Hoy vengo para que juntxs cambiemos esa cantinela, ese cuento que te has contado durante tanto tiempo, hoy vengo para decirte que sí has sido suficiente, más que suficiente, en cada circunstancia de tu vida... Incluso cuando esas circunstancias o relaciones no se han dado como te hubiese gustado.
Hoy vengo con buenas nuevas, vamos a desarroparte esa baja autoestima que te merma la conciencia y te encierra el corazón. Vengo para decirte que cada "NO", al contrario de lo que crees, no quería decir "no vales" o "no eres suficiente", tampoco hacia alusión a que estuvieses roto o a que el 100% de la responsabilidad recayese sobre tus hombros. Esos "no" eran ayudas, caminos que te indicaban que quizás eras demasiado: demasiado buenx, demasiado inteligente, demasiado generosx, demasiado increíble para estar en un lugar, o con una persona, donde jamás se iba apreciar tu brillo, natural y poderoso.
A si que vamos a cambiar esa historia, vamos a visualizarla de otra forma. La relación no se rompió porque no llegases a la altura de la otra persona, la relación se rompió porque está esperándote algo a tu propia altura... Y lo que más te ha dolido no es el "adiós", sino el castigo autoimpuesto de exigirte más, machacarte más, apretarte más... Y no darte ni un segundo para respirar, pensando al menos que quizás eres demasiado para él/ella y eso no es malo, simplemente es que necesitas otro tipo de compañía.
Vamos a recordar ese trabajo que no te salió, ese despido inesperado, ese rechazo a tu proyecto... No han sido "no" porque fueses pequeño para lo que se te exigía, ni tampoco te echaron porque no eras bueno, aquel rechazo o falta de interés no denota que lo que hicieses no tenga un gran valor... Son señales de dónde debes cultivar tu tiempo, un bien intangible con valor incalculable. También demuestra que hay personas que no saben observar determinados diamantes, pero eso es más un "fallo" para ellos que para tí, aunque ahora no lo creas así.
Echemos la vista atrás y vamos a situarnos en aquel contrato inmobiliario de la casa, que supuestamente era de tus sueños, pero que al final no pudiste adquirir. Tu vida tiene un valor tan hermoso y grande que no puedes estar viviéndola en cualquier sitio, eres enorme y mereces un hogar concorde a todo lo grande de tu ser.
Eres más que suficiente. Mejorar es maravilloso y puedes hacerlo siempre para ti y contigo, no necesitas un "no" ni tampoco una puerta cerrada para conseguirlo, puedes ponerte a ello todos los días, más como un propósito de bienestar personal que una demostración para otros. No coloques como meta el tener que enseñar a los demás una evolución de tu persona, eso es algo que debes vivir dentro de ti o al menos eso es lo que creo yo.
Quien esté en tu pasado, quien nunca te valoró, quien no quiso darte una oportunidad laboral, quien rechazó tu oferta... No será testigo de tu madurez, de tu crecimiento y tampoco de los logros que has conseguido después de esas puertas que se cerraron, que no se abrieron... De esos momentos que, al final, jamás se dieron. Y como no serán testigo no quieren ni necesitan que vayas tiempo después jactándote de tu crecimiento y de tu increíble capacidad para recomponerte, superarte y para lograr todo lo que quieras... Como te digo, esto es un regalo individual e indivisible, un regalo propio para cada protagonista en primera persona de sus propias experiencias.
Eres más que suficiente, el problema nunca ha estado ahí, el problema sí ha sido creer lo contrario.
Cada cosa que no se ha dado, además de ser una evidente forma de protegerte, ha sido una prueba de amor propio, un reto de auto-observación y un examen de paz. Mantener la quietud cuando todo lo que deseamos se viene abajo, es un trabajo de consciencia y sabiduría, de verdadera iluminación y sobretodo de fuerza.
Agradece, de verdad, es un privilegio que algo no salga como lo esperado, aunque nos duela, porque significa que se trama algo mejor, algo que realmente nos merecemos. Y recuerda, no te conformes y no te acomodes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario