La sagrada confianza es un vínculo entre almas y seres, tangibles e intangibles. Y está depositada en todo lo que significa realmente ésta experiencia de vida. Su poder, magnitud, tamaño y vibración es tan alta y puede llegar a lograr tantas cosas, que a menudo las personas utilizan ésta energía ancestral en su propio beneficio egoísta.
Es sagrada confianza lo que entablamos cuando iniciamos cualquier tipo de relación: sentimental, familiar, entre amigos, entre socios, entre compañeros... En todos esos vínculos hay un pegamento esencial, fundamental, para un funcionamiento en armonía: confianza.
Confianza es lo que depositamos en nosotros mismos cuando nos atrevemos y aventuramos a tomar una decisión extrema y que cambie radicalmente nuestra propia vida. También es confianza la vibración que utilizamos cuando luchamos por nuestros sueños, cuando hacemos inesperados planes, cuando salimos de nuestra zona de confort, cuando revolucionamos todo lo que es nuestra vida, cuando probamos cosas nuevas, cuando nos abrimos a nueva experiencia o pensamiento.
Confianza es lo que hay entre un perro y el humano que le acompaña. Y también ocurre con los gatos e incluso con animales salvajes, que por un instante, comparten un segundo de vida con nosotros en un momento sorpresa donde se abren a confiar en nuestra presencia y que no les haremos daño.
¿Comprendéis ahora el valor, real, de la confianza? Para que la confianza sea auténtica y fluya debe estar conectada con el corazón, sin ningún tipo de intermediario, de dudas, de quejas, de incertidumbres o de dobles intenciones.
Confianza es: yo te cuido y tú, a la vez, también me cuidas. Confianza es: deposito mi amor en ti porque creo en lo que haces y en lo que vas a lograr. Confianza es: yo te defiendo y tú, a la vez, también me defiendes. Confianza es: me desnudo mostrando toda mi vulnerabilidad y mantengo la esperanza y la fe absoluta de que no me harás daño viendo la realidad de mi ser.
El valor de la confianza es también lo que nos conecta con los demás y también con nuestra propia capacidad para construir y crear nuevas realidades. El poder de la confianza es el que nos lleva a poder colaborar, ayudar, promocionar, contribuir... A buenas obras de caridad.
Una buena relación de amistad está fomentada en una sólida y estable base de confianza. Una buena relación sentimental está colocada sobre una estable, duradera y resistente base de confianza. Una buena relación familiar está situada sobre una enorme estructura de confianza, mutua y hacia la vida.
La confianza, a veces, se rompe y dependiendo de la magnitud de esa ruptura puede que no se recupere nunca más. En otras ocasiones, por duro que nos ha podido llegar algún golpe inesperado, la confianza sigue intacta, porque está por encima de muchas cosas que nos duelen por culpa del ego.
La confianza tiene un sagrado y divino hueco en el que vive a sus anchas, dentro de nosotros y en cada unión que establecemos. También, por otro lado, es una energía igual de poderosa que de frágil o vulnerable y tierna. Hay que saber regarla a menudo, y aquí sólo la nutre el ejemplo de autenticidad, honestidad, verdad, transparencia y humildad. Son cuatro pilares fundamentales para que la confianza crezca con fuerza, eche raíces, se haga grande, se expanda y se consolide. Es precisamente por esto que la propia confianza necesita años para tener presencia, para sentirla como "real".
Confianza es una vibración innata que a veces percibimos en muchas personas, personas que ni siquiera conocemos a fondo. Y quizás ocurre que esas personas llevan tanto tiempo nutriendo las propias confianzas que han surgido y emergido en su vida, que se han impregnado de forma natural con ésta vibración sagrada.
Cuando alguien confía en ti, está depositando algo más enorme de lo que podemos apreciar. Está dejando una pieza fundamental de su corazón sobre tus manos, sea para lo que sea, y en nuestro turno nos toca demostrar estar a la altura de algo tan bello. Igual cuando nosotros confiamos en alguien, estamos depositando algo verdaderamente importante sobre los demás, o incluso cuando un animal salvaje se acerca a comer a poca distancia de nosotros, exponiéndose a ser dañado o cazado, en ese instante nos está regalando algo de un valor incalculable: absoluta confianza.
La confianza es lo que te demuestre lo que realmente importa de cada situación y relación. Porque puede que no veas a alguien desde hace mucho, pero si hay confianza cuando le necesites podrás contar con su presencia. Como podéis ver es un vínculo muy poderoso, el de la confianza, que muchas veces nos acompaña por muchos años ¡e incluso vidas! Dentro de nuestro karma hay un registro, natural, de confianzas que seguiremos regando y nutriendo muchas vidas más.
Cuando alguien, por encima de especie/sexo/raza/edad confíe en ti... Honra el instante y el verdadero significado de algo tan sagrado. Sólo a través de la confianza podemos establecer uniones reales y un mundo mejor.
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