La gente oso es especial. Cuando reconocen su oso y lo que supone con su interior, toda su vida cambia.
El oso pardo y todas sus subespecies, como por ejemplo el oso grizlly, tienen algo en común, algo diferente al oso polar: una parte inamovible de su ser.
Estos osos, de hábitats frondosos y rebosantes de vegetación, están conectados con algunas estrellas lo cual les aporta herramientas para comprender unas energías muy específicas y trabajar con ellas. De la misma manera, aquellas personas elegidas por los osos portaran la misma habilidad.
El oso es un animal enorme y venerado por diversas civilizaciones y tribus, tanto es así que muchas personas en base a ese conocimiento se creen oso cuando no lo son, ni de broma. Quien ha hablado verdaderamente con un oso notará una energía solemne lejana de juicios y sin embargo con una objetiva y equilibrada realidad sobre lo que habla.
El oso da la capacidades de visión relacionada, en muchos casos, con la admirada sanación. Muchos chamanes, brujos, magos etc... eran acompañados física y astralmente por osos. En Norte América el oso era una representación de la sanación mágica y chamanica. De esta manera aquell@s grandes chamanes vestían y hacían rituales referente al oso, sobretodo cuando de cuidar, proteger y sanar a su tribu-familia se trataba.
Los osos decidieron venir a esta tierra como una muestra de humildad, hicieron tratos con antiguos humanos que hoy en día se están rompiendo (y de hecho llevan tiempo infringiéndose). Así, uno de los poderosos reyes del cosmos decidió bajar aquí conservando la esperanza de que su trato sería siempre respetado.
El oso acompaña a aquel que es capaz de ver lo peor de si mismo y amarlo. También acompaña a aquel que no se interpone más excusas. Es también fiel seguidor de aquellos que ayudan sin pedir nada a a cambio y que aportan su presencia, amor y guía hacia otros que así lo necesitan sin juzgarlo.
Es uno de esos muchos animales de poder o totems que deciden abandonar al humano que empieza a ser innoble. Un oso te acompañará toda tu vida, única y exclusivamente si toda tu vida haces actos nobles y rebosantes de verdaderas intenciones en favor del cosmos y no del ego. Y el oso puede tomar esa iniciativa porque es parte de su naturaleza divina.
Es por esto que las personas osos aprenden el verdadero significado de la compasión y son capaces de acordarse y ayudar a aquellos que realmente han amado con todo su corazón, aunque en el momento presente ya no tengan un vínculo. He ahí una realidad de ser oso: protegerás, cuidarás y amarás por encima de tu imperioso y empecinado ego.
El oso dará abrigo, hogar, calidez, cobijo, protección, alimento y apoyo a aquel que realmente comprenda esa divinidad de la que forma parte y que va más allá de las palabras.
El oso representa familia, tribu, unión y seguridad. Las personas osos terminan comprendiendo la seguridad de si mismas y son capaces de extrapolar esta habilidad para que los demás se sientan realmente seguros en su presencia. Además con una naturalidad innata hacen que aquellos que les toman cariño les sientan como una parte fundamental de su vida, una pieza esencial para esa tribu del día a día de la que todos formamos parte aunque no seamos siempre conscientes.
El oso va a hacer que trabajes lo mejor de ti: el amor hacia los demás, la conexión con el cosmos, la protección, la pasión desde el corazón, la seguridad, la autoestima, la fidelidad, la lealtad... Y también es posible que saque lo más profundo de ti. Como animal que hiberna está familiarizado con las cuevas y aquello que se encuentra entre las sombras.
Quien realmente trabaja de manera comprometida con la energía de los osos y quien dice ser "gente oso" desde la consciencia, el sacrificio, el reconocimiento... Trabajará durante toda su vida partes muy potentes de su naturaleza humana y esto implica tener el deber de aceptar todo aquello que debes manejar, sí o sí, para llegar a ser la mejor versión de ti mismo. El oso te lleva a un camino desnudo donde sin despojarte realmente de nada te hace verte tal y como eres. Por un lado las cosas que más temes y que si tuvieses que reconocer te sentirías la peor persona del mundo y por otro lado una parte rebosante de luz, increíble y con un gran potencial para atraer abundancia. Esta parte solo se mostrará con todo su esplendor si realmente haces lo que te corresponde hacer junto a la compañía de tu oso... De no ser así, por mucho que quieras presumir o por mucha resonancia que creas sentir, no será más que una bomba de humo sin verdadero fruto.
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