Porque lo más bonito es aquello que renace a pesar de los golpes y de la incertidumbre, a pesar de las cosas que nunca fueron y de las batallas con el ego. Lo más bonito es saber recomponerse a pesar de las heridas, de los quejidos, del peso del pasado, de los fallos y errores que se han convertido en un presente acertado.
Te doy las gracias por enseñarme a amar la lectura, el arte, los colores, por enseñarme a mirar con el corazón y dejarme ser "la niña rara", la "alumna rebelde", la "niña guerrera"... la mujer que ahora y siempre ganará batallas. Gracias por haberme acompañado en cada desamor, cada falta, cada ausencia, cada dolor, cada momento que no ha sido grato, cada echar de menos... gracias por descolgar siempre el teléfono, incluso si te llamo desesperada porque no entiendo el oleaje de ese inmenso océano que algunos llaman experiencia y otros simplemente camino de vida.
Gracias por los errores que has cometido, incluso conmigo, los que a mi no me importa reconocer en nuestras conversaciones en la intimidad, porque esos errores me han llevado a recorrer unos profundos caminos de comprensión, amor y perdón que de ninguna otra manera podría haber conocido, quiero que sepas que yo te libero de esa sensación de culpa que arrastras de manera inconsciente.
Gracias por darme abrazos incluso cuando no quiero que nadie me toque, por despertar mi rabia, mi enfado conmigo misma y también con el mundo, gracias por estar a mi lado en esta vida ¿nos podemos pedir otra? y así repetir la experiencia, porque por ahora no ha estado tan mal.
Esta es una carta para tí, mamá, que la lea el mundo entero y sepan que has hecho de mi una humana íntegra, no tendré ni un duro en el bolsillo pero tengo un corazón gigante que sana rápido y ama con fuerza... y eso es algo que solo tú has sabido transmitirme. Aunque las cosas en el amor no te salieron del todo como tu querías, quiero darte las gracias por haber elegido al hombre que elegiste para que fuese mi padre, porque incluso con sus cosas reguleras... es un buen hombre.
No sé yo si llegaré a ser mamá, como tú siempre quisiste y yo siempre dudo tanto, pero sea como sea, tú siempre serás un ejemplo para todos los que estén a mi lado. Te he perdonado y me he perdonado más de mil veces y lo seguiré haciendo, sin resquicio alguno de rencor o de trabajos a medio hacer.
Gracias por apoyarme en cada loca decisión, gracias por pintarme de esperanza un horizonte tan difícil de alcanzar. Gracias por embaucarme en un mundo lleno de oportunidades, a pesar de los duros golpes que me da la vida. Gracias por haberme sanado cuando he enfermado, por haberme escuchado tanto llorar incluso con la angustia que eso supone para ti.
Admiro tu capacidad para amar tanto, así con ese amor de madre... ¿qué se siente al tener el mayor poder del universo en tu esencia? Mamá, que siempre formarás parte de mi vida, de mi sangre y de mis venas, serás parte de mi firma y de mis ojos en países a los que te habría gustado a ti visitar... ayúdame a cumplir esas metas simplemente haciendo lo que haces siempre, estando presente y siendo siempre la persona más fiel, más decidida, a entenderme.
Gracias mamá por no juzgar nada de lo que hago, aunque con tus inquietudes y miedos a veces intentes limitarme anteponiéndote a mis pasos pero yo se que luego respiras tranquila, porque aunque soy joven sabes también que soy bastante consciente.
Mamá, mi mamá de cara guapa, a la que a estos km tanto echo de menos... espero que sientas que parte de mi juventud tiene un plena esencia, por todo aquello que tú no pudiste disfrutar, ya lo hago yo y te lo cuento luego.
Gracias por haberme parido así, como lo hiciste, entre risas y amor puro, con ganas. Gracias por tus cosas buenas y tus cosas malas, por esos papeles con los que jugamos y nos vamos turnando.
Mamá, tú has sido mi primer amor y el primer amor de mi hermano, un amor imborrable, real, duradero, fiel y profundo. Un amor de los que no te pueden romper el corazón, excepto cuando el ser amado muere.
Gracias mamá por no ponerme correas cortas, por no haberme amarrado, ni haberme puesto horarios, gracias por la libertad y por haberme dado el coraje para irme tan pronto de casa. Gracias por las infinitas broncas y discusiones con sus tantas reconciliaciones... Gracias porque eres la que más rico cocina, la que mejor hace que huela la ropa, la que siempre tiene el mejor detalle, la mejor palabra y la mayor cantidad de paciencia. Gracias también por nuestros roces y nuestras, tantas, imperfecciones.
Gracias mamá, quiero que sepas que estoy feliz por tenerte en mi vida, que no me arrepiento de nada y no te cambiaría por nadie más.
Espero que esto te haga tan feliz como te mereces, aunque siéndote sincera lo he hecho más por mi que por ti, necesitaba compartir de nuevo ese amor que siento por ti, amor de hija que sabe que tenga lo que tenga, consiga lo que consiga, llegue a donde llegue y supere lo que supere... siempre será gracias a mi madre (y a mi padre también).
No eres mi mejor amiga, ni nunca lo vas a ser... eres mucho más que eso, una posición sagrada en las conexiones con el universo, la posición de LA MADRE que tanto aporta, tanto enseña, tanto transmite, tanto deja y tanto ayuda.
TE QUIERO con todo mi corazón, mi mamá guapa.
¡Pero mira que se lo has dicho de una manera sincera y bonita!
ResponderEliminarMira que las relaciones con los padres suelen ser complicadas y tú has sido capaz de explicarle lo mucho que la quieres a pesar de las mil veces que no le has querido tanto. E igual es por eso que la quieres tanto, porque las pequeñas batallas que con ella has librado no son lo bastante cruentas como para romper los hilos de amor que os unen.
Lo de siempre, guapa, que me encanta leerte.
Muchas gracias por tu apoyo :-) es exactamente eso... para mí, con la gente que amo, no existe pelea que apague este fuego.
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