¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

jueves, 23 de agosto de 2018

Te mereces el mejor sentir con tu cuerpo.


Ser humano, en una sociedad deshumanizada, es un arduo trabajo no apto para cualquiera. Ser mujer, en una sociedad desnaturalizada, es una compleja tarea que debemos llevar con orgullo y con amor. 

Desde hace años se ha arrancado la realidad de los años, de la vida misma, del cuerpo y del sentir de uno mismo. Desde hace años se juzga a los demás por crecer, envejecer, por cambiar, porque su cuerpo físico es un reflejo de su estado emocional o de las vivencias que se experimentan a flor de piel. La publicidad nos engaña y todo en lo que ella está involucrada, también es un engaño. 

Delgadas, gordas, curvys, jóvenes, tersas, blanditas, con piel de melocotón, arrugadas, con canas o pelo sin una sola cana, con estrías o sin ellas, con celulitis o culo de piedra... Nunca es suficiente, parece que nunca somos suficientes. 

Seamos guapas según otros o feas según otros, seamos inteligentes o tontas según otras percepciones, seamos más espabiladas o menos según determinados prejuicios, seamos más correctas o políticamente incorrectas según quién nos señale... Nada de eso cumple con las expectativas de una sociedad vacía, consumida y que pretende consumir a todos los que en ella estamos involucrados. 

Nacer mujer parece, a veces, una condena. Porque es lo que nos han enseñado. Cuando nos contaron que la menstruación es algo horrible y paraliza la naturaleza de nuestra vida, cuando nos han convencido de que las tetas caídas son un reflejo de falta de cuidado, cuando no se nos permite cumplir años de forma natural, parece que si tienes los muslos llenos de estrías es porque la culpa siempre es tuya... Y así, nos sumimos en una condena de autojuicio, automachaque y exigencia dañina que nos revienta por dentro. 

Pues, sinceramente, yo estoy cansada de todo eso. No vine al mundo para cumplir con las ideas que otros tenían sobre mi, no vine al mundo para cumplir con lo que los hombres esperan de una mujer, vine para descubrirme a mi misma y para acompañar a otros en ese proceso. 

Nos tiramos la vida sintiéndonos insuficientes: no eres lo suficientemente guapa, ni buena, ni atractiva... Y así se pasan los años y nosotras condicionadas, sin disfrutar de libertad y con presencia del templo físico que tenemos. 

Cuantísimas veces nos hemos quitado la toalla con pudor en la playa por miedo a que los demás señalasen la naturaleza de nuestro cuerpo y nos dijesen algo que pudiese destruirnos por completo. Cuantísimas veces nos hemos visto, cara a cara, con nuestro propio reflejo nada más levantarnos y antes que decirnos algo bueno hemos depositado nuestra atención en aquello que no aceptamos de nuestro cuerpo. Cuantísimas veces hemos rechazado planes que implicaban la libertad con nuestro cuerpo físico por miedo, por vergüenza, por timidez, porque pensamos que somos "anormales" porque nos sentimos tan imperfectas que somos incapaces de valorar, con objetividad y ternura, que el cuerpo es sagrado, sea como sea. 

Y muchas veces ésto ha ocurrido porque alguien dijo algo sobre nosotras y le dimos el poder de hacernos daño. También porque hemos prestado demasiada atención a la televisión y tu tóxica manera de alistarnos en una única manera de vivir, vernos, actuar, sentirnos... Y así estamos: destrozadas. Destrozadas y cancelando planes, deshaciéndonos de vestidos, diciendo que "no" a ir de una u otra manera... Es una jaula en nuestra cabeza que nos hace atacar, de manera constante, a nuestro propio cuerpo. 

Una sociedad extrema donde muchas personas terminan abordando esa ansiedad de "no poder aceptar su propio cuerpo" pasando hambre hasta sufrir enfermedades psicológicas bestiales o poniéndose hasta el culo de comer, hasta sufrir obesidad y una culpa que crece más porque entonces todos te miran y te dicen "estás así de gorda por tu propia culpa" y nadie se plantea que quizás si los medios y lo que nos envuelve no nos abordasen, de la manera que nos abordan, nosotras podríamos amarnos con todo lo que somos y lo que tenemos. 

Desnaturalizar la propia vida en el cuerpo de la mujer, eso es lo que hace ésta sociedad y de la que muchos se alimentan. Se alimentan de esa carencia de amor propio y se jactan de ella. Y aquellos que se creen con poder, entierran sus propia baja autoestima utilizando el arma de "atacar los defectos de otras". 

Recuerdo en una ocasión, tras acostarme con un chico, que éste me dijo literalmente "se nota mucho en tus tetas que has perdido peso". Mi cuerpo ha sufrido muchos cambios, tantos como mi mentalidad y mi personalidad. He vivido en extremos: desde sufrir anorexia a verme con 68kg midiendo 1'63m... Actualmente no soy capaz de subir de 50kg por el nivel de estrés con el que vivo a diario, pero como con placer y gusto. Imaginaos mi cara al escuchar semejante mierda e imaginaos mi alma y mi corazón al darme cuenta de que esa realidad está latente, viva y coleando, en ésta sociedad. La realidad de creerte con la libertad de juzgar el físico ajeno y de quedarte sólo con esa parte sobre los demás. La verdad superficial y vacía... Horroroso. 

Durante años fui incapaz de vestir pantalón corto o falda, fui incapaz de ir a la piscina o la playa con total libertad, fui incapaz de desnudarme con luz clara (tenía que ser tenue), durante años me ponía roja por las estrías que hay en mis muslos, durante años fui incapaz de aceptar que tengo un culo blandito, durante años desnudarme delante del médico me parecía una condena agónica porque pensaba que él o ella pensaría "menudo cuerpo más feo". Durante años dije "no" a planes que implicaban ir en traje de baño o estar desnuda. 

Y ahora con 26 años no quiero que nada más me pare. 

Me apetece bañarme desnuda, donde sea legal y se me permita, me apetece acostarme a plena luz del día, me apetece ir sin sujetador, me apetece comer con total libertad, me apetece hacer deporte por placer y no por obsesión, me apetece tumbarme desnuda sin sentir que cada pizca de mi piel puede ser motivo de crítica o juicio. Me apetece crecer y cuando llegue la vejez me habrá gustado haber disfrutado al máximo lo único que me pertenece: mi propio cuerpo.  

Y espero haberte ayudado con ésta historia, con este texto, para al menos darte lo mejor de mi propio aprendizaje y que lo lleves a cabo contigo misma. 

Con pelos o sin ellos, con estrías o sin ellas, con chichas o sin ellas, con pieles colganderas o sin ellas, con tetas grandes o pequeñas, con canas o sin ellas, con granos o sin ellos, con cicatrices o sin ellas, con piel grasa o sin ella, con los dientes perfectos o torcidos, con las uñas largas o mordisqueadas, con pezones grandes o pequeños, con cuervas o sin ellas, con tripita o sin ella, con caderas anchas o con caderas estrechas... Eres perfecta, te lo aseguro. 

Eres el increíble y maravilloso resultado de años de evolución, eres resultado de la más misteriosa química y física. Perteneces a éste planeta, tal y como eres físicamente, y que no te hagan sentir fuera de lugar por una vacía e insana sociedad que nos hace vivir mirándonos, a nosotras mismas, con odio y disgusto. 

Es momento de que luches por ti misma. Y que esa sea tu mayor promesa. Y desde ese cambio, crearemos la sociedad que tanto nos merecemos. No estás sola. 

Este es el texto, a pie de ésta misma foto, que escribí ayer y me inspiro para ésta entrada:

"
Me ha costado años aceptarme (sobretodo físicamente). Sufrí anorexia (40-45kg), años después recuperé más de mi peso (68kg) y actualmente el estrés no me ayuda a subir de 50kg. Mi cuerpo está lleno de estrias y tengo celulitis. Durante años era incapaz de ir a una piscina o a la playa... No soportaba lo imperfecto de mi cuerpo. Cuando comprendí que la belleza sagrada está por encima de todo eso, me propuse poner mi granito de arena para que todas las mujeres del mundo pudiesen verlo igual que yo. Cuando era pequeña en el colegio me machaban insultandome y llamándome fea. También he visto que lo que es "bonito" o "feo" sólo se encuentra en los ojos del que mira y en el corazón de quien lo siente.
Y por eso, a través de @tarotsanadorevolutivo y "Corazón de un Oso" comparto mi personal experiencia con el cuerpo, la belleza, lo que es bonito realmente y lo que no. Por favor, no tires años de tu vida odiandote (como he hecho yo): nadie es perfecto. Te mereces ser feliz y dichoso dentro de tu cuerpo único y auténtico. No dejes que te convenzan de lo contrario, te mereces el mejor sentir contigo misma."




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