el corazón abierto de par en par o por lo menos darte las oportunidades necesarias hasta darte cuenta de que realmente, vivir así, es la única manera de realmente vivir.
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