¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

jueves, 2 de marzo de 2017

Somos ese presente que será futuro:


(RECONOCE QUIEN ERES, TE RECOMIENDO TAMBIÉN LEER ESTE POST ANTIGUO:
"LA MAGIA DE QUIENES SOMOS")

¡Ey! ¡Tú! ¡Sí, tú! ¡No te demores! En serio, te lo pido por favor, un favor para tu alma y para tu corazón, un favor para tu esencia y para el universo... Es momento de que prosigas, de que avances, de que no te detengas.

Tú, como yo, somos este presente y este futuro espiritual. Nos hemos liberado de todo lo que gran parte de nuestros antepasados no han podido. ¿Y ahora? Ahora estamos aquí con el legado cogido y un gran tramo por recorrer, si lo eliges, igual que lo he elegido yo... verás lo mucho que te queda por crecer, avanzar y expandirte. 

Nosotros somos la esperanza, la realidad existente, el último cartucho y la fragancia esencial para el progreso... ¿No te lo crees? En nosotros se halla la fuerza de la vida, porque la vida debe emerger con esa parte de luz que hay en una espiritualidad rebosante de armonía, debe mecerse entre el conocimiento que se encuentra al comprender los juegos con la sombra. A nuestro favor tenemos en la historia cientos de errores que no se deben volver a cometer: dogmas e imposiciones, cerrarnos a una única idea, juzgar... Y por eso nosotros somos este presente y ese futuro, somos unos privilegiados.

El otro día pensé que gracias a eso debemos aprovechar cada cosa que se cruce en nuestra vida y más en este ámbito, por ejemplo, si alguien te ofrece aprender algo a nivel espiritual ¡aprovéchalo!, si hacen un curso ¡asiste!, si te apetece experimentar yoga ¡atrévete!... tenemos mucho conocimiento que recuperar en un margen muy pequeño de tiempo y debemos limpiar ese conocimiento y dejarlo bien colocado para los que vengan después de nosotros. 

Ahora que nos estamos re-encontrando de nuevo, de manera individual y colectiva, ahora que sabemos que todo lo que nos rodea es la verdadera estafa y que lo que importa es aquello que vamos sembrando desde el interior. Ahora o nunca, nos toca hacernos cargo y responsabilizarnos, gozarlo, creerlo, cuidarlo, crearlo, proyectarlo, transmitirlo.

Porque sin nosotros... ¿qué quedaría? Cuando se están cargando a tantos pueblos indígenas, cuando las grandes corporaciones presionan a las personas que llevan cientos de años viviendo en una selva, cuando los gobiernos se asocian con empresas que solo quieren sacar un provecho de La Tierra de la manera más destructiva posible... ¿qué quedaría si no cuidásemos esta espiritualidad que nos habita? Este poder mirar más allá, este compartir, este sentir, ese reconocer, este escuchar... este sentido común que nos hace saber que todos somos imprescindibles, que todos formamos parte de algo mucho más grande y que ayuda a reconocer todo nuestro entorno: plantas, piedras, animales...

Permite a tu alma recuperar el sitio que le corresponde y que merece, no tengas miedo. Permítete ver la vida con otros ojos. Permítete admitir todas tus habilidades. Permítete encontrarte con tu calma y abrirte a una bondad mayor que la que has podido sentir hasta ahora. 

Cada vez que das un paso en favor a tu propio crecimiento espiritual, no solo construyes de manera positiva hacia tu persona física, hacia tus emociones y hacia tu parte psicológica... Tú haces mucho más, por si nadie te lo había dicho hasta ahora. ¿Qué haces? Pues colaboras a favor de tu destino, te ayudas a limpiarte de karma, colocas las piezas en el lugar de poder y valor que merecen, despiertas en ti tu propio maestro interior que tenemos ahí desde el primer momento que venimos al mundo... ¿Y todo esto como ayuda al mundo y al universo? Porque cambia tu forma de ver las cosas, tu actitud, tus decisiones. Ya no solo tendrás en cuenta tu mayor bien, tendrás en cuenta el mayor bien de tu entorno, te moverás desde la compasión y abrirás los ojos para sorprenderte con las señales que el universo va dejando a tu alcance, vivirás a diario con sagradas sincronicidades que te demuestran todo tu trabajo personal está bien hecho y ante todo sentirás más confianza por la propia vida.

Todo el esfuerzo que hagas sobre tu persona te aseguro que vibra con la misma energía por todo el mundo. Cuando abres los ojos y eres capaz de ver a los árboles como seres imprescindibles por aquella experiencia que tuviste cuando te animaste a asistir a un curso en contacto con la naturaleza, más allá de lo que te han enseñado en biología, y en ese curso te dijeron que tu vida iba a cambiar porque estabas aprendiendo a contactar con los árboles como los ancestros de antiguas tribus... te das cuenta de que ya, cada árbol, es un ser propio con un trabajo fundamental en este mundo y defiendes esa importancia que tiene ese ser, eso te cambia y cambia el mundo... Un niño o un adulto te ven y te toman como ejemplo y contagias tu entusiasmo hacia la vida. Así funciona, por eso nosotros somos la esperanza y de este presente nos tenemos que encargar en construir un futuro mejor. 

Ocurre cuando contactas con un árbol, igual que ocurre cuando te enseñan a contactar con tus guías, cuando te enseñan el poder de tu intuición, el poder de la creación, la magia en el arte, todo lo que se puede alcanzar si ponemos consciencia en nuestros actos... Y de todas estas enseñanzas nacen tus aprendizajes, que además de convertirte en la mejor versión de ti mismo, te ayudan a saber que al menos por tu parte colaboras activamente para hacer del mundo algo mejor. 

Muchas personas piensan que la espiritualidad es solo rezar, recitar unos mantras o hacer meditación... Sin embargo es mucho más. La mayoría de personas espirituales que conozco colaboran con organizaciones humanísticas, porque la espiritualidad les ha llevado a un pensamiento de respeto por la vida que de otra manera no habrían podido comprender. Por si esto fuese poco, conozco también personas que colaboran con proyectos donde se respeta la naturaleza (animales, plantas y personas), ya que cuando uno es espiritual (y lo es para bien) se compromete en dar de si mismo, poner de su parte y compartir todo lo que esté a su alcance para ayudar y colaborar en mejorar la realidad. 

Las personas espirituales además transmiten y experimentan un camino de crecimiento personal donde aprenden a gestionar sus emociones y a darles la importancia que merecen, esto es una actitud que se contagia (porque como seres que aprendemos y somos influenciados por nuestro entorno es fácil contagiarnos también cosas a nivel emocional). Ayudar a los demás a gestionarse de manera más equilibrada en un mundo que promueve la auto-destrucción emocional y la ansiedad, es colaborar también activamente para que todos tengamos la calidad de vida que merecemos. 

Muchas personas espirituales escriben libros, blogs, artículos... que sirven de inspiración para otras personas y que llevan a estas a mejorar su vida, sus pensamientos y sus sentires ¿acaso eso no es mejorar el presente y con ello el futuro?. 

La espiritualidad engloba mucho más, porque siempre es mucho más y es imposible encasillarla de una única manera. Lo que transmite, lo que puede generar, lo que implica... es mucho más amplio de lo que podemos imaginar solo con nuestra cabeza y ahí se halla la importancia de su existencia. Es mucho más que un concepto esperanzador en relación a la existencia humana, os aseguro que la gente que es espiritual, y lo es de corazón, ayudan a los demás a ser mejores personas, que es lo que merecemos todos (serlo y convivir con buenas personas). 

A si que cada vez que se cruce en tu camino la oportunidad de aprender algo nuevo a nivel espiritual, la oportunidad de experimentar, de tener contacto con algo, de abrirte a nuevos conceptos... permítete vivirlo y atrévete sin miedos. Si te mueves desde aquí, todo lo que atraigas será realmente bueno.

2 comentarios:

  1. Pero qué bien escribes mi niña! me emociona leerte siempre. Consigues transmitir una barbaridad!
    Gracias y un abrazo.

    ResponderEliminar