Da igual la edad que tengas, hay días, esos días en los que te levantas como "desganado" y de repente toda tu ilusión ha hecho "pum" y no está. A veces ese día se alarga unos cuantos días más y parece que te cuesta hasta respirar.
Digo que da igual la edad que tengas porque en ámbitos generales todos estamos siendo medidos con la misma vara por un sistema que no quiere ser más flexible, comprensivo y que no desea entender la individualidad de cada persona. Así personas de 20 y tantos, 30 y tantos, 40 y tantos... Se ven sumidos en una presión social de: sé mejor, supérate, haz algo con tu vida, echa raíces, ten hijos o plantéatelo, termina los estudios o sigue estudiando toda tu vida, cumple con lo que se espera de ti en el trabajo (sea éste un curro de mierda los domingos o un puesto impresionante en una gran compañía petrolera), viste bien, cuida la imagen, da una mejor imagen de ti mismo por las redes sociales, ábrete más redes sociales, comparte lo políticamente correcto, haz ejercicio y aparenta tener un cuerpazo, céntrate en la estética, ten una relación estable y si no la tienes aparenta ser un espíritu libre al que todo el tema sentimental se la resbala, no digas nada que pueda ahogar tu reputación, ten el último móvil, cómprate un buen coche, elige una buena casa, haz muchos viajes y céntrate solamente en hacer las mejores fotos de postureo... La cultura y el aprendizaje de en ese lugar puedes aprender es lo de menos. Debes además estar al tanto de las últimas novedades de todo, absolutamente de todo, y es casi imprescindible enseñar tu vida como si fuese un ejemplo a seguir, aunque seas un ser humano con tus cosas normales de ser humano que todos tenemos.
Dentro de tu rutina, incluso de tu rutina más íntima y privada, parece que también se han introducido muchos prejuicios sociales, culturales y de los tiempos que habitamos. De ésta manera se convence a las personas de que siempre tienen que ir depiladas, de que el sexo bueno es solamente de una forma determinada y no se enseña el valor sagrado que hay en una verdadera intimidad sana. Estamos todos bajo la misma presión, mismo perro con distinto collar... ¿Cómo no van a salir las generaciones más pequeñas que las mías tan perdidas? Si nadie nos está hablando de lo importante... ¿Cómo no te va a resultar desgarradora la rutina diaria para ir a un trabajo donde sientes que simplemente eres una pieza más en un enorme engranaje? ¿Cómo no vas a tener miedo? ¿Cómo no vas a sentir ansiedad? ¿Cómo no vas a tener días donde sientes que la esperanza se ha ido a engañarte con otra persona? Es más que comprensible. No creo que sea yo la que de con una píldora "mágica" cura todo que solucione esto en un margen de 30 minutos... Yo vengo a que abras los ojos, junto conmigo, y compartirte mis pensamientos con la intención de que esto pueda ayudarnos.
No diré ésto para justificarte ni para que te sirva de consuelo, para mi no es un consuelo, lo diré para que veas que somos muchos los que estamos en el mismo saco y que al final de una manera o de otra hallaremos la fórmula... ¿Sabes que la mayoría de personas no trabajan realmente en lo que sueñan? ¿Sabes que la mayoría de personas no alcanzan el nivel de bienestar (económico, emocional, familiar...) que realmente anhelan? Y es que ya he conocido muchos casos de personas con grandes puestos de trabajo y sueldos más que sustanciosos, que de repente ven cómo su vida hace aguas en otros aspectos, otras realidades de su existencia que tienen una fuerte importancia como puede ser pareja, hijos o incluso ambiente de amigos (o falta de hobbies, sensación de vacío etc)
Nos han enseñado a resignarnos con mucha elegancia, nos han incrustado el conformismo como una manera del "no sufrimiento" y entre tanto a nadie se le ha ocurrido aportarnos una importante dosis de inteligencia emocional y gestión de emocionales/desarrollo personal. Y creo que no se les ha ocurrido porque eso nos lleva de cabeza a una evolución más poderosa de nuestra persona, ya que creo que al tener mayor capacidad dentro de nuestra vida seremos mucho más difíciles de manipular y un pueblo que no se deja manipular es una sociedad que se transforma y una sociedad que se transforma es la señal inequívoca del final de un sistema que queda caduco y hay muchas personas aprovechándose de éste sistema que nos rodea, quizás esas personas no seamos tú ni yo, ni tus colegas y tampoco los míos... Es otro tipo de personas, pero estoy segura de que hay alguien chupando del bote.
Es normal que tengas días donde te sientas desesperanzado. Hay cosas que parecen tan lejanas o tan "imposibles" que es como buscar una aguja en un pajar, otras situaciones parecen realidades arbitrarias como a quien le toca la lotería, sabemos que la lotería toca, ahora... Pocos conocemos en persona a alguien que realmente le ha pasado.
De esta forma entramos de lleno en un pensamiento más plano, más dogmático y menos libre. Todos necesitamos el dinero para subsistir y mantenernos, incluso para hacer realidad algunos proyectos de futuro, pero la necesidad que tenemos ha pasado por encima de nuestro bienestar como persona, viéndonos muchas veces con carencias enormes en trabajos que no nos aportan, intentando ahorrar pero siendo testigos de que se ahorro desaparece a través de esas carencias que a su vez utilizamos como fórmula para paliar nuestra ansiedad. Y así entramos en una enrevesada pescadilla que se muerde la cola.
A pesar de todo esto, sí seré yo la que te diga que todo tiene un momento en el que, con constancia y con una correcta gestión de ti mismo, llega el cambio. Es importante tener claro quién eres, por encima de las circunstancias, las obligaciones y los pesos que envuelven tu vida. Tienes que tener completamente seguro qué es lo que hace palpitar tu corazón ¿sabes lo que ocurre? Que a veces estamos tan ocupados con las cosas del día a día que cuando llegamos a casa lo que menos nos apetece es sentarnos a escribir un momento para ser sinceros con nosotros mismo y plantearnos nuestras pasiones. Pero sin este sencillo paso no se pueden dar todos los demás. Ahora bien, quiero que sepas que no sé cuál es la fórmula matemática exacta que te va a llevar a hacer de esas pasiones una realidad dentro de tu día a día, sólo sé que si uno quiere termina pudiendo y que hay que despojarse de muchos miedos e inquietudes.
El motor de la actual maquinaria de la que formamos parte no quiere que tengas tiempo para poder pensar en ti y ser sincero contigo. No quiere que te abras a la humildad de reconocerte, no quiere que te hagas cargo de lo que te corresponde, no quiere que reconozcas tus cagadas en tus relaciones, ni tampoco que hay momentos donde simplemente te has resignado dando pasos hacia una dirección que realmente no deseabas... Porque hacer eso y tomar esa conducta supondría quitar importancia a algunas decisiones, liberarte de la culpa y recargarte física, emocional y espiritualmente para poder emprender un camino en consonancia con quien sí eres. Ésta realidad que nos rodea nos quiere culpables, sumisos, dolidos, tristes de manera constante, nos inyecta desesperanza con su consumo desmedido de nuestro valioso o irrecuperable tiempo, nos influencia con la necesidad de la rapidez, inmediatez y de una vida rebosante de estrés y sus correspondientes toxinas... No quiere que puedas abrir los ojos para verte sagrado a ti mismo y a todo lo que te rodea.
Es normal que, tengas la edad que tengas, existan días donde te sientes sin ganas de nada, donde te tirarías el día en pijama y no bajarías ni a por el pan. Es normal que tengas días donde sientes que por más que haces no logras ni de broma lo que te gustaría. A mi también me pasa, a mi también me duele... Porque los días siguen avanzando y no vemos ni brotar un mínimo tallo de luz entre tanto trabajo, entre tanta ilusión, entre tanta idea... Y terminamos consumidos. Pero, como pasa en el mundo de las plantas, hay semillas que tardan en germinar unas semanas, otras unos meses y otras incluso algunos años... Simplemente hay que seguir cuidando esa semilla, situándola en las condiciones más adecuadas para su naturaleza y revisar cada día que todo va bien. Y un día revisando que todo va bien, aparece de entre la tierra un pequeño brote de color verde brillante que nos indica que hay una planta con ganas de echar raíces y de mostrarse fuerte, de crecer a la luz del sol y de vivir todo el ciclo natural del mundo vegetal.
Posiblemente ocurre lo mismo con nuestro interior, con nuestra naturaleza y con nuestras necesidades más profundas e importantes, posiblemente ocurre lo mismo con nuestros proyectos, con nuestras ilusiones y con nuestros sueños... Quizás sean las semillas de nosotros mismos y quizás solo necesitan que nosotros no las olvidemos, que las cuidemos con lo mejor de nosotros sin dejar de prestarles atención aunque aún no haya brotado ningún tallito ni ninguna hoja, teniendo presente que igual que ocurrió con aquella planta posiblemente un día revisando todo eso de nosotros veamos un atisbo, veamos aire fresco, veamos una señal de nuestra constancia o un regalo del cosmos por no haber tirado del todo nuestra toalla. Sé que es duro, porque nosotros estamos además condicionados bajo un margen del tiempo que nos hace creer que es lineal y ésto puede jugar en nuestra contra... Pero te digo, es demasiado pronto para que lo des por perdido.
No tengo ni idea de lo que te depara el mañana pero te puedo asegurar que el 90% de lo que te depara depende más de la actitud que del hecho. Y también puedo decirte que eres la única persona capaz de mover las aguas internas de tu mundo.
¿Sigues aún desesperanzado? Te doy un día más para revolcarte y procrastinar, pero mañana mismo quiero que observes que estar desesperanzado favorece a otras personas, que no son tú, y alimenta otras realidades, que no son las que realmente quieres en tu vida. Si dejas de medirte con la misma vara con la que nos miden a todos, hallarás más bienestar. Dale valor a tu individualidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario