Sexo.

La química que el mundo puso entre nosotros que no sea vestida ni desvestida, sea disfrutada, tal cual, con esa singular melodía.

La experiencia que nos acoge, nos pone la carne de gallina, nos centra y descentra no vuelve locos y nos domina... que sea compartida, sin pensar en más egos y teniendo como prueba los suspiros compartidos, las miradas caprichosas, lo que se siente, lo que se nota. Y poder transmitirte, con sólo un gémido ese escalofrío que recorre mi espalda y ha surgido de dentro de mis entrañas y si me dejas ser una pizca más libre podré transmitirte ese amor que abruma en un instante... el instante de mirarte a los ojos y decirte "te quiero" entrecortado por mis profundos jadeos.

Que la fantasía, la belleza, el sentirnos integrados como dos piezas que encajan, que ser testigos propios de nuestra compartida sensación de locura... sea lo que nos arrope en éste instante que se borda entre la pasión sexual, el calor, lo natural y lo mágico. Y que se conserve algo de sagrado, al sentirnos protegidos entre roces, toques, lametones y mordiscos.

Venerar un instante irrepetible y más si es reciproco.