¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...
jueves, 21 de julio de 2016
Red de seguridad:
Podemos tirarnos la mañana y la tarde hablando de cómo la gente colorea sus entrañas con juegos sensuales donde siempre repiten los mismos pasos, podemos tirarnos un par de días conversando sobre los manuales de conducta de aquellos que se sienten despojados cómo repiten los protocolos y pretenden que los resultados sean distintos, podemos ponernos a hablar del flujo de los cometas estelares, de dónde se encuentra el norte, de que el paso del tiempo que es tan relativo que realmente... ¿qué es el paso del tiempo?, podemos hablar de todas esas cosas superfluas y banales, dejándonos engatusar con los momentos entre nosotros mismos, con recuerdos que cambian según qué perspectiva... podemos olvidarnos de todo, de todo todo y comenzar de nuevo en otro paraje distinto.
Y como podemos hacerlo ¿por qué no? Sin embargo, ahí estás tú, te emperras en una realidad que no puede ser, tú que sabes bien cómo me siento y yo que pensé que serían todos menos tú, tú, tú...
Quizás sean los muchos años de conocernos, el paso singular de la vida, lo que siempre hubo sin ser experimentado, quizás sea la adultez que se nota ya en nuestra mirada profunda, los ideales que se han enraizado o nuestro parecido punto de vista sobre la política, quizás sea porque fuiste el primero sin estar ni siquiera cerca de mi y quizás sea porque yo en aquellas ni siquiera sabía cómo de profundos son los golpes de la vida. Los seres humanos, que nos desnudamos con las palabras y pretendemos hacerlo igual con las manos, aprovechando y tocando esperando no tener ningún efecto secundario. Los seres humanos que nos tropezamos más de un par de veces con el mismo obstáculo, esos seres humanos.
Lamento decirte que no, que lo siento, pero que hay cicatrices en mi piel que no se ven a simple vista y creo que no se curan con besos pasajeros.
Y nosotros, con esta curiosidad desmedida, nos enlazamos en juegos donde somos los principales protagonistas... y nos queman en las manos, se nos van de la cabeza y ocupan sin saberlo un punto de importancia peligroso, donde o sale herido uno o lo hacen los dos, depende del narcisismo de cada uno. Ante eso, ante esa posible situación, como mujer precavida vale por dos, he integrado el NO como una respuesta válida con la esperanza de así realmente evitar daños propios y ajenos.
Hay realidades que no hace falta contar, porque nosotros somos conscientes de todo, igual que si alguien nos miente lo sabemos de antemano, igual que si nos ocultan, que si dudan de nosotros, que si ya no nos quieren sin ni siquiera haberse atrevido a decirlo... Por eso, porque hay realidades que no hace falta decir, también existen realidades de un futuro que hace falta saber ver venir para evitarlas o entrar de lleno.
Así que seguiremos hablando de cosas efímeras que no nos transmitan nada, porque ya no quiero más autodestrucción.
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