¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

lunes, 10 de julio de 2017

Si disfrutas del proceso, llega antes.


Todo es un proceso. Los caminos son procesos también, porque en ellos "ocurren" cosas y esas cosas, son procesos. Lugares de donde proceden nuestro crecimiento, lugares de donde emergen aprendizajes y nuevas experiencias.

Esto ocurre incluso cuando tu meta es algo tan material como ir a correr 5 km. En esa distancia ocurrirán muchas cosas, de unas pocas serás consciente, como pueden ser pensamientos personales y procesos físicos por el ejercicio. Sin embargo, del otro porcentaje no serás tan consciente porque ocurre a niveles sutiles y esos cambios sutiles puede suponer que te encuentres con alguien que hace mucho que no ves, que a la vuelta te encuentres una moneda o que de repente te llegue una inspiración divina que no habría sucedido si no te hubieses planteado hacer 5 km corriendo. 

Ese era un ejemplo básico, para que entiendas que todo lo que decidimos son procesos. Todo son caminos que se bifurcan en más caminos, todo es como una carretera enorme donde caminamos convenidos hacia una dirección pero, lleguemos o no a ese propósito, por el camino ocurrirán muchas cosas inesperadas y esas cosas inesperadas, como te repito, son procesos. 

Lo que se nos pide con los procesos es que los disfrutemos. Y que disfrutemos también el camino, porque ambas cosas son esenciales para que todo llegue antes. Muchas veces somos nosotros los que ralentizamos al propio tiempo y por eso las cosas llegan mucho después de lo que en un principio se pretendía. 

Da igual lo que tengas en mente o como si has decidido no tener nada en mente, eso no importa, lo único que es importante es que disfrutes hasta que, sea lo que sea, llegue. Hasta que tu propósito sea tangible y real, sea mucho más que una idea o hasta que lo que está destino a ti te alcance. Y es que en ese alcanzar y ese agarrar hay mucho de cómo te has sentido hasta que ha ocurrido, hasta que ha pasado, también hay mucho de cómo has aprovechado el tiempo durante esa gestación. 

Y todo implica una gestación. Por ejemplo, estudiar implica una gestación porque te hace invertir tiempo y en ese tiempo algo se va tallando poco a poco, igual ocurre con el día a día y con cualquier situación que implique un pensamiento en relación al futuro. Pero como te decía, incluso si eres de estas personas que no planean absolutamente nada y te dejas llevar, sorprendiéndote con la vida a cada paso, hay una gestación desde que pasas de un paso inesperado a otro y en esa gestación está la esencia de si comprendes o no el verdadero secreto de este juego llamado vida. 

Te digo, si disfrutas del "proceso" cuando "eso" llegue te sabrá más a gloria. No habrás idealizado nada, habrás sido consciente de cada instante presente que te ha estado acompañando y eso no tiene precio. Eso es disfrutar realmente. La palabra "disfrutar" viene del latín, compuesta del prefijo dis (separación o repartición por múltiples vías, también intensificación como aquí) y fructus (fruto). Es decir, significa "sacar la fruta" o "gozar del producto de algo"."Fruto" metaforiza el resultado de algún trabajo o alguna inversión.

Por eso "disfrutar" agiliza al tiempo en si mismo y te pone en consonancia con el verdadero secreto de estar vivo. Además, revitaliza tu vida y te ayuda a darle mayor valor a cada segundo irrecuperable que avanza conforme tú también creces. 

Al final, se trata de gozar algo y no enfrentarnos constantemente. También se trata de mantener la calma incluso aunque seas una persona muy impaciente, como me pasa a mi muchas veces. Calma tu impaciencia teniendo claro que cada pequeño paso te acerca más a lo que deseas y que dentro de cada uno de esos pasos hay un enorme mundo que tiene mucho que ofrecerte para que cuando cruces la meta que tanto esperas, la puedas vivir con mucho más amor. 


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