¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

martes, 24 de julio de 2018

La vida es muy jodida:


No sé cuántos años tienes pero si me lees y sigues tendrás una edad suficiente como para haber vivido diferentes adversidades. 

Seguramente has perdido a alguien que amabas porque se ha muerto, seguramente has vivido una experiencia extrema en algún momento de tu vida, seguramente te ha tocado llevar a cabo algún papel que no te correspondía, seguramente tu familia ha pasado por rachas difíciles, seguramente algo no ha sido o es tan perfecto como Hollywood se empeñó en hacernos creer... Sea lo que sea, de dónde vengas, lo que has vivido, lo que has perdido, lo que has experimentado, lo que has sufrido... Estás aquí. Estás aquí, en éste momento y en éste ahora y sin lugar a dudas puedes decir con total sinceridad y objetividad que la vida es muy jodida. 

El dinero no nace de los árboles y por mucho que lo detestemos, es la única materia esencial para pagar nuestra comida, a si que soportamos horas y horas en trabajos que realmente no nos hacen sentir plenos, satisfechos y realizados. El amor no sale cómo imaginábamos y por mucho que nos esforcemos, hay relaciones que explotan y parecen llevarse una parte importante de nosotros. Las familias no son ideales y por mucho que estemos rodeados de series y películas con un ambiente en armonía, lo cierto es que en todas las casas se cuecen habas. Vas creciendo y comprendes que a pesar de lo bien que lo han intentado hacer papá y mamá, no son perfectos. Hay amistades, que con el tiempo, se van tan rápido como vinieron, dejándonos un hueco tremendo en nuestra confianza y haciendo que nos comportemos de una manera más hermética y cerrada. 

Todos hemos recibido un gran número de palos de la vida. Todos hemos intentado tomar las mejores decisiones. Todos nos levantamos con la intención de ser la mejor versión de nosotros mismos. Todos hemos sido buenos y malos en diferentes historias. Todos hemos sido manipuladores y víctimas. Y todos hemos sufrido, incluso cuando aún no sabíamos ni porqué teníamos que sufrir. 

Todos hemos perdido y ganado. Todos hemos vivido traumas, en mayor o menor medida, que nos han condicionado. Todos nos hemos sumergido en un vaivén formado por olas con un sinfín de emociones. Todos, en algún momento, nos hemos preguntado qué significa la vida. Todos hemos dejado de comer por tristeza, todos hemos roto a llorar como si no hubiese un mañana, todos hemos vivido algo (más o menos grave) y por mucho que nos preguntábamos por ello, no encontrábamos razón ni motivo. 

La vida es muy jodida y aunque desde el minuto uno de tu existencia te plantees un perfecto camino, tu plan se puede venir abajo en menos de lo que canta un gallo. Las embestidas de la vida son inescrutables, misteriosas e inesperadas y el sufrimiento, que vienen muchas veces con ellas, también es algo que nos atrapa por sorpresa. 

Todos hemos tenido que cuidar de alguien, todos nos hemos sentido sobrepasados por determinadas situaciones y aún así hemos tenido que acarrear con ellas. Todos hemos intentado huir y todos hemos llegado a no amarnos a nosotros mismos por cosas que no tenían que ver con nosotros. Todos hemos sido menospreciados, maltratados, insultados, infravalorados... Todos hemos sido etiquetados, juzgados, rechazados. 

Todos hemos tenido que entrar por aros que no nos hacían ninguna gracia. Todos hemos usado algún tipo de autodestrucción para intentar amainar el dolor que teníamos dentro. Todos hemos abandonado y más tarde nos hemos arrepentido. Todos somos humanos viviendo una experiencia con una crudeza increíble. 

La vida no es lo que yo diga, sin embargo todos sentimos que es una experiencia dura y no hecha para gente blandita y cobarde. Los que estamos aquí, o hemos estado, es porque somos unos valientes. Porque sabemos lo que puede suponer el vivir, porque hemos visto enfermar a personas que amamos, porque hemos visto a otras personas no poder cumplir sus sueños, porque hemos visto gente muy joven morir, porque todos hemos sido atrapados por algo en algún momento que sin duda nos ha dejado una huella imborrable. 

La vida es muy jodida, mucho. Por eso mi recomendación es que busques siempre compañeros y compañeras que te sigan de verdad; que te cuiden, que luchen junto a ti, que no se rindan, que te comprendan, con los que puedas hablar con total plenitud y libertad sin sentir que te etiquetan o te juzgan, que realmente se comprometan y que sepan vivir con el corazón sobre la mesa. La vida es muy difícil muchas veces con tantas situaciones que escapan de nuestra razón, de nuestro corazón, de nuestra lógica... Pero aquí seguimos, con esas subidas y bajadas como una montaña rusa que nos hace navegar en pleno universo. 

La vida es dificultad, putadas y adversidad pura.  Según dicen los mayores se pasa en un pispás y todos sienten no haberla aprovechado lo suficiente. Por eso, siente y vive, aunque lo que vivas sea duro, aunque haya sido duro o aunque aún te esperen cosas duras. La vida está hecha de magia, incluso cuando nos parece una enorme mierda difícil de digerir, y nosotros también estamos hechos de magia. 

Éste texto es simplemente para recordarte que no te estás volviendo loco/a: Sí, la vida es muy difícil, la vida es muy perra, la vida es muy jodida y a veces la vida resulta como un amargo trago de injusticia donde llevamos a cabo cosas que muchas veces ni sabemos, donde cargamos con pesos con los que en ocasiones no podemos, donde sólo nos queda aguantar con nuestra mejor intención, con nuestro mejor porte. 

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