Femimarketing:

Cuando algo se convierte en marketing puede llegar a perder parte de su sentido real, sobretodo cuando ese marketing surge únicamente a través de grandes empresas que son la contradicción del símbolo, movimiento, idea, pensamiento... Al que se "enganchan" o aferran para vender. Porque los negocios son los negocios. 

Dicho de otra forma; lo que yo llamo "Femimarketing" es el movimiento comercial que ha puesto de moda la simbología, vacía, del "feminismo" a través de artículos tan variados como pueden ser camisetas y otras prendas de vestir. Como si de otra marca se tratase, esos objetos lucen ingeniosos (o no tanto) eslóganes que aluden a la fuerza del movimiento feminista y lo más irónico que hay en este asunto es que proceden de empresas que podemos llamar producto low cost e insensibilizado, es decir, no dejan de ser negocios sin conciencia social, insostenibles y generalmente son además explotadores. 

Resulta hilarante, pero en el peor sentido, y también una contrariedad. Son empresas textiles explotadoras de niñ@ y adult@s, sobretodo con plantillas que trabajan en países tercer mundistas o en vías de desarrollo, y se creen con el derecho de utilizar argumentos, frases y cualquier símbolo que alude al feminismo. El feminismo es un movimiento social y político que lucha contra la desigualdad por encima del género, sexo y edad... Es de hecho el sinónimo de un equilibrio y una igualdad social. 

Porque esta fuerza social-política no solo ha sido importante para el avance de las mujeres, también lo ha sido y lo está siendo para los hombres, ya que el buen feminismo protege al hombre defendiendo también tienen derechos de paternidad, defendiendo que el colectivo LGTBI también puedan crear una familia adoptando e incluso defiende la tan importante naturaleza expresiva que está aceptada en las mujeres, pero por desgracia está generalmente etiquetada y juzgada en los hombres. Esto son simples ejemplos pero os aseguro que hay muchas más cosas en las que interviene el movimiento feminista y que son realmente importantes para el progreso de una sociedad.

En pleno S XXI gracias al avance tecnológico y la oportunidad de tener a mano cualquier tipo de información y cultura, ha renacido esta fuerza revolucionaria. El problema que me parece percibir es que se está descarrilando y quienes están aprovechando este descarrilamiento son los grandes poderes, en concreto aquellos que se alimentan de este sistema consumista de oferta-demanda inminente donde se busca todo barato, rápido y ¡ya!. Al final todas esas oportunidades que tenemos a un solo clic terminan por quedarse en banalidades que ocupan hueco. Podríamos estar mucho más enriquecidos en todos los ámbitos inimaginables, pero parece que en ocasiones esas ventajas de nuestro siglo se convierten en parte de la envoltura del postureo, algo que veo realmente peligroso, aunque muchos intentan defenderse con argumentos metódicos y bien preparados de manera que enmascaran un nuevo concepto de "analfabetismo" e "ignorancia" del cual salimos todos perjudicados, sobretodo porque en ese vacío se introduce la "picardía" de aquellos que ven dinero y negocio en las lagunas que nos habitan... Las lagunas del desconocimiento. 

Como decía, cuando un movimiento se convierte en marketing termina por perder parte de su importancia. Las personas terminamos olvidando el motivo de su existencia e incluso su importante historia, cómo todo nació y porqué. Nos exponemos entonces al vacío que comentaba y como decía a nuestro sistema le da igual, no le importa esa incongruencia en el sentido de cómo estamos permitiendo que empresas que pasan de los derechos humanos se crean con el derecho (y además lo logren) de forrarse y enriquecerse con ideas que son a favor de los derechos humanos, convirtiéndolo solo en simples frases publicitarias en telas cosidas por manos de niños que no superan los 6 años o en mujeres que viven en condiciones insalubres y superan, con creces, cualquier horario decente de trabajo.  

Entiendo que cuando uno vive en una cueva puede que no conozca la realidad del mundo y se gaste los cuartos en ese tipo de productos pero... ¿Quién no sabe a día de hoy la realidad de la ropa a cuatro duros?  Y quienes lo saben ¿Por qué lo siguen fomentando? Y aquí me tomo la libertad de hacer un pequeño inciso centrándome sobretodo en el mundo "influencer", sobretodo en aquellos que se montan sobre cualquier barco por encima del poder social que pueden tener. Aquellos que inspiran tienen la responsabilidad moral de hacerlo con ética y consciencia y si no es así, se están convirtiendo en la misma "maldad" que denuncio en este texto.

Por si esto fuese poco, otros grandes poderes comerciales también se han sumado al movimiento femimarketing para aumentar sus ganancias. Entre ellos podemos destacar a Hollywood y sus maravillosas películas. Este año gracias a estrenos como Super Woman han hecho su Agosto, con sus increíbles efectos especiales y manipulación han idealizado la figura de una mujer increíble, una heroína con la que maquillar y tapar la realidad del cine: los actores siguen cobrando más que las actrices. También a los actores se les permite envejecer mejor que a las actrices, porque un hombre madurito es bien "sexy" para el mercado comercial ''hollywoodiense''. Y esto son solo dos ejemplos de la evidente desigualdad existente en el mundo del cine, un antónimo del verdadero significado del feminismo... ¿Qué diría de esto Super Woman?.

Entiendo que la gente tiene que vivir, que el dinero existe (soy bastante consciente de esto) Pero de verdad... qué doloroso resulta cuando ves como cualquier negocio es capaz de desmontar y deshacer años de esfuerzo, avances sociales, avances políticos y conciencia colectiva, convirtiendo la fuerza de donde ha surgido una gran e importante parte de la evolución en una simple marca o en un movimiento consumista generador de zombies con el coco vacío.

Me duele. Y me duele que esto pueda confundir o confunda a las generaciones que vienen detrás de mi. Me duele que de esta manera se retroceda en algo tan importante y fundamental.

Pero vamos... es mi mera opinión.