¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...
domingo, 8 de enero de 2017
Mi mujer bonita:
Mi mujer bonita, tú estás más bella cuando le enseñas los dientes a un sistema que intenta construirte de otra manera.
Mi mujer preciosa, tu estás más hermosa cuando te unes a otras mujeres y las aceptas con todas sus cosas; las buenas, las malas y las regulares.
Mi mujer... mi amiga, yo misma, mi madre, mi abuela, la hermana que nunca tuve y siempre echaré de menos, mi compañera, mi vecina, mi suegra, mi nuera, mi cuñada... Mi mujer, bonita mujer, tú eres poderosa cuando decides recuperar la libertad que te han intentado arrebatar, porque ¿sabes? hagas lo que hagas está bien y para otros, sin embargo, siempre estará mal pero ese mal que no te impida navegar.
Mi mujer guapa, sexy, soberana... mi mujer, que si quieres ser madre está genial y si no lo quieres ser y vivir con esa libertad ¡es hermoso también! No te dejes engañar, siempre van a intentar atraparte y encerrarte en una cárcel, donde no entras porque te sientes encogida, ya sabes que eres mucho más grande ¡mucho más grande!.
Mi mujer sabia, que con 50 años te volviste a enamorar por vigésima, última y certera vez. Mi mujer, mi amante, mi novia, mi sueño, mi vida... Que estás aquí conmigo, estás allí con ella, estás presente en cada centímetro de este planeta y en cada verdad de mi piel.
Tú, que haces y rehaces, deshaces, creas, destruyes, reconstruyes, invocas, sientes, creces, fortaleces... tú, donde vas tan bonita diciéndote que eres fea, sin valorar una migaja todo lo que has hecho con tu alma, todos los pasos diferentes que has recorrido, todas las cadenas que has roto, todas las faldas y pantalones que has vestido, todos los labios que has besado... y toda esa libertad que mereces y de la que te has condenado.
Mi mujer, persona humana, grata visita y grato cuidado para permitirte ir, volver, tomar conciencia, construir, ver más allá de tus ojos, sentir con tus manos... y los pálpitos de tu pecho, de tu corazón.
Diles adiós a los que no sepan ver quien eres tú, diles hola a los que estén por llegar, navega el cielo, las aguas, conquista las sombras, las luces, las estrellas y los mil cielos.
En pareja o sola, conmigo o sin mi, a mi lado o al lado de otros, en grupo o individual, entre la vida y entre la muerte, en el pasado y en el presente... tú, mi mujer bonita, recoge las cosas y álzate al vuelo, vete y vuelve pero haz las cosas desde el amor de recuperar el sitio que te corresponde, lleno de vida, amor propio y valentía.
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