¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

jueves, 5 de abril de 2018

Love is the new trip.

Haz un viaje conmigo.

El amor es "el nuevo viaje" 

El amor es el más novedoso, y viejo, de los viajes humanos. Es la más ardua, y fácil, de tus habilidades. Es la más difícil, y sencilla, de tus enseñanzas. El amor es todo y a la vez parece nada. El amor está y no está. Es eso que parecemos buscar, consciente e inconsciente, pero que nos muestra mucho más de lo que pensábamos que íbamos a ver. 

El amor es un viaje, tal cual. Cuando uno está "in love" o se deja llevar por la inevitable ola del amor "fall in love" su cuerpo se comporta de forma diferente. La ciencia ha estudiado la producción de diferentes hormonas (¡benditas hormonas cuando están chachi!) que funcionan como activadoras de nuestras emociones y las emociones (¡benditas emociones! ¡todas!) nos llevan al comportamiento, al sentir, a la actitud, al conocimiento... Concretamente el "cocktail" cerebral de los enamorados está formado por dopamina, adrenalina y norepinefrina. La dopamina provoca sentimientos de euforia, mientras que la adrenalina y la norepinefrina hacen que el corazón lata con fuerza y nos quitan el sueño. A esto se suma que cuando nos enamoramos descienden los niveles de serotonina en nuestras neuronas, lo que explica por qué al principio de una relación "no tenemos ojos para nada más que para nuestra pareja". La serotonina o también llamada 5-HT tiene una correlación con los niveles de libido sexual. Altos niveles de 5-HT se asocian a una falta de deseo sexual, mientras que bajos niveles promoverían la aparición de conductas orientadas a la satisfacción de esta necesidad. 

Además ésta hormona sirve también para estabilizar el estado emocional del ser humano ante situaciones de tensión. Concretamente, sirve para inhibir la agresividad y las conductas violentas que pueden derivarse de ella, y por si fuese poco colabora en la regulación de los ciclos de sueño. 

Por otro lado la adrenalina nos aporta una sensación de "empuje" e "impulso". Es el subidón de cualquier situación en la que nos sentimos con ganas/necesidad de vivir. La adrenalina es la misma hormona que se puede producir en momentos donde nuestra vida corre peligro, pues ésta sustancia nos empuja a mantenernos con vida... Y aunque en menor producción, algo ocurre con el amor. El amor es una emoción y una conexión que ya de por si podría decirse que es vida en si misma, que a la vez tiene la capacidad de motivarnos a la/por la vida. 

La dopamina, por otro lado, es un neurotransmisor ¿qué quiere decir ésto? Los neurotransmisores son los comunicadores de la relación entre las neuronas. Tus bonitas neuronas se comunican entre ellas y se conectan y relacionan entre si a través de neurotransmisores La dopamina, concretamente, actúa en tu éstado de ánimo (entre otras muchas actividades donde se desempeña ésta señorita). Y la norepinefrina actúa como hormona del estrés: un buen amor produce una cantidad adecuada de norepinefrina que nos lleva a un estado de calma/bienestar.

Precisamente éste "conjunto" tan molón, que no lo encuentras en los callejones de tu barrio ni de broma, es lo que nos hace experimentar también una especie de "desintoxicación", cómo si de yonkis fuésemos, cuando se nos rompe el corazón y una relación termina. Aunque aquí no es buena idea omitir también la parte de apegos y por supuesto ese lado espiritual, que creo, tiene todo en la vida. 

Si a toda ésta pócima biológica y natural le sumamos aspectos profundos: psicológicos, espirituales... Obtenemos un viaje, para todo tipo de públicos, a lo que llamamos "amor". 

Por supuesto, el amor en sí es más que todo lo que he definido en conceptos biológicos aquí arriba. E incluso sé que es mucho más de lo que yo misma puedo compartir, apreciar, valorar, definir... Es más que todos los poemas que me inspira, más que todas las canciones que escuchamos y más que todas esas sensaciones de apertura del corazón. Y estoy segura que por mucho que nos pongamos a definir el amor, nos quedarán importantes cosas en el tintero por comentar, porque creo que el amor en si mismo es una energía tan libre que no puede definirse en todo su contexto, en todo su volumen, en toda su presencia... Y haciendo referencia al Principito y adaptándolo al texto "lo esencial es invisible a los ojos" de igual manera "lo esencial es indefinible en el lenguaje humano" (o al menos una parte). 

Y si nos situamos en el momento actual, de una sociedad construida y destruida a la par, donde en ocasiones sentimos un inherente amor-odio que nos hace admirarla y repugnarla a la vez, donde todo ha evolucionado de una forma tan rápida que en ocasiones sobretodo a nivel emocional nos sentimos incluso perdidos dentro de nosotros mismos, encontramos que las formas de amor, como es natural, han cambiado. Los valores del amor también. Y todo lo relacionado con la atracción y la posible oportunidad para hacer emerger amor, también se ha modificado. 

No voy a juzgar algunas formas de amor, como ya he hecho en el pasado de forma errónea, solo voy a comentar que aquel que siente amor y se deja llevar por él, definitivamente cae en el viaje de su vida (dure o que dure). Por esto éste post se titula "love is the new trip".

Quizás a algunos les chirríe el "new" porque el amor es tan viejo (o quién sabe si incluso más), prácticamente, que nuestro propio sol. Pero me refiero a que con ésta era actual a veces estamos dejando de lado el caer en el "enamoramiento" y cuando nos volvemos a dar la oportunidad puede resultar incluso como algo novedoso. Una forma de refrescarnos la cabeza y el corazón con una energía, un sentimiento y una realidad ancestral de la que por determinados motivos nos hemos alejado o incluso que hemos olvidado. Al final no es new como tal, pero... Es como que al experimentarlo una y otra vez fuese, de alguna forma, la primera vez y todo lo que es "primero" suele ser "nuevo". 



El amor es como cualquier viaje de cualquier tipo. Uno va a viajar por el mundo y todo viaje, incluso de negocios, tiene sus subidas y bajadas, sus fases y sus etapas. Llegas, vas al hotel, preparas el material para el trabajo, haces el trabajo, tomas un café observando los alrededores... Y si te da tiempo, quizás, puedas tener un poco de tiempo de ocio. De nuevo coges otro transporte y vuelves al lugar de donde marchaste. 

Cuando viajas por placer es el tiempo el que transcurre de una manera diferente y el campo de apertura de aprendizaje del viaje puede ser incluso aún mayor, como cuando recorres el camino de "el amor". Depende de la intención, atención, actitud... Puede ser un viaje con miras más amplias o no. Al final nosotros mismos, con nuestra propia persona, somos nuestros mejores y nuestros peores compañeros en cualquier experiencia. Tú eres quien puede hacer de una vivencia un aprendizaje enriquecedor o una neurosis obsesiva. 

El amor es el nuevo viaje porque te lleva a abrirte con el mundo y porque te deja en pelota picada. Y es que te quita todo eso que está bastante más por debajo de tu piel y de tu propia ropa. El amor es para valientes, como quien da un paso decisivo que creará una experiencia inolvidable. Es la pastilla que Neo decidió elegir, así como es la otra parte del "mundo de las maravillas" que descubrió Alicia en su propia aventura. 

El amor es la ventana por la que todo se muestra, el reflejo de nuestra propia persona, la vulnerabilidad pura y dura sin poner barreras al aire, muros al tiempo, rigideces y dogmas. Es la dulzura así como también el amargor, y es la inspiración más grandiosa así como todo lo contrario. 

Porque aunque "el amor", en si,  sea una de las energías mas elevadas que existen y que más consciencia nos lleva a conseguir, también es la otra parte del trabajo; el trabajo de elegir cómo queremos recorrer "los senderos del amor" y he ahí si nosotros tomamos la iniciativa de intoxicar algo que en su forma primigenia es impoluto, pulcro, limpio. En esto último hemos llamado amor a tantas cosas que quizás no lo sean, que nuestra rapidez de denominar/asignar nombres/definir con la palabra "amor" a según que experiencias y circunstancias es la que también nos puede haber llevado a esa "patología", socialmente difundida, de tener miedo al propio amor. Sé que esto es muy complejo y entraríamos de lleno de un debate filosófico donde expondríamos varios puntos de vista y la conclusión final sería que no existe algo certero, porque creo que carecemos de una verdad absoluta con la que definir de la manera más exacta éste comportamiento que parece común en muchas personas, pero que de alguna manera parece que además también nos cuesta reconocer. 

El amor es el nuevo viaje, como quien decide experimentar una noche de fiesta desenfrenada o quien se abre a una experiencia completamente novedosa, por y para explorarse a si mismo (y al mundo que tiene a su alrededor). Como es el nuevo viaje está compuesto por sus subidas, sus bajadas y sus toques de atención en nuestro interior... En ocasiones puede parecer que todo se convierte en un huracán donde se entremezclan las cosas y se genera una especie de caos. A ésto hay que sumarle que somos humanos teniendo una mente que trabaja a muchísimas revoluciones por minuto, nos preguntamos qué es correcto y qué no y puede que a veces eso nos lleve a una sensación de ansiedad, como quien decide caer en el abismo de un pensamiento repetitivo tras haber fumado un porro. Y es que en ocasiones destruímos lo que sí puede ser un buen amor porque nos anclamos a realidades inexistentes y priorizamos por esas resistencias con las que creamos pensamientos negativos, y con ellos sus correspondientes conductas. 

Puede que el amor sea esa energía que cualquier artista necesita para hallar a su musa interior. Si no amas tu musa ¿cómo podrás amar tu creación? Si no hallas la inspiración ¿cómo podrás expandirte con el arte? Si no das hueco al placer de esa explosión emocional y química ¿cómo va a surgir todo lo que tienes que aportar al mundo desde tu lado más creativo?. Es ésta una posibilidad entre muchas otras. 

Partiendo de mi teoría, de que el amor es como una droga que nos lleva por un camino diferente en cada ocasión y que ese camino nos descubre muchos otros caminos, comprendo que no sirve cualquiera para realizar éste viaje acompañado. Y comprendo, como también ocurre muchas veces cuando uno explora, que hay amores para uno mismo que no se pueden compartir con los demás y hay amores con los demás que no se pueden sentir estando sólo. Porque quizás el amor no tiene forma, se adapta y en cada adaptación nos aporta lo que necesitamos en ese momento y quizás esas necesidades son las que determinan la realidad de ese amor, así como su forma y su manera de sentirlo. Dicho con otras palabras; a veces te apetece leer acompañado porque resulta un gran placer y otras, sin embargo, necesitas leer a solas porque resulta otro gran placer, parecido pero distinto y que aporta cosas diferentes. De igual manera creo que ocurre con el amor y que debe ocurrir. 

El amor es el viaje que te demuestra que amar a otro no significa dejarse y no amarse a uno mismo. Porque creo que un buen amor es un amor compartido, nacido de dos seres que han aprendido (o están en ello) a amarse individualmente y que comprenden que dentro de su humanidad hay mucho de belleza, pero también de terror, y entre esos terrores uno debe ser valiente para comunicar y verbalizar sin convertirlo en explosiones que muchas veces no sabemos de donde viene. Por lo tanto el amor es también un camino de reconocimiento, de sinceridad, de trabajo con uno mismo y en equipo, de comprensión, compasión y ante todo... Creo que el mejor amor es el que desborda humildad. 

El amor es el "nuevo" viaje que todos necesitamos para conectar con una frecuencia vibracional esencial para la vida y para sentir e integrar el verdadero significado del entusiasmo. Y dentro de ese entusiasmo ver lo más elevado de nosotros, sin que eso signifique poner a nadie en un pedestal, ni siquiera a nuestra propia persona. Existen tantas formas de amor, sano y real, como de seres hay en el mundo. Y es que el amor debe ser siempre enriquecedor, porque el amor es una ecuación donde se suma, ya que la resta no comprende al amor pues el amor, aunque nuestro ego se pueda ver inflado, enseña mucho de agachar las orejas y admitir. También enseña mucho de la constancia, los amores pueden nacer en dos días pero lo más importante del amor no surge sólo de un día para otro, hay un importante trasfondo ahí, que no puede ser olvidado. 

El amor es el "high" para todos, incluso para la persona más agnóstica del mundo. De alguna manera, si el propio amor quiere, esa persona caerá en sus redes... Porque bien se amará a si mismo o bien, de alguna manera, llegará a amar a otros: por encima del tiempo, del género y de la especie. 

Have a very nice trip and enjoy your high! 

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