¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

miércoles, 4 de abril de 2018

El hogar más cálido del mundo:


Hay un bosque de flores, de realidades, de inescrutables verdades que se encuentra geográficamente entre las piernas de cualquier mujer. Hay un hogar, una cueva donde el mundo se resguarda. Hay un espacio rebosante de la vibración de La Tierra y del abrazo del amor más real y sincero. 

Hay un hueco que no está vacío, donde coexisten los conocimientos ancestrales y las verdades, y mentiras, modernas y actuales. Hay una verdad contada a voces y silenciada en las calles de una sociedad occidental contaminada. 

Creo fielmente que existe mucha magia en las entrañas de una mujer. Entre sus tripas, su corazón y su mente duerme la intuición femenina que despierta fuegos aunque llevan mil años dormidos, que guían a ciegos perdidos e inmersos en las más profundas oscuridades. Y de entre mis tripas, mi corazón y mi mente, hay una puerta al cosmos a la que llamamos vagina. La vagina que es entrada y salida, es un agujero a la vida donde el milagro se compone, la vagina que sangra cada mes como muestra de que puede hacer posible lo más mágico que existe en éste planeta. 

La vagina es el lugar de encuentro donde todo entra a la oscuridad para salir hacia la luz. Es terrible el concepto enfermo y desarraigado que tenemos sobre ésta parte del cuerpo, tan esencial e importante, a la que hemos teñido de sucia, ingrata, innatural... ¿Existe algo más natural que una parte del cuerpo que se sabe regular y cuidar a si misma? ¿Existe algo más natural que la crudeza, sin tapujos ni cadenas, mostrando porqué la vida existe? 

Ni pliegues, pelos, lunares... Podrán tacharla de una parte fea. Está irreconocida y despojada de todo su potencial. La vagina, que es la puerta de la vida y de la muerte, es el hogar más cálido del mundo. El poeta busca de su inspiración junto con los besos y las caricias de una mujer. La mujer busca de su placer cuando se acaricia en un momento de intimidad consigo misma, donde puede expandirse sin necesidad de ser observada. 

El hombre busca de su abrazo, porque es uno de los pocos abrazos que le permiten sacar su naturaleza animal, políticamente incorrecta en según qué ámbitos. La mujer busca de su sabor, porque le despierta el fuego y el ímpetu de su ser, la sensualidad innata de sus curvas, la liberada sensación de un orgasmo compartido. 

Y mientras, miles de campañas publicitarias de miles de productos innecesarios nos hacen caer en la trampa de pensar que nuestra vagina es fea, que está mal, que su naturaleza debe ser arrancada, que es horrible sangrar... Que una parte del cuerpo, tan nuestra e irrepetible y que no está a la vista, real, de cualquiera, ya ha nacido siendo una "mala parte", una parte "sucia", una parte "innatural"... Mentiras y más mentiras para que no seamos testigos de la verdad que existe en ser portadoras de un templo sagrado construído por la biología y que se encuentra entre las piernas de todas las mujeres del mundo, por encima de edad, etnia, cultura y creencia. 

¿Vas a venir a decirme que ésta parte natural de mi ser está mal? ¿Vas a venir a dejar caer que es sucia, lujuriosa, que es cerda? ¿Quieres hacerme creer que necesito de esos miles de jabones irrespetuosos con el PH que la propia biología ha depositado en mi interior? ¿Dices que hay vaginas que tienen pliegues de más? ¿Qué es de más? En una parte del cuerpo tan auténtica, tan fiel a la individualidad. Donde se muestra que todos somos parecidas, a veces demasiado similares, pero no indenticamente iguales. 

Te pido que si tu pensamiento es ese te disculpes. Pues estás blasfemando y atacando al templo más sagrado de la humanidad. 

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