Quien en el pasado no te quiso no sabrá ni podrá quererte en este presente. Y aunque a veces por apegos y egos nos guste guardar la esperanza e imaginar que sí, lo cierto es que no. Y al final es un gran alivio.
Quien no quiso verte con los ojos grandes. Quien no quiso valorar lo bueno. Quien interpuso los miedos. Quien no quiso ser valiente... Subido en un caballo alado, poniéndote alfombra de terciopelo y protegiendo lo más sensible de tu interior debe venir para demostrar realmente que puede quererte y amarte en este presente. De no ser así es solo agua pasada y al agua pasada ¿sabes qué? Es mejor dejar que corra.
Cuando el amor propio se enreda entre las trampas mentales, tiende a salir perdiendo y pensamos e imaginamos ilusorias realidades, que en muchos casos si se dan sería repetir un dolor que no nos merecemos.
Valora a quien te valora desde el primer momento incluso con lo peor de ti mism@. Todo lo demás son cazadores oportunistas agazapados en la maleza.
Quizás soy muy inflexible por mi luna en escorpio, pero yo tengo claro algo; si no has estado cuando la mierda me llegaba hasta el cuello no voy a permitir que estés después de esa batalla que he liderado sola deshaciéndome de cargas y mejorando mi vida, hasta traerme a este instante que sin lugar a dudas es el principio ascendente de todo lo bueno (y lo mejor) que ya me está llegando poco a poco. Por lo tanto, si cuando los miedos, la ansiedad, la falta de confianza en mi misma, la rabia... No supiste ni quisiste estar aquí, no lo vas a estar después cuando ya está saliendo la luz y puedo disfrutar los placeres de mi existencia en paz y alegría.
La vida es muy corta para suplicar por compañías que no demuestran un cariño noble y sincero.
A esto se le llama madurar... creo.
A esto se le llama madurar... creo.
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