¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

lunes, 18 de septiembre de 2017

Echándome de más:


Y es que en tu ausencia me di cuenta que me quedé con muchos te quieros... Y sé que esto me hace más esclava. No sabía cuánto podía encadenarme por no compartir amor, del verdadero. Y cuando la oportunidad pasa, empieza ese movimiento interno, ese miedo y ese aprendizaje por haber dejado todo hasta después, esa insana procrastinación de las emociones. 

Y echándote de menos, me encontré echándome de más. Con un miedo a que todo vuelva a suceder; a no compartir ni comunicarme lo suficiente, a quedarme demasiadas palabras atrancadas entre el corazón y los labios, mientras sufren muertes agónicas por la cobardía y la vergüenza.

Desde que diste ese adiós, inesperado o natural, me di cuenta que cuando pierdes a alguien se pierde también una pequeña parte de tu persona, supongo que es como funciona el destino. Y por mucho que quieras y ames muy fuerte, las personas se marchan sin poder evitarlo. Se van. Sin embargo algo en mí, me dice que merece la pena, aunque el adiós se prologue más que cualquier "para siempre".

Merece la pena la esperanza, aunque todo tenga ya su final predestinado e inevitable. Aunque nos condene, deberíamos sentirnos más libres, sobretodo porque es lo único que nos empuja a abrir las alas y atrevernos,para expresar todo aquello que callamos, para mostrar todas esas cosas que ya no hacemos. 

Ya no puedo abrazarte, al menos no desde el mismo lugar. Ya no puedo escucharte, al menos no de la misma manera, porque creo que no me llegará lo que realmente quieras decirme. Tengo tantas preguntas agolpadas en mi interior y me lamento porque siento que no encontraré una respuesta clara, no ahora, no en este momento.

Y aunque esto ya no cambie, no podamos cambiarlo, todo lo que queda siempre serán algo más que recuerdos... No puedo evitar echar de menos el amor que me dabas. Seguro que ahora me amas más, con más ternura y comprensión, pero eso no sé si lo podré saber, porque quizás solo sean ideas para no perderme en un mundo sin un hueco para la esperanza.

Supongo que es por esto que a veces me pongo a pensarte...

Me aferro a lo que pude observar en ti, sobretodo para aprender a vivir. 

-A mi abuelo.

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