Siempre he demostrado cierta sensibilidad a todo... la sensibilidad es aquello que me construye y me destruye a la par (tira abajo conceptos que me han ido inculcando, añadiendo sentimientos mas puros).
El mundo te invita a ser sensible y a la vez te hace sentir determinado miedo a serlo; te dicen que es bueno ser sensible y más tarde, casi prácticamente cuando te has atrevido a dar el paso, te dicen que debes controlar tu sensibilidad, razonarla (cómo si fuese algo que se pudiese razonar).
La sensibilidad es la madre y creadora de casi todas las formas de arte verdadero (y lo que yo considero arte), es prima cercana de la compasión y de la empatía, tiende a coger fuerte de la mano la alegría mientras tiene unos aires algo bohemios o de nostalgia.
La sensibilidad puede ayudar a crear mejores personas para conservar lo que nos queda de mundo y mejorar las sociedades, pero a la vez te dicen "debe ser práctica" "debe ser productivo" es algo incoherente en relación a la sensibilidad.
El concepto de sensibilidad es algo que está mirado con mucho miedo y cierto reojo, ser sensible puede hacernos sentir vulnerables, demasiado abiertos y nos saca del roll que el mundo cree que es adecuado, el roll de aguantar con una sonrisa falsa o el roll de enfrascarse únicamente en lo material. La sensibilidad es esa habilidad tan fácil de admirar en los animales y en los niños pequeños, algunos de los cuales la mantendrán durante toda su vida incluso al ser adultos, y en ocasiones se autocastigarán por ello. La sensibilidad se puede notar como una puerta abierta a todo, como si nuestro corazón no tuviese filtros y permitiese la entrada de cualquier palabra, sentimiento, situación... y ahí las deja alojadas. Muchas personas consideran que la sensiblidad termina por convertirse en una tara, en algo que nos frena y que es más un obstáculo que una capacidad que mirar con admiración, pero eso es porque gran parte de la sociedad tiene miedo a ser sensible, ser sensible en muchas ocasiones supone cambiar el sufrimiento por algo sano, supone que una palabra pueda ser como un puñetazo para el alma... pero también supone saber admirar detalles que pasan por delante de los demás como grandes tesoros: compartir la felicidad, dar más valor a determinados sentimientos que a lo que se puede tocar con las manos... Ser sensible no es un obstáculo para ser humano, de hecho considero que ser sensible es imprescindible para ser realmente humano.
La sensibilidad a veces se ve más como una cualidad femenina que masculina, lo que ha llevado a muchos hombres a oprimir esa parte de su corazón. Un hombre no puede expresar lo sensible que es, sin sentirse expuesto a que gran parte de la población le señale o mal mire por ello y en ocasiones muchas mujeres se sienten igual pues también hay otro concepto erroneo que acompaña a la sensibilidad, el concepto de que si una mujer llora por ser sensible es una histérica... ¿De dónde nacen esos equivocados puntos de vista en relación a la sensibilidad? De la falta de sensibilidad.
La sensibilidad debe ser algo que motivar a sentir sin miedo, algo que promover, algo que invitar a cultivar... sin juzgamientos, etiquetas o miedos. Parte de la naturaleza del corazón es ser sensible, y creo que es algo que jamás deberíamos arrebatarle; una persona que ha logrado ser sensible y ver lo bueno de ello, comparte su punto de vista, se libera de ese peso que en ocasiones se genera por el miedo a expresarse, se libera de otras cargas emocionales como intentar tapar lo que uno puede tener dentro creyendo que así se solucionará.
Os invito a que cada día os permitáis ser más sensibles. No es un defecto, es una cualidad positiva.
Me liberé y ahora soy muy sensible, extremadamente sensible, sensible hasta el sonrojo ajeno...pero no me importa en absoluto. Me dejo emocionar por la luz del alba, por la mirada leal y entregada de Senda...Me permito vivir, sin más. Porque vivir es principalmente sentir...
ResponderEliminarLa libertad tiene muchos precios que pagar y uno de ellos es retirar la coraza del pecho aunque puedan herirte, sientes el aire fresco que entra en tus pulmones.