¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

jueves, 13 de abril de 2017

¿Dopamina inminente?


Y en este bosque de nubes y claros, de grises y oscuros, siempre buscaremos un rayito de sol de color rosado. Ese brillo rubí que alcance tu mirada y te de directo en el pecho, ese "no se qué" habitando en forma de mariposas borrachas en las entrañas de tu ser. Y ahí nos quedamos, porque en ocasiones lo único que buscamos es la respuesta más rápida, el acto más simple, el camino más sencillo, la vida más plana.

Eso son todo mentiras, lamento bajarte de tu nube de algodón y tirar abajo tus castillos de naipes. Las buenas respuestas no son rápidas, los actos simples son los que menos llenan, el camino jamás es sencillo y la vida, la puta vida, es siempre una montaña rusa. Bienvenido a la cruda realidad. Sé que no te gusta, que nadie te lo dijo, éstas son las desventajas de ser un adulto. Pero están compensadas con las ventajas, te lo aseguro.

No podemos ser niños de 20 y tantos, de 30 y de 40, porque entonces siempre estaremos enfurruñados. Te equivocas cuando alegas y excusas todo en tu crío interior, lo del crío interior es un trabajo personal para no perder el entusiasmo y no para usarlo como un condicionante de tu actitud. Lo de "tengo que cuidar de mi parte más pequeña de mi" no sirve como justificación a tu comportamiento infantil, cuando lo único que buscas es el subidón y esperas que ese subidón te dure todo el tiempo del mundo sin hacer el más mínimo esfuerzo. Amigo y amiga, la historia no funciona así, eso no cuaja y termina por partirse.

Somos nosotros, la generación de la dopamina inminente. Porque parece que solo buscamos eso, el colocón natural de este neurotransmisor presente en nuestro cerebro. Cuando el bajón de esta "droga" natural va llegando, despegamos las alas. Y no queremos ni oír hablar que hay una forma de estimularlo y se llama sacrificio, trabajo, esfuerzo y sobretodo compromiso.

A nosotros nos vale con el pico del principio y como una raya dejamos que la cosa ascienda hasta que llegue a su tope y a otra cosa mariposa. Ya buscaremos a otro "camello" que nos entretenga durante un breve periodo de tiempo generando en nosotros ese temporal estado de efímera felicidad, cuando de nuevo vuelva a reventar buscaremos otra persona distinta... ¡Total! Somos tantos millones y millones de humanos en el mundo que siempre habrá alguien dispuesto a nuestros temporales juegos de enganches y desenganches banales.

No quiero ser una agua fiestas pero muchas veces un bajón de dopamina te puede llevar a un bajón de serotonina y eso, que normalmente lo ahogas con fiestas que van restando noches a tu vida y sumando litros de alcohol a tu cuerpo, te puede llevar a un estado casi permanente de inestabilidad emocional. Al final, sumergido de lleno en ese patrón de conducta puede que desaprendas a abrirte al amor y a tirarte de cabeza realmente por alguien que merezca la pena y creo que sí, a veces existe ese momento que en las películas dicen "es demasiado tarde". Si te llega un "demasiado tarde" de nada valdrá llorar por algo hacia donde tú mism@ has decidido introducirte.

¿Qué tal si nos replanteamos estos juegos? Lo mismo saldríamos ganando. Llamadme optimista.

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