¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

martes, 2 de enero de 2018

Entre inhaladores...


Empezar este año no ha sido como esperaba, entre las fiebres altas y los "me ahogo", la cosa al final se ha dado entre la cama, el sofá y un ratito en la cocina mientras me hacía las infusiones, vamos... Una fiesta de las buenas. Intentar consensuar con tu lado oscuro mientras tienes un mal estar de estos que no te aguantas ni tú, es un trabajo complejo solo apto para profesionales, y definitivamente, yo no soy de ese tipo de profesionales. Ver el resultado del estrés de varios meses (debido a varios motivos personales) es saber que te toca estar en reposo, al menos, unos días.

Este tiempo sin poder disfrutar de mi vida, como intento hacer todos los días dentro de mis rutinas y de mis actividades cotidianas, poniéndolo todo en un pause obligatorio, me ha hecho plantearme muchas cosas sobre mi misma, sobre mis apegos... Sobre tantas cosas que no se yo si voy a poder hacerme cargo de tanto. 

Aún sigo enganchada a los aerosoles como cuando era una niña asmática, pero ahora me da mucha más rabia, me siento envejecida por dentro... Y éstas Navidades han sabido ponerme bien del revés. He visto muchísima rabia, cólera... Mucho de mi extremo, de mi enfado y de cuáles son los únicos mecheros capaces de encenderlo de una forma tan brava. Y oye, aunque así sea una mierda de persona, tampoco me odio por ello. 

(No sé si os lo he dicho, pero los inhaladores me ponen de los nervios, me activan mucho... Creo que de pequeña no era nerviosa, solo consumía medicaciones que me hiperactivizaban.)

Es evidente que tenía pensado otro plan para estas fiestas, algo que creía que iba a salir de otra forma, pero qué va... Cuando las sombras salen a jugar, los demonios se apuntan y ahí nos toca bailar a todos (yo en pijama, con crocs y una taza de algo caliente con miel.)
Poca celebración "el gran día" y todo se resumió a una vela encendida, en un ambiente de pura soledad, donde le pedía al fuego poder cumplir gran parte de mis sueños y propósitos este 2018. 

Aunque debo decir que también a mi manera, llevo varios días pidiéndole a otras velas otro deseo muy concreto que no me gusta compartir a viva voz, por miedo a que con esa fragilidad que caracteriza a los sueños, alguien lo tire abajo o lo rompa. 

En resumen, inicio de año sin un primer beso, sin una sonrisa de campeonato para la próxima foto de perfil, sin un abrazo entre mi familia elegida (mis amigos, los cuales cada año amo más) y sin uvas también. Definitivamente voy cuesta abajo y sin frenos a convertirme en una viejoven amargadita, casera y aburrida... ¡que alguien me saque de aquí! (en cuanto pueda respirar sin parar a toser y ahogarme cuando doy cuatro pasos, gracias). 

Y con la boca bien grande le digo: me cago en quien me ha pegado esta puta gripe que me ha dejado KO y está evolucionando negativamente hasta dejarme sin respirar. Y que echo de menos trabajar, lo bueno de esta noticia es que hoy ya recibí el alta y mañana volveré de nuevo a mi rutina. 

2018 Te pido facilidades, liberación de obstáculos y materialización. Que ya he dejado de lado lo del amor y ahora ya solo me voy a centrar en crecer profesionalmente, económicamente y personalmente, disfrutando de mi absoluta y completa independencia, de mis amigos que tanto quiero, de mi misma. 

Me paso al lado oscuro. Pero voy en bata que seguro que refresca y no me apetece nada cogérmela por segunda vez. Hasta luego amorcitos, hola solidez de vida.

pd: actual mood: rabiólicamente activa.

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