¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

domingo, 11 de diciembre de 2016

Estás...


Conversaremos de los cambios del mundo entero y haremos de menos aquello que es diferente entre los dos... es la ventaja de vernos, de habernos enseñado los dientes y sin embargo saborearnos enteros.

Me empapa por dentro esa agridulce sensación donde entiendo la libertad del ser y sin embargo me encantaría pedirte que siempre te quedes a mi lado... pero qué relativos son los "siempres" y qué mal suelen terminar esta clase de deseos. Al margen de esto, yo no puedo retenerte a mi lado y tampoco puedo retener tus caricias o tus abrazos, ni mis palabras medio dichas por miedo a un dolor que emerja de lo más profundo: el miedo al amor.

Hay tiempos y husos del tiempo mismo, aunque suene repetitivo, hago aquí un inciso y me invito al uso de la redundancia para hacer más ahínco, para entender que somos mundos diferentes donde nuestros minutos avanzan distinto.

Me gusta a qué sabe tu boca, tus abrazos, tu tontería loca... y esas cosas que tanto gritas sin mediar palabra, porque creo, aun conociéndote poco, que siempre has sido más de gestos, pues los gestos son firmes como un bloque de hormigón y al final a las palabras, que son livianas como plumas, se las puede llevar el viento.

Sé que hay dentro de ti una pequeña disputa y me gusta ser testigo, quiero demostrarte que soy dura y fuerte y es fácil contar conmigo, sobretodo, en las cuestas más empinadas de esta experiencia a la que hemos denominado vida.

No quiero sonar a la típica escritora que se engancha en clichés de caminos por tu cuerpo cuando tengo que soñar contigo, cuando encuentro esa inspiración divina en el roce de piel con piel... prefiero comentar, aquí en público y delante de todo el mundo, que sin lugar a dudas lo que más me gusta, mucho más que el sexo ¡y eso ya es mucho, mucho! es tu manera de moverte conmigo, tu forma de estar ahí, tu aprendizaje rápido de mi ser, tu respeto sin inmiscuirte, tu apoyo constante... no te quiero idealizar, porque esa es otra de esas cosas que siempre acaban mal, pero he de decir que has derrochado tanto cariño en tan poco tiempo que me siento completamente embriagada.

 No hablo de esos polvos nocturnos, diurnos y a deshoras que me hacen temblar las piernas y pensar que quiero más, siempre más, cada vez que tu mirada se cruza con la mía. Yo hablo de esa manera de ser amigo estando cerca o lejos, de ese inspirado "cosa guapa" que me escribes las noches que sales de marcha, casi volviendo, cuando curiosamente se cruza por tu cabeza un pensamiento... me gusta imaginar que ese pensamiento es "quiero verla" aunque nunca te lo he preguntado por miedo.

Y así cuando tú no estás yo siempre siento que estás cerca, que estás dentro. Y así cuando yo no estoy, tú... tú me buscas con cautela, disimulando y en silencio.

2 comentarios:

  1. Me he identificado con este escrito al 100. Tantos sentimientos que vienen y van... Me encanto leerte! Feliz dia!

    ResponderEliminar