Es la encarnizada lucha que llamamos vida y que nos morimos sin saber,precisamente, vivirla.
Despojamos al pasado en nuestros andares hacia un futuro, que se empeñe quien se empeñe, siempre es incierto. La muchedumbre de la experiencia, que suben y bajan las calles de nuestro sentir, de nuestras vivencias y experiencias.
Y ante tanto cambio e improvisación, en el escenario de nuestra madurez, siempre te encuentras ahí tú y me haces recordar quién soy. Inamovible, inmutable, sólido, fiel.
Me abrazas en un mundo que pocos conocen, me consuelas cuando regreso a mi cueva. Siempre me esperas, con tu pelaje que está ahí, porque enseñas los dientes por mí cuando no veo venir el peligro... ¿y cuántas veces has acunado los pedazos de mi corazón? que a cada experiencia quedan menos y son más pequeños.
Pero tú sigues ahí, para que yo siempre sea fiel a mi. Y me has enseñado a decir perdón y a sentirlo desde dentro. Que eres esa parte de mi alma, siempre presente, reconocida y soñada.
Te amo mi oso, gracias por ser consuelo y caricia, verso, sonrisa y desnudez en un mundo lleno de capas que visten cebollas podridas.
"Y es que soy yo la que se alza, como el sol, de buena mañana.
Soy yo la que calza, la que viste, la que baila... en el susurro de los sueños que aún están por venir.
Yo sólo sé ser como soy, porque el que da todo... honra merece.
Y aunque honrada lo único que me apetece es la calma.
Sentirme vulnerable entre cientos de hojas otoñales...
Y mecerme intuyendo algo mejor, con la esperanza como bandera.
Me gustan las moras, las noches oscuras, el silencio de la luna...
Y adoro tanto el cantar de los pájaros, las plumas inesperadas...
Y ante todo, la parte salvaje de mi lado indomable.
Hay más de 500kg de empoderamiento sagrado dentro de mi ser.
A pesar de mi aspecto dejado y mi delgadez...
Nací entre las estrellas antes de venir a este mundo...
Me hice amiga de los ocasos escondidos en las esquinas del universo.
Eres mi amigo del alma, la esencia de mi verdadero ser.
Compañero fiel, eterno, hasta el fin de mis días.
Que nunca te separas, que siempre estás cerca de mi...
Y aunque otros te crean solo como si fueses un resultado de mi imaginación,
como un absurdo amigo inexistente...
Tú, mi oso, eres real como el amor que sentimos y el oxígeno que respiramos."
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